Un largometraje producido en España genera 22 toneladas de CO2 por cada millón de euros de coste, según Bilibin

Bilibin, consultora especializada en sostenibilidad audiovisual, ha presentado un estudio sobre la huella de carbono de los largometrajes españoles tras analizar el impacto ambiental de 15 producciones de ficción durante el período 2022-2024.

El principal hallazgo del estudio señala que un largometraje español genera 22 toneladas de CO2 por cada millón de euros de coste de realización. Este indicador proporciona una referencia objetiva que permitirá a productoras, distribuidoras y organismos públicos evaluar y comparar el impacto ambiental de cada proyecto.

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El análisis incluye producciones de entre 1 y 6 millones de euros de presupuesto, encabezadas por compañías como Basque Films, Bowfinger, Fasten Films, Irusoin, Sayaka o Señor y Señora.

Datos clave

Los resultados identifican que el transporte diario de equipo y material representa el 42,6 % del impacto total, seguido de los viajes de larga distancia (principalmente aviones), con un 23,4 %. El alojamiento supone un 13,8 % de las emisiones, mientras que el catering contribuye con un 10 % del total.

«Más del 66 % de las emisiones provienen de transporte y viajes. Las estrategias más efectivas para reducir el impacto ambiental deben centrarse en las decisiones logísticas tomadas durante la preproducción», explica el equipo de Bilibin.

Los datos españoles resultan próximos a los estándares internacionales de ALBERT, la metodología de referencia británica, que reporta 48,7 toneladas de CO2 por hora de contenido frente a las 40 toneladas de las producciones españolas analizadas.

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Un sector en evolución

Desde 2022, el ICAA y otros fondos públicos regionales exigen planes de sostenibilidad o mediciones de impacto ambiental para acceder a financiación pública, mientras que plataformas como Netflix, Prime Video o Movistar Plus+ incluyen criterios ambientales en sus producciones originales.

«Este informe ofrece un punto de partida y herramientas objetivas para que el sector pueda medir, comparar y mejorar su impacto ambiental basándose en datos del contexto español», apuntan desde Bilibin.

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