Caminando por la nueva exhibición interactiva e inmersiva

No se puede decir que 2018 haya sido un año malo para el sector de exhibición cinematográfico con actividad en España. El año pasado, un total de 97,7 millones de espectadores visitaron las salas de cine de España, con una recaudación total de 585,7 millones de euros, esto significa un descenso del uno por ciento respecto a 2017, cuando con el año totalmente cerrado se registraron 591,2 millones de euros y cerca de cien millones de espectadores. En resumen, en 2018 los cines de España recaudaron 5,5 millones de euros menos que en 2017. Un leve descenso, pero nada excepcional.

Sin embargo, a nadie se le escapa que los cines cada vez tienen más rivales en el mercado del ocio audiovisual: pescar clientes cada vez es una tarea más dura y complicada. Las plataformas online viven una edad dorada y los espectadores cuentan con mejores y más grandes televisores en los salones de sus hogares, sin olvidar que los videojuegos siguen batiendo records y superando año sí y año también al mercado cinematográfico.

En este panorama a nadie extraña que el sector de exhibición busque diversificar su oferta de ocio. Se trata de no poner todos los huevos en la misma cesta y además captar nuevas audiencias, con un objetivo claro en la cabeza: los millennials. Salas Premium con una oferta de lujo, experiencias inmersivas que están más cerca de los parques temáticos que de los cines, o salas equipadas para jugar a videojuegos son solo algunas de las propuestas elegidas por la nueva exhibición interactiva. España no es ajena a estas novedades de la industria que los principales circuitos de exhibición que operan en nuestro país empezaron a implementar de forma más importante hace poco más de un año.

⇒ «Salas Premium con una oferta de lujo, experiencias inmersivas que están más cerca de los parques temáticos que de los cines, o salas equipadas para jugar a videojuegos son solo algunas de las propuestas elegidas por la nueva exhibición interactiva.»

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En diciembre de 2017, Kinepolis inauguraba en su complejo de Ciudad de la Imagen en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón la primera sala 4DX de España, en un espacio que antes tenía 220 butacas y que reconvirtió en 160 plazas, en el tiempo récord de 35 días para estar lista en el estreno de ‘Star Wars: Los últimos Jedi’. “Nuestra experiencia ha sido muy positiva en este primer año, tanto es así que decidimos replicar este éxito en nuestro complejo de Valencia y hace unos meses hicimos lo propio en otro de nuestros cines de Madrid, en Diversia, nuestra tercera sala 4DX y la cuarta de España. Es cierto que estamos muy contentos con los resultados, pero como para instalar una sala de estas características la inversión que hay que hacer es tan alta y hay que pagar muchos royalties a la compañía coreana que las diseña y a las distribuidoras, el modelo de negocio no es tan sencillo, a pesar de que la aceptación del público ha sido muy buena”, confiesa Agustín Llorente Aguado, Country Manager Kinepolis España, y añade: “Una butaca 4DX incrementa su precio diez veces respecto a una de nuestras butacas convencionales que son Premium y aunque a las distribuidoras de las películas básicamente se les paga lo mismo que por una copia normal, en términos generales, existe un coste adicional porque las películas 4DX, son las películas estándar pero hay que montar los efectos adicionales por encima y esto implica un desarrollo extra que hace nuestro partner coreano y que hay que pagar”.

⇒ Agustín Llorente, Country Manager de Kinepolis España: “Pensábamos que el target sería un público bastante juvenil, de 15 a 35 años pero vienen también personas de mayor edad que han disfrutado mucho de la experiencia y repiten. Esto nos ha animado a expandir el concepto en otros complejos.”

Agustín Llorente Aguado, Country Manager Kinepolis España.

Si algo tienen claro los exhibidores es que no es viable económicamente un complejo cinematográfico multipantalla con todas sus salas 4DX y no solo porque el coste sea diez veces superior, sino porque además de esta elevada inversión hay que pensar en su caro mantenimiento y coste de adaptación de las películas al formato 4DX. “No saldría rentable. También hay que tener en cuenta que no todas las películas tienen sentido lanzarlas en este formato. Una comedia de Woody Allen, por ejemplo, no encajaría en este formato. Otras películas como ‘Aquaman’ tienen todo el sentido del mundo para ofrecer esta experiencia inmersiva y realista”, explica Llorente.

De lo que no hay duda es que el catálogo de títulos en 4DX es más que suficiente, con un centenar de películas disponibles anualmente, lo que permite a las salas estar a pleno rendimiento e incluso obviando algunos títulos: “En absoluto ha habido problemas de contenido. Uno de los grandes éxitos de esta tecnología es que está totalmente implantada a nivel internacional y el catálogo es muy extenso. Más de cien títulos se lanzaron en formato 4DX, nosotros no hemos estrenado todos ellos. Pero todos los grandes blockbusters que se han estrenado en España el pasado año se han estrenado en formato 4DX en Kinepolis. Incluso algunos los hemos desechado porque ya teníamos un título en ese momento que nos estaba funcionando muy bien. El coste es muy importante y amortizar ese coste fijo es complicado y hay que ser muy cuidadoso a la hora de elegir los títulos”, explican en Kinepolis.

La construcción de este tipo de salas implica además multitud de factores que pueden disparar el coste de su instalación: “El coste de instalación dependerá mucho de varios factores, como el tamaño de la sala, la tecnología elegida… Hay otras tecnologías más baratas que la nuestra, procedentes de China, Argentina o Estados Unidos. Nosotros elegimos a los ‘Ferraris’ de esta tecnología, de Corea y son más caros. También depende del tipo de adaptación de la sala. Nosotros, por ejemplo, en Ciudad de la Imagen tuvimos que picar literalmente las gradas de hormigón y no puedes imaginar el coste que implica eso. Sin embargo, en Diversia, que teníamos la sala con una estructura metálica el coste fue muy inferior, también porque la sala era más cuadrada. En definitiva, no son solo las butacas, hay que adaptar la sala e instalar ventiladores, conductos de agua…”, asegura Llorente.

El precio de las entradas para disfrutar de esta experiencia, que ronda los 15 euros, puede variar, pero en cualquier caso el Country Manager de Kinepolis España es claro respecto al precio de las entradas de cine 4DX y no lo considera excesivo tiendo en cuenta lo que se ofrece: “En nuestro caso el precio no es el doble de una entrada normal, hay un suplemento de unos cinco euros, más o menos sobre el valor estándar de la entrada. Rondará en torno al 30 por ciento más, dependiendo del tipo de tarifa. Nosotros teníamos cierto miedo porque los formatos más Premium en España no han funcionado, el público era reacio a pagar esos suplementos. En este caso este suplemento significativo no es obstáculo, nadie ha puesto pegas al precio, de hecho nosotros lo ajustamos mucho, porque nos fuimos a la parte más baja del rango de precio que nos aconsejaron desde Corea. La percepción del valor añadido es significativa, la gente lo percibe y está dispuesto a pagarlo. Creo que es una experiencia enriquecedora y distinta al cine convencional. Tampoco es una experiencia que se pueda replicar en casa, de hecho, creo que estamos más cerca de lo que puede ser una atracción de un parque temático que al cine convencional en cuanto a mantenimiento, más intensivo”.

⇒ Agustín Llorente, Country Manager de Kinepolis España: “Está orientada para un target más concreto, pero te diré que nos ha sorprendido mucho. Pensábamos que el target sería un público bastante juvenil, de 15 a 35 años pero vienen también personas de mayor edad que ha disfrutado mucho de la experiencia y repiten. Esto nos ha animado a expandir el concepto en otros complejos. Nosotros medimos la satisfacción del público y de media la películas en 4DX pueden tener en torno a un 50 por ciento de mejor percepción que la película en formato convencional. Es decir, que en 4DX las películas les gustan un 50 por ciento más.”

La conversión de la primera sala de Kinepolis en Ciudad de la Imagen supuso, primero, la demolición de la grada de hormigón armado, y después el montaje de una plataforma ad hoc para incluir todo el cableado especial. Además, se instaló una tarima de madera que absorbe las vibraciones, así como un subwoofer en cada asiento. Posteriormente, el circuito con sede central en Bruselas amplió el concepto a otros complejos de Madrid y Valencia. La sala 4DX  ofrece una experiencia inmersiva donde las butacas cuentan con servomotores que permiten el movimiento arriba, abajo, a la izquierda y a la derecha, también con proyectores de aire comprimido y agua, dispensador de esencias e incluso unos latiguillos para hacer cosquilleos en las piernas. La experiencia se completa con focos especiales para crear relámpagos, y demás herramientas que generan niebla, nieve, lluvia o viento. Se trata de un producto especialmente pensado para el público que va de los 15 a los 35 años. “Está orientada para un target más concreto, pero te diré que nos ha sorprendido mucho. Pensábamos que el target sería un público bastante juvenil, de 15 a 35 años pero vienen también personas de mayor edad que ha disfrutado mucho de la experiencia y repiten. Esto nos ha animado a expandir el concepto en otros complejos. Nosotros medimos la satisfacción del público y de media la películas en 4DX pueden tener en torno a un 50 por ciento de mejor percepción que la película en formato convencional. Es decir, que en 4DX las películas les gustan un 50 por ciento más”, reconoce el responsable de Kinepolis España. Eso sí, el gran obstáculo es que la sala, para tener un funcionamiento aceptable, debe tener siempre el aforo casi al completo.

Los siguientes en subirse al carro de la experiencia inmersiva 4DX en España fueron los Cines Filmax Gran Vía de Barcelona, justo un año después de la primera de Kinepolis, instalando la primera sala  de estas características en Cataluña. El sistema 4DX de los cines Filmax Gran Vía incorporan en la proyección hasta un total de 21 efectos sincronizados, con efectos de movimiento, aire, agua, calor, aromas, vibraciones, además de elementos metereológicos como niebla, viento, rayos y burbujas… Y es que esta tecnología consigue que los efectos se sincronicen con la acción y el sonido de la pantalla, de manera que los espectadores experimentan una inmersión 360 grados en la película.

Jaume Tarrazón, responsable de los Cines Filmax Gran Vía, coincide con casi todo el análisis de su colega de Kinepolis: “Resaltaría sobre todo la respuesta del público, que está siendo fantástica. No solo porque esté llenando la sala, sino porque salen muy satisfechos de la experiencia. Nos hemos dado cuenta que todos los espectadores salen con sus expectativas no solo cubiertas, si no superadas. Nadie se imaginaba este respuesta tan espectacular”, apunta. Para Tarrazón el gran reto ha sido conseguir esta gran respuesta y a un precio considerado elevado para una actividad como la de ir al cine y también incide en que se trata de una oferta complementaria al cine convencional, no una evolución: “Se demuestra una vez más que el precio no es un freno cuando lo que ofreces merece la pena. Pero hay que tener clara una cosa, el cine no va a evolucionar hacia esto, no tiene sentido tener todas las salas de un complejo 4DX. Esto funciona con ciertas películas y el mismo público lo ve así. Vamos, que es una opción complementaria al cine convencional. Además, hay que tener en cuenta que la instalación de este tipo de salas puede llevar a cuadriplicar la inversión de una sala convencional. Claro la experiencia es muy diferente y más completa, porque aquí jugamos con efectos de luz, agua, olores, aire… movimiento de butacas. Pero mientras contemos con el favor del público nosotros seguiremos invirtiendo en este tipo de experiencias para la exhibición”, afirma.

⇒ Jaume Tarrazón, responsable de los Cines Filmax Gran Vía: “Se demuestra una vez más que el precio no es un freno cuando lo que ofreces merece la pena. Pero hay que tener clara una cosa, el cine no va a evolucionar hacia esto, no tiene sentido tener todas las salas de un complejo 4DX.”

El gestor de los Filmax Gran Vía también cree igualmente que el contenido no es un problema y además alcanza a todos tipo de público: “Hay una gran oferta en el mercado de títulos adaptados a 4DX. Estas pasadas Navidades hemos tenido desde películas como ‘Aquaman’ y ‘Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald’ pasando por ‘El regreso de Mary Poppins’, ‘Robin Hood’ o películas de animación como ‘Spider-Man: un nuevo universo’, ‘Ralph rompe Internet’, ‘El Grinch’… la variedad de oferta es muy importante. El pasado 28 de diciembre estrenamos la primera película en 4DX Extreme, es decir, es una película que según la empresa coreana que monta este tipo de salas es nivel 9, con los efectos de la sala al máximo”.

Finalmente, Tarrazón también es consciente de que esta oferta de ocio se acerca a la que se puede disfrutar en algunos parques temáticos como también demuestran las exigentes restricciones de seguridad: “hay unas restricciones de seguridad que se asemejan a las de atracciones de algunos parques temáticos”.

Unos meses antes que los Cines Gran Vía de Barcelona, el circuito Cinesa inauguraba su segundo complejo de lujo en Madrid en la localidad madrileña de Majadahonda. Cinesa renovaba este cine de Madrid coincidiendo con el 60º aniversario de la compañía y entre las novedades que presentaba Cinesa Luxe Equinoccio destacaba la instalación de una sala Screen-X, única en España.

⇒ Ramón Biarnés, Managing Director – Southern Europe (España, Italia y Portugal): “Cinesa Luxe es uno de los proyectos más importantes para la compañía y está teniendo una gran acogida. Nuestro objetivo es expandir este concepto en muchas de nuestras salas de cine en España, para ofrecer una experiencia de lujo, completa y única a nuestros espectadores”.

Screen-X es también una sala inmersiva, pero en su caso permite disfrutar de una experiencia de visualización de 270 grados con pantallas laterales, lo que hace que los espectadores sientan que forman parte de la película y estén en medio de la acción. En este caso no existen efectos visuales, de movimiento o sensoriales como en las salas 4DX, pero hay que señalar además que el complejo Cinesa Luxe Equinoccio ofrece un concepto de cine Premium donde cada asiento de cada fila del cine ha sido diseñado por expertos, cuenta con menos butacas, todas reclinables y más espacio de separación, con más de dos metros de espacio entre fila y fila. Además se ofrece una selección de vinos y cervezas junto a menú más variado de platos fríos y calientes, que se pueden degustar en la mesa integrada en el propio asiento. “Cinesa Luxe es uno de los proyectos más importantes para la compañía y está teniendo una gran acogida. Nuestro objetivo es expandir este concepto en muchas de nuestras salas de cine en España, para ofrecer una experiencia de lujo, completa y única a nuestros espectadores”, explicaba Ramón Biarnés, Managing Director – Southern Europe (España, Italia y Portugal).

Otra de las salas más destacadas de Cinesa Equinoccio es su sala Isense, que cuenta con la tecnología más avanzada para alcanzar una calidad visual y auditiva superior, gracias a una pantalla de pared a pared, un proyector 4K y un sistema de sonido Dolby Atmos que sumerge al espectador en la película para generar así una sensación totalmente envolvente.

Un concepto parecido de cine de lujo lo introdujo en España el circuito hispano-mexicano Yelmo Cines en noviembre de 2017 en su complejo Plaza Norte 2, ubicado en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, también al norte de la capital, como los casos de Majadahonda y Pozuelo.

Yelmo Cines Luxury ofrece salas íntimas y acogedoras con butacas más amplios y reclinables, los más avanzados sistemas de proyección y sonido, además de servicio directo de restauración en la butaca. La oferta gastronómica de alta calidad cuenta con una variada carta de comida y bebidas, preparadas en la propia cocina del recinto cinematográfico.

Además de esta propuesta de cine Premium, Yelmo Cines Plaza Norte 2 también ofrece una novedosa propuesta dirigida a crear cantera de cinéfilos. Se trata del concepto Sala Junior, que presenta un entorno ideal pensado y adaptado para niños, confortable y lleno de colores. Las salas disponen de parque de bolas y un enorme tobogán que recorre todo un lateral donde pueden jugar antes y en el intermedio de cada sesión. Además cuentan con tumbonas, cojines y puffs individuales o dobles así como las tradicionales butacas, ideales para un mayor disfrute de las mejores películas infantiles.

⇒ «La otra gran revolución de las salas de cine viene de la mano de los videojuegos, aunque en este caso las sinergias con el ocio interactivo vienen de lejos. Si no puedes derrotar a tu rival, únete a él, han pensado los exhibidores.»

La otra gran revolución de las salas de cine viene de la mano de los videojuegos, aunque en este caso las sinergias con el ocio interactivo vienen de lejos. Si no puedes derrotar a tu rival, únete a él, han pensado los exhibidores. En las navidades de 2017 Ymagis Group anunciaba el lanzamiento de la marca EclairGame, una nueva solución de entretenimiento basada en los esports. El primer acuerdo para esta iniciativa dedicada a los videojuegos en los cines fue firmado con Cinémas Gaumont Pathé, uno de los principales circuitos de cine de Francia, Países Bajos y Suiza.

EclairGame permite a los fanáticos de los eSports, profesionales y aficionados, participar en campeonatos, jugar a los videojuegos más populares de la actualidad e incluso realizar sesiones de entrenamiento en la comodidad de una sala de cine. Sin olvidar que los jugadores tendrán también a su disposición las últimas tecnologías de proyección digital.

Antes incluso, en verano de 2016, los Cines Filmax Gran Vía, otra vez, abrían la primera sala de gaming Esparena, una solución diseñada para el impulso de los torneos de videojuegos dentro de las propias salas de cine. El concepto permitía además ampliar el uso de la salas a través de una oferta alternativa, convirtiendo la sala de cine, temporal o permanentemente, en un espacio abierto al público donde jugar o ver competiciones de videojuegos entre jugadores profesionales y aficionados. Esparena incluía el hardware y software necesario para jugar en la sala y ofrecía servicios de apoyo y promoción de los eventos. También organizaba y gestionaba los contactos entre los jugadores y sus comunidades. El sistema está disponible en todo el mundo y diferentes soluciones se pueden ofrecer en función del país donde se encuentra la sala de Esparena, aunque parece que en España de momento no ha cuajado su propuesta.

La exhibición transita ya por nuevos caminos interactivos e inmersivos que buscan tener una vida de éxito más larga que el cine en 3D hace unos años. Habrá que estar atentos a qué será lo próximo.

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