En un momento en que la sostenibilidad se vuelve una necesidad en todas las industrias, la cinematográfica no es la excepción. Charlamos con Oliver Lupiáñez, eco-consultor de la empresa K is for Knowledge, sobre el trabajo realizado recientemente para la serie de Movistar Plus+ ‘Los Sin Nombre’, producida por Filmax, y cómo se pueden aplicar metodologías de cálculo y reducción de huella ambiental en los rodajes.
A451: Oliver, ¿qué tipo de trabajo ha realizado K is for Knowledge en esta producción?
Oliver Lupiáñez: “Hemos sido responsables de acompañar todo el proceso de diseño e implementación del plan de sostenibilidad de la serie. Esto ha incluido la recogida de datos, el cálculo de la huella de carbono y la gestión de la certificación bajo la norma ISO 14067, una metodología internacional enfocada en la huella de carbono de productos que hemos adaptado para el contexto de la industria cinematográfica. Además, colaboramos estrechamente con el equipo de producción de Filmax y estuvimos presentes en rodaje para asegurar el cumplimiento del plan de sostenibilidad en tiempo real.”
A451: No es habitual oír hablar de la ISO 14067 en cine. ¿Qué ha implicado trabajar con esta norma?
O.L.: “Justamente eso ha sido parte del reto. ISO 14067 está pensada para productos, por lo que su aplicación en una serie de ficción implica un ejercicio de traducción técnica. No es lo mismo certificar un bien industrial que una producción cinematográfica, con tantos elementos móviles y procesos simultáneos. Requiere una metodología rigurosa para capturar los impactos reales en cada fase del proyecto.”
A451: ¿Cómo gestionaron esa complejidad?
O.L.: “Lo fundamental fue la colaboración con el equipo de producción. Desde el principio, trabajamos con ellos para entender la logística del rodaje, los desplazamientos, el uso de energía, catering, materiales… Recogimos datos detallados durante todo el proceso, y luego redactamos un informe técnico que fue auditado externamente por Cámara Certifica. Esta entidad verificó la calidad del análisis y otorgó la validación oficial de la certificación.”
A451: ¿Qué ventajas ofrece Green Film?
O.L.: “Nos gusta especialmente porque no se limita simplemente a otorgar un sello tras una verificación externa. Su sistema de puntos obliga a cumplir una serie de acciones concretas, lo que hace que el plan de sostenibilidad no sea solo un requisito más, sino una hoja de ruta para reducir realmente el impacto ambiental. Esta exigencia práctica marca la diferencia entre simplemente “cumplir” o transformar el modo en que se produce. Hemos tenido la suerte de acompañar dos producciones que lograron esta certificación: ‘Això no és Suècia’ y ‘Harta’, ambas con resultados muy positivos.”
A451: ¿Cuál consideráis que es la mejor certificación para una producción cinematográfica?
O.L.: “Para nosotros, lo ideal es una combinación de varias herramientas. Creemos que la mejor fórmula es seguir los criterios del Green Film Certificate, y complementarlos con una certificación bajo la norma ISO 14067. Esta combinación da solidez técnica y verificación externa, aportando credibilidad al impacto real del proyecto. Que Green Film funcione por puntos nos parece excelente: ya que permite trazar objetivos desde el inicio y obliga a cumplirlos para obtener la Certificación. De este modo, el plan no queda solo en el papel, sino que se convierte en una herramienta de acción real. La certificación ISO, por su parte, añade un respaldo internacional sobre la verificación y el cálculo de los datos incluidos . De esta manera, conseguimos una conjunción perfecta entre una buena planificación, acciones que reduzcan los impactos y una verificación técnica externa.”
A451: ¿Cuál es la filosofía de K is for Knowledge?
O.L.: “Somos una consultora especializada en sostenibilidad para el sector cultural y cinematográfico. Creemos que el cine, además de contar historias, puede ser un motor de cambio hacia modelos más responsables. Acompañamos a productoras en todo el ciclo: desde la planificación sostenible del proyecto hasta la medición de impactos y certificaciones. Nuestro enfoque combina conocimiento técnico con una mirada creativa, entendiendo las particularidades del sector.”
A451: ¿Qué obstáculos siguen existiendo en el camino hacia un cine más sostenible?
O.L.: “La mayor barrera es la percepción de que ser sostenible implica más costes o complicaciones. Pero en realidad, planificar bien desde el inicio no solo reduce emisiones, sino que puede optimizar recursos y ahorrar dinero. El reto es integrar la sostenibilidad como parte natural del proceso creativo y logístico, no como una obligación externa.”
A451: ¿Y qué viene ahora para K is for Knowledge?
O.L.: “Seguimos trabajando con nuevas producciones interesadas en incorporar criterios de sostenibilidad reales, no solo por cumplir, sino por compromiso. Y ahora también estamos desarrollando metodologías para analizar el impacto ambiental de la cadena de suministro cinematográfica: desde proveedores de vestuario hasta transportistas y servicios técnicos. Creemos que el cambio profundo sólo llegará si se extiende a toda la red que sostiene una producción.”
