Antonio Resines: “Siempre he tenido suerte y di con un momento muy importante del cine español”

Por Rocío Ayuso. 

Lo mejor de entrevistar a Antonio Resines es volver a hablar con él. No es que el resto no sea importante, con una carrera que le dio un nuevo giro al cine español con ‘Opera prima’ (1980), ese Goya que consiguió a la mejor interpretación masculina con ‘La buena estrella’ (1997) o su largo paseo por ‘Los Serrano’. También está el Resines presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España (2015/2016) o esa vena empresarial que tiene que le mete en negocios con su hijo (y su amigo de siempre, el diseñador Javier Mariscal) volcados en la venta de camisetas y mochilas inteligentes en Rick&Me o esa otra aventura llamada BeLiquid en la que se ha metido este actor cántabro de 67 años como autor de un curso teatral inmersivo en línea donde es el guía. Como Resines bromea, hay generaciones completas que le conocen por trabajos diferentes. “Algunos nunca han visto una película mía”, se ríe socarrón alguien que supera los 120 títulos entre todo tipo de papeles y medios.

antonio resines
Antonio Resines en la presentación de ‘Sentimos las molestias’. @Ana Márkez – Movistar Plus+.

Pero la preocupación fue unánime cuando Resines ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos aquejado de covid-19, donde permaneció casi mes y medio. “El jefe de intensivos de la UCI del Marañón, que son buenísimos, antes de marcharme de planta me dijo que estuve a un tres o un cinco por ciento de palmarla. Y eso acojona”, recuerda, eso sí, sin perder el humor. Bromeando hasta de las alabanzas, esas que le han ganado en las últimas semanas la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes de mano de los Reyes de España. “La gente te tiene cariño por algo -sopesa algo más serio-. A lo mejor estoy en una posición donde puedo ser un poco hijo de puta y un poquillo, lo soy. Parece que soy una persona excelente pero no, soy normal. Dicen que generoso, y tampoco. Y si lo soy, soy un generoso egoísta. A mi lo que me gusta es que salga bien lo que estamos haciendo. Porque si tú estás bien, menos que me tengo que esforzar. Hay cosas de cajón”.

Todo esto lo dice de boquilla o a los hechos hay que remitirse porque ni ese tres por ciento al borde de la muerte, ni la pérdida de masa muscular que le ha causado el covid, ni las alucinaciones que le provocaron las medicinas que le libraron del eterno adiós han logrado detenerle. ¿Su primer estreno tras salir del hospital? ‘Sentimos las molestias’, serie que protagoniza junto a Miguel Rellán bajo la dirección de otros amigos como Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero. Y hay más proyectos pendientes, a punto de estreno o casi. Vamos, que hay Resines para rato. “Pero desde el principio fue cuestión de suerte -se sigue quitando importancia-. Me acuerdo que en un libro que hicimos, Fernando Colomo me recordó los días en los que decía ‘voy a ver si aprovecho esta rachilla’. Tenía 24 años o 25 años y había hecho ocho películas, seis de ellas de prota. Siempre he tenido suerte y di con un momento muy importante del cine español y con gente muy buena”. Suerte hasta para ganarle la partida a la muerte. Eso se llama algo más que suerte.

Sentimos las molestias RODAJE
Grabación de ‘Sentimos las molestias’, serie original de Movistar Plus+.

Resines siempre apuesta por sus amigos. Por ejemplo, ‘Sentimos las molestias’ nace mientras estaba trabajando con Cavestany en ‘Vergüenza’ y dijo que sí sin saber mucho del proyecto. Le bastó el interés de Movistar Plus+, que apoyaba la miniserie de seis episodios, el interés de sus amigos y la presencia de Rellán para interpretar ese par de septuagenarios gruñones a mitad de camino entre los protagonistas de ‘El método Kominsky’ y ‘Esa extraña pareja’. Solo le extrañó que a él le dieran el papel de un maestro de orquesta –“cuando todos sabemos que Miguel es un melómano”- y a Rellán el del viejo rockero, que a todas luces le apetecía más a Resines. “Podía haber hecho de un rockero que se ha quedado calvo”, gruñe un poquito. Nadie dice que Resines no tenga vanidad. “Pero los creadores son así de perversos”, remata tirándolas con bala.

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Sobre Miguel Rellán: «Somos tranquilos y eso se ve, trasluce en la historia y la amistad, te la crees. Probablemente porque somos amigos de verdad.»

De Rellán, no hay nada malo que decir. “Hemos hecho 14 películas en las que estamos los dos, aunque en algunas no hemos coincidido. Lo gracioso es que en 1983 u 84 hicimos una de Antonio del Real que se llama ‘Café, copa y puro’ (1985) en la que también estaba Fiorella Faltoyano. Ya no tenemos la misma pinta”, se permite un momento de nostalgia con sus compañeros de reparto en ‘Sentimos las molestias’. “Siempre nos hemos llevado muy bien trabajando, aunque lo hagamos de puntos de vista distintos, pero siempre nos hemos llevado bien. Somos tranquilos y eso se ve, trasluce en la historia y la amistad, te la crees. Probablemente porque somos amigos de verdad”.

Más que distintos puntos de vista, lo que separa a ambos actores es el método. Rellán es mucho más metódico y a Resines siempre le cae el “sanbenito” de ser “él mismo”. “Improvisar nunca se improvisa. Esas cosas que digo en pantalla no se me ocurren a mi mismo”, insiste por enésima vez. “Mi forma de trabajar distinta que la de Miguel porque él es mucho más reflexivo. A mi me entra por los ojos”, dice como metodología. En el caso de ‘Sentimos las molestias’, además hubo tiempo para ensayar, algo que Resines agradeció y que es poco habitual. “Eso del naturalismo hay que currárselo”, recalca.

La buena estrella
‘La buena estrella’.

Resines aprendió de los más grandes, recuerda. Y, de nuevo, de sus amigos. “He trabajado con los mejores de este país. Un orgullo que no es un mérito mío. Me han elegido. Y hasta han repetido conmigo, así que algo habré hecho bien”, apostilla. “Lo que no vale es no estudiar. Eso lo he aprendido con los años. Guion aprendido, guion dormido. Ese es el secreto. Jorge (Sanz) me atribuye la frase, pero a mi me ha llegado de alguien. Hay que saberse el guion y luego lo duermes. Si te lo repites antes de dormir, al día siguiente te sale de corrido. Tuve la suerte de trabajar con gente de otra época, los Fernando Fernán Gómez, los (José Luis) López Vázquez. Yo les he visto estudiando permanentemente. No paraban. Cuanto mejor te sepas el texto, más tuyo es”, cita como mantra.

«Una cosa es realizar y otra es dirigir. Y hacerlo bien te exige una concentración que yo no tengo. Soy soy un poquito disperso.»

Ha tenido tiempo para aprender. En IMDb citan 165 trabajos a lo largo de su carrera. Resines los deja en unos 120/125 y apenas 4 o 5 obras de teatro. “Y lo de dirigir, para otro. Es muy complicado. Tendría que ser una historia que me guste mucho y, en caso de hacerlo, me tendría que apoyar en mucha gente. Yo no tengo imaginación para planificar y contar una historia con la cámara. Porque eso es dirigir. Poner la cámara en un sitio, eso lo sabe hacer cualquiera. Una cosa es realizar y otra es dirigir. Y hacerlo bien te exige una concentración que yo no tengo. Soy soy un poquito disperso”, afirma.

amanece que no es poco
‘Amanece que no es poco’.

Su único intento detrás de la cámara fue el documental ‘Historias de nuestro cine’ (2019), donde también fue el hilo conductor delante de la cámara. “Pero el mérito, porque quedó muy bien, fue de mi mujer, ahora mi esposa (su compañera de años Ana Pérez-Lorente con quien acaba de contraer matrimonio). Yo di la cara y participé en la historia porque era un proyecto muy interesante. Fui parte de un momento importante de la historia del cine español. Pero quien hizo posible el documental fue ella”, insiste.

Hablar de cine es abrir las puertas al recuerdo. Resines ahí lo da todo. No hay frases tópicas como la de ‘no sabría qué título elegir’, ‘son todas como hijos’. La lista de Antonio es muy larga pero claro que hay favoritas. “Nunca me ha faltado trabajo. Hubo épocas de mayor o menor continuidad, con más o menos agobio, pero nunca me ha faltado trabajo. Incluso ahora”, resume ufano un trabajador incansable al que el covid le pilló rodando ‘Padre no hay más que uno 3’ y que tiene otros tres proyectos en postproducción.

Sentimos las molestias
‘Sentimos las molestias’.

Pero sus referentes van por décadas. “Tengo que estar agradecido, sobre todo, por razones obvias, a ‘Opera Prima’ (1980), mi primer largometraje que hice cuando tenía 24 años. Yo y casi todo el equipo. Gente que hemos seguido trabajando con cierta continuidad además de permanecer amigos. Fernando Trueba y Fernando Colomo no solo son mis amigos sino muy importantes en mi vida”, subraya. Luego vinieron otras como ‘La línea del cielo’ (1983) “un poco denostada en su tiempo, pero un referente. De alguna forma fue una película muy artesanal. Esa sí que fue improvisada porque no teníamos guion”. De los ochenta también destaca ‘La vida alegre’ (1987) y ‘Amanece que no es poco’ (1989) antes de pasar a películas más serias, de otra época, como ‘La niña de tus ojos’ (1998), ‘La buena estrella’ (1997) y en los 2000 ‘El embrujo de Shanghái’ (2002), ‘La caja 507’ (2002) y ‘Celda 211’ (2009). “Hice muchas que estaban muy bien. De las ciento y pico películas que tengo, hay un 10 por ciento que estaba francamente bien y cuatro o cinco que son buenas. Sin vuelta de hoja. Y al que diga que con 120 películas es muy fácil hacer algo bueno, le digo que sí, pero había que estar ahí, ¿no?”.

los serrano
‘Los Serrano’ (2003-2008).

Lo mismo le pasa en televisión. Es el primero que sigue asombrado del éxito de ‘Los Serrano’. No tiene nada que comparar con el trabajo ahora en ‘Sentimos las molestias’ pero el orgullo se le nota. “A ver. Hacíamos 80 minutos por episodio. Una burrada. Pero también tenía aciertos rozando la genialidad. En la comedia, ‘Los Serrano’ era estupenda”, habla con orgullo de una serie “que se ponía semanalmente y con una expectación y unas audiencias terroríficas que te dejaban acojonado porque tenían más público que un partido de la selección española. Y ahora, desde que la compró Amazon, hay maratones”, se regodea de esta nueva vida de la serie.

Quizás sea este contacto cercano con la televisión o su resurgir en Prime Video con ‘Los Serrano’ o simplemente lo contento que está con el apoyo que les prestó Movistar Plus+ en ‘Sentimos las molestias’ las razones que han hecho de Resines un optimista enamorado de las plataformas y de cómo están ayudando al cine en España. “Yo siempre he visto el cine español más o menos bien. El problema es la proyección en salas. El bajón es tremendo en la exhibición, pero no en la calidad del cine. Todos los años, en ficción hay cosas muy interesantes. Hechas con más o menos dinero. Pero ‘El buen patrón’, por ejemplo, me parece un peliculón. Y siempre ha sido así. El problema está en la distribución. Por eso las plataformas no son rechazables”, sentencia. El actor las defiende como forma de trabajo dada su capacidad brutal para absorber contenido, siempre necesitadas de más producción. Y a aquellos que le recuerdan las marcadas directrices que en ocasiones tienen estas plataformas, Resines les dedica la mejor de sus carcajadas. “¡Hacen de todo! ¿Quién podría haber pensando en hacer ’30 Monedas’? Pues van y lo hacen en HBO, una historia con el demonio donde quiero hacer de un arzobispo maquiavélico”, se ríe.

«Hay que llegar a acuerdos para que la ventana de distribución sea más pequeña, pero habrá problemas porque cada lado barre para casa.»

Es la misma opinión que tiene de ‘Sentimos las molestias’. “Cada episodio es una peli de media hora lo que nos da una película de dos horas y media. Algo que no se hubiera podido hacer si no fuera por las plataformas. Estamos en un momento creativo bueno. El problema es que industrialmente no hay retorno de las películas cuando pasan por salas. Hay que llegar a acuerdos para que la ventana de distribución sea más pequeña, pero habrá problemas porque cada lado barre para casa. Es necesario que las películas se vean antes en las plataformas y luchar así también contra el pirateo, que ya no se habla de eso, pero es tremendo. Pero todo esto lo dejamos para otra entrevista, ¿no?”.

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