La UNIC el organismo que representa a las principales asociaciones nacionales de exhibidores cinematográficos europeos, ha publicado las estimaciones de taquilla del año 2020 en los 38 territorios con datos cubiertos por la organización.
Según estos datos, la taquilla en los cines europeos experimentó el año pasado una caída del 70,6 por ciento en Europa, lo que representa una disminución total de 6.200 millones de euros en comparación con los datos de 2019, cuando se superaron los 8.800 millones de euros. Esta reducción porcentual está en consonancia con lo sucedido en España el año pasado.
Tras varios años de crecimiento en el número de espectadores en salas de cine y tras alcanzar el mejor resultado de la última década en 2019 con más de 105 millones de espectadores, los cines españoles sufrieron unas pérdidas de taquilla de 454 millones de euros comparado con el ejercicio anterior, lo que supuso un descenso superior al 72 por ciento, según Comscore. De esta forma, la taquilla cerró el año 2020 en España con un total de 169,7 millones de euros de recaudación y 28,2 millones de espectadores en 2020 (datos provisionales a 28 de diciembre).
Solo contemplando los países de la Unión Europea, el retroceso de la recaudación fue del 69 por ciento, con una caída de los ingresos de 4.000 millones de euros. Estas cifras son la consecuencia directa del impacto de la pandemia de COVID-19 en la industria del cine, que ha provocado meses de cierre completo de cines y restricciones de aforo en Europa y en todo el mundo.
Paradójicamente, los datos de 2020, con unos 2.600 millones de euros recaudados, se producen justo después de un 2019 muy exitoso, cuando los cines europeos recaudaron más de 8.800 millones de euros en taquilla y atrajeron a más de 1.340 millones de espectadores. De hecho, en la Unión Europea los cines registraron en 2019 sus mejores resultados ed los últimos 15 años, con mil millones de entradas vendidas por primera vez desde 2004.
A la reducción de la recaudación de las películas hay que sumar las pérdidas en las ventas de restauración de los bares de los cines, los ingresos por publicidad en pantalla, los eventos cancelados que han incrementado la presión sobre el sector de exhibición con miles de miembros de su personal suspendidos en los últimos meses.
La UNIC señala que, a pesar de este desafío sin precedentes, los exhibidores de cine han demostrado su resiliencia y capacidad para adaptarse, implementando todas las medidas necesarias para salvaguardar la salud de espectadores y trabajadores y convertir los cines en un entorno totalmente seguro. Y todo ello con la escasez de contenido cinematográfico nuevo, en particular de los principales estudios estadounidenses, lo que no ha sido obstáculo para que los cines europeos hayan demostrado su papel fundamental en la promoción de la producción local y la cultura europea.
Con el apoyo de los distribuidores y productores locales, la cuota de mercado de las películas nacionales alcanzó nuevas hitos en la región, como en los casos de Dinamarca (49,4%), República Checa (46,4%), Francia (44,9%), Italia (56,6%), Rusia. (46,9%) y Polonia (50%). En total, 15 territorios europeos registraron una cuota de mercado de películas nacionales superior al 25 por ciento, ya que el público regresó durante el verano de 2020 para disfrutar de la experiencia de ver películas de nuevo en la pantalla grande.
Los gobiernos nacionales y las instituciones europeas han introducido varios sistemas de apoyo a las salas desde el inicio de la crisis, pero la crisis está lejos de finalizar, con la mayoría de los cines europeos aún cerrados o con muchas limitaciones de aforo y horario. Por esa razón, la UNIC insta a los responsables políticos a nivel local, nacional y europeo a aplicar sólidas estrategias de recuperación para garantizar que los cines europeos, de todos los tamaños y ubicaciones, puedan sobrevivir a este período negro y puedan seguir siendo el hogar de la cultura europea. Más información disponible en unic-cinemas.org.
