Tras dedicar la última entrega mensual de nuestras Mujeres JASP al sector cinematográfico, hemos querido seguir la misma senda haciendo lo propio con esta cuarta edición de las mujeres ALICE del audiovisual español, protagonizada por tres ejecutivas de dilatada experiencia, estrechamente relacionadas con nuestro cine y la celebración que supone el Festival de San Sebastián: la coordinadora de una agencia pública de promoción exterior; la máxima directiva en España de una distribuidora multinacional; y la responsable de cortometrajes (porque el corto también es cine) de una plataforma.
Volviendo a San Sebastián, la cita rendirá homenaje una vez más al talento femenino, ya que dos de los Premios Donostia que entregará este año tienen nombre de mujer: la actriz norteamericana Jennifer Lawrence y la productora Esther García, quien ha recibido también este verano el Premio Elías Querejeta de la Academia de Cine 2025 por su medio siglo de trayectoria. Además, la cineasta Alauda Ruiz de Azúa competirá por primera vez por la Concha de Oro con su último largo ‘Los domingos’, que participa en la Sección Oficial; y hasta 16 de los 28 títulos que conforman la sección Made in Spain están dirigidos por mujeres.
Pero la presencia de nuestro cine y nuestras realizadoras se extiende a otros Festivales en estas semanas: ‘Calle Málaga’, el nuevo largo de la directora hispano-marroquí Maryam Touzani, arrancó su periplo internacional alzándose con el Premio del Público Armani Beauty en la sección Spotlight de la Mostra de Venecia, para acudir días después al Festival de Toronto, donde se proyecta como parte de las Special Presentations; el certamen canadiense acoge asimismo el estreno mundial de ‘Tres adioses’, la última película dirigida y coescrita por la célebre Isabel Coixet.
Por último, queremos mencionar otros reconocimientos cosechados por nuestras profesionales: el Festival de Santander entregará en unos días el Faro de Honor a la productora María Zamora y el Faro de Honor Carlos Saura a la directora Icíar Bollaín; mientras que la documentalista Gemma Cubero del Barrio se ha convertido en la primera española que ingresa en el Círculo de Oro y Plata de los Premios Emmy.
Mar Izquierdo Pombar

Coordinadora – Zineuskadi
Desde una perspectiva de género, ¿qué evolución consideras que ha tenido el sector audiovisual desde que iniciaste tu carrera hasta el día de hoy?
«Empecé en 2005 de meritoria de producción, he ido pasando por muchas posiciones en el sector audiovisual, y creo que claramente no estamos en el mismo lugar que cuando comencé mi carrera. He de decir que me he sentido afortunada porque, obviamente en aquella época, los jefes eran hombres, había menos mujeres y las que había tenían que demostrar más.
Hoy veo equipos íntegramente de mujeres, sororidad y muchos menos prejuicios, así que evolución hay. Sin embargo, nos queda muchísimo camino que recorrer, porque sigo escuchando clichés y viendo actitudes ante mujeres que no se dan ante hombres. Encontrar paridad sigue siendo utópico, aunque hay medidas, medios e intenciones.»
¿Cuáles han sido (o son) tus referentes en la profesión y te sirvieron de inspiración?
«Empecé en cine con José Antonio Sáinz de Vicuña en Impala. A mí ya su despacho me inspiraba y me daba respeto por igual. Era historia del cine: fotos, autógrafos, libros, ¡y todo lo que él sabe! Después pasé a trabajar con Fernando Victoria de Lecea, cuyo despacho se parece mucho en cuestión de historia viva del cine. Ambos fueron muy docentes y siempre me enseñaron no solamente lo que me tocaba hacer, sino todo lo que podía interesarme. Creo que la generosidad de ambos me ha formado, e intento que esa frase que oigo tanto en el cine, “información es poder”, no se perpetúe. Muchas personas se guardan datos para controlar, y como he tenido la suerte de no crecer en ese ambiente, intento que no se dé en los lugares en los que trabajo. Me han enseñado enseñando, explicando y con generosidad, y con estos referentes, he intentado trabajar así.
Junto a estos dos hombres, estuvieron Raquel de los Reyes, por aquel entonces en Impala, y Patricia Nieto, que estaba en la primera película en la que trabajé. Admiré profundamente a ambas por la forma en la que, en aquel 2005, actuaban como si pudieran y debieran estar ahí, en un momento en el que muchos hombres posicionaban su puesto de poder por su género. Les vi defender derechos y pelearse por cosas que ellas consideraban justas, nunca bajar la cabeza y acatar.
He seguido teniendo suerte y en cada nueva etapa profesional me he ido encontrado con gente que me ha inspirado. Cuando cambié a televisión me encontré con Stefano Torrisi, otra persona generosísima no sólo en lo laboral, que me fue abriendo puertas y que a día de hoy, sigue compartiendo oportunidades conmigo. Su resiliencia y capacidad es increíble. Belén Goñi, controller histórica, es también un pilar fundamental que siempre me fue explicando todo lo que yo aún no entendía.»
¿Qué momento o experiencia supuso un punto de inflexión en tu carrera para llegar hasta tu posición actual?
«Cuando Fernando Victoria de Lecea me ofreció la primera película como coordinadora de producción. No me sentía preparada, tenía síndrome de la impostora, no lo hubiera aceptado. Sin embargo, me ofreció un ambiente laboral en el que todo lo que aún no sabía se me explicaba, me acompañó y cuando acabé la producción, me sentí diferente. No voy a decir profesional, porque creo que la lacra del síndrome de la impostora es algo difícil de quitar, pero sentí que lo había defendido.
El otro momento en el que sentí que lo que hacía tenía sentido fue hace relativamente poco tiempo. El cambio a Zineuskadi se dio hace cuatro años, y obviamente supuso otro reto y una nueva etapa de síndrome de la impostora. Siempre había estado en el lado de las producciones, y moverme al lado de las instituciones me daba respeto. Además, debido a diferentes cambios en el organigrama, tuve que asumir algunos quehaceres sin poder tener un traspaso normal, por lo que los inicios fueron muy duros. Por ello, cuando el segundo año Tomas Eskilsson de Fiml ï Vast, y compañero en CineRegio, me pidió que asistiera como experta a un estudio que ha acabado este año, para analizar la situación del cine y poder dar mi punto de vista, sentí que quizá podía empezar a tomarme más en serio mi posición.»
¿De qué manera crees que has contribuido tú, a título personal, con el progreso de la mujer en nuestra industria?
«Creo que desde que entré en Zineuskadi he tenido la suerte de poder desarrollar ideas y proyectos nuevos que se nos han ido ocurriendo al equipo. Así, algo que eché mucho en falta durante mi formación como es el que nos formase gente en activo, lo he conseguido suplir. Hemos creado Noka Ekoizpena, un programa para formar en tándem a directoras de producción y directoras, y cuya segunda edición se está llevando a cabo este año. Estoy viendo a mujeres aprender de profesionales y florecer en entornos seguros.
Además, estoy cursando un Máster en Estudios de Género y tomando las ayudas del Gobierno Vasco como ejemplo para todas las asignaturas que requieren análisis de este tipo. Estoy intentando analizar la viabilidad, adecuación y los métodos que se han usado para instalar y hacer seguimiento de las cuotas, y pensar e idear modelos que sean adecuados, o ver si los que están implantados son suficientes. Me parece muy interesante tener esta oportunidad, y voy a intentar, ya que tengo a mano a profesionales docentes, hacer propuestas para que, por lo menos en el País Vasco, podamos tener medidas de género que realmente contribuyan.»
Montse Gil

VP & Managing Director – Paramount Pictures Spain
Así mismo, Montse es ponente habitual en distintas escuelas y universidades españolas, y participa activamente en programas de mentoring femenino internacional (Unic Women´s leadership Program) y en organizaciones como Fundación AlaPar o Inspiring Girls. Forbes la incluyó en su lista de las 50 mujeres más poderosas del negocio audiovisual en España, y es también una de las Top 100 mujeres más influyentes de Mujeres+Cía.
Desde una perspectiva de género, ¿qué evolución consideras que ha tenido el sector audiovisual desde que iniciaste tu carrera hasta el día de hoy?
«Desde que comencé mi trayectoria profesional en la industria del entretenimiento, hace ya tres décadas, he sido testigo de transformaciones significativas en cuanto a la presencia y el papel de las mujeres dentro del sector audiovisual. A pesar de estos avances, es innegable que aún queda un largo camino por recorrer: si bien la industria emplea a un gran número de mujeres en distintas áreas y niveles, la realidad es que la mayoría ocupa posiciones intermedias o de soporte, y son pocas quienes logran acceder a cargos de alta dirección o toma de decisiones.
Este fenómeno revela una brecha persistente: la representación femenina en los espacios donde realmente se define el rumbo de la industria sigue siendo limitada. Considero fundamental que haya una mayor presencia de mujeres en estos espacios, especialmente en una industria como la nuestra, encargada de relatar historias y dar forma a las narrativas que consumen millones de personas de diferentes géneros.
La pluralidad de voces y perspectivas no sólo enriquece el contenido audiovisual, sino que también garantiza que las historias reflejen la diversidad de la sociedad. Por ello, resulta imprescindible que las mujeres tengan un rol activo en la definición de qué historias se cuentan y cómo se cuentan, promoviendo así una oferta cultural más incluyente, equitativa y representativa dentro del mercado audiovisual actual.»
¿Cuáles han sido (o son) tus referentes en la profesión y te sirvieron de inspiración?
«A lo largo de mi trayectoria profesional he tenido la fortuna de cruzarme con personas excepcionales que han influido profundamente en mi enfoque, tanto en la gestión como en el liderazgo dentro de una organización del sector audiovisual. Mi primer referente fue mi padre, quien con su ejemplo y apoyo constante, me impulsó a creer en mis capacidades y a buscar siempre la excelencia. Asimismo, recuerdo a ciertos profesores cuyas clases magistrales no sólo despertaron en mí la curiosidad intelectual, sino también el apetito por conocer otras culturas.
A lo largo de los años, mi camino se ha ido enriqueciendo gracias a la colaboración y el intercambio con colegas de distintas disciplinas. He aprendido de personas con trayectorias consolidadas que han sido una fuente de inspiración profesional, pero también de quienes desde el anonimato, enfrentan desafíos cotidianos con una resiliencia y creatividad admirables. Escuchar sus experiencias y perspectivas ha sido fundamental para nutrir mi propia visión sobre la diversidad y un estilo de liderazgo con empatía.»
¿Qué momento o experiencia supuso un punto de inflexión en tu carrera para llegar hasta tu posición actual?
«No podría señalar un único punto de inflexión en mi recorrido profesional, sino más bien una serie de momentos clave y experiencias acumuladas que a lo largo del tiempo han moldeado tanto mi desarrollo profesional como personal. Al inicio de mi carrera, tomé la decisión de salir de mi zona de confort y trasladarme a Nueva York para especializarme en marketing. Esa etapa, además de ser profundamente enriquecedora a nivel académico, me permitió sumergirme en un ámbito internacional, comprender nuevas dinámicas culturales y adquirir herramientas que más adelante resultaron fundamentales para integrarme en el sector audiovisual a mi regreso.
Movida por una constante curiosidad y un afán de superación, continué ampliando mi formación con un MBA y posteriormente un Doctorado, los cuales no sólo me aportaron conocimiento técnico, sino que también fortalecieron en mí otros valores imprescindibles como la resiliencia o la capacidad de adaptación. Cada etapa de aprendizaje ha sido un pilar que me ha impulsado a crecer tanto profesional como personalmente.
Estos episodios, aparentemente aislados pero conectados, han ido forjando mi identidad profesional y han sido determinantes para alcanzar mi posición actual. Estoy convencida de que la curiosidad es una de las cualidades más poderosas dentro de cualquier organización: fomenta la innovación, el aprendizaje continuo y la búsqueda de nuevas perspectivas.»
¿De qué manera crees que has contribuido tú, a título personal, con el progreso de la mujer en nuestra industria?
«Desde mi experiencia personal, no me considero protagonista de grandes hitos, pero sí he procurado contribuir de forma constante a la visibilidad y promoción de las mujeres dentro de las organizaciones en las que he trabajado. Ser la primera mujer en ocupar una dirección general en una de las principales multinacionales estadounidenses de distribución cinematográfica ha sido un paso significativo, y confío en que mi presencia haya ayudado a abrir puertas y a demostrar que el liderazgo femenino no sólo es posible, sino fundamental en la cima de la industria.
Además, he dedicado parte de mi carrera a acompañar y guiar a jóvenes profesionales con mucho talento, ofreciéndoles orientación y apoyo para que puedan desarrollarse y encontrar su lugar en el sector audiovisual. Mi objetivo siempre ha sido impulsar entornos laborales más justos, donde la igualdad de oportunidades y la diversidad de voces sean una realidad tangible.»
Guadalupe Arensburg

Responsable de Cortometrajes – Movistar Plus+
Desde 2013 es comisaria de la muestra Ellas son Cine, producida por la Fundación Mujeres por África. Fue co-directora y co-creadora del workshop de animación Bridging the Gap, Animation Lab entre 2015 y 2019. Fue editora del libro ‘Cinematografías. África’, publicado por La Casa Encendida en 2007, y autora de ‘Cinematografías de África. Un encuentro con sus protagonistas’, publicado por Casa África en 2010.
Desde una perspectiva de género, ¿qué evolución consideras que ha tenido el sector audiovisual desde que iniciaste tu carrera hasta el día de hoy?
«En los años 90, cuando comencé mi carrera profesional adquiriendo cortometrajes para CANAL+, era muy excepcional encontrar cortos dirigidos por mujeres para incluir en nuestra programación. Para quienes creemos que el cine y el audiovisual desempeñan un papel fundamental en la ruptura de modelos que son un obstáculo para la igualdad entre hombres y mujeres, ver que cada vez hay más películas que cuentan con mujeres en roles clave, es una señal de que estamos avanzando hacia una industria más diversa e inclusiva.
Las directoras han ido a lo largo de los años apropiándose y reivindicando una mirada y una voz propias, buscando nuevas formas de narrar y nuevas poéticas visuales, abordando temáticas más amplias y libres. Y aunque todavía quedan muchas conquistas pendientes, el avance es evidente y un llamado a seguir impulsando cambios que garanticen la igualdad real.»
¿Cuáles han sido (o son) tus referentes en la profesión y te sirvieron de inspiración?
«Si hay algo valioso que me ha aportado el sector del cortometraje es lo que tiene que ver con las relaciones humanas. Mas allá de mi pasión por las historias cortas y la posibilidad de conocer a través de ellas otras culturas, tradiciones, lenguas… de viajar a festivales en lugares a los que nunca hubiera llegado si no fuera por mi trabajo, lo más importante que me ha dado esta profesión es la “familia del corto” que he ido haciendo en estos treinta años: guionistas y directores que me han nutrido con sus historias, productores a los que admiro por su capacidad de apoyar y acompañar el talento haciendo posible lo imposible, profesionales de los festivales que generan lugares de encuentro maravillosos, distribuidores que hacen que los cortos lleguen a las pantallas de los grandes festivales… todas estas personas son una fuente de inspiración constante, que me recuerdan que el espacio del cortometraje es un lugar privilegiado de libertad creativa y vínculos colaborativos.»
¿Qué momento o experiencia supuso un punto de inflexión en tu carrera para llegar hasta tu posición actual?
«Un momento importante en mi trayectoria profesional ocurrió en 2006, cuando me nombraron directora del Departamento de Cortometrajes, iniciando una nueva etapa y un nuevo reto con mayores responsabilidades. Ser la persona que se encarga de seleccionar los cortos que se van a emitir en Movistar Plus+ es una enorme responsabilidad, pero sin duda es un gran privilegio. Igual o más apasionante es poder formar parte de la selección de los proyectos de cortometraje que coproducimos anualmente.
En 2015, tras veinte años de profesión, sentí que era una posición honesta por mi parte asumir que tenía un gran bagaje y mucha experiencia adquirida, y que era el momento de retornar a la industria y a la gente joven mi experiencia y los contactos que había ido tejiendo en esos años. Decidí entonces soñar un proyecto propio y así nació Bridging The Gap, Animation Lab, un workshop de animación en el que jóvenes profesionales y estudiantes de España y Latinoamérica tuvieron la oportunidad de desarrollar sus proyectos con grandes profesionales del sector de la animación.
Entre otras de mis pasiones se encuentran las culturas y las cinematografías africanas. En 2008, la institución Casa África me propuso escribir un volumen sobre cines africanos y tras dos años de intenso trabajo presenté, en la Feria del Libro de Madrid, mi libro ‘Cinematografías de África. Un encuentro con sus protagonistas’. Tres años después, recibí una llamada telefónica de María Teresa Fernández de la Vega, para contarme que había leído mi libro, que estaba creando la Fundación Mujeres por África y que quería conocerme. Tras ese encuentro, nació la muestra de directoras africanas Ellas son Cine, que llevo doce años comisariando para la Fundación.»
¿De qué manera crees que has contribuido tú, a título personal, con el progreso de la mujer en nuestra industria?
«Desde Movistar Plus+ siempre he intentado apoyar y fomentar la visibilidad de cortometrajes dirigidos, escritos o producidos por mujeres, tanto en la adquisición de cortos internacionales ya realizados como en el apoyo a la producción de cortometrajes españoles.
Como comisaria de la muestra Ellas son cine, he contribuido a que el trabajo de muchas mujeres africanas pueda ser visto en nuestro país, con el objetivo de dar a conocer una visión plural, innovadora y feminista del panorama cinematográfico africano. A través de esta muestra, he intentado acercar al público madrileño la rica realidad de las sociedades africanas contemporáneas contadas a través de la mirada de sus directoras.»



