El PC Gaming, imprescindible para edición audiovisual y streaming

Los ordenadores para vídeojuegos son equipos, de escritorio o portátil, que están preparados para ofrecer un rendimiento óptimo al momento de jugar. Estas máquinas están pensadas para igualar e incluso superar la calidad visual y de desempeño que ofrecen consolas como la PlayStation, Nintendo o Xbox. Las ventaja que tiene un PC Gaming es que, además de para esta actividad, puede ser utilizado con otros fines, como la edición de vídeos; gracias a una alta capacidad de procesamiento que facilita realizar múltiples tareas.

Estas computadoras están equipadas con componentes potentes: una amplia memoria RAM, un procesador de última generación y una tarjeta gráfica robusta con gran capacidad, lo que permite correr juegos y aplicaciones exigentes sin ralentizaciones. Disponen, además, de sistemas de refrigeración avanzados, que son necesarios para que la temperatura sea la adecuada durante un largo periodo de tiempo. De esta manera, se evita el sobrecalentamiento del ordenador.

Una máquina de estas características se ejecuta con alta fidelidad gráfica, velocidad fluida y sin interrupciones, lo que proporciona un óptimo resultado en la mayoría de experiencias. A nivel de videojuegos, su propósito principal es permitir que los jugadores disfruten al máximo cada detalle del juego, tanto en jugabilidad como en aspecto visual. Detalles que se pueden traspasar al terreno de la edición audiovisual para obtener un resultado muy óptimo, como veremos a continuación.

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Ventajas para tareas de edición

Utilizar equipos gaming potentes en la edición audiovisual ofrece múltiples ventajas que mejoran significativamente tanto la experiencia del editor como la calidad del producto final. Aunque estos equipos están diseñados inicialmente para videojuegos exigentes, su arquitectura de alto rendimiento los convierte en herramientas ideales para tareas de edición y producción de contenido audiovisual.

Rapidez

Una de las principales ventajas es la fluidez en la edición. Gracias a procesadores de última generación, gran capacidad de memoria RAM y tarjetas gráficas avanzadas, los equipos gaming permiten trabajar con archivos pesados en alta resolución (como 4K o incluso 8K) sin experimentar ralentizaciones. Esto se traduce en una línea de tiempo más ágil, previsualizaciones en tiempo real y una mayor eficiencia en la edición multicámara o con efectos complejos.

Rendimiento

Además, estos equipos ofrecen un alto rendimiento en el renderizado, pues reducen considerablemente los tiempos de exportación de proyectos. La combinación de núcleos múltiples en los procesadores y el uso de aceleración por GPU permite realizar renderizados rápidos y estables, lo que optimiza el flujo de trabajo y permite cumplir plazos más ajustados sin sacrificar calidad.

Agilidad

Otra ventaja es su capacidad para realizar streaming en directo sin cortes. Ya sea transmitiendo sesiones de edición, eventos en vivo o contenido educativo, un equipo gaming potente asegura una transmisión fluida y de alta calidad, sin caídas de fotogramas ni interrupciones, incluso al ejecutar software de edición simultáneamente. Este aspecto es esencial para la edición audiovisual de streaming profesional.

Sugerencias de configuración

Para obtener los mejores trabajos de edición de vídeo a partir de un ordenador gaming con hardware audiovisual, hay que tener en cuenta determinados aspectos técnicos, como la tarjeta gráfica, ya que ésta es esencial para la aceleración de efectos, corrección de color, reproducción en tiempo real y exportación más rápida, especialmente en programas como Adobe Premiere o After Effects. Una buena elección como tarjeta gráfica para edición audiovisual es NVIDIA, la marca más prestigiosa del mercado que cuenta con una aceleración por hardware, muy útil en software de edición profesional. Actualmente, el usuario puede encontrar los modelos Serie RTX 30 y 4. Otra opción es la tarjeta gráfica AMD, muy bien preparada para los retos actuales en producción audiovisual.

Por otro lado, el procesador es el corazón del sistema y juega un papel esencial en la edición audiovisual. Para obtener un buen rendimiento, se recomienda optar por procesadores modernos de múltiples núcleos e hilos como los de la citada AMD, entre los que se destaca la serie Ryzen 9. Intel también es una buena elección, pues ofrece procesadores optimizados para realizar numerosas tareas, entre ellas la edición de vídeo.

La velocidad de acceso a los archivos es otro aspecto clave en la edición de vídeo. El uso de discos SSD (unidad de estado sólido) es obligatorio para evitar cuellos de botella. Un SSD de entre 500 GB a 1 TB resulta esencial para instalar el sistema operativo y programas de edición. Además, el uso de un segundo SSD con una capacidad igual o superior a los 2 TB permite guardar archivos de vídeo y proyectos. También se puede recurrir a un disco HDD externo de gran capacidad (4 TB o más), aunque no es recomendable editar directamente desde allí.

En cuanto a la memoria RAM, contar con 32 GB es una excelente base para profesionales en edición de imágenes y vídeos. Esta capacidad permite trabajar con fluidez incluso en resoluciones 4K o superiores. Para quienes suelen ejecutar varias aplicaciones al mismo tiempo o trabajan con proyectos complejos, es recomendable considerar configuraciones de hasta 128 GB de RAM.

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