El jueves 19 de junio echó el telón la 34ª edición de CineEurope. Tal y como ha sucedido con las últimas trece, la feria se ha celebrado en Barcelona. De hecho, la Ciudad Condal también acogerá la 35ª edición, del 22 al 25 de junio de 2026. El Centro Internacional de Convenciones de Barcelona (CCIB) ha sido una vez más este año la sede de la principal feria europea dirigida al sector de exhibición cinematográfica, donde los propietarios de los cines conocen de primera mano los títulos que estrenarán las principales distribuidoras internacionales en lo que resta de año y la primera parte de 2026.
Los exhibidores también pueden actualizarse sobre las nuevas tecnologías de proyección y sonido, los servicios de venta de entradas o los productos de restauración para sus cines. El broche es poder empaparse de innovadoras (o no tanto) estrategias para atraer a la audiencia o al menos para intentar que su público no pierda el hábito de acudir a una sala y siga considerando esta actividad de ocio como una experiencia realmente especial, social e irrepetible.
No hay duda de que el evento sigue teniendo tirón entre los sectores europeos de exhibición y distribución, con alrededor de 4.000 delegados acreditados cada año, pero la buena salud que trasmite la participación, como se puede observar cada año en el repleto auditorio durante las presentaciones de catálogos de los estudios internacionales, no tiene correspondencia en la parte expositiva, que año tras año sigue perdiendo protagonismo y superficie real efectiva. No se puede afirmar que CineEurope no interese, pero es un hecho que la feria de equipamiento técnico, productos y servicios para los cines está en claro retroceso desde hace varios años, tal y como venimos contando en Audiovisual451.
La sensación, una vez más, en el Trade Show es que el espacio expositivo volvía a mermar. Puede ser que los metros cuadrados sigan siendo los mismos que el año pasado, pero ahora hay stands más pequeños y pasillos más amplios. Incluso el gran patrocinador de CineEurope, el gigante Coca-Cola, redujo este año su emplazamiento. Los números no engañan, este año en CineEurope había un total de 61 stands en el Trade Show, más 14 salas de reuniones en los pisos superiores que ocupan por lo general importantes multinacionales que dan servicio a los exhibidores como Dolby, Christie, IMAX, Sharp, Samsung… Incluso un clásico como es el fabricante de proyectores Barco ha abandonado este año el Trade Show para contar con un espacio más exclusivo en el piso superior, tal y como hicieron algunos de su competidores años atrás.
El año pasado, en los 7.900 metros cuadrados de exposición, según los datos oficiales, se instalaron 68 stands en el Trade Show y otras 17 compañías y entidades estaban en las meeting rooms en los dos pisos superiores del CCIB. Esto es, siete stands y tres salas de reuniones más que en la edición de este año 2025.
Cabe recordar que en 2014 fueron 110 los stands instalados, 112 en 2015 y en 2016 la cifra fue 111, la misma que en 2018. Un año antes dos más, esto es, en 2017 el Trade Show contaba con 113 stands. Después llegaría la pandemia, por lo que la edición de 2020 fue una versión online y el año siguiente se celebraría con una reducida zona expositiva, con poco más de 40 stands, además de 14 meeting rooms en las plantas de arriba del recinto. En 2022 se alcanzaron los 80 stands, a los que había que sumar una veintena de salas de reuniones de la primera planta y CineEurope 2023 contó con 70 espacios expositivos para las empresas.
Hacia una experiencia premium
También llama la atención que casi un 30 por ciento de los stands de CineEurope 2025 corresponden a fabricantes y distribuidores de butacas, unos 18 pudimos contar, mientras que el sonido y la proyección han perdido bastante presencia. Si muchas empresas deciden cambiar de ubicación e instalarse en los pisos superiores en las meeting rooms, otras directamente ya han decidido no estar en ningún espacio. Tanto es así que una de las ausencias más comentadas este año ha sido la del fabricante de butacas español Figueras Seating, que siempre contaba con uno de los lugares más relevantes de la feria, justo a la entrada del recinto expositivo. El stand de Figueras era el primero que encontraban los delegados al entrar al Trade Show y este año no ha pasado.
Además de la importante pérdida de Figueras, España ha tenido alguna otra baja en 2025. Repetían, eso sí, tres fabricantes de butacas (frente a los cinco del año pasado) las veteranas Euro Seating Internacional y Ezcaray Seating, junto a la más reciente Prime Seating. No podía faltar la empresa especializada en proyección y sonido Kelonik y se sumaba este año la empresa valenciana especializada en productos de restauración para salas de cine Bullmark.
El año pasado la representación española fue de seis empresas, cinco de ellas fabricantes y distribuidores de butacas, donde España sigue siendo una potencia mundial (Euro Seating Internacional, Ezcaray Seating, Figueras Seating Europe, Pepa Seating y Prime Seating), también repitió Kelonik Cinema Sound (KCS).
En el incierto panorama que vive el sector de exhibición actualmente, que todavía no ha conseguido acercarse a las cifras de espectadores de antes de la pandemia, paradójicamente los fabricantes de butacas están viviendo unos buenos ejercicios y tampoco están demasiado preocupados por la guerra arancelaria de la administración Trump.
La razón es que muchos cines han decidido seguir invirtiendo para cautivar a la audiencia y, tras instalar nuevos proyectores láser, ahora tocaba renovar un envejecido parque de butacas o apostar por formatos Premium. Según contaron a Audiovisual451 algunos responsables de estas empresas de asientos, dicha renovación se suele producir de manera periódica cada diez años o cinco años, en el mejor de los casos. Otra motivación para adquisición de las nuevas butacas son las nuevas propuestas de exhibición Premium, basadas en butacas extra-grandes y reclinables, como uno de sus principales reclamos. Se extiende la idea de que es mejor tener una sala de 100 butacas Premium casi llena que una convencional de 200 localidades con la mitad de su aforo vacío. Quizá la cifra de espectadores no varíe demasiado, pero sí lo haga su gasto.
En este sentido, hace unos días la compañía exhibidora Cine Yelmo anunciaba la finalización de las reformas de sus complejos en los centros comerciales madrileños de Islazul y TresAguas. Las obras, que no han interrumpido la actividad de los cines, han supuesto una transformación significativa para adaptarlos a los nuevos estándares de calidad y confort por los que apuesta hoy el sector de exhibición. En total, entre ambos cines se han instalado más de 1.000 nuevas butacas Premium.
Secuelas y más secuelas
La feria de equipamiento y servicios ha dejado de ser lo más importante. Los delegados de las empresas de exhibición europeas acuden a Barcelona fundamentalmente para conocer lo que tendrán que programar próximamente y de paso por si alguna mente lúcida les presenta alguna innovadora estrategia o propuesta que haga volver a los jóvenes a las salas o, cuanto menos, incremente su frecuentación.
En el primer caso, la incertidumbre reinante parece que induce a ser conservadores y apostar por lo seguro o lo que se piensa que va a ser seguro. Así, exceptuando al estudio europeo de Canal + StudioCanal, el resto de majors norteamericanas solo tienen ojos para las franquicias. Las secuelas marcan el signo de los tiempos desde ya hace bastante, pero lo más alucinante es que ahora se hacen nuevas entregas de los contenidos obvios y mainstream, los que sirven en bandeja de plata una continuación, y también de otros que no lo son tanto, al menos a priori. Dudo mucho que, hace años, una película que hiciera una taquilla mundial de 120 millones de dólares tuviese opciones de tener una nueva entrega (a no ser que su presupuesto de producción fuera muy bajo). Pues hoy es algo habitual convertir en una saga casi cualquier opción con un mínimo éxito.
La búsqueda de ausencia de riesgo es la tendencia, quizá no sea el momento de cuestionar esta política, porque esto no deja de ser un negocio y si cada año revisamos los rankings de películas más taquilleras un porcentaje elevadísimo corresponde a secuelas, lo que en cierto modo da la razón a los productores. La cuestión es si esto es así porque realmente es lo que demandan los espectadores o porque no se hace otra cosa más que secuelas o propuestas que aspiran a serlo, en aras de la seguridad empresarial.
Quizá el panorama cambie drásticamente si, como parece, la asistencia a los cines crece de una forma mucho más relevante en 2025. De momento, en España, en lo que va de año, estamos un 10 por ciento por encima respecto a los resultados logrados por los cines en el mismo periodo de 2024.
También CineEurope es la convención anual de la UNIC, la federación que representa los intereses de las asociaciones y operadores cinematográficos de 39 países de Europa, que como siempre aprovechó la ocasión para hacer una radiografía del sector. En su análisis también muy optimista tanto del pasado como del futuro, cabe destacar que, pesar de las huelgas de actores y guionistas de Hollywood de 2023, los cines de toda Europa registraron el año pasado más de 934,2 millones de espectadores y generaron ingresos de taquilla cercanos a los 7.100 millones de euros.
En la región EMEA (Europa, Medio Oriente y África) alcanzó los 8.400 millones de dólares, el 28 por ciento de la taquilla mundial de 2024, con varios mercados europeos: Reino Unido, Francia, Irlanda, Bulgaria, Grecia, Albania, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia, Turquía y Montenegro experimentando un aumento interanual en la cifra de espectadores.
El contenido de los estudios estadounidenses jugó un papel fundamental en los resultados de los cines europeos en 2024. ‘Del Revés 2 (Inside Out 2) se convirtió en la película de animación estadounidense más taquillera de todos los tiempos, superando la barrera de los mil millones de dólares a nivel mundial en tan solo 19 días. Otros títulos destacados del año pasado fueron ‘Gru, mi villano favorito 4’, ‘Deadpool y Lobezno’, ‘Bitelchús Bitelchús’, ‘Gladiator II’, ‘Wicked’, ‘Vaiana 2’ y ‘Venom: El último baile’, todos contribuyeron al crecimiento de la taquilla en la segunda mitad del año. Los títulos locales también resultaron vitales para este éxito. Entre los más destacados se encuentran ‘Paddington, aventura en la selva’, ‘Milijonieriaus palikimas’, ‘Gundi: Legend of Love’ o ‘El Conde de Montecristo’, por poner solo algunos ejemplos.
Y parece ser que 2025 pinta mucho mejor. En este sentido, Gower Street Analytics recientemente aumentó su pronóstico de taquilla mundial para 2025 hasta fijarlo en 34.100 millones de dólares, 1.000 millones de dólares más que en su anterior estimación y frente a los 30.000 millones contabilizados en 2024 o los 33.900 millones de dólares registrados en 2023. La recaudación global de 34.100 millones de dólares en taquilla prevista para 2025 representaría un aumento interanual aproximado del 13 por ciento con respecto a 2024. Eso sí, la estimación revisada para 2025 es todavía un 13 por ciento inferior al promedio de los últimos tres años pre-pandemia (2017-2019).
Un punto de inflexión de este año 2025 se produjo el pasado mes abril, de la mano del estreno de ‘Una película de Minecraft’ y la inestimable ayuda de otros éxitos como ‘Los pecadores’, el reestreno del 20º aniversario de ‘Star Wars: Episodio III’ y numerosas producciones locales. Sorprendentemente, el 58 por ciento de la taquilla internacional (excluyendo China) de ese mes se originó en la región EMEA, con un aumento del 25 por ciento con respecto a abril de 2024. Mayo continuó con esa misma tendencia alcista, con los estrenos de ‘Lilo & Stitch’ y ‘Misión Imposible: Sentencia Final’. En mayo, la región EMEA registró un crecimiento del 19 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior y registró el mejor mes de la década, un dos por ciento más que en mayo de 2023.
Pocas novedades y escasa imaginación para atraer a las nuevas audiencias
Sobre la posibilidad de descubrir una propuesta innovadora para las salas en CineEurope, no parece que haya de momento demasiadas opciones rupturistas. No diríamos que todo está inventado para el sector de la exhibición, pero casi. Varias de las propuestas expuestas tienen como objetivo atraer a los jóvenes y, como no podía ser de otra forma, para ello la clave está en la utilización de las nuevas tecnologías, juegos online relacionados con los estrenos en la propia sala, campeonatos de eSports o incluso las redes sociales y competiciones entre los propios espectadores, cuyos ganadores reciben recompensas.
Al final la idea no es solo que las películas-evento tiren de los espectadores, sino convertir cada actividad que se celebra en el propio cine en un evento, ya sea alrededor de un determinado título o con competiciones de videojuegos profesionales.
Una de las experiencias presentadas en la feria de Barcelona fue el evento sobre las finales del videojuego ‘League of Legends’ 2024, celebrado el año pasado en el complejo Kinepolis Madrid de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, que incluía, además de la retransmisión de las finales, concursos para los participantes, cosplayers, pintacaras, photocalls y regalos para los asistentes.
LVP (Grupo Mediapro) produjo para Riot Games este evento sobre la gran final de los Worlds de ‘League of Legends’ desde Kinépolis Madrid, desde donde se realizó una retransmisión oficial que se pudo seguir en otras salas de cine de toda España. Los asistentes en el cine recibían un pack de regalo y un código de Cofre HEXTECH., también podían ganar packs de merchandising oficial de Worlds 2024.
Luego estarían, ya para otro tipo de público, las versiones 2.0 de contenidos alternativos como los conciertos de estrellas internacionales en directo tematizadas o producciones relacionadas artes escénicas. Entre ellas la iniciativa National Theatre Live, con las mejores obra teatrales británicas. Nada nuevo en el horizonte. En España, Cine Yelmo es uno de los circuitos que programa habitualmente los contenidos de la iniciativa londinense. En febrero pasado proyectó en 15 salas de toda España la obra ‘Fleabag’, interpretada y escrita por Phoebe Waller-Bridge (‘Killing Eve’) y dirigida por Vicky Jones. También cabe destacar otras propuestas más revolucionarias pero muy excepcionales como la eliminación de las butacas en las salas para que los espectadores más pequeños puedan jugar a su antojo mientras se proyecta una película infantil destinada a ese público preescolar. En definitiva, casi todo vale para formar a la próxima generación de espectadores de secuelas.
