‘La isla mínima’, a parar el ciclón de ‘Relatos Salvajes’ en los segundos Premios PLATINO

Solo faltan una decena de días para la segunda edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano tendrá lugar el próximo 18 de julio en el marco del Festival StarLite, en la ciudad malagueña de Marbella. En la gala, que será retransmitida en directo para todo el continente americano, España, Portugal y Andorra, solo una película puede contener el ciclón de ‘Relatos salvajes’, se trata de ‘La isla mínima’.

A nueve galardones opta ‘La isla mínima’ (España, Atípica Films, Sacromonte Films y Atresmedia Cine), de Alberto Rodríguez, gran triunfadora en los Premios Goya de la Academia del Cine Español y Premio José María Forqué. Además de mejor Película Iberoamericana de Ficción, las nominaciones de ‘La isla mínima’ a los PLATINO son mejor director (Alberto Rodríguez); mejor guión (Alberto Rodríguez y Rafael Cobos); mejor actor (Javier Gutiérrez); mejor música original (Julio de la Rosa), mejor dirección de fotografía (Álex Catalán); mejor dirección de sonido (Daniel Zayasm Pelayo Gutiérrez y Nacho Royo-Villanova); mejor dirección de montaje (José M.G. Moyano) y mejor dirección de arte (Pepe Domínguez). Solamente una candidatura menos que ‘Relatos salvajes’.

Rodaje de la pelicula Isla Minima de Alberto Rodriguez Produccion Atipica Films
Rodaje de ‘La isla mínima’

El productor José Antonio Félez (Atípica Films) se enfrentó en ‘La isla mínima’ a uno de los mayores retos de su trayectoria profesional, en un entorno hostil y de difícil acceso, con una climatología adversa… Junto a Félez, que también realizó labores de productor ejecutivo en el filme, produjeron ‘La Isla mínima’ Mikel Lejarza (Atresmedia Cine), Mercedes Gamero (Atresmedia Cine), José Sánchez Montes (Sacromonte Films) y Mercedes Cantero (Sacromonte Films).

Alberto Rodríguez regresó al cine negro con un thriller protagonizado por Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez y Antonio de la Torre, entre otros. Ambientada en la década de los 80 del siglo pasado, en la película dos policías, ideológicamente opuestos, son expedientados y castigados a desplazarse a un remoto pueblo de las marismas del Guadalquivir a investigar la desaparición de dos adolescentes. Allí se enfrentarán a un salvaje asesino en una comunidad anclada en el pasado. El filme cuenta con unas localizaciones espectaculares que se convierten en un personaje más de la trama. ‘La isla mínima’ cuenta además con la colaboración de Antena 3, La Sexta, Canal+, Canal Sur y el apoyo de Audiovisual SGR (ahora creA SGR), el ICAA y la Junta de Andalucía. “Fue una película muy difícil. La zona donde transcurre el filme (las marismas del Guadalquivir) es muy complicada. Es una zona en medio de ninguna parte… donde solo dar de comer al equipo, alojarlo o mantener los medios materiales necesarios para rodar era un auténtico reto. A esto hay que sumar que financiar una película de cierto tamaño (con un presupuesto en torno a los cuatro millones de euros) hoy en día en España cada vez es más difícil. También hay que tener en cuenta que en la película hay muchos personajes, 42 con frase, sin olvidarnos de la climatología extrema”, afirma Félez.

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Pero ‘La isla mínima’ no es solo el guión, la dirección o las interpretaciones, se trata de una producción con una factura visual inigualableque entre otros galardones obtuvo los de mejor fotografía, montaje y dirección artística en los pasados premios de la Academia del cine español. Estos trabajos potenciaron la fuerza dramática de la historia de Alberto Rodríguez y la altura de las interpretaciones.

“A parte de haber manejado una producción muy grande y compleja, una de las cosas de las que estoy especialmente orgulloso es de la ambientación, de la dirección de arte y del vestuario. Fernando García ha hecho un trabajo excelente con el vestuario, al igual que José Domínguez del Olmo en la dirección de arte. El trabajo previo fue muy importante, en el caso del vestuario hubo que recrear ropa que todavía está muy presente en la memoria colectiva. Hacer una película de época, cuanto más lejana, es más sencilla, porque nadie estuvo allí y al final estás haciendo una reinterpretación. En este caso esto no sucede y hacer un buen trabajo en este aspecto de la producción confiere una autenticidad a la película muy reseñable”, comentó José Antonio Félez a Audiovisual451, poco antes de su estreno en el Festival de San Sebastián 2014, donde fue uno de los filmes triunfadores.

'La isla mínima'

Precisamente, tras su premio en San Sebastián por la fotografía del filme de Alberto Rodríguez, el director de foto Álex Catalán consiguió también el Goya de la categoría. “Quería que los exteriores fueran muy luminosos y los interiores sombríos y las noches sin luna, muy oscuras y que fueran asfixiantes. Los exteriores luminosos tienen un sentido dramático añadido que es situar al asesino en un entorno amigable, a la luz del día y dentro de las casas al igual que dentro de cada uno se encierran grandes secretos”, explica Catalán.

En la corrección de color, que tuvo una duración de entre tres y cuatro semanas, Álex Catalán se centró en intentar potenciar las ideas descritas anteriormente y terminar de anular el azul, que fue eliminado tanto de vestuario como en dirección de arte e incluso de los cielos. “Intenté polarizar los cielos para que el azul no apareciera y parte de ese azul también lo eliminé en postproducción para conseguir ese efecto menos idílico. También esperamos a que fuera la cosecha porque los campos se coronan de amarillo y todo tiene un aspecto más seco. Si en vez de rodar en septiembre hubiéramos rodado en julio el arroz tiene agua debajo y está verde, hubiera generado unos campos verdes que no tenían nada que ver con la historia. Rodamos en otoño para que hubiera potencia visual pero que no fuera bonito ni idílico”, comenta el director de fotografía.

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José Manuel García Moyano consiguió su primer Goya al mejor montaje por ‘La isla mínima’. Moyano contó a Audioviosual451 una de las particularidades de su metodología de trabajo a la hora de encarar el montaje de una película de Alberto Rodríguez: “Nosotros siempre aprovechamos todo el material, no tiramos nada. Un buen ejemplo de lo que digo está en una secuencia de ‘7 vírgenes’. Había un material que se había descartado pero cuando lo revisé, me di cuenta que había una gran verdad en él, eran unos jóvenes riendo en una gasolinera y la naturalidad que desprendían era impresionante. Entonces lo reutilizamos y le dimos la vuelta a la secuencia con ese material descartado. Me gusta visionar siempre todo el material, lo descartado, lo bueno, lo malo… porque de cualquier sitio puedes sacar ese pequeño matiz que marque la diferencia”.

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José Antonio Félez

También consiguió el Goya el director de arte, Pepe Domínguez, por la recreación ‘setentera’ en plenas marismas del Guadalquivir. En su caso ‘La isla mínima’ es su tercera colaboración con Alberto Rodríguez y su segunda nominación: “Este trabajo tiene detrás mucho sacrificio y mucho apoyo de familia, compañeros y amigos. Tuvimos que hacer un trabajo de inmersión en las marismas para casi como arqueólogos poder sacar a la luz todos los elementos de la época que quedaban. La documentación ‘in situ’ fue muy importante hablando directamente con la gente de allí que nos proporcionaban fotos personales, recuerdos que nos ayudaron mucho. Con todos estos elementos fuimos construyendo lo que se ve en la película. Quizá lo más difícil fue moverse por el entorno que es un gran laberinto maravilloso. Todo el proceso pudo durar tres meses”, aseguró Domínguez, que aspira ahora a ganar un Premio PLATINO, al igual que Álex Catalán y José Manuel García Moyano, ambos también nominados.

Los PLATINO han sido creados y producidos por EGEDA, en colaboración con la FIPCA y las Academias de cine iberoamericanas, como un gran evento de promoción internacional del cine iberoamericano. A esta segunda edición de 2015, han concurrido 760 películas de 23 países.

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