La producción de Vancouver Media para Netflix es uno de los proyectos más ambiciosos de esta alianza forjada por el éxito de ‘La casa de papel’.
La serie ‘El refugio atómico’ se estrena este viernes 19 de septiembre en Netflix. Producida por Vancouver Media y creada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, llega al servicio como una apuesta ambiciosa que busca atrapar a los espectadores con una mezcla de realismo y ficción, cambios narrativos y una gran producción tecnológica que incidirán en una historia que sus realizadores consideran “efectista, lúdica, con personajes muy canallas”.
El nuevo proyecto cuenta con 8 episodios bajo la dirección de Jesús Colmenar, David Barrocal y Jose Manuel Cravioto, con guion de Álex Pina, Esther Martínez Lobato, David Barrocal, David Oliva, Lorena G. Maldonado y Humberto Ortega. El diseño visual de la serie está a cargo de Migue Amoedo.
El reparto está encabezado por Miren Ibarguren (‘Todos mienten’), Joaquín Furriel (‘El reino’), Natalia Verbeke (‘Ana Tramel. El juego’), Carlos Santos (‘El hombre de las mil caras’), Montse Guallar (‘Sé quién eres’), Pau Simón, Alicia Falcó (‘Las buenas compañías’), Agustina Bisio y Álex Villazán (‘Alma’), entre otros.
“Esta serie es distinta a anteriores que hemos trabajado. Es la primera con una vocación de un cambio de género tan brutal: arranca en una situación para después ir girando a otro género y a otro, y hacer como si fuera una matrioshka, ir abriendo muñecas de forma constante para atrapar al espectador”, cuenta Pina en un encuentro con medios informativos en el set de grabación creado por Vancouver Media.
El equipo de ‘El refugio atómico’ tenía claro que debía iniciarse en un escenario apocalíptico para pasar después a narrar una serie de ficción lúdica en la que se sorprenda al espectador. A diferencia de trabajos anteriores como ‘La casa de papel’, en la que el personaje de “El Profesor” tenía un perfil más filosófico sobre cuestiones de la vida, en esta el personaje de “Minerva” tiene menor conciencia social, se inclina al mundo del capitalismo, a lo apocalíptico y tiene más cinismo.
En este caso, Pina ha resaltado que se buscó hacer una serie “con una identidad diferente, efectista, lúdica, que destaque por tener al espectador atrapado constantemente y tenga personajes más canallas que de costumbre; se ha hecho una serie apretando más las tuercas, en ese sentido, respecto a trabajos anteriores”.
“Siempre buscamos entornos que tengan una mayor vinculación de identidad con el mundo que nos ha tocado vivir”, ha señalado Pina. En esa misma línea, Esther Martínez Lobato ubica el inicio de la serie, la amenaza de una guerra global como el momento realista, pero ya una vez que los personajes se encierran en el búnker con las bases de juego que se han creado en la historia, “es cuando empieza la fábula, la intrahistoria y el viaje personal que hacen y que tiene soporte en sus vivencias emocionales.”
“La serie se gestó durante la pandemia (de Covid-19) que es cuando se empezó a hablar de búnkeres. La idea se quedó guardada y salió ahora que ya habíamos acabado otros proyectos”, ha expresado Pina.
En sintonía con sus trabajos anteriores, Pina ha resaltado que ciertamente es la cuarta serie realizada en un espacio claustrofóbico, lo que además se relaciona con trabajos de producción en sets como el que han creado especialmente para ‘El refugio atómico’ en las instalaciones de la productora en Colmenar Viejo (Madrid), así como las de Netflix en Tres Cantos. “Trabajar en espacios de set realmente nos da más de lo que nos quita. Un lugar de claustrofobia hace que tus personajes pasen más dramáticamente de un estado a otro, pierden nervios, sufren más, hay más romance violencia, angustia”.
En términos técnicos, esa condición “permite tener un mayor control de la luz, de los espacios, el movimiento de cámara y un final poderoso en valor de producción, son todo ventajas.
“Pero eso no significa que nos quedemos siempre dentro del set. El primero y el último capítulo de esta serie tienen un despliegue brutal en exterior, con escenas que tardamos mucho tiempo en rodar, y al igual que otras series también viajamos mucho”, ha precisado el realizador.
El desarrollo tecnológico, clave en ‘El refugio atómico’
Uno de los aspectos que más destacan desde Vancouver Media para esta producción es el desarrollo tecnológico alcanzado que se ha querido poner al servicio de la historia, de los procesos de realización y de la calidad del trabajo. La responsabilidad de ello ha recaído en Migue Amoedo, visual designer y productor ejecutivo de ‘El refugio atómico’ en coordinación con Víctor Martí, director de producción de Netflix en España y Portugal.
Para esta serie, destaca la creación de sets virtuales a partir de grabaciones en diferentes espacios, con el uso de equipo especializado para cada lugar y la captura de imagen de ángulos, aspectos y detalles que son trabajados con herramientas digitales. Por ejemplo, grabar efectos especiales en cámara (VFX). Con todo ello, se diseñan soluciones a necesidades técnicas de las producciones, a la vez que permiten la configuración de escenarios exteriores que se utilizan para la grabación en los propios sets, algo que este equipo ha venido trabajando desde la primera temporada de ‘Berlín’, el primer spin-off de ‘La casa de papel’.
Amoedo ha destacado que se crearon conceptos a partir del uso de Inteligencia Artificial para la etapa de preproducción, con los que se puede testar muchas ideas, iterar procesos y hacer más rápida esa fase, lo que también incide en recortar los tiempos de postproducción. A la par, se procedió a buscar una identidad visual, tal como se hizo con ‘La casa de papel’, también hacerlo para ‘El refugio atómico’. “Damos símbolos, es algo que pide la audiencia; en esta serie los colores turquesa y naranja juegan un papel importante como parte de la historia y se usan formas de expresionismo para transmitirlo, es parte de nuestra fórmula”.
Diego Ávalos, vicepresidente de Contenidos de Netflix en España, Portugal y Turquía, ha comentado que es un ejemplo de cómo se puede utilizar la tecnología para resolver problemas de producción y creatividad. Sin embargo, también se contó con un equipo de arte de 50 personas que trabajaron en esa área y que implicó la grabación de más 160 secuencias en el set virtual, recorriendo los más de 7.200 metros cuadrados, haciendo utilizables todos los espacios. En total, unas 400 personas conformaron el trabajo de la serie, siendo uno de los más grandes que se han requerido.
“Es un ejemplo de lo que ya ponemos en acción y cómo esperamos seguir. Me entusiasma que podemos pensar más grande desde España y crear historias locales que compitan a nivel global por esas resoluciones y atractivos que ahora podemos hacer. Es el mapa que hemos creado que habla tanto de la producción como de la creación artística”, ha señalado.
Álex Pina ha aclarado que se trata de procesos que inician con una escritura artesanal de la que se van creando versiones y después se hace la búsqueda de la propuesta tecnológica, generando una simbiosis entre las dos partes. La base está en la comunicación para saber qué se puede hacer a partir de las ideas escritas, hacerlas convivir con lo virtual: “Es una grandeza que tenemos de los dos mundos para series como esta”.
Abdon Alcañiz, director de Arte de ‘El refugio atómico’, ha presentado el set creado en las instalaciones de la productora en Colmenar Viejo, que anteriormente sirvió como plató para series como ‘La casa de papel’ o ‘Vis a vis’, y en donde se recrea el búnker, con más de 6.000 metros cuadrados y construido en unos ocho meses de trabajo. Con un concepto minimalista, el espacio fue diseñado para generar sensaciones de seguridad y lujo a los habitantes, con un estilo que escapa del hormigón y presenta acabados con formas circulares, tonos de colores turquesa y ámbar y proyecta una ambientación futurista.
El futuro del acuerdo de Netflix y Vancouver Media
Sobre el estado en que se encuentra la alianza que para este tipo de producciones tienen Netflix y Vancouver Media, tanto Ávalos como Pina manifestaron su satisfacción por la relación tan activa que tienen ambos equipos, la comunicación, confianza y resultados que están registrando los proyectos. Cuando Pina acabó su etapa en Globomedia, fundó Vancouver Media, compañía que a día de hoy sigue estando participada por Atresmedia. Corría 2016. Dos años después firmaría un acuerdo para trabajar en exclusiva para Netflix, impulsado por el éxito mundial de ‘La casa de papel’.
El ejecutivo de la plataforma ha asegurado que se comparte el reto diario de ir creando más entretenimiento e historias que conecten con el público, a partir de una relación de admiración y respeto. “Siempre estamos creando; si bien hemos aprendido a ejecutar solo una historia a la vez, tenemos un calendario que permite acabar un proyecto para ir desarrollando el siguiente. Hemos encontrado una simbiosis creativa y potente”. Uno de los próximos estrenos fruto de esta alianza será la segunda temporada de ‘Berlín’.
“Hay complicidad y funciona de forma espontánea y con rapidez, es una relación de gente que trabajamos juntos y eso hace todo más fácil”, ha enfatizado Pina.
