Dentro de su sección de industria, Skyline Benidorm Film Festival ha celebrado hoy una mesa redonda sobre certámenes dedicados al cortometraje en la que han participado Diane Malherbe de Clermont-Ferrand, Miguel Dias de Curtas Vila do Conde y Pedro Toro de Alcine.
Tres festivales de relevancia para el sector del cortometraje, especialmente la cita francesa, referencia mundial de todas aquellas personas que aman el formato corto. «Cada año recibimos una ocho mil películas», ha asegurado Malherbe, quien, a pesar de la elevada competencia, ha animado a los cortometrajistas a presentarse, dado que, si tu obra no es seleccionada, estará igualmente disponible en la plataforma propia de Clermont-Ferrand durante meses, «por lo que hay muchas posibilidades de que algún programador de festivales o comprador termine viendo tu corto.» De la misma manera, se celebra un mercado físico en la localidad francesa en la que cada año participan ICAA y Catalan Films & TV de parte de España. Además, cuenta con Euro Connection, cita para fomentar la coproducción europea.
En marcha desde 1978, Clermont-Ferrand fue creado por amantes del cine y concebido como un pesacio accesible para todos, por lo que tratan de no cobrar tarifa para inscribir obras ni de exigir premiere mundial para ser seleccionado. «Nuestra convocatoria está abierta de mayo a octubre, aceptamos obras de entre un minuto y cuarenta minutos y tenemos tres secciones: nacional, internacional y labo, que es experimental. Nuestra línea editorial tiene un enfoque social», ha repasado Malherbe. La programadora también ha comentado que cada año Clermont-Ferrand recibe unos 500 cortometrajes españoles, «de los que un 1 por ciento llega a la selección final.»
Por su parte, el certamen portugués Curtas Vila do Conde, que celebrará este año su 33ª edición del 12 al 20 de julio, es calificador de los Oscar y de los Premios de Cine Europeo, y acepta obras de hasta 60 minutos. «Recibimos de media unos 6.500 cortometrajes cada año», ha dicho Dias, un auténtico reto para el comité de selección. El festival, que ha notado un aumento de postulaciones desde España en los últimos años y que siempre selecciona muchas de ellas, tiene también sección industrial, Curtas Pro. De hecho, en paralelo al festival, la organización de Curtas Vila do Conde gestiona una agencia de promoción, venta y distribución de cortometrajes portugueses.
En el caso de Alcine, se trata de un veterano certamen organizado desde el Ayuntamiento de Alcalá de Henares con un público fiel. «Muchas de las personas que van a las proyecciones son ciudadanos de la misma localidad, por lo tanto, nuestra función es mostrarle el panorama actual del cortometraje», ha comentado Pedro Toro, director artístico de Alcine desde hace cuatro años.
La 53º edición de Alcine se celebrará el próximo mes de diciembre y se prevé que la convocatoria para inscribir obras se abra durante mayo. «Buscamos voces autorales, con personalidad, que digan algo que no se haya dicho antes», ha comentado Toro, quien ha recordado que Alcine no cobra por inscribir obras y reparte hasta 25.000 euros en premios. Al certamen se presentan unos 1.500 títulos cada año, «de los que seleccionamos un 5 por ciento, aproximadamente.»
