Con la celebración la semana pasada de Mundos Digitales en A Coruña, y el inicio de The Children’s Media Conference este mismo martes en Sheffield (Reino Unido), hemos encontrado la excusa perfecta para dedicar la tercera entrega de nuestra serie sobre las mujeres ALICE del audiovisual español a las grandes profesionales que han contribuido a construir la animación española durante estas últimas décadas.
Sin desmerecer el trabajo refrendado por festivales y certámenes de algunas de nuestras directoras más internacionales, como Irene Iborra (‘Olivia y el terremoto invisible’), María Trénor (‘Rock bottom’), Isabel Herguera (‘El sueño de la sultana’) o Lorena Ares (‘Cafunè’), hemos querido centrarnos en otros aspectos de la profesión como son la producción ejecutiva, la distribución internacional o la dirección de producción.
Aunque posee una distribución de género que se acerca a la paridad (las mujeres representan el 42,1 por ciento de las personas que emplea la animación española, según los datos recogidos en la última edición del Libro Blanco de la Animación y VFX presentada el pasado el mes de abril por DIBOOS) continúan siendo necesarias iniciativas como el programa de incubación y formación MIANIMA, que acaba de anunciar los seis proyectos participantes de su cuarta edición y en el que una de nuestras protagonistas ejerce como mentora habitual; o la residencia para realizadoras de largometrajes animados que pondrá en marcha el Festival de Annecy a partir de 2027.
Fuera del subsector de la animación, estas pasadas semanas hemos celebrado las buenas nuevas de otras mujeres de nuestra industria, como la fundación de Cámara Entertainment, nueva productora de entretenimiento y documental liderada por Ana Aladro y Mayte Ametlla; o la incorporación de Marian Martín a Secuoya Content Group como directora general del área de Servicios.
Os dejamos ya con las ALICE de este mes, no sin antes desearos un veraneo lleno de descanso y relax. ¡Nos leemos en septiembre!
Francesca Nicoll
Productora y productora ejecutiva – Rokyn Animation
Desde una perspectiva de género, ¿qué evolución consideras que ha tenido el sector audiovisual desde que iniciaste tu carrera hasta el día de hoy?
“Centrándome más en la segunda etapa de mi carrera, en animación diría que la evolución es notable. Cuando empecé, aunque había mujeres en los equipos, solían ser en departamentos muy concretos (siempre en producción, marketing y algunas en animación o arte). Ahora en los proyectos es fácil llegar a la paridad sin darte ni cuenta, y hay mujeres en todos los departamentos.
Las medidas para incentivar a las mujeres guionistas y directoras también han dado sus frutos y hay cada vez más mujeres liderando proyectos creativamente. Aunque echo mucho de menos ver a directoras al frente de largometrajes de alto presupuesto, eso es algo que aún no vemos, estamos siempre en el lado más indie y de bajo presupuesto.
La parte de contenido en series también ha evolucionado. Mientras que siempre ha habido mujeres en las grandes cadenas internacionales tomando decisiones sobre qué series se encargaban, ahora esa presencia está en el contenido; también porque hay muchas más creadoras y se las apoya más.
Creo que en la industria de animación estamos avanzando bastante, quizás porque realmente seguimos siendo pocos y puede ser más fácil hacer cambios. Pero faltan aún algunos años para que las artistas acumulen más experiencia y veamos equipos con muchas mujeres en puestos de supervisión. Tengo ganas de que llegue el día en el que tenga demasiadas candidatas para roles de responsabilidad.”
¿Cuáles han sido (o son) tus referentes en la profesión y te sirvieron de inspiración?
“Aunque suene a tópico, tuve la suerte de tener el principal referente e inspiración en casa: mi madre, Margaret, ocupó varios puestos directivos en Canal Plus y Sogepaq durante muchos años, y aprendí mucho de verla trabajar y liderar equipos. Recuerdo por un lado que en las fotos de prensa de los equipos directivos ella era siempre la única mujer y nos decía: “la única mujer, ¡y encima guiri!”. Pero aunque fuera la única, ahí estaba, y nunca nos dejó dudar que trabajando duro se podía conseguir mucho. También nos impulsaba a movernos, a trabajar en otros países y en otros idiomas como había hecho ella, y es sin duda algo que me ha ayudado mucho en mi carrera.”
¿Recuerdas algún momento o experiencia que fuese un punto de inflexión en tu carrera para llegar hasta tu posición actual?
“Ha habido varios. Nunca olvidaré, por ejemplo, lo mucho que aprendí de mis dos primeros jefes, Paco Hoyos y Vincent Maraval, de la industria y del negocio, pero sobre todo de cine: grandes apasionados con un gusto excelente. Pero creo que el mayor punto de inflexión fue cuando empecé a trabajar en animación tras muchos años en imagen real, y tras un trabajo que me hizo dudar de si quería seguir en el audiovisual.
Siempre había sido una apasionada de la animación, pero no había tenido la oportunidad de trabajar en ningún proyecto. Entonces entré en Zinkia para dedicarme a ‘Pocoyo’ y nuevos desarrollos. De eso hace ya casi 20 años y nunca miré atrás. He tenido la suerte de poder encadenar proyectos de animación desde entonces: 2D, 3D y hasta esa maravilla que es el stop-motion.”
¿De qué manera crees que has contribuido tú, a título personal, con el progreso de la mujer en nuestra industria?
“¡Diría que espero haber contribuido! De nuevo ciñéndome a mis años en animación, he de decir que me encanta ser mentora en el programa MIANIMA, trasladar mi experiencia y conocimientos a autoras y productoras que están empezando, y ayudarles a que sus proyectos, pero sobre todo ellas, crezcan y se den a conocer. He dado charlas en Bellas Artes también para concienciar a los estudiantes, tanto de los buenos datos y avances como de lo que aún falta por hacer.
Pero supongo que lo principal es llevar un estudio y producir, siendo una fuerza para el bien en el día a día. Creo que las mujeres que hay en el estudio dirían que soy una pesada empujándolas en el camino hacia la supervisión y el liderazgo.”
Tania Pinto Da Cunha
VP/Partner, Head of International Sales & Acquisitions – Pink Parrot Media
Desde una perspectiva de género, ¿qué evolución consideras que ha tenido el sector audiovisual desde que iniciaste tu carrera hasta el día de hoy?
“Ha pasado ya bastante tiempo. El sector audiovisual en general ha crecido muchísimo, especialmente en los últimos diez años, gracias sobre todo a las plataformas, que han abierto espacio para una mayor diversidad de contenidos. En mi área específica, que es la de ventas internacionales, sinceramente el cambio no ha sido tan radical. La mayoría somos mujeres, aunque en algunos casos los equipos siguen estando liderados por hombres, pero en una proporción bastante equilibrada.Donde sí se ha notado una evolución notable es en el área de producción: hoy vemos muchas más guionistas y directoras que antes, y eso es maravilloso. Tenemos muchísimo talento femenino en nuestro país, mujeres muy profesionales y creativas que están aportando mucho al sector.”
¿Cuáles han sido (o son) tus referentes en la profesión y te sirvieron de inspiración?
“Os vais a reír, pero cuando era muy joven, una de mis referentes fue Ana García Obregón: la admiraba por ser una mujer independiente, polifacética y con mucha presencia.Ya dentro de la profesión, mis referentes fueron en su mayoría hombres. Uno de los más importantes fue Jeremy Thomas, productor de cine independiente en Reino Unido. Me inspiró profundamente su apuesta por proyectos poco convencionales y su capacidad de arriesgarse por lo que creía. Esa forma de pensar me hizo ver que todo es posible si realmente lo crees y te entregas con pasión. Trabajar en su empresa y todo lo que aprendí allí, ha sido clave para llegar a donde estoy hoy.”
¿Recuerdas algún momento o experiencia que fuese un punto de inflexión en tu carrera para llegar hasta tu posición actual?
“No sé si hablaría de un momento puntual, pero sí diría que la perseverancia y la ilusión por hacer lo que realmente me apasiona, han sido determinantes. Cuando trabajas con entrega y dedicación, la gente lo nota y te da oportunidades.
Empecé en esta industria en Londres, después de estudiar Filosofía en King’s College London. Me rodeé de personas maravillosas que me abrieron puertas al ver mi entusiasmo y energía. Fui avanzando paso a paso, aprendiendo cada día, con empatía y mucha resiliencia frente a los retos. Ha sido un camino muy enriquecedor y lo sigue siendo. Siempre hay algo nuevo que aprender.”
¿De qué manera crees que has contribuido tú, a título personal, con el progreso de la mujer en nuestra industria?
“La verdad, no lo sé con certeza. Lo que sí sé es que he luchado por mis objetivos, y quizá eso ha sido una inspiración para otras. He criado a dos hijas maravillosas, he contado con un compañero de vida que siempre me ha apoyado, y no he dejado de viajar ni de trabajar duro, a pesar de las exigencias de la distribución internacional.
Siempre he encontrado la manera de compaginar mi vida profesional con la personal y familiar, y creo que eso ha servido de ejemplo para otras mujeres que vienen detrás. En varias ocasiones, chicas más jóvenes me han dicho que admiran cómo gestiono todo con una sonrisa y una actitud positiva. Y sí, creo firmemente que todo es posible si crees en ello y luchas con convicción.”
Belli Ramírez Castilla
Fundadora y consultora – Mr. Cohl
Desde una perspectiva de género, ¿qué evolución consideras que ha tenido el sector audiovisual desde que iniciaste tu carrera hasta el día de hoy?
“Ha habido cambios, sí (estamos hablando de 30 años), aunque no tantos como me gustaría. Cuando empecé en el sector, apenas conocía a una mujer animadora, otra que estaba en el departamento de arte, y otras cuantas en el departamento de pintura y color (proceso mecánico para pintar cada dibujo digitalizado). Por suerte, eso ha ido cambiando: ahora hay más mujeres en distintos departamentos, desde arte hasta el más técnico. Pero todavía queda mucho por hacer, sobre todo en puestos intermedios como supervisoras de equipos, y por supuesto también en dirección y en los espacios donde se toman las decisiones. Me encantaría ver más proyectos liderados por mujeres, con miradas distintas, formas de trabajar diferentes y otras maneras de contar las historias. Porque cuando hay más variedad de voces, las historias se vuelven más ricas, más auténticas. No es sólo una cuestión de igualdad, es que ganamos todos.”
¿Cuáles han sido (o son) tus referentes en la profesión y te sirvieron de inspiración?
“Cualquier mujer que estuviera produciendo o dirigiendo sus propios proyectos, porque al principio apenas conocía a ninguna. Recuerdo especialmente a Myriam Ballesteros, que fue una de las primeras. Siempre me ha parecido una mujer con empuje, talento y una tozudez admirable para no rendirse ante las adversidades. Cuando no encontró productora para su primera serie, se montó la suya propia, porque creía firmemente en su proyecto. También recuerdo a Mercedes Marro, posiblemente la única animadora en activo en aquella época en España, que se mantuvo en el sector, resistió y acabó también creando su propia productora. Dos mujeres valientes, que abrieron camino con determinación y sin pedir permiso.”
¿Recuerdas algún momento o experiencia que fuese un punto de inflexión en tu carrera para llegar hasta tu posición actual?
Trabajaba como coordinadora de producción en D’Ocón Films, mi primer trabajo después de estar un año en búsqueda activa tras terminar una FP de Imagen y Sonido. Tenía apenas dos años de experiencia en animación cuando me ofrecieron ser jefa de producción de una serie que ya estaba en marcha en otra productora. De joven una es más osada y se lanza a todo. No recuerdo sentir miedo ni falta de confianza, pero sí que tuve que trabajar muchísimo, muchas horas, para aprender a hacer bien mi trabajo y, sobre todo, para ganarme la confianza de un equipo formado mayoritariamente por hombres. Eso fue clave. No tenía todas las respuestas, pero aprendí a hacer todas las preguntas. Tenía muchas ganas, mucha curiosidad y un compromiso enorme por estar a la altura. Y lo más importante: tenía un gran equipo que, como yo, se estaba iniciando y estábamos cargados de energía.”
¿De qué manera crees que has contribuido tú, a título personal, con el progreso de la mujer en nuestra industria?
“Quiero pensar que he aportado desde la generosidad, compartiendo mi experiencia y mis aprendizajes con otras mujeres que han querido abrirse camino en la producción de animación. Siempre he creído que lo poco o mucho que una sabe no sirve de nada si no se transmite. Ver cómo algunas de ellas hoy lideran equipos o proyectos me emociona profundamente. Y me hace sentir que, aunque aún queda camino por recorrer, cada paso cuenta.
Ahora, mirando atrás, yo también me reconozco en Myriam, en Mercedes, o en tantas otras que seguimos aquí, sosteniendo, empujando, manteniéndonos firmes. Y ahora somos nosotras quienes podemos allanar el camino para las siguientes. Si de verdad quieren estar en esta industria, aquí estamos, para decirles: sí, es posible.”
