Ahora que estamos a las puertas de una nueva edición del American Film Market y su sección paralela LocationEXPO, con FOCUS a la vuelta de la esquina y habiendo dejado atrás el Shooting Locations Marketplace más internacional hasta la fecha, es un buen momento para dedicar la quinta entrega de nuestras mujeres ALICE del audiovisual español a las profesionales que han desarrollado sus carreras en la industria de los rodajes.
En nuestro repaso a la actualidad en clave de género de estas últimas semanas, queremos poner el acento en los datos revelados por el último informe ‘Mujeres profesionales en la producción cinematográfica europea: cifras 2015-2024‘, publicado por el Observatorio Audiovisual Europeo el pasado septiembre. Dos conclusiones llaman poderosamente la atención: las mujeres representaron tan sólo el 27 por ciento de los profesionales involucrados en la producción de largometrajes europeos entre 2020 y 2024; y teniendo en cuenta la tasa de crecimiento actual, la paridad de género en la producción de películas europeas no se alcanzará hasta 2047.
De ahí que sea tan importante que todas y todos contribuyamos con pequeños pasos a adelantar esa fecha aún tan lejana en el calendario, aplaudiendo iniciativas de reconocimiento público a nuestras pioneras del audiovisual como las impulsadas por la Comunidad de Madrid en las celebraciones del Día Mundial de la Animación (homenajeando a Paca Moreno y Carmen Chenza), o la inclusión en el Homenaje a Profesionales 2025 de la Academia de Cine a la fotógrafa Lucía Faraig y a la representante de actores María José Martínez ‘Majós’.
También hemos celebrado distintos premios entregados a mujeres clave del sector: la actriz Ángela Molina fue distinguida con el 14º Premio Mujeres de Cine; la Asociación Galega de Produtoras Independentes (AGAPI) otorgó su 4º Premio de Honra Dolores Ben a la productora Fernanda del Nido; y algunos de los Premios Talento 2025 que concede la Academia de Televisión han recaído en profesionales de la talla de la guionista Gema R. Neira, la directora de antena de Atresmedia Lola Molina, o la jefa de contenidos de CMMedia Idoia Bilbao, entre otros.
Sin olvidar dos nombramientos que han ocurrido en las altas esferas de sendas entidades gremiales del sector: Nieves Maroto es la nueva gerente de la División Audiovisual de SGAE, mientras que Almudena Fernández-Golfín se ha incorporado a la Federación de Cines de España (FECE) como directora general.
Os dejamos ya con las integrantes de este especial temático, protagonizado por una especialista en marketing y sostenibilidad, la responsable de comunicación de una de las principales compañías de alquiler y venta de vestuario del mundo, o la directora de una film Commission.
Esmeralda Ruiz Maldonado

Marketing y Sostenibilidad – Fresco Film
Su trayectoria profesional previa ya reflejaba este enfoque: desde sus inicios en una revista medioambiental en 1999, hasta la implementación de acciones responsables en asociaciones empresariales, ha buscado siempre pequeñas y grandes iniciativas que contribuyan a un mundo más sostenible, utilizando la creatividad como motor de cambio y aprendizaje constante.
Desde una perspectiva de género, ¿qué evolución consideras que ha tenido el sector audiovisual desde que iniciaste tu carrera hasta el día de hoy?
«Durante estos años he visto una evolución muy positiva, especialmente en el área del service, donde cada vez hay más mujeres ocupando puestos de responsabilidad y dirección dentro de los proyectos. Se ha avanzado en la visibilidad y en la confianza depositada en perfiles femeninos para liderar equipos y afrontar grandes retos logísticos, demostrando una enorme capacidad de gestión y toma de decisiones. Este cambio ha enriquecido enormemente la forma de trabajar y el clima en los rodajes.»
¿Cuáles han sido (o son) tus referentes en la profesión y te sirvieron de inspiración?
«Mi inspiración ha venido de muchos, y en especial de muchas mujeres: aquellas vinculadas al ámbito de la producción y de la gestión medioambiental, y a proyectos con foco en la sostenibilidad. Me ha motivado ver cómo, desde pequeñas o grandes iniciativas, han impulsado cambios reales. Percibo una sensibilidad especial del liderazgo femenino hacia una sostenibilidad integral: no sólo medioambiental, sino también social y humana. Cuidar del planeta implica también cuidar de las personas, y ese enfoque ha sido para mí una fuente constante de inspiración.
Además, figuras rompedoras e innovadoras fuera del ámbito audiovisual, como la antropóloga Jane Goodall (por desgracia fallecida recientemente) son un ejemplo extraordinario de fuerza y rebeldía. Su trabajo, su visión y su compromiso con la vida y el planeta siguen siendo para mí un referente, demostrando cómo la pasión y la convicción pueden transformar el mundo.»
¿Qué momento o experiencia supuso un punto de inflexión en tu carrera para llegar hasta tu posición actual?
«El gran punto de inflexión fue cuando recibimos la primera exigencia oficial de certificación homologada en sostenibilidad de un estudio internacional. Hasta ese momento, desde Fresco Film veníamos implantando medidas sostenibles por iniciativa propia, pero cuando fue el cliente quien lo solicitó de forma formal, marcó un antes y un después.
Gracias al trabajo previo que habíamos desarrollado, pudimos adaptarnos muy rápido y convertir ese requisito en una oportunidad de crecimiento: empezamos a desarrollar procesos más estructurados, manuales específicos y una metodología sólida orientada a la certificación. A partir de ahí se abrió una etapa de aprendizaje continuo y consolidación, que ha sido tan desafiante como enriquecedora. Ha sido (y sigue siendo) un verdadero placer formar parte de esa transformación.»
¿De qué manera crees que has contribuido tú, a título personal, con el progreso de la mujer en nuestra industria?
«Creo que mi mayor aportación a la industria audiovisual ha sido en el ámbito de la sostenibilidad: he trabajado mucho en concienciar a los equipos sobre la importancia de cuidar el entorno en el que trabajamos. En cada rodaje intento generar un cambio real, hablando con las personas, resolviendo dudas y mostrando que ser sostenibles no es complicado, sólo requiere compromiso y pequeños gestos. Para mí, lo más valioso ha sido ver cómo, poco a poco, los equipos se van implicando más y entienden que todos tenemos un papel en hacer que nuestra industria sea más respetuosa con el medio ambiente.»
Myriam Wais Aranovici

Directora de Comunicación y PR – Peris Costumes
Desde una perspectiva de género, ¿qué evolución consideras que ha tenido el sector audiovisual desde que iniciaste tu carrera hasta el día de hoy?
«Creo que hemos avanzado, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Actualmente contamos con más datos que nos permiten medir esta evolución, y aunque los cambios son positivos, siguen siendo lentos. De un total de 45 largometrajes estrenados recientemente, sólo el 27 por ciento estuvieron dirigidos por mujeres, y apenas un 16 por ciento estaban escritos por ellas.
Recuerdo como hitos significativos el estreno de ‘El olivo’, de Icíar Bollaín, o ‘La novia’, de Paula Ortiz, películas que marcaron un punto de inflexión al visibilizar el talento femenino detrás de la cámara. Sin embargo, sigue siendo preocupante que no existan muchos más referentes femeninos en dirección o guión. Hemos mejorado, pero aún hay mucho talento por descubrir y muchas historias por contar desde la mirada de las mujeres. Es fundamental seguir generando espacios y oportunidades para que esa diversidad de voces se refleje en nuestras pantallas.»
¿Cuáles han sido (o son) tus referentes en la profesión y te sirvieron de inspiración?
«Es difícil reducir la lista a tres o cuatro nombres, porque hay muchas personas que admiro, tanto a nivel nacional como internacional. En el ámbito internacional siempre he tenido grandes referentes, pero me gusta destacar también el enorme talento que tenemos aquí, especialmente entre las profesionales que trabajan detrás de escena y que muchas veces no reciben el reconocimiento que merecen.
Entre ellas, destaco a mi querida Chusa L. Monjas, periodista y responsable de comunicación en la Academia de Cine, cuyo trabajo es impecable y una verdadera inspiración para quienes creemos en la fuerza de la comunicación cultural. También admiro profundamente a Elvira Lindo, una escritora y comunicadora a la que sigo desde hace muchos años, porque ha sabido dar voz a mujeres de distintos ámbitos con sensibilidad, inteligencia y sentido del humor.»
¿Qué momento o experiencia supuso un punto de inflexión en tu carrera para llegar hasta tu posición actual?
«Aunque mi formación es en Informática, especializada en Análisis de Sistemas, siempre sentí que mi vocación estaba en el trabajo con las personas más que con los ordenadores. Descubrí que mi energía y creatividad encajaban mejor en ámbitos donde pudiera comunicar, coordinar y construir proyectos con un enfoque humano y estratégico. El punto de inflexión llegó mientras trabajaba en una multinacional japonesa. Una decisión marcó mi carrera: dejar un puesto técnico como responsable de producto para incorporarme al departamento de Marketing y Comunicación.
Esa transición me permitió desarrollar una mirada más amplia sobre la gestión, la marca y el valor de la comunicación en entornos globales y creativos. Desde entonces, he seguido vinculada a la comunicación, el marketing y las industrias culturales, convencida de que son espacios donde la tecnología, la creatividad y las personas pueden encontrarse para generar impacto real.»
¿De qué manera crees que has contribuido tú, a título personal, con el progreso de la mujer en nuestra industria?
«Desde mi posición, trato de visibilizar el talento y las historias que considero importantes, dando espacio a profesionales que a veces tienen más dificultades para destacar. Afortunadamente, en el mundo del vestuario la mujer ha ganado su espacio con trabajo y actitud, y estoy convencida de que el futuro será aún más diverso, cada vez con más talento femenino y muchas historias por contar a través del vestuario. La diversidad de voces y miradas enriquecerá sin duda la narrativa de nuestra industria.»
Lucrecia Sánchez Chacón

Directora – Terrassa Film Office / Parc Audiovisual de Catalunya
Desde una perspectiva de género, ¿qué evolución consideras que ha tenido el sector audiovisual desde que iniciaste tu carrera hasta el día de hoy?
«Desde que empecé a trabajar en el sector audiovisual he visto cómo la industria ha evolucionado muchísimo. Pero lo más reconfortante ha sido ver también cómo ha cambiado el papel de las mujeres dentro de ella: poco a poco hemos ido ganando visibilidad y presencia en todos los equipos, y eso ha venido acompañado de un giro de mentalidad en puestos que antes estaban casi siempre ocupados por hombres.
En mi caso, tanto en el equipo del Parc Audiovisual como en la junta directiva de Spain Film Commission, la mayoría somos mujeres y es maravilloso. Además, trabajar junto a compañeros que tienen una sensibilidad especial hacia la diversidad de género (y que simplemente viven la igualdad como algo natural) es muy motivador. Gracias a eso se crean ambientes laborales en los que todos sumamos y remamos en la misma dirección, dejando atrás prejuicios y etiquetas.
Es muy inspirador ver cómo el sector crece no sólo en contenidos, profesionalización o impacto social y económico, sino también en inclusión y diversidad. Claro que aún queda camino por recorrer, pero soy optimista: me imagino un futuro en el que nuestra querida industria sea cada vez más abierta, respetuosa y diversa. Un lugar donde lo que realmente cuente no sea el género, sino valores que compartimos todos: talento, dedicación y creatividad.»
¿Cuáles han sido (o son) tus referentes en la profesión y te sirvieron de inspiración?
«Me han inspirado e inspiran muchas mujeres. Primero, las de mi propia familia, que me transmitieron el valor de la perseverancia, el empuje y la dedicación. Ellas me enseñaron (y enseñan) que la constancia y el trabajo bien hecho son la base sobre la que se construyen oportunidades.
Ya dentro del sector, la inspiración la encuentro en mis compañeras de oficina, en mis directoras, en las colegas film commissioners, en profesionales de otros sectores que confluyen con el nuestro y por supuesto, en las que conforman los equipos de producción: directoras, jefas de producción, localizadoras y un larguísimo etcétera. Todas, desde su lugar y con su manera particular de aportar, me transmiten experiencia, conocimiento y energía. Su compromiso y profesionalidad son un recordatorio constante de lo que podemos lograr juntas, y de cómo cada aporte que hacemos, grande o pequeño, siempre cuenta.
A todas esas mujeres que, con valentía y determinación, abrieron camino en la industria y han hecho más fácil el paso de las que llegamos después, todo mi afecto y admiración.»
¿Recuerdas algún momento o experiencia que fuese un punto de inflexión en tu carrera para llegar hasta tu posición actual?
«La verdad es que no podría señalar un solo momento como un punto de inflexión, sino más bien un proceso continuo: a lo largo de mis años en el sector audiovisual, he tenido la suerte de trabajar junto a mujeres increíbles, de esas que inspiran y te enseñan sin siquiera proponérselo. Muchas de las cosas que sé, y la forma en que entiendo mi trabajo, lo he aprendido observándolas, compartiendo equipo con ellas y viéndolas afrontar los desafíos con talento, empatía y determinación.
Ha sido y es un aprendizaje constante sobre cómo las mujeres nos abrimos camino, aportamos perspectivas distintas y enriquecemos cada proyecto en el que participamos. Nuestra presencia en todos los espacios del sector, desde los roles más operativos hasta los de mayor responsabilidad y liderazgo, tiene un enorme valor para mí.»
¿De qué manera crees que has contribuido tú, a título personal, con el progreso de la mujer en nuestra industria?
«Creo que contribuyo en esta industria apostando siempre por avanzar con confianza, incluso cuando los retos parezcan grandes, o las dinámicas heredadas (con el hombre en el centro) estén a la orden del día. ¡Queda trabajo por hacer, claro! Pero me gusta imaginar que vamos por el buen camino y que podemos llegar lejos en comunidad, sintiéndonos iguales, abandonando clichés y prejuicios que, simplemente, considero anticuados y caducos. El talento no va de géneros, por eso hay que naturalizar de una vez por todas la igualdad en nuestra profesión (y en tantos otros sectores, por supuesto), porque sin duda eso la hace crecer de manera generosa, inclusiva y humana.»
Zara García-Delgado Gutiérrez

Directora general – Seven Islands Film
Desde una perspectiva de género, ¿qué evolución consideras que ha tenido el sector audiovisual desde que iniciaste tu carrera hasta el día de hoy?
«Cuando yo empecé, ya había mujeres muy válidas trabajando en el sector audiovisual, pero desde luego no en la misma proporción ni con la misma visibilidad que los hombres: en muchos ámbitos, especialmente en áreas técnicas, de producción o de gestión, seguía siendo un entorno muy masculino.
Hoy hay muchas más mujeres dirigiendo proyectos, ocupando cargos ejecutivos o tomando decisiones estratégicas. Quizás parte de la evolución también haya venido de la forma de ejercer la autoridad: al principio muchas mujeres que llegaban a posiciones de poder intentaban imitar el liderazgo masculino, y creo que las mujeres solemos tener un estilo más colaborativo y empático, que en un inicio podía generar cierto recelo en un sector donde se pensaba que así no podrían gestionar proyectos grandes. Pero, en realidad, ese enfoque ha sido muy valioso: aportamos una voz diferente, igual de válida y, a veces, incluso más efectiva.
Por eso creo que el cambio no ha sido sólo cuantitativo, sino también cualitativo: ya no se trata únicamente de “estar”, sino de participar en la toma de decisiones y en cómo se ejecutan, de influir en las narrativas y redefinir qué historias se cuentan y cómo se cuentan.»
¿Cuáles han sido (o son) tus referentes en la profesión y te sirvieron de inspiración?
«Me inspiran sobre todo las mujeres que abrieron camino en entornos donde no era fácil hacerse escuchar, pero si tengo que poner ejemplos, me vienen a la cabeza la directora de producción Esther García, que ha demostrado durante décadas que se puede liderar grandes equipos con firmeza y empatía; Angélica Huete, con quien he tenido el placer de trabajar, y que tiene una capacidad de hacerte sentir bien, parte importante del equipo y lo hace todo de forma silenciosa, creando una malla que te sostiene y ayuda a que la rueda siga girando; o Kathleen Kennedy, pieza fundamental en la historia del cine moderno, ha trabajado codo a codo con Steven Spielberg y George Lucas. Ellas y muchas otras me han reafirmado que las mujeres no tenemos que copiar estilos de dirección: podemos aportar nuestra propia manera de analizar problemas, buscar soluciones y liderar equipos.
Más allá de los grandes referentes, he tenido la fortuna de colaborar con mujeres que han pasado por todos los puestos y he aprendido muchísimo de cada una. No puedo dejar de mencionar a Ana Carrera, amiga y colaboradora con la que di mis primeros pasos en el cine independiente. Y también he aprendido de personas fuera del sector, como Alexia Dodd, mi madre o mi hija, y por supuesto de mis actuales compañeras en Seven Islands Film, de las que aprendo cosas nuevas cada día para implementar en nuestro trabajo.»
¿Recuerdas algún momento o experiencia que fuese un punto de inflexión en tu carrera para llegar hasta tu posición actual?
«Creo que mi punto de inflexión fue entender que mi papel podía ir más allá de la gestión de un proyecto concreto, y que toda mi experiencia dentro y fuera del audiovisual aportaba una visión más amplia y valiosa de lo que hacemos. Eso me permitió ver la industria de manera más global, entender qué se busca en cada tipo de proyecto y cambiar el gorro según para qué. Porque al final, cuando representas a una empresa como Seven Islands, también representas a toda la industria audiovisual canaria y española en general, a nuestro talento y nuestro territorio, por lo que siempre hay que mirar más allá. Ese cambio de mentalidad, más abierto y consciente, marcó mi evolución profesional.»
¿De qué manera crees que has contribuido tú, a título personal, con el progreso de la mujer en nuestra industria?
«Creo que mi mayor aportación ha sido abrir espacio y visibilidad para otras mujeres desde la acción diaria: contratando, apoyando, escuchando y confiando en equipos diversos. Creo firmemente que tienes que rodearte de los mejores, incluso de quienes son mejores que uno mismo. Hay que apoyar el talento en todos los ámbitos y eso, además, te facilita la vida.
Intento que cada día sea mejor para las mujeres, pero también para cada compañero. Creo que nos hacemos un flaco favor si sacamos al género masculino de la ecuación: para un mundo más igualitario necesitamos que hombres y mujeres vayan de la mano, colaboren y se apoyen. No se trata sólo de ser mujer en el sector, sino de transformar la forma en que trabajamos y nos relacionamos dentro de él. Y creo que he aportado también una forma diferente de liderar asociada a cuidar a las personas que formamos parte de un equipo.»



