La productora gallega Emma Lustres recogerá de manos de Enrique Cerezo la Medalla de Oro de EGEDA 2025, durante la gala de los 31º Premios Forqué que se celebrará el sábado 13 de diciembre el en el Palacio Municipal IFEMA Madrid, en una ceremonia presentada por los actores Cayetana Guillén Cuervo y Daniel Guzmán.
El consejo de Administración de entidad de gestión de derechos de los productores quiere reconocer con esta distinción «el relevante papel que Emma Lustres ha desempeñado al hacer posible algunos de los títulos más memorables de la cinematografía nacional reciente y su compromiso por la defensa de los derechos de los productores».

La carrera de Emma Lustres está marcada por la fundación, junto a Borja Pena, de la productora audiovisual Vaca Films Studio a inicios de 2003, con el objetivo de desarrollar y producir largometrajes cinematográficos de alta calidad y ambición comercial destinados al mercado nacional, pero con alta capacidad de internacionalización.
Además, esta productora independiente con sede en A Coruña, ha podido dar lugar a otras iniciativas como Vaca TV, Vaca Net TV y Vaca Docs, destinadas a desarrollar contenido para plataformas. Entre sus producciones en todos estos años destacan algunos de los grandes éxitos del cine español reciente como: ‘Hasta el Cielo’ y ‘Cien años de perdón’, de Daniel Calparsoro; ‘El desconocido’, de Dani de la Torre; ‘Celda 211’ y ‘El Niño’, de Daniel Monzón; ‘Extinction’ de Miguel Ángel Vivas, o ‘Quien a Hierro Mata’, de Paco Plaza.
Desde Vaca Docs ha producido, por ejemplo, la serie documental ‘El circo de los muchachos’ para Prime Video; desde Vaca TV y Vaca Net cuatro series de ficción como ‘El desorden que dejas’ para Netflix, escrita y dirigida por Carlos Montero; la primera temporada de ‘La Unidad’ para Movistar+, creada por Dani de la Torre y Alberto Marini; ‘Hasta el cielo’: la serie para Netflix, con dirección de Daniel Calparsoro; y ‘Clanes’ creada por el prolífico guionista Jorge Guerricaechevarría, otro de sus colaboradores habituales.

Vaca Films acaba de estrenar en cines ‘Golpes’, la ópera prima como director del guionista habitual de las películas de Alberto Rodríguez, Rafael Cobos, y la producción para Prime Video ‘Dímelo Bajito’, a la que sucederá ‘Dímelo en secreto’, actualmente en rodaje.
Desde sus inicios, Vaca Films ha sido fiel a su filosofía al mantener sus socios fundadores el cien por cien de las acciones de Vaca Films Invest, cabecera del holding de la que cuelgan las compañías del grupo. Sus producciones han recaudado más 50 millones de euros en salas de cine en España y se han distribuido en todo el mundo a través de las principales plataformas como: Netflix, Amazon, HBO, los distribuidores internacionales Sony, Disney, Fox, Universal, StudioCanal, o la francesa Playtime. Emma Lustres ha hecho balance de sus más de dos décadas como productora independiente desde Galicia.
Audiovisual451: ¿Cómo valoras un premio que te entregan tus propios colegas?
Emma Lustres: «Me hace muchísima ilusión, estoy encantada. En realidad no me lo esperaba, me ha sorprendido mucho. Además, es que estoy notando que muchos productores se han alegrado mucho. Es como un doble reconocimiento, por un lado que una institución como EGEDA haya considerado que soy merecedora de su Medalla de Oro, es una satisfacción enorme, y luego ver que recibo tantos mensajes de cariño, tantas llamadas del sector. Es como cuando sales del estreno de una película y notas a quién le ha gustado la película de verdad, porque tienen un cierto brillo en los ojos, y a quién te dice: enhorabuena, está muy bien la película, que no es lo mismo. Ahora me he dado cuenta que la gente se alegra de verdad».
A451: Este es un premio a una trayectoria, tú llevas décadas en este negocio, pero te queda mucho por hacer ¿Cómo te enfrentas a esta dicotomía?
E.L: «Es una de las cosas que me ha sorprendido, que me lo dieran a mí, porque efectivamente la mayoría de las Medallas de Oro de EGEDA están destinadas a gente mucho más mayor que yo. Por un lado me alegra, porque cuando tú ya llevas más de 20 años, ya tienes una trayectoria larga. Yo lo pensaba, a mí la medalla de EGEDA algún año me la darán, lo que no contaba es que me la dieran ahora, tan joven, con 50 años».

«También tiene que ser una faena que hayas tenido una trayectoria buenísima como productor, pero que lleves años sin hacer nada o medio retirado y ya nadie se acuerde de ti. Creo que está muy bien que se premie una trayectoria larga, obviamente, pero también que se premie a alguien cuando está en plena madurez. En mi caso, para nada tengo la sensación de que me queden pocos años como productora».
A451: ¿Y cómo ha cambiado la producción en estas dos décadas?
E.L. «Va cambiando cómo haces las cosas o cómo estás posicionada en la industria, pero es un doble cambio, porque también cambia la propia industria. Esto no le pasa solo a Vaca Films, yo creo que le pasa a todas las empresas. No es lo mismo una productora en sus primeros cinco, seis, siete años de vida, que cuando tiene doce o catorce y ya muy distinto cuando tiene 22 ó 23, hay una gran evolución, sin duda. A mí me gusta mucho analizar la evolución que hemos hecho nosotros, que creo que es una evolución muy positiva. Hay unos primeros años de aprender, de unos chicos jóvenes que empiezan con una productora en Galicia, dos personas que no vienen del mundo del cine, que no viven en Madrid y no son de una familia del cine. Tampoco veníamos de hacer producción ejecutiva en otra empresa durante diez años, elegimos un camino diferente. Nuestro camino es el de dos chavales jóvenes de A Coruña que montan una productora de cine, con la ambición de conquistar audiencias, viajar internacionalmente, películas relevantes del cine español… Y no ha sido fácil, la verdad, en Galicia, de momento, solo lo hemos conseguido nosotros en el cine. Como te decía, hay una época muy concreta inicial en la que nosotros lo que hacemos es aprender, aprender, aprender, posicionarnos y conocer gente. Es una época preciosa porque tienes muchas ganas, porque es muy divertido, porque todo es nuevo, porque te quieres comer el mundo, porque eres muy soñador y eres muy osado… Todo era muy fresco, trabajando de lunes a lunes, porque en el fondo tu hobby lo has convertido en tu profesión».

A451: Pero muy pronto Vaca Films empieza a despuntar…
E.L: «Sí que es verdad que a nosotros nos vino muy pronto el éxito, porque nosotros montamos la empresa en el 2003, ya en 2008 rodábamos ‘Celda 211’ y en 2009 la estábamos estrenando. Habíamos hecho antes varias películas y alguna TV Movie, pero realmente esa era nuestra primera película siendo los productores principales, como un proyecto nuestro y explota a todos los niveles: público, crítica, festivales, premios… vamos, es un éxito arrollador, una película que hizo muchísimo dinero en taquilla y se vendió fenomenal internacionalmente e incluso vendimos los derechos para un remake. Todo esto nos hizo entrar en otra liga, situarnos en otra posición, con unos recursos que te permiten afrontar los proyectos de otra manera, dejamos de ir a casas de amigos y dormir en sofás cuando veníamos a Madrid, ya no tenías que estar pidiendo favores, ya no viajábamos tan en precario a los mercados internacionales. También es más fácil levantar el teléfono y que te respondan las llamadas o sentarte en las mesas de negociación».
A451: ¿Cuál fue el siguiente paso?
E.L: «Después hay una época de consolidación de todo eso, vienen muchos títulos, algunos incluso más exitosos que ‘Celda 211’ en taquilla, hay un crecimiento y asentamiento importante, con la consolidación de socios también a nivel internacional, gente con la que seguimos trabajando a día de hoy. Es una época en la que también trabajamos mucho, pero disfrutamos mucho. Luego hay una tercera época que yo creo que tiene que ver principalmente con la llegada de las plataformas, donde de repente la empresa multiplica por tres o cuatro la facturación, crece el número de empleados fijos y hay una estabilidad de producción brutal. Antes nosotros hacíamos una película al año, a veces dos, a veces ninguna porque eran procesos largos de desarrollo. Ahora hemos pasado a seguir más o menos con ese ritmo a la hora de producir nuestro cine, quizás un poco menos, pero a esto hay que sumar las películas originales que hacemos directamente para las plataformas y las series de televisión que, como nuestras películas, son series de gran presupuesto y cada serie es como hacer tres películas. Entonces hemos pasado, más o menos, a hacer como cinco películas al año, el volumen es gigantesco, la estabilidad de producción es enorme, la consolidación de equipos recurrentes. En Galicia, nosotros tenemos un grupo de personas que son freelance que priorizan nuestras producciones sobre cualquier otra cosa. Esta es una época que te da mucha tranquilidad».

A451: ¿Solo tranquilidad, no hay algo de vértigo?
E.L: «Cero, vértigo cero, me genera más responsabilidad, eso sí. Ahora sí que me siento mucho más responsable de la mochila que llevo detrás de un montón de gente en Galicia que trabaja con nosotros, técnicos principalmente, porque los actores siempre van y vienen más a los proyectos. Y sí que me siento responsable de seguir con este nivel de trabajo, porque muchos de ellos dependen de nosotros. Evidentemente, vivimos en un momento álgido a nivel laboral en el sector, que si nosotros no producimos algo, pues no pasa nada, no es que vayan a pasar grandes dificultades, pero bueno, sí que somos uno de esos motores».
A451: Sobre todo en Galicia ¿no es así?
E.L: «En Galicia somos un motor importante de generación de empleo y de estabilidad laboral para mucha gente. Antes, si alguien en Galicia quería dedicarse al cine, pues tenía que irse a Madrid y vivir allí, ahora eso ha cambiado e incluso muchos gallegos que estudiaron en Madrid y que empezaron su vida laboral en Madrid pueden volver. De hecho hay muchos que han vuelto, porque saben que en Galicia se puede trabajar en el audiovisual, que no es como hace 15 años. Por eso a mí esta época me encanta porque, por un lado, a nivel industrial y a nivel profesional, es mucho mejor, no cabe ninguna duda, y por otro lado, tengo la sensación de tener todo bajo control, siento una seguridad muy grande».
«Esto es casi como cuando tienes un tercer hijo o un cuarto hijo, seguramente. Yo tengo dos hijos, con la niña lo disfruté mucho, pero también con muchas preocupaciones, muchos miedos y el segundo hijo fue una maravilla, no fue tan ilusionante, pero fue mucho más relajado todo, porque ya te lo sabías. Imagino que al quinto ya casi ni le miras. Pues igual a nivel empresarial, todas las fases son maravillosas, pero esta fase en la que estamos, este tercer momento, es muy bonito, es muy tranquilizador. Entiendo que en algún momento llegará una cuarta fase».
A451: ¿Y cómo era el mundo empresarial cuando empezaste?
E.L: «Cuando nosotros montamos la empresa, por ejemplo, yo era la única mujer sentada en la mesa de la desaparecida federación de productores, FAPAE. Tenía 27 años y allí estaban Enrique Cerezo, Pedro Pérez, Eduardo Campoy, Gerardo Herrero, Elías Querejeta, José Frade, Andrés Vicente Gómez, Agustín Almodóvar… Imagínate lo que es estar sentado con 27 años en una mesa donde son todos hombres de 50, 60, 70 años y con gente como Elías Querejeta. Tuve la mejor escuela, la verdad. Era una época en la que se producía menos cine, pero el cine sí que tenía una mayor relevancia social. Recuerdo que había una pelea constante con la Administración y con las instituciones, porque veían a los productores, al mundo del cine en general, como unos pedigüeños o unos subvencionados. También había mucha pelea con las televisiones privadas, era una situación muy compleja, con menos oportunidades de negocio que ahora. Luego hay un segundo momento, van pasando los años, mejora la situación con las televisiones, que con la boca grande dicen que invertir en cine es una obligación que no quieren tener, pero yo estoy convencida de que en el fondo saben que es una cosa buena para ellos también, porque normalmente con unas películas ganaban y con otras perdían, pero más o menos las cuentas les salían. Además creo que las películas han dado a Telecinco y a Atresmedia muchas satisfacciones. Y ahora estamos en una época en la que se ha descentralizado bastante la producción, no solo se produce ya en Madrid o en Barcelona o en País Vasco, también mucho en Galicia, Andalucía, Valencia… Creo que esta descentralización de la producción es muy positiva».

A451: ¿Qué ha sido lo mejor que le ha pasado al sector en todo este tiempo?
E.L: «Lo que cambia radicalmente el sector audiovisual en su conjunto desde mi punto de vista, es la llegada a las plataformas. Para mí la llegada de las plataformas es lo mejor que le ha pasado al sector o lo mejor que le ha pasado al sector en muchísimos años, porque genera mucho trabajo, porque genera mucho negocio, porque hacen grandes inversiones, porque se han apoyado mucho en los productores de cine para hacer series, porque las series o los originales que hacen las plataformas generalmente son producciones con presupuestos más elevados. Todo eso ha generado más trabajo para todos y más beneficios para todos, para las empresas, para los técnicos, para los actores, eso es indudable. Otra cosa también muy importante que han traído las plataformas es que han ayudado a cambiar la percepción que tienen las instituciones y la administración de la producción de cine y televisión. Ahora ya no nos ven como subvencionados, ahora nos ven como una industria necesaria, fuerte, importante y que hay que apoyar. Nos ha hecho más libres, más independientes. Ahora hay más fuentes de financiación, muchos partners posibles y hay más diversidad en la producción. No estoy de acuerdo con que el algoritmo lo decida todo, no es cierto, Movistar Plus+ hace un tipo de producción muy concreta, igual que Disney+, Amazon y HBO tres cuartos de lo mismo. Netflix es la que hace de todo, porque produce mucho más e invierte muchísimo más, ya que es la principal empresa de entretenimiento del planeta. Pero todas ellas sumadas conforman un conglomerado que hace que el sector audiovisual español sea más diverso».
A451: Otra cosa es lo que afecta todo esto para el cine en salas comerciales…
E.L: «Que las plataformas o el streaming son un competidor durísimo para las salas de cine es obvio, esto es un problema. No podemos renunciar a tener un cine independiente, español, con el objetivo de estar en festivales de cine y en salas de cine, sería una pobreza cargarnos eso. Los hábitos de consumo están llevando un poco a eso, a que la sala de cine esté en un periodo muy complejo. Pasa en otros sectores industriales y en el caso de la sala de cine, la protección y la promoción me parece fundamental por un montón de razones. Al consumir cine en las salas se distribuye la riqueza, hay un señor que tiene una sala, hay un señor que trabaja vendiendo la entrada, hay otro tipo que compra unas palomitas, te coges un taxi para llegar, termina la película y te vas a tomar una caña, al margen de lo positivo que es ver en colectividad una película y no tú solo en tu casa. Creo que el Estado debe tomar cartas en el asunto, igual que ha hecho, por ejemplo, con el bono cultural. De alguna manera es importante que no se pierda la experiencia de ir a las salas de cine».

A451: Antes has hablado de una película clave en la carrera de Vaca Films como es ‘Celda 211’ pero ¿qué otras películas crees que son un hito en tu carrera?
E.L: «Te diría que ‘Welcome to Harmony’ (‘Extinction’) de Miguel Ángel Vivas fue una película muy relevante para nosotros, porque la rodamos en Budapest, en inglés, con actores americanos, protagonizada por Matthew Fox. Era una coproducción internacional con Sony, que la mantiene en su catálogo y la sigue vendiendo en todo el mundo. ‘Welcome to Harmony’ es una película que todos los años nos reporta ingresos porque se sigue viendo en el mundo entero. Fue un hito para nosotros porque tuvimos que hacer un modelo de producción un poco más americano, con equipo extranjero, con todo lo que implica una coproducción con Estados Unidos. No fue tan importante desde el punto de vista de taquilla en España, sino como experiencia de producción. Otra producción clave para nosotros fue ‘El desconocido’, de Dani de la Torre, que es una película que en Galicia se sintió como una película muy importante, sobre todo para la ciudad de A Coruña, porque rodamos todos los días en exteriores. ‘El Desconocido’ fue la película como que marcó un antes y un después de Vaca Films en A Coruña, sí. En Coruña hay una cosa que se dice mucho, que Vaca Films es de los coruñeses, que son muy de apropiarse las cosas. También pondría en esta lista ‘Quien a hierro mata’, que para mi es un peliculón y soy fan número uno de Paco Plaza, me encantaría volver a trabajar con él. Le tenemos un especial cariño igualmente a ‘Cien años de perdón’, de Daniel Calparsoro, un director que no podía faltar. Con Calparsoro hemos hecho muchas películas, esta fue una película que funcionó muy bien y creo que es de las mejores películas de Daniel».

A451: Una de las cosas más importantes que habéis hecho, bajo mi punto de vista, es crear un verdadero sello Vaca Films, algo que se ve muy bien en los thrillers que producís, películas con ritmo, con escenas de acción, con ambición comercial pero siempre con cierto contenido social o contextualizadas en temas actuales ¿Crees que existe realmente ese sello Vaca Films?
E.L: «Tanto es así que te diré que a veces se estrena alguna película que no es nuestra y nos desean suerte. Nos pasó por ejemplo con ‘Todos los nombres de Dios’ que está dirigida también por Daniel Calparsoro. Creo que eso tiene que ver con que nuestra productora es una productora muy de productor creativo. Nosotros somos los que generamos los proyectos, apoyándonos en directores y guionistas o apoyándonos en la literatura. Las películas suelen salir de nosotros, no nos presentan proyectos y los producimos. Borja (Pena) y yo nos movemos por nuestros gustos personales, por lo que a nosotros nos gusta personalmente, películas como por ejemplo ‘JFK’, ‘Casino’, ‘Uno de los Nuestros’, ‘El Padrino’… ese es el tipo de cine que nos gusta, un cine comercial, pero con mensaje, con cierta trascendencia. Un cine que hable de política, de la sociedad, de temas candentes, películas que tengan muchas capas y que haya gente que se quede en la primera capa y otra que llegue hasta la quinta. El cine que nos gusta como espectadores es el cine que hacemos como productores, nos hemos especializado y nos sentimos muy cómodos».



