Fernando Aransay y Borja Vidaurre relanzan su despacho de asesoría legal para el sector audiovisual

Fernando Aransay y Borja Vidaurre acumulan más de 25 años de experiencia como abogados especializados en el sector audiovisual. Tras varios años bajo la marca VTF Abogados, inician una nueva etapa y pasan a llamarse Aransay|Vidaurre Copyright & Image Lawyers, con el objetivo de seguir dando servicio a los productores de siempre y a los nuevos agentes que está generando Internet. Audiovisual451 charla con ambos letrados sobre las necesidades de cualquier producción, sea para televisión, para la gran pantalla o para YouTube, de la letra pequeña de los contratos y les arranca algún que otro consejo muy útil.

Audiovisual451: Estáis iniciando una nueva etapa en el despacho.

Fernando Aransay y Borja Vidaurre.

Fernando Aransay: “VTF Abogados ahora es Aransay|Vidaurre Copyright & Image Lawyers. Después de más de 25 años como profesionales del sector audiovisual, podemos constatar que nuestro prestigio personal, el de Borja Vidaurre y el mío, Fernando Aransay, es una marca por la que se nos puede identificar. Queremos que así el despacho se reconozca por nuestros nombres.

Hemos rediseñado nuestro logotipo y la página web, estamos comunicando este cambio de denominación y de ubicación pública, pero no va a cambiar nuestra labor.”

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A451: ¿En qué áreas legales os movéis?

F.A.: “Seguimos siendo un despacho especializado en Propiedad Intelectual, sobre todo en lo que es Propiedad Intelectual dentro del audiovisual. Borja y yo acumulamos una buena experiencia en el sector de la televisión y el cine, pero hoy en día el audiovisual se ha extendido a otras áreas con Internet y se ha multiplicado de tal manera que roza otros aspectos legales. Por ejemplo, los géneros ya no son tan puros, tenemos los docu-realities, los factual, los creadores de contenidos tampoco son sólo los productores, ahora existen los YouTubers y en ocasiones se tocan los derechos de imagen.

En este campo Borja Vidaurre tiene mucha experiencia y creemos que hay mucha labor que hacer entre estas personas que se están introduciendo en el sector audiovisual, vemos que hay una gran falta de conocimiento entre los nuevos generadores de contenidos, no sólo se trata de Propiedad Intelectual, como decimos se mezclan derechos de imagen, de intimidad, hay una gran ignorancia en torno a ellos y vemos que están desatendidos. Creemos que Aransay|Vidaurre puede dar un servicio a muchos creadores que, sin saberlo, lo necesitan.”

«Hay mucha labor que hacer entre estas personas que se están introduciendo en el sector audiovisual, vemos que hay una gran falta de conocimiento entre los nuevos generadores de contenidos, no sólo se trata de Propiedad Intelectual, se mezclan derechos de imagen, de intimidad, hay una gran ignorancia en torno a ellos y vemos que están desatendidos.»

Aransay|Vidaurre Copyright & Image Lawyers dispone de una consultoría online en Audiovisual451 donde los letrados resuelven dudas planteadas por los usuarios

Borja Vidaurre: “Últimamente ha habido casos sonados en torno a estos nuevos creadores que han abierto el debate. Está claro que algunas normas se están infringiendo. Algunos de los nuevos generadores de contenidos tienen y van a tener mayor repercusión que una televisión, y resulta que no tienen ninguna noción sobre derecho. Y la realidad es que hay que ser muy precavido cada vez que se usa una imagen o se publica un artículo, no puedes salir a la calle a injuriar a la gente o publicar tu propia versión de un videoclip utilizando música sujeta a derechos de autor…”

F.A.: “Sin entrar en temas políticos, estamos viviendo un retroceso en libertades, hoy en día un chiste en Twitter te puede llevar a una condena de un año… Esto es un caso extremo, pero hay múltiples conductas que conllevan responsabilidades ignoradas por el creador, no todo se puede convertir en una actividad delictiva, pero sí puede ser que se necesiten unos permisos para evitar problemas y cumplir las normas. Todo creador de contenidos debe tener unas nociones legales, saber manejarse en situaciones límite y recibir un asesoramiento.

Por ejemplo, algunos reporteros y periodistas que se dedican a hacer documentales de riesgo cuentan con nuestro asesoramiento desde el primer momento en que piensan en lo que quieren contar hasta la última versión del montaje. Aransay|Vidaurre se encarga de informarse de la legalidad de otros países, de hasta dónde se puede llegar, vamos de la mano del productor, es importante que el productor tenga nociones por sí solo, pero un despacho como el nuestro va a ayudarle de una manera más profunda desde la preproducción hasta una vez pasada la emisión, por las consecuencias que pueda tener. Como anécdotas, podemos asegurar que hemos tenido actuaciones en países como Colombia o México.”

«El mundo es muy complejo y se necesita un abogado, bien para prevenir o bien para arreglar. Es lo mismo que hoy en día nadie repara su propio coche, acude a un mecánico especializado. El derecho ni es tan árido ni es tan ajeno a nuestra vida cotidiana. Muchas personas se dan cuenta de esto cuando acuden a una charla que hemos dado y es una realidad.”
Borja Vidaurre.

A451: Sí es cierto que hoy en día hay realities, factuals o docu-realities en los que tan pronto aparecen personas desnudas, como hogares privados, negocios que están en marcha, etc. Mismamente, ‘Pesadilla en la cocina’ está trayendo algunos problemas de Alberto Chicote, hay varios restaurantes listos a demandarle…

F.A.: “Nosotros siempre partimos de la base de que la televisión es espectáculo y de que todo depende de los contratos que se firmen. Es imposible hacer un programa de televisión en que todo vaya a las mil maravillas, todo el mundo sabe que se exageran las situaciones, y quien se presta al juego lo tiene que seguir.

Siempre va a haber todo tipo de apreciaciones tanto por parte de la productora, como de la televisión o de los ciudadanos que participan en el programa. Recuerdo hace años un caso en el que ocurría lo contrario a lo que comentas sobre ‘Pesadilla en la cocina’, entonces eran los participantes los que querían buscar las cosquillas al programa y la única manera de terminar con la discusión es ceñirse al contrato.

El mundo es muy complejo y se necesita un abogado, bien para prevenir o bien para arreglar. Es lo mismo que hoy en día nadie repara su propio coche, acude a un mecánico especializado. El derecho ni es tan árido ni es tan ajeno a nuestra vida cotidiana. Muchas personas se dan cuenta de esto cuando acuden a una charla que hemos dado y es una realidad.”

A451: No cabe duda de que las redes sociales están protagonizando múltiples polémicas.

F.A.: “Hay una noción muy peligrosa, que es el ‘todo vale’. Parece que los géneros o formatos “menores” tienen menor obligatoriedad de atenerse a unas normas, recuerdo en que hubo una época en que sucedía en los cortometrajes, hoy pasa en las redes sociales porque, de alguna manera, se consideran fuera de los mass media o del mainstream, acudiendo a los términos anglosajones, pero no es así, ni mucho menos. Hay quien se acoge a que hay un vacío legal, ¡para nada! No hay vacío legal en torno a las redes sociales o a YouTube, lo que hay es un desconocimiento por parte de los nuevos actores del audiovisual. Luego vienen las sorpresas… En España tenemos muchísimas leyes, seguramente hasta sobra alguna, y está tipificado lo que puedes hacer y no puedes hacer en redes sociales, a qué esferas ajenas estás llegando con tus publicaciones, a qué tipo de exposición puedes forzar a terceros, qué es un insulto, hasta dónde llega la libertad de expresión…

«Hay quien se acoge a que hay un vacío legal, ¡para nada! No hay vacío legal en torno a las redes sociales o a YouTube, lo que hay es un desconocimiento por parte de los nuevos actores del audiovisual.»

Igualmente tenemos un Código Penal que también hay que conocer.”

A451: En el sector del cine, las cosas están revueltas para los productores, sobre todo desde la entrada en vigor del nuevo modelo de ayudas. Muchos de ellos se han encontrado con que se les ha denegado la ayuda y sus planes se han visto trastocados del todo.

F.A.: “Hoy en día una de las principales preocupaciones de los productores es la obtención de financiación, y en este caso las ayudas públicas siguen siendo una vía para muchos de ellos. Por eso, es importante tener una buena planificación de los requisitos legales que hay que cumplir para obtener la máxima ayuda posible, pero también es importante no darse por vencido cuando esa ayuda sea denegada.

Estamos observando que en muchas ocasiones las peticiones del ICAA o del Ministerio de Cultura en general a la hora de otorgar una ayuda se pueden resolver, incluso yendo más allá de la sede administrativa y acudiendo a la judicial. Algunas derrotas que parecían inevitables se han convertido en victorias siguiendo este camino, en nuestro despacho tenemos dos casos de éxito bastante grandes.

Estamos en un tiempo en que las administraciones públicas evitan los dispendios a toda costa, lo miran todo con lupa y lo único que hay que hacer es utilizar esa misma lupa para dar la vuelta a la situación.”

«Estamos observando que en muchas ocasiones las peticiones del ICAA o del Ministerio de Cultura en general a la hora de otorgar una ayuda se pueden resolver, incluso yendo más allá de la sede administrativa y acudiendo a la judicial. Algunas derrotas que parecían inevitables se han convertido en victorias siguiendo este camino, en nuestro despacho tenemos dos casos de éxito bastante grandes.»

B.V.: “A pesar de que existe esta posibilidad de la sede judicial, desde Aransay|Vidaurre insistimos en que es mejor prevenir que curar y que el productor debe ser puntilloso desde el principio, para lo que puede contar con un asesoramiento como el nuestro. Hay que evitar darle razones a la Administración para que deniegue una ayuda.”

Fernando Aransay.

F.A.: “Sí, hablamos de cosas tan sencillas como cambio de fechas de inicio de rodaje, cambios en la estructura de producción, y similares, hoy en día esto puede dar lugar al rechazo de una subvención o a la exclusión de una convocatoria, lo cual puede trastocar todos los planes de producción. Así que, aunque el productor tenga razón, es mejor tenerlo todo bien planeado y reflejado con el asesoramiento de un despacho de abogados.”

B.V.: “También estamos en el ámbito de las AIEs como vía de financiación, somos conscientes de que generan mucho interés entre los productores pero que se trata de un sistema complejo. Se está demostrando que las AIEs funcionan muy bien para productores que ya lo tienen muy interiorizado en su estructura y para grandes inversores que van a otro tipo de proyectos que son internacionales y van a través de banca de inversión.”

A451: ¿Qué opinión o qué experiencia estáis teniendo en torno al nuevo modelo de ayudas al cine?

B.V.: “Hay que adaptarse a las normas, pero el posicionamiento desde el punto de vista jurídico es el mismo. Al final hay que revisar bien todos los pasos, ha habido cambios que posiblemente hayan afectado más a los productores desde el punto de vista práctico, creo que tienen que mirar más qué requisitos nuevos han de cumplir. Pero para nosotros, como asesores, el trabajo de revisión es el mismo.

Los productores se han alejado del asesoramiento legal porque ellos mismos han aprendido a solicitar las ayudas, y ahora las normas han cambiado y necesitan de nuevo acudir a una asesoría como Aransay|Vidaurre.”

F.A.: “Los cambios en las ayudas hacen que sean mucho más competitivas, hay quienes agudizan el ingenio y optan por correr un riesgo planteando cosas que quizá no sean todo lo ortodoxas que es necesario, todo con el objetivo de conseguir un dinero público que, no debemos olvidar, es un recurso cada vez más escaso. Cuando hay menos pastel y todos tenemos la misma hambre, hay más codazos por llegar a la mesa.”

«Los productores se han alejado del asesoramiento legal porque ellos mismos han aprendido a solicitar las ayudas, y ahora las normas han cambiado y necesitan de nuevo acudir a una asesoría como Aransay|Vidaurre.”

A451: Está claro que la piedra de toque de muchos productores es la financiación.

B.V.: “Lo que observamos es que con las nuevas ayudas se pide que la película tenga una solidez económica mayor, que la financiación esté asegurada desde el principio y la idea de que una película se pueda producir con sólo la ayuda pública está desapareciendo. Ahora tienes que demostrar que tu proyecto es solvente tanto del lado creativo como del lado económico, creo que es la mayor diferencia que marca el nuevo modelo de ayudas al cine.”

F.A.: “Y esto no pone nada fáciles las cosas a los productores, porque ya se está viendo que las televisiones se han quedado reducidas a dos, que algunas fuentes tradicionales de financiación han desaparecido, por otro lado, la constitución de una AIE es compleja y no cala entre todos los productores, al menos para el corto plazo.

También venimos observando que algunos productores acuden a los mercados extranjeros para aumentar los recursos económicos a la hora de hacer una película, y eso requiere una gran habilidad para buscar socios y una seguridad jurídica firme, las coproducciones suponen muchos contratos, se rigen por diferentes normas, hay que ver si existen convenios internacionales, cómo va a ser la explotación y la distribución… Precisamente en esto último, estamos observando mucha confusión y muchas sorpresas, en ocasiones los productores firman contratos pensando que son de ventas internacionales y después resultan ser contratos de distribución, sin mínimos garantizados. Así que lo mejor es estar bien asesorado y tener unas nociones para poder valorar el negocio que se presenta. A veces la desesperación por conseguir la financiación lleva a los productores a firmar contratos que no son lo que parece, y tal y como hemos dicho antes, el contrato es lo que te ata.”

«Estamos observando mucha confusión y muchas sorpresas, en ocasiones los productores firman contratos pensando que son de ventas internacionales y después resultan ser contratos de distribución, sin mínimos garantizados.»

B.V.: “Nos hemos dado cuenta de que en Estados Unidos siempre han sido mucho más minuciosos con los contratos de cesión de derechos, con el control sobre la intromisión del honor y la imagen, y con lo que nosotros llamamos “el dossier” que acompaña a una producción, es un documento que refleja que las cosas se están haciendo siguiendo las normas. Este dossier es necesario para cualquier contrato que se vaya a firmar fuera de España, por ejemplo, van a exigir el famoso seguro de errores y omisiones, hoy en día ya es un requisito sine qua non en el mundo anglosajón y es mejor llevarlo desde el principio que sentarte a negociarlo a posteriori, porque entonces se abren cuestiones que ya estaban cerradas y el proceso se ralentiza y se pone en peligro.”

“Hay ciertos planteamientos a la hora de producir y distribuir que fuera de España son estándares, y que aquí van calando muy poco a poco.»

F.A.: “Hay ciertos planteamientos a la hora de producir y distribuir que fuera de España son estándares, y que aquí van calando muy poco a poco. Por ejemplo, el seguro de errores y omisiones debería hacer simplemente por seguridad propia desde el principio, y no sólo cuando la película vaya a ser exportada. Otro asunto: los collection accounts, es decir, acuerdos para que los ingresos que se obtienen por la explotación de contenidos en todo el mundo son repartidos por una empresa entre el agente de ventas, el banco, los inversores privados, los coproductores, los actores y directores… Esto en el extranjero es una garantía y en España no está presente en todas las producciones, aún cuesta entender la utilidad de este tipo de figuras. Se trata simplemente de una garantía y cuando el productor se dedique a buscar inversión, tendrá mejor imagen de cara a los inversores cuantas más garantías presente. Es lo mismo que contar con permisos de derecho a la intimidad, con autorizaciones de Propiedad Intelectual…

«Se trata simplemente de una garantía y cuando el productor se dedique a buscar inversión, tendrá mejor imagen de cara a los inversores cuantas más garantías presente.»

También nos encontramos con productores que ponen la película en manos de un agente de ventas, éste hace todo lo que puede y pone todo su empeño, pero llega un punto en que hay royalties de una película que están sin reclamar en cualquier parte del mundo. Para esto hay empresas que se dedican a ello, está claro que no todas las productoras pueden tener personal y tiempo dedicado a este tipo de labores.”

A451: Os definís como unos “abogados de productores”, ¿qué significa eso?

F.A.: “Para evitar conflictos de intereses, lo ideal en una producción es que uno esté del lado artístico y otro del lado del negocio. Borja Vidaurre y yo venimos del lado de las empresas por nuestra trayectoria profesional, y nuestro enfoque es más empresarial que artístico. Hemos asesorado a directores, a guionistas, a escritores, pero tenemos un enfoque de negocio, hemos conocido las empresas del sector por dentro y nuestra responsabilidad está de ese lado, si la parte de negocio está bien planteada, la parte artística saldrá bien y nosotros podemos contribuir a que eso sea así.”

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