Las asociaciones profesionales reivindican en Cannes el dinamismo y la diversidad de la industria cinematográfica europea

Distintas asociaciones profesionales del sector cinematográfico europeo con sede en Bruselas que representan a productores, distribuidores, editores de video y operadores de cine organizaron un seminario el pasado sábado, 20 de mayo, con el fin de explorar la mejor manera de cultivar y hacer crecer las audiencias en un panorama cinematográfico dinámico y diverso como parte del programa orientado a la industria del Cannes Film Market.

Entre las asociaciones representadas en el acto, sobresalen la Asociación Europea de Producción Audiovisual (CEPI), la Federación Internacional de Asociaciones de Distribuidores y Editores Cinematográficos (FIAD), la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos (FIAPF), la Federación Internacional de Video (IVF) y la Unión Internacional de Cines (UNIC).

El debate del día giró en torno a la opinión compartida de que las actuales entradas de cine y los ingresos de taquilla indican una fuerte demanda de la experiencia en salas y que la industria del cine debe seguir trabajando en su conjunto para mantener esta tendencia positiva, al mismo tiempo que se mantienen los esfuerzos para interactuar y llegar a nuevas audiencias. Ponentes de toda la cadena de valor del sector cinematográfico ofrecieron perspectivas sobre cómo la industria puede continuar produciendo, distribuyendo y exhibiendo (offline y online) películas que satisfagan la demanda de los consumidores y ofrezcan nuevas experiencias.

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Los distintos intervinientes coincidieron en que, para hacer realidad esta ambición, es crucial reconocer, abrazar y promover la diversidad cultural, que es la fuerza de Europa. Europa no es homogénea, y para que el sector cinematográfico aproveche su éxito, debe continuar reflejando y respondiendo a los diversos gustos y expectativas de las audiencias en múltiples territorios. Cada película tiene un ciclo único de producción, distribución y exhibición en virtud de su propio ADN, lo cual refleja la diversidad cultural que existe en la Europa de hoy.

Según concluyeron los ponentes, el dinamismo que caracteriza a la industria cinematográfica europea está entrelazado, no solo con la diversidad de Europa, sino también con el espíritu emprendedor que rige en todo el sector, especialmente patente este año en la 76ª edición del Festival de Cannes.

Otro tema común fue el deseo de asegurar un futuro ecosistema de negocios cinematográficos basado, no solo en los imperativos de rentabilidad y marketing, sino también en la comprensión común del valor del cine como una forma de arte, un formato de narración amado por generaciones de audiencias, un componente fundamental de la cultura europea y una valiosa industria que crea valor económico, empleos y habilidades, en particular para los jóvenes.

 

Hubo consenso en que el concepto central a ser promovido y defendido por los actores europeos implicados, tanto a nivel nacional como regional, ha de seguir siendo la libertad de elección para asumir riesgos en historias diversas y sus modelos de producción, así como en sus estrategias de promoción y distribución variadas y personalizadas, con los cines como parte esencial del ecosistema. Este es, sin duda, un factor crítico para preservar el arte del cine y la pluralidad de los actores involucrados en la creación, la producción, la distribución y la exhibición de películas en Europa:

• Libertad para producir, distribuir y exhibir nuevas historias cinematográficas en Europa. El cine es el arte de poner en pantalla historias que no sabíamos que queríamos o necesitábamos, pero que continúan emocionándonos, informándonos, entreteniéndonos, abriendo ventanas a nuevos mundos o arrojando luz sobre los existentes.

• Libertad para asumir riesgos artísticos y económicos, trabajando juntos en una cadena de valor interconectada, y para perseguir estrategias comerciales compatibles con el ADN de los actores individuales del sector cinematográfico, ya sean estos pequeñas, medianas, grandes empresas o particulares.

• Libertad para implementar planes de negocios hechos a medida, incluso en lo que se refiere a la financiación y el camino para conocer futuras audiencias, dependiendo de cada título individual y su requisitos específicos.

• Libertad para comercializar, distribuir y exhibir películas territorio por territorio, y audiencia por audiencia, de acuerdo con los gustos locales, los debates sociales y otras preferencias de cada público local y/o específico.

Todo esto, en su conjunto, constituirá un marco arquitectónico que favorecerá, según los intervinientes, que el sector cinematográfico continúe haciendo una contribución significativa a la economía y al empleo en Europa. Por eso, la industria audiovisual y sus audiencias merecen que las autoridades públicas europeas respeten el cine como una de las herramientas democráticas, culturales y cívicas más importantes para la emancipación, diálogo e influencia internacional.

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