La salud mental, la formación y la inclusión de la diversidad son los retos claves para el emprendimiento joven en el audiovisual

Por Adela Mac Swiney.

La salud mental constituye una prioridad ineludible para el futuro de la industria audiovisual, de tal forma que es muy importante proteger el bienestar de los equipos, promover rodajes más inclusivos y diversos y reformar la formación en las escuelas de cine. La novena edición del Festival de Cine de Santander (FCS) acogió la mesa de debate ‘Retos y posibilidades del emprendimiento joven en el audiovisual’ dentro de las actividades de industria.

En la mesa, patrocinada por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y organizada conjuntamente por el certamen y Audiovisual451, han participado Rodolfo Montero, cineasta y productor; María Zamora, productora y cofundadora de Elástica Films; y Jesús Choya, joven productor cántabro de LAZONA Cine, quienes compartieron experiencias y perspectivas sobre los desafíos que enfrentan los jóvenes emprendedores del sector, pero más allá, el encuentro evidencio que la industria debe transformarse para garantizar la sostenibilidad de los proyectos y el relevo generacional.

Santander cine emprendimiento

Uno de los temas que centraron el debate fue la preocupación por la presión emocional y psicológica que viven los profesionales, desde los estudiantes que dan sus primeros pasos hasta quienes lideran grandes producciones. Los ponentes coincidieron en que la salud mental debe situarse en el centro de la producción audiovisual.

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Rodolfo Montero destacó la dificultad de desconectar en un sector hiperconectado: “Antes, cuando se acababa un rodaje, se acababa; ahora no se desconecta nunca, tenemos teléfonos inteligentes, redes sociales, muchas cosas que impiden que de verdad haya una desconexión y si hablamos de salud mental, necesitamos protocolos reales, no solo discursos”, advirtió, mientras que María Zamora puso el acento en la gestión de equipos como elemento clave para garantizar ambientes de trabajo saludables y dijo que “por encima de cualquier proyecto está la tranquilidad y el clima de trabajo, gestionar personas es el mayor reto; producir una película se aprende, pero liderar equipos de forma sana sigue siendo lo más difícil”.

Por su parte, Jesús Choya relacionó la salud mental con la precariedad estructural que afrontan especialmente los jóvenes y aseguró que “la falta de salud mental es muchas veces la respuesta física a la precariedad” y que son expectativas de futuro estable, es difícil crear y sostener proyectos.

Otro de los temas que fueron abordados en la mesa fue el de la formación en las escuelas de cine y los ponentes coincidieron en la necesidad de actualizar los programas para que respondan a la complejidad actual de la industria. En ese sentido, Choya reclamó más contenidos relacionados con la producción ejecutiva y la gestión empresarial, ámbitos fundamentales para emprender y apuntó que “muchos salimos con pasión y vocación, pero sin herramientas para sostener proyectos propios, por lo que creo que las escuelas deben preparar también para la gestión”.

Por su parte, María Zamora subrayó la importancia de equilibrar formación académica y experiencia práctica, ya que “hay que formar desde la realidad, no solo desde la teoría. Es fundamental que los alumnos conozcan todas las etapas de la producción antes de asumir cargos de responsabilidad”, mientras que Rodolfo Montero pidió a las escuelas que transmitan una visión honesta de la profesión pues se trata de un sector muy competitivo y exigente, y hay que enseñar a convivir con el fracaso, porque de ahí también nace el éxito”.

La mesa resaltó el tema de la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad y la apertura a la diversidad, lo que está cambiando la cultura laboral en los rodajes. María Zamora explicó cómo los equipos liderados por mujeres han favorecido entornos más colaborativos y refirió que “en mis primeros rodajes todo era muy jerárquico, pero con más mujeres en jefaturas, el ambiente cambió, los proyectos fluyen mejor y con menos tensiones, es bueno para las producciones”.

Jesús Choya defendió la necesidad de construir entornos seguros y subrayó que “los rodajes ya son entornos hostiles por las propias condiciones del trabajo, de forma que la diversidad debe estar presente y debemos aprender a relacionarnos con ella de forma respetuosa”, a lo que Montero añadió que este modelo beneficia a toda la industria: “los equipos con liderazgos femeninos han marcado una referencia de la que los hombres también podemos aprender. Es un camino de construcción conjunta”.

Para los tres ponentes, el emprendimiento joven en el audiovisual no puede medirse solo por los proyectos que se logran producir, sino también por la calidad de los procesos y las condiciones de trabajo y han resaltado que “no se trata solo de levantar películas, sino de crear un sector que respete y valore a las personas que lo hacen posible.”

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