Cormenzana rueda el drama luminoso ‘Alegría, Tristeza, Miedo, Rabia’: “Al principio me costaba desprenderme de mi faceta de productor”

Tercer largometraje como director de Ibon Cormenzana que regresa a la dirección una década después

Tras más de una década dedicado exclusivamente a la producción a través de su compañía Arcadia Motion Pictures, Ibon Cormenzana regresa ahora  a la dirección con el “drama luminoso” ‘Alegría, Tristeza, Miedo, Rabia’, protagonizado por  Roberto Álamo, Manuela Vellés, Pedro Casablanc, Caludia Placer y Carlos Bardem.

“En esta década apartado de la dirección lo que sobre todo he notado es que el digital ya se ha impuesto totalmente. En mi anterior película todavía se hacían algunas películas en 35mm, pero el resto no ha cambiado mucho. Yo sí estoy mucho más tranquilo en el rodaje que en mi anterior película, no sé si por los actores o por la historia que la tengo muy interiorizada. Me lo estoy pasado muy bien y en mi anterior película, ‘Los Totenwackers’,  sufría cada día”, afirma Ibon Cormenzana en un descanso del rodaje.

Ibon Cormenzana. Fotos: Marco Sánchez

Se trata de un filme sobre las emociones que nos habla del amor, la superación y sobre todo de la vida. “Mi personaje es Marcos, una persona que tiene un grave trastorno que le impide reconocer las emociones, con todo lo que esto conlleva en sus relaciones laborales, familiares, de amistad… La película habla fundamentalmente de emociones y qué ocurre cuando no podemos reconocer esas emociones, el desastre que eso supone. A partir de la página 20 del guión tenía muy claro que quería hacer esta película, precisamente por esto porque hablaba de las emociones y sabía dónde engancharme y eso me fascina como actor y como ser humano”, explica el actor Roberto Álamo, antes de preparar una secuencia clave en el filme que se rueda en un céntrico parque de Madrid.

“Este tipo de escenas las rodamos con la misma seguridad que utilizarían los bomberos en la realidad. Ésta en concreto no es muy complicada, en la película hay otras mucho más complicadas. Hay dos o tres escenas de acción importantes, con incendios, explosiones… Son muy divertidas de rodar, la verdad”, añade el protagonista de ‘Alegría, Tristeza, Miedo, Rabia’. “En el último año he hecho  dos veces de policía, militar, guardia civil y ahora bombero. Debo tener cara de fuerza de seguridad del estado. En este caso no he tenido que hacer nada especial a nivel físico, porque estaba en forma con la anterior película. Tampoco requería un físico determinado, es bombero, yo estoy fuerte… era suficiente”, comenta Álamo.

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En la secuencia que estaba preparando el equipo, una dotación de bomberos tiene que acudir para retirar un gran avispero ubicado en un árbol. Mientras están realizando dicha acción ocurre un accidente con una niña a la que se le introducen varias avispas en la garganta. En la escena participan Roberto Álamo y Carlos Bardem, como parte de esta dotación de bomberos.

“Me pareció una película muy bonita porque habla de las emociones, del amor con mayúsculas a tus semejantes, de lo importante que es identificar tus emociones y lo que siente el otro. Yo soy el sargento del parque de bomberos de Puerta de Toledo de Madrid, por el que tantas veces he pasado. Soy el jefe y amigo del personaje que interpreta Roberto (Álamo), estoy feliz por su reincorporación al servicio y me lealtad hacia él quizá me lleva a ser un tanto descuidado y esto genera situaciones muy complejas en el día adía de los bomberos. Bueno, lo de hoy es un día en el parque pero sí hay secuencias con mucha más acción, explosiones…”, apunta Carlos Bardem, otro de los protagonistas.

Roberto Álamo

El equipo de producción tenía previsto rodar la secuencia en El Retiro de Madrid, pero ante la dificultad de poder introducir allí vehículos, cambiaron la ubicación por las cercanías del Templo de Debod, también en la capital. “Teníamos previsto rodar esta escena en el parque de El Retiro de Madrid, pero no fue posible. Siempre hay que ir adaptándose, el director tiene que tomar muchas decisiones en el día a día que normalmente al productor no le conciernen demasiado. Luego retoma su importancia ya en el montaje y postproducción. En rodaje el director tiene que pensar cosas tan simples como detalles de vestuario, la luz, el plano… es muy divertido”, declaró el director.

“La diferencia entre una producción americana y una española radica únicamente en el dinero. El dinero compra tiempo, personal, equipos… hay mucho más dinero pues entonces hay más medios y más tiempo para llevarlo a cabo. No es una cuestión de talento, el talento no está adscrito a nacionalidades, se reparte por igual por el mundo. A la hora de filmar allí notas que todo se hace con un nivel de detalle que aquí no tenemos”, explica Bardem después de un primer ensayo de la secuencia.

Carlos Bardem

Ibon Cormenzana es también el autor del guión (junto a Jordi Vallejo), del que es su  tercer largometraje como director que está producido por Arcadia Motion Pictures y Samarcanda Films en coproducción con Noodles Production (Francia) y que cuenta con la participación de Movistar + y TVC. Completan el reparto Maggie Civantos, Rocío Muñoz, Miguel Herrán y Andrés Gertrúdix, entre otros. “Me apetecía mucho volver a dirigir tras más de una década y me surgió la necesidad de hablar sobre las emociones básicas del ser humano. Encontramos este trastorno que se llama alexitimia, que es el que sufre el bombero protagonista, que a través de un gran trauma bloquea las emociones y eres incapaz de sentir las emociones básicas ni entenderlas en los demás”, comentó el director.

La película, que llegará las pantallas el próximo año de la mano de Filmax Entertainment, está producida por el propio Ibon Cormenzana, junto a Ignasi Estapé, Ángel Durández y Jérôme Vidal. “Es una coproducción con Francia, de nuevo con Noodles Production con los que ya hemos hecho anteriormente otras coproducciones como ‘Blancanieves’, ‘Blackthorn’ y ahora más recientemente ‘Abracadabra’. Tenemos una buena dinámica de coproducción con ellos y casi todas las hacemos así”, declaró Cormenzana.

El lunes 17 de julio, dio comienzo el rodaje de ‘Alegría, tristeza, miedo, rabia’, que se rodará durante siete semanas en diversas localizaciones de Madrid y Navarra. “El rodaje durará hasta principios de septiembre, primero en Madrid y luego iremos a Navarra. La fecha de estreno en España dependerá de los festivales, la película creo que estará lista en marzo. Rodar en Navarra es por un tema de financiación, de incentivos fiscales, ya hemos rodado allí varias películas y nos ha ido bien. Hicimos ‘Abracadabra’ de Pablo Berger, ‘Rumbos’ de Manuela Burló. La historia de la película transcurre cien por cien en Madrid, en Navarra vamos a rodar solo localizaciones interiores”, reconoce el director.

La dirección de fotografía es de Albert Pascual y Lucas Vidal se encarga de la banda sonora. El diseño de producción corre a cargo de Didac Bono, el montaje es de David Gallart y el sonido directo de Felipe Aragó. Marian Coromina es la responsable de vestuario, Albert Espel es el director de producción del filme y Jordi San Agustín se encarga de la supervisión de efectos especiales. Las mezclas de sonido son responsabilidad de Oriol Tarragó y Sandra Tapia es la productora ejecutiva. “Olvidarme de mi faceta de productor mientras dirijo se consigue con un buen equipo de producción. Ahora sí lo puedo hacer, pero al principio me costaba un poco. Íbamos a localizaciones y me ponía nervioso pensando en el coste que tendría, un día conseguí separar esta doble faceta, vi que ellos estaban tranquilos y conseguí olvidarme de la producción y solo me centro en dirigir”, asegura Cormenzana

En la película, Marcos (Roberto Álamo) ha bloqueado todas sus emociones y es incapaz de empatizar con los suyos. Esta situación afecta sobre todo a la relación con su hija Lola (Claudia Placer) una despierta y curiosa niña de 10 años, que convive con la total indiferencia de su padre. Tras una negligencia en su trabajo como bombero y para evitar ir a prisión, Marcos es obligado a ingresar en una clínica para tratar su desorden emocional. Allí conocerá a Luna (Manuela Vellés), una joven psicóloga, y al prestigioso Doctor Durán (Pedro Casablanc), dos profesionales con metodologías totalmente opuestas que le ayudarán a conectar con su pasado, recuperar sus emociones y le ofrecerán la oportunidad de volver a vivir.

“Yo lo llamo un drama luminoso. Hay acción, humor, pero es una historia que habla de las emociones y como una persona que ha perdido la capacidad para sentir estas emociones tiene que volver a sentirlas para regresar a la vida. Ponerlo en el universo de los bomberos se debe a que son personajes empáticos que ayudan a la gente y el hecho de que  un bombero no pueda sentir emociones me parecía muy interesante. La verdad es que películas de bomberos en España no se han hecho muchas, norteamericanas hay muchísimas. Hemos contado con la colaboración de los bomberos, sus coches, vestuario… Creo que los trata muy bien”, concluye el director.

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