‘La comunidad’, de Álex de la Iglesia, vuelve a los cines 25 años después de la mano de Avalon para «mirarla con ojos nuevos»

Ganadora de tres Goyas y de la Concha de Plata a la Mejor Actriz para Carmen Maura en el Festival de San Sebastián, ha vuelto a los cines uno de los clásicos contemporáneos del cine español. ‘La comunidad’, de Álex de la Iglesia, celebra este año su 25º aniversario, y el público puede volverla a ver en pantalla grande, de la mano de Avalon.

La versión que la distribuidora ha estrenado en salas este 21 de agosto cuenta con un nuevo máster 4K restaurado para la ocasión, a cargo de Mercury Films (FlixOlé) y en colaboración con el director. Además, se ha elaborado un nuevo póster, que Avalon ha desarrollado en colaboración con el estudio Realmente Bravo, así como un tráiler.

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El mismo día de su reestreno en más de cien cines españoles, Avalon celebró un pase especial que incluyó un coloquio online con Álex de la Iglesia. La charla pudo verse de forma simultánea y exclusiva en más de 40 salas tras la proyección del filme, y los espectadores tuvieron la oportunidad de enviar sus preguntas en directo.

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Julia es una mujer de unos cuarenta años que trabaja como vendedora de pisos para una agencia inmobiliaria. Tras encontrar 300 millones de pesetas escondidos en el apartamento de un muerto, se enfrentará a la ira de los miembros de una comunidad de vecinos muy particular, encabezada por un administrador sin escrúpulos.

«El reestreno de ‘La comunidad’ acumula cerca de 5.000 espectadores en sus seis primeros días, correspondiendo casi 2.000 de ellos al primer día de exhibición. Ese día, el 21 de agosto, fue el que organizamos el coloquio online con Álex de la Iglesia, que se pudo disfrutar en más de 40 cines. Esta acción funcionó muy bien, recibiendo más de 200 preguntas del público asistente en más de 20 ciudades españolas. Podemos confirmar que el cine con mayor afluencia está siendo Renoir Princesa de Madrid, muy sensible siempre al cine español. Pero no hay que olvidar que, además de la programación convencional en cines comerciales, la película también se está disfrutando en el circuito alternativo, con proyecciones puntuales en multitud de lugares durante las próximas semanas», asegura Manuel Palos, coordinador de distribución de Avalon.

«Estos proyectos de reestreno de clásicos o recuperación de filmografías nos gustan especialmente. Permiten a los amantes del cine revivir películas y experiencias que, en algunos casos, son importantes para su educación como cinéfilos y, en otros, llegar a ellas por primera vez, con el consiguiente impacto», comenta Palos. «En lo que se refiere a Avalon, como marca de cine, nos apasiona mirar con nuevos ojos estas películas. Imaginarlas, reinterpretarlas y comunicarlas con una mirada contemporánea, nos conecta con el cine en mayúsculas, con los espectadores y con los tiempos que vivimos», añade.

‘La comunidad’ se suma a la creciente lista de clásicos del cine que la distribuidora ha reestrenado en los últimos años, tales como ‘Deseando amar’, ‘Mulholland Drive’ o ‘El espíritu de la colmena’, además de las retrospectivas dedicadas a cineastas internacionales de la talla de Aki Kaurismaki o Agnès Varda. «En estos momentos, trabajamos en la posibilidad de otro universo para 2026, dedicado a un cineasta español, que creemos puede resultar a la par sorprendente y estimulante», apunta Manuel Palos.

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El origen de ‘La comunidad’

Como muy bien se encarga de señalar Julia, la protagonista de ‘La comunidad’ interpretada por Carmen Maura, la finca de la película no tiene garaje. Lo que sí tiene son cimientos. Sobre estos cimientos, se levantó un edificio de ficción construido con la intención de atrapar al espectador en una maraña de trampas cinematográficas.

«Al principio, fue un reto. La idea era utilizar pocos elementos para lograr unos resultados contundentes. En las primeras versiones del guion, todo se desarrollaba en un piso. Al final, Jorge Guerricaechevarría y yo tuvimos que sacar la acción a la escalera y subirnos al tejado. Nos gustan ese tipo de historias en las que hay un crimen, un misterio, un tesoro escondido y muchos personajes encerrados en una única localización… Algo con mucho suspense y humor negro, y también como ‘El quimérico inquilino’, de Roman Polanski, que es una película que sólo he visto una vez, pero cuya influencia ya estaba presente en ‘El día de la Bestia’ y ‘Muertos de risa'», explica Álex de la Iglesia.

Partiendo de esta premisa espacial y temática, ‘La comunidad’ no acaba de inscribirse de lleno en el género de la comedia negra, a pesar de las apariencias. Según el propio director, «podría ser, de hecho, una película absolutamente dramática. Tiene momentos de suspense, de terror y de acción. Lo que pasa es que no puedes evitar sentir una atracción irresistible por la comedia. Creo que la risa le da profundidad al drama.»

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Motivaciones

El protagonismo absoluto de Julia convierte a ‘La comunidad’ en la primera película del cineasta vasco protagonizada al cien por cien por un personaje femenino. «Estuvimos a punto de titularla ‘Julia’, que es el nombre del personaje que interpreta Carmen Maura. En realidad, ‘La comunidad’ es la película de una mujer. Ella es la que lleva las riendas de la historia, aunque a veces se sienta como un náufrago en una isla.»

Una quincena de vecinos lleva veinte años esperando a que se muera el inquilino del ático, afortunado acertante de una quiniela cuyos beneficios se niega a compartir con los demás. Nada más empezar la historia, nos enteramos del fallecimiento de este personaje. Es entonces cuando entra en escena la protagonista. «Hasta ese momento, la vida de Julia era más o menos mediocre –señala Álex de la Iglesia–, pero enseguida se da cuenta de que todo puede cambiar gracias a los 300 millones de pesetas que encuentra escondidos debajo de una baldosa. Por ellos, todos son capaces de lo que sea.»

Uno de los leit-motivs de todas las películas de Álex de la Iglesia es la locura, descrita como un comportamiento anormal dentro de un entorno todavía más anormal y marciano. «La comunidad de la película no sólo es una simple comunidad de vecinos. De alguna manera, representa todo lo que nos rodea. Los vecinos, los adultos, etc. Todos somos malvados y mezquinos, solo que unos lo admitimos y otros no lo hacen.»

Referencias

‘La comunidad’ supuso la cuarta colaboración consecutiva entre el productor Andrés Vicente Gómez y el realizador Álex de la Iglesia, después de ‘El día de la Bestia’, ‘Perdita Durango’ y ‘Muertos de risa’. En palabras del director, «es una película diferente a las anteriores porque, por un lado, me permitió trabajar con actores clásicos a los que admiro y, por otro, desarrollar una historia retorcida en un escenario reducido.»

A pesar de no incluir ningún elemento sobrenatural en la trama, ‘La comunidad’ toca en muchos momentos el género de terror. «Lo bueno es trasladar los argumentos, los personajes y las emociones de, por ejemplo, una película como ‘Alien, el octavo pasajero’, a un entorno cotidiano. Ripley no es una supermujer de dos metros de alto con una pistola de rayos láser en la mano, sino la señora con la que nos cruzamos cada mañana cuando vamos a comprar el pan. El terror no es una cosa fantástica y extraña, sino lo que nos rodea. El monstruo es ese señor que te mira con mala cara en el ascensor

La película también contiene referencias a los clásicos de aventuras, como ‘La isla del tesoro’. «Sobre todo, porque realmente existe un tesoro mítico capaz de salvar a todos los personajes del horror que les rodea… o de sumirles en un horror aún más terrible.»

«Estos proyectos de reestreno de clásicos o recuperación de filmografías nos gustan especialmente. Permiten a los amantes del cine revivir películas y experiencias que en algunos casos son importantes para su educación como cinéfilos y, en otros casos, llegar a ellas por primera vez, con el consiguiente impacto», comenta Manuel Palos
Un reparto de clásicos

El reparto de ‘La comunidad’, encabezado por Carmen Maura, incluye los nombres de Emilio Gutiérrez Caba, Sancho Gracia, Jesús Bonilla, Terele Pávez, Kiti Manver, Enrique Villén, Paca Gabaldón y María Asquerino, actores de amplia trayectoria, así como los de Eduardo Antuña, Roberto Perdomo, Eduardo Gómez y Ane Gabarain.

«Tenía muchas ganas de trabajar con actores así, de toda la vida, auténticos clásicos del cine, la televisión y el teatro españoles –reconoce Álex de la Iglesia–. Le dan otra dimensión a los diálogos, triplican su fuerza, los mejoran. Detrás de sus caras, hay mil historias. Tienen una vida interior muy rica y saben reflejarla en sus interpretaciones. Por eso, incluí muchos primeros planos en la película. Sentía la necesidad de mostrar bien los rostros, ya que no quería que se perdiese nada de su trabajo. Siempre he procurado pensar en los actores antes que en mí. En muchas escenas, mi cometido se ha limitado a tratar de captar toda la intensidad de sus interpretaciones.»

Carmen Maura, chica Almodóvar y actriz de proyección internacional, debutó en las comedias de De la Iglesia con el papel protagonista de esta película. «En ‘La comunidad’, los malos están cargados de razones y la buena no es tan buena. Julia no se merece los 300 millones. No le han costado nada. Está robándolos a esa gente. Pero tampoco va de digna. Cuando se pone dura, da más miedo que los vecinos», comenta el director.

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Rodaje y postproducción

La comunidad fue rodada en pleno centro de Madrid, en el interior de un viejo inmueble remodelado para la ocasión. «Es la típica casa madrileña de renta antigua. Aparentemente descuidada por fuera, pero bastante bien mantenida por dentro. La iban a derribar y remodelar. Nosotros construimos el ascensor», rememora Álex de la Iglesia.

En el apartado decorativo, el cineasta volvió a contar con el talento de José Luis Arrizabálaga Arri y Arturo García Biaffra, directores artísticos de todas sus películas. En palabras del director, «hicieron un trabajo espléndido, como siempre. Primero, construyeron los apartamentos donde se desarrolla buena parte de la acción, colocando detalles muy sutiles. Luego, el decorado fue creciendo hasta convertirse en una especie de réplica a tamaño natural de la fachada de ’13, rue del Percebe’, la serie de historietas de Ibáñez, con paredes de quita y pon, como las de una casa de muñecas. Eso nos permitió conservar el ambiente claustrofóbico sin restarnos movilidad de cámara.»

Antonio Rodríguez ‘Mármol’ se encargó del sonido directo de la película. «Conservamos esos ecos de casa vieja, rancia, ancestral, y los mezclamos con sonidos más modernos», afirma De la iglesia. Roque Baños, el compositor de las bandas sonoras de ‘Torrente, el brazo tonto de la ley’ y ‘Muertos de risa’, firma la partitura de ‘La comunidad’.

Las escenas finales de la película tienen lugar en los tejados del edificio, donde abundan las carreras y los saltos. «Salvando las distancias, tratamos de recrear un final como el de ‘Con la muerte en los talones’, de Hitchcock. Colgamos a Carmen Maura de una estatua ecuestre e hicimos saltar a Terele Pávez de un edificio al otro, al estilo de ‘Matrix’.»

Algunos datos curiosos

Álex de la Iglesia se inspiró en anécdotas de su adolescencia a la hora de imaginarse algunos de los detalles de la trama de ‘La comunidad’. «He conocido a vecinos que daban auténtico pavor. Acumuladores de basura natos. La casa del abuelo del ático en la película la construimos basándonos en fotos reales de un apartamento de Sestao.»

Uno de los objetos que acapara mayor protagonismo en ‘La comunidad’ es la maleta repleta de dinero que arrastra de un lado para otro Julia en su desesperado intento
por escapar del alcance de los vecinos. «Curiosamente, hicimos cálculos y era imposible que 300 millones de pesetas en billetes de cinco mil antiguos entrasen en una sola maleta. Vendrían a ocupar como unos cincuenta paquetes de quinientos folios cada uno. Se necesitarían tres o cuatro maletas grandes para guardarlos», confiesa el director.

El presupuesto de ‘La comunidad’ fue de 400 millones de pesetas. El rodaje, que se realizó en formato Scope, se prolongó durante un total de diez semanas. Allá por el año 2000, más de un millón y medio de espectadores asistieron en España a alguna de sus proyecciones, lo que se tradujo en una recaudación de 6,7 millones de euros.

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