Falta de datos, falta de fortaleza

Resulta imposible encontrar datos de ciertas magnitudes del sector audiovisual en España. ¿Cuántas series se producen? ¿Cuál es el presupuesto medio de una ficción española de prime time? Tan solo se pueden extraer algunos datos relativos a largometrajes y cortometrajes gracias a que, al ser beneficiarios de ayudas públicas, han de pasar por los procesos del ICAA.

Fuera de estos datos someros, que tampoco ofrecen una fotografía de la producción cinematográfica a golpe de vista, es inútil intentar ahondar en los parámetros que fundamentarían la industria audiovisual española. «Dadme armas para ir a la guerra», le decía una persona que ocupa un cargo público a miembros del sector cuando tenía que preparar una reunión con Hacienda. Porque, si lo que tenemos es una industria, el audiovisual debería hacer cuentas. Y cualquier petición de presupuesto o medidas debería basarse en realidades, no en puras previsiones realizadas, en muchas ocasiones, por consultoras que tan pronto estudian el mercado audiovisual como el agrícola.

No hay, por ejemplo, forma de saber cuánto está devolviendo el sector a las arcas públicas por cada euro que recibe en ayudas ni cuánto factura cada título o cada agencia por las ventas internacionales de contenido español. Desde que FAPAE desapareciera, ninguna asociación o institución ha tomado el relevo en este campo, y será por asociaciones e instituciones en este país… Confesamos que los informes de Unifrance o de la británica Pact despiertan cierta envidia y deberían hacer reflexionar a todo el sector español.

Tampoco existe un registro centralizado de todos los rodajes que pisan suelo español, lo que impide saber si las acciones que varias instituciones están haciendo en pro de la atracción de rodajes tienen efecto. ¿No sería interesante saber qué países están eligiendo España como escenario, cuál es el presupuesto medio de sus producciones, cuánto gastan en nuestro país?

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Poco se puede esperar cuando ni siquiera Televisión Española, como corporación pública, comparte cierta información de manera natural: los productores de animación llevan años detrás de conseguir la cifra de inversión de RTVE en series de animación, por poner un ejemplo. Como medio de comunicación, en muchas ocasiones nos encontramos con que hablar de dinero es molesto y hasta considerado fuera de lugar para cualquier agente del sector, incluso cuando se trata de presupuestos declarados en las ayudas públicas. ¿Cuál es el verdadero motivo por el que la industria española carece de estudios, de informes? La sensación es que en este caso el enemigo está en casa y ni siquiera la dimensión del plan España, Hub Audiovisual de Europa tiene suficiente capacidad como para dar un golpe en la mesa y realizar el más exhaustivo y ambicioso estudio del sector.

La única esperanza que puede quedar es la nueva Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual, que obligará al ICAA a «elaborar y publicar periódicamente un plan estratégico para la cinematografía y la cultura audiovisual, así como informes anuales sobre las medidas impulsadas y sus resultados y las estadísticas y estudios sobre la actividad del sector que se estimen necesarios y de interés para la ciudadanía.» Una medida que aplaudimos y que, esperamos, vaya acompañada de un aumento de personal del Instituto. También, según el proyecto de ley, las plataformas de streaming tendrán que declarar los datos de visionado de obras audiovisuales, así que el oscurantismo y la especulación podrían tener los días contados. ¡Aunque mejor no venirnos arriba!

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