La Academia de Televisión se fija en el género documental

La Academia de Televisión y de las Ciencias y las Artes del Audiovisual ha organizado el encuentro profesional ‘El boom del documental: cuando la realidad supera la ficción’ dentro de las jornadas del ProFesTVal de Vitoria.

El coloquio, moderado por el periodista y académico Borja Terán, reunió a Ignacio Fernández-Vega, CEO de TBS; Marias Recarte, directora y productora de En Cero Coma Producciones, sello de Fremantle España; Hernán Zin, director, escritor y CEO de DOC Land Group; y Valeria Vegas, periodista y directora.

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Ignacio Fernández-Vega (‘Obesidad Infantil. La pandemia ignorada’) abrió la conversación destacando la importancia de la honestidad y la confianza en la relación con los protagonistas: “Es fundamental ganarse su confianza para poder hacer juntos el recorrido y que sea de verdad. Nosotros somos muy sinceros desde el principio: no vamos a ocultar nada ni cambiar la historia”. En su intervención, también subrayó la enorme responsabilidad del documentalista: “No estás haciendo ficción, estás contando una historia basada en hechos reales. Y como las historias evolucionan, hay que tener capacidad para adaptarse a sus giros en tiempo real”.

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Por su parte, Marias Recarte (‘Infiltrada en el búnker’, ‘En guardia: mujeres contra el crimen’) señaló que el tiempo y el presupuesto son cruciales para el crecimiento de un documental. “Todos los documentales precisan de tiempo para crecer”, explicó. Defendió que, aunque los documentales se hacen para “generar cultura y conciencia”, deben ser entretenidos para conectar con el público. Además, puso el foco en el lenguaje narrativo como herramienta clave: “Con las plataformas, la exigencia narrativa es mayor. Si no engancha, no sirve de nada. Y eso es oficio”.

Hernán Zin compartió su experiencia rodando desde hace casi dos años el documental ‘Todos somos Gaza’, en condiciones extremadamente adversas: “Cada mañana, cuando recibo el material, pienso: ‘no nos han matado’. Nadie te prepara para contar un genocidio a distancia”. Para Zin, el documental es “el verdadero cine, porque tiene algo de verdad”. En su opinión, el trabajo documental requiere una conexión profunda con los protagonistas: “Primero atiendes a las personas, y luego cuentas su historia. Esto no es solo un oficio, es un espacio de humanidad. Ponemos la piel, jugamos con la reputación de las personas… y eso tiene un valor”.

Valeria Vegas (‘Súper Sara’, sobre Sara Montiel) reflexionó sobre la ética narrativa y la representación de personajes reales: “No me interesa santificar ni mitificar. Lo que pretendo es poner en valor a quien se le ha echado por tierra, pero siempre desde el respeto. Si no, no es un documental”. Vegas hizo hincapié en la necesidad de construir una relación sólida con los protagonistas: “Para que el documental avance, debe haber una confianza real. Si no está, hay algo que no fluye”. También alertó sobre la responsabilidad del documentalista: “En un documental las cosas ocurren de verdad, no hay filtros. Y eso deja a la persona expuesta. Tenemos que tenerlo muy presente porque estamos trabajando con vidas reales”.

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