El Consejo de Ministros de Cultura de la UE acuerda reforzar la dimensión cultural y creativa del sector de los videojuegos en Europa

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, presidió el pasado viernes en Bruselas el Consejo de Ministros de Cultura de la Unión Europea, en el que se han aprobado, por primera vez, conclusiones sobre el refuerzo de la dimensión cultural y creativa del sector europeo de los videojuegos, una de las prioridades del programa en materia cultural de la Presidencia española del Consejo de la UE, que ha tenido como hito la aprobación unánime de la ‘Declaración de Cáceres’.

El documento, fruto del debate y de las aportaciones de todas las delegaciones, de la Comisión y de la Secretaría del Consejo, es, como ha recordado Urtasun, «el resultado de un diálogo fluido entre las delegaciones y tiene por objetivo poner el foco en el sector de los videojuegos, como sector cultural de futuro, que facilita la conversación entre arte y tecnología y que genera intensas sinergias con otros sectores creativos y culturales».

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Por ello, ha planteado «la posibilidad de proponer una estrategia europea en materia de videojuegos, que sirva para promover y apoyar su dimensión creativa y cultural, estimular la competitividad y la independencia de las empresas europeas de este sector y fomentar la colaboración transfronteriza».

Las conclusiones tienen como punto de partida, compartido por todos los Estados miembros, la consideración del videojuego como un elemento cada vez más presente en la sociedad y el producto cultural más consumido por los jóvenes. A lo que se suma el potencial que poseen para «transmitir valores de la creación, el patrimonio y la historia europeos, así como promover cambios culturales y sociales positivos, adquirir capacidades, luchar contra todo tipo de discriminación y favorecer la diversidad cultural y lingüística», tal como ha señalado el ministro.

El sector europeo de los videojuegos ofrece, según recoge el texto, interesantes beneficios tangibles desde el punto de vista de la creación de empleo para nuestra sociedad (en especial, entre la juventud), la contribución al PIB, la creatividad, la investigación y desarrollo y la innovación. Por ello, el talento y la formación ocupan una posición relevante. Además, tiene en cuenta que se trata de una industria en la que el tejido europeo está compuesto mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas, así como ‘start-ups’, por lo que presta especial atención a la protección de la cadena de valor, en la que los derechos y activos de propiedad intelectual constituyen la base para el desarrollo y crecimiento, y el elemento esencial que sirva para una remuneración justa de todos los agentes.

Asimismo, subraya el papel de la mujer, tanto desde el punto de vista del empleo, como de los contenidos. De hecho, las conclusiones ponen de manifiesto la necesidad de trabajar en favor de la igualdad y reducir la brecha de género en un ámbito en el que las mujeres solo representan un 22% de las personas que trabajan en el sector a nivel europeo, pero representan el 47% de las personas que juegan. A juicio del ministro, «debemos superar los estereotipos reduccionistas que se recogen y aprovechar el potencial que ofrecen los videojuegos, precisamente, para promover valores como la igualdad de género, el pluralismo y la diversidad, al tiempo que se garantiza la libertad artística y creativa».

También ocupa un lugar relevante la perspectiva del usuario. Como ha expuesto Urtasun, «junto con la industria, debemos trabajar para garantizar un entorno digital seguro, en el que se favorezca la alfabetización digital, el juego responsable y evitar las conductas nocivas». Considera, al igual, la relevancia de la situación de los niños y jóvenes, al tratarse del colectivo más vulnerable. «Los videojuegos deben servir para mejorar sus capacidades, pero garantizando su bienestar. Por ello, debemos fomentar las campañas de información e instrumentos de protección de menores«, ha concretado.

Nuevo debate sobre los profesionales de la cultura

Durante la sesión, también ha tenido lugar el debate político ‘Mejorar las condiciones de trabajo de artistas y de otras personas que ejercen una profesión en el ámbito cultural’, planteado por la Presidencia española como otro de sus ejes de trabajo principales en materia cultural. Según Urtasun, «los trabajadores culturales han de poder vivir dignamente de su trabajo y, para ello, es necesario adaptar las leyes a las particularidades de su actividad, a la excepcionalidad cultural».

De esta manera, «desarrollar políticas que permitan a los profesionales de las industrias creativas y culturales vivir de su trabajo es una obligación de las instituciones públicas». Por tanto, en palabras del ministro, «fomentarlas a nivel europeo, de tal manera que se contribuya a una mayor movilidad y a forjar una cultura europea más sólida, es una necesidad». El propósito del debate es obtener un contexto general de las condiciones laborales de los artistas en todos los Estados miembros. «Estoy convencido de que constituirá un nuevo paso para un futuro marco de la Unión Europea que proporcione directrices mínimas sobre esta cuestión», ha asegurado.

En esta línea, Urtasun ha hecho balance de las iniciativas llevadas a cabo por las instituciones europeas, en el marco del Plan de Trabajo para la Cultura 2019-2022, que ya ha dado como fruto un informe, publicado el pasado julio, que aborda la situación de los trabajadores de la cultura desde una perspectiva europea y los principales desafíos a los que se enfrentan, planteando propuestas a realizar. Y ha avanzado que el Plan de Trabajo 2023-2026 «da un paso adelante e incluye, como acción prioritaria, asegurar unas condiciones de trabajo justas para todos los trabajadores y trabajadoras de la cultura».

Asimismo, ha mencionado que el Parlamento Europeo ha aprobado esta misma semana un informe legislativo de iniciativa propia en el que reconoce la necesidad de mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los creadores, artistas o intérpretes a nivel europeo, en el que hace un llamamiento para que los Estados miembros acuerden incrementar la prioridad de esta cuestión e incluyan acciones más ambiciosas. Además, ha instado a la Comisión a estudiar la posibilidad de proponer iniciativas legislativas a nivel europeo que sirvan para mejorar el estatuto de los artistas, complementando las que se están trabajando cada uno de los Estados miembros, como en el caso de España el Estatuto del Artista, cuyo desarrollo impulsa el Ministerio de Cultura.

Las conclusiones sobre videojuegos y la propuesta de debate sobre el Estatuto del Artista a nivel europeo, suponen un nuevo hito de la Presidencia española del Consejo de UE tras la aprobación de la ‘Declaración de Cáceres’ en la Reunión Informal de Ministros de Cultura celebrada el pasado septiembre en la ciudad extremeña. Urtasun ha reiterado a los 27 Estados miembros la importancia de que, por primera vez, se unan para «conseguir que la cultura, la base de nuestra identidad Europea, sea considerada, de ahora en adelante, un bien público esencial y un bien público mundial».

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