La resaca de entusiasmo que ha supuesto el triunfo de Alauda Ruiz de Azúa en el Festival de San Sebastián, tras conquistar la Concha de Oro con ‘Los domingos’ (convirtiéndose en la segunda española que logra este galardón después de que Jaione Camborda hiciera lo propio hace dos años con ‘O corno’), hace que esta nueva entrega de nuestra serie sobre mujeres “Jóvenes Aunque Sobradamente Preparadas” (JASP) del audiovisual español sea especialmente dulce.
Pero este merecido reconocimiento a la cineasta vizcaína, quien también se ha llevado a casa el Premio FIPRESCI que otorga la crítica internacional y el Premio Irizar al Cine Vasco, no es el único titular en clave de género que ha dejado el certamen donostiarra: el guión de ‘Los pasajeros del último viaje’, escrito por las guionistas Marta María Borrás y Laura Conyedo Barral, ha recibido el Premio DAMA de Guion Lola Salvador dotado con 30.000 euros; Belén Funes y su ‘Los Tortuga’ han ganado el 9º Premio Dunia Ayaso 2025 de la Fundación SGAE; la debutante Irati Gorostidi Agirretxe ha recogido una mención especial del jurado del Premio Kutxabank-New Directors por ‘Aro berria’; y las organizaciones feministas que conforman el Grupo de Trabajo Interterritorial de Igualdad (GTI) han celebrado dos jornadas de conferencias y debate para analizar la situación de la igualdad de género en el audiovisual, y trabajar por la erradicación de las violencias machistas. Fue en este contexto precisamente donde RTVE aprovechó para anunciar que su Observatorio de Igualdad formará parte de las mesas de valoración de cine en las que se eligen qué largometrajes serán adquiridos por la televisión pública.
Saliendo de la órbita de San Sebastián, también cabe destacar el Faro al Talento Joven que el Festival de Santander ha otorgado a la realizadora Clara Roquet; o los premios Mujeres en el Cine Alice Guy concedidos por la Consejería de Igualdad de la Junta de Castilla-La Mancha a los proyectos ‘Flores para una madre ausente’ y ‘Olivia’, de las autoras Ana Puentes Margarito y María Zebina Guerra Peña, respectivamente.
A nivel internacional, la ópera prima de Lucía Aleñar Iglesias, ‘Forastera’, ha ganado el Premio de la Crítica FIPRESCI en el Toronto International Film Festival; y el largo ‘#SeAcabó: Diario de las campeonas’ está nominado al Premio Emmy Internacional como Mejor Documental Deportivo, lo que supone la segunda candidatura para su directora Joanna Pardos, tras estar nominada en 2023 por la docuserie ‘Alexia: Labor Omnia Vincit’.
Con esta embriaguez de buenas noticias, os dejamos con las JASP protagonistas de este mes, que incluyen a una guionista y actriz, una especialista del departamento de arte de importantes títulos de animación, o una agente de derechos audiovisuales en una agencia literaria.
Anna Marchessi

Guionista y actriz
Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo
«En mi doble faceta como actriz y guionista, me dedico a tejer y a encarnar historias de ficción con las que otras personas puedan permitirse relajarse, distraerse, reflexionar o soñar durante un rato.»
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?
«Me siento más segura y relajada detrás de un teclado, una libreta o un post-it, que delante de la cámara o subida en las tablas. Creo que la sensación de vulnerabilidad y de exposición que se vive actuando es infinitamente mayor que cuando escribes, pero también lo es la adrenalina que genera. Considero que, cuando pones cuerpo y voz a los personajes, cuando les das vida de manera carnal, y además lo haces en períodos vitales de tiempo breves e intensos, tienes que tener la cabeza muy bien amueblada para que la montaña rusa emocional que eso genera no te termine desdibujando como persona.»
Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?
«Creo que es un buen momento para la industria, puesto que hay muchos proyectos en los que los miembros del sector pueden llegar a trabajar de manera bastante más estable que en etapas anteriores. La contrapartida a esta ingente cantidad de series, películas, cortos y obras de teatro, es que todas se olvidan pronto y dejan poca huella en el espectador, que ha normalizado esta bulimia de consumo y olvida lo que ha visto en cuanto empieza lo siguiente, sin llegar muchas veces a reflexionar críticamente sobre qué le ha gustado y qué no.»
Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?
«Obligaría a plataformas, productoras y televisiones a atreverse a probar cosas nuevas. En mi humilde opinión, creo que, pese a que actualmente se ha alcanzado la mayor cota de productos ofertados para consumir, la selección de proyectos, salvo contadas excepciones, sigue dominada por un sesgo marcadamente conservadurista que hace que lo que se compra, y por tanto lo que consume el espectador, sea lo de siempre. Sin embargo, si la industria pretende ser un reflejo de la realidad que vivimos, ¿no debería empezar a parecerse a lo que vemos, por ejemplo, en un vagón de metro?»
¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?
«Considero que lograr coescribir, codirigir y coprotagonizar un montaje teatral en el Teatro del Barrio, principal sede del teatro alternativo, ya es todo un hito. Al hilo de lo que decía en la pregunta anterior, cuando los poderosos no ponen dinero para diversificar una industria en la que (aunque cada día más) muy pocos perfiles tienen cabida, al final tienes que coger el toro por los cuernos y abanderar tú los proyectos que te gustaría ver, las historias que te gustaría contar. Creo que es mejor hacerlas realidad con menos medios que dejarlas cogiendo polvo en un cajón durante décadas, a la espera de una gran oportunidad que no termina de llegar nunca.»
Patricia Díaz Ojeda

Dpto. Arte
Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo
«En los últimos años me he especializado en fondos (backgrounds), desde su concepción inicial hasta el acabado final en color. Dependiendo del proyecto, trabajo en una o varias fases de este departamento, que básicamente consiste en crear y dar forma a esos escenarios que los personajes habitan en pantalla.»
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?
«Me apasiona lo creativo y todo lo que aprendes en cada proyecto. Y sobre todo, aunque suene manido, los compañeros. Podrás trabajar en grandes producciones, pero al final lo que queda en la memoria es la gente que te acompaña durante ese tiempo compartido. Como anécdota curiosa, cada vez que empiezo un proyecto, genero en mi ordenador una carpeta llamada “memes”. La cantidad de archivos que haya en esa carpeta al final del proyecto es, sin duda, mi medidor de calidad. Puedo decir con alegría que últimamente esas carpetas suelen estar llenitas una vez acaba el trabajo.
En cuanto a lo que menos me gusta, me agotan muchas veces los tiempos. Sobre todo cuando trabajas en remoto, los deadlines y las cuotas de trabajo suelen ser bastante apretadas, cosa que no he sentido tanto cuando trabajaba presencial en los estudios.»
Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?
«Nos encontramos en un momento ambiguo. Hemos demostrado con creces la cantidad y calidad de talento que existe en el panorama nacional: historias interesantes, variedad de propuestas gráficas, talento cualificado y profesional… Ahora sólo queda acompañar todo esto de más apoyos para desarrollar de forma fuerte y eficiente una industria potente y estable, que apoye la variedad y diversidad de proyectos y que dé más oportunidades a creadores noveles.»
Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?
«La inestabilidad, sin duda. Es un fantasma que nunca deja de perseguirnos. Puedes hablar con alguien que esté empezando o con un artista ya con años de trayectoria, y a todos en mayor o menor medida nos acompaña siempre. ¡Y los sueldos! A veces nos olvidamos de que los nuestros son trabajos especializados, que requieren de formaciones específicas y muchas horas de trabajo para estar siempre al día. Creo que en ese sentido aún queda mucho por mejorar. Unos mejores salarios y condiciones laborales harían de esta una industria más fuerte, estable y con mayor proyección internacional.»
¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?
«Este 2025 me siento muy agradecida porque he tenido la suerte de poder trabajar en muchos proyectos súper bonitos e interesantes. También ha sido un año de ponerme más en serio con ‘Guayota’, un proyecto personal de cortometraje de animación 2D inspirado en la mitología canaria que tenía ahí rumiando desde hace unos años. Con él fuimos seleccionados en Truxa Muxa, la residencia artística que comenzó hace meses con masterclasses online y ha terminado a finales de septiembre con un encuentro presencial en Malerreka (Navarra). Una experiencia que recomiendo sin lugar a dudas. Todo esto acompañada de gente increíblemente talentosa y encantadora, no puedo pedir más.»
Flor Amarilla Bermejo

Agente de derechos audiovisuales – Dos Passos
Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo
«Mi labor es conseguir que las historias de las novelas lleguen a la pantalla. Trato de seleccionar las publicaciones de los autores de la agencia que tienen potencial para convertirse en un producto audiovisual. A partir de ahí, analizo la obra, redacto un documento de venta, escojo las productoras donde creo que podrían encajar, y me reúno con ellas para transmitirles con pasión las grandes historias que encierran los libros.»
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?
«Lo que más me gusta es conseguir que las productoras sean capaces de ver el potencial que tienen las IPs que trato de vender. Es muy estimulante ver cómo una obra literaria se convierte en un producto audiovisual y pensar en que has aportado tu granito de arena en el proceso.
Lo malo es que normalmente son procesos que llevan muchísimo tiempo y que, en la mayoría de los casos, a pesar de haber conseguido una primera venta para que X productora se quede con la opción, muchas no consiguen la financiación suficiente y hay que volver a la casilla de salida. A pesar de eso, merece la pena volver a intentarlo.»
Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?
«Creo que está en un momento muy potente donde se está produciendo mucho y hay muchas oportunidades. Sin embargo, desgraciadamente la industria es muy poco diversa. Las grandes plataformas y productoras ofrecen productos muy similares. Sólo apuestan por IPs fáciles de vender, historias comerciales para el consumo en masa… Siento que actualmente lo que impera a la hora de decidirse por producir una historia y no otra, es la rentabilidad y no el arte en sí mismo.»
Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?
«Que hubiera más productoras valientes y capaces de apostar por lo original, lo nuevo, lo diferente.»
¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?
«Me encantaría conseguir vender los derechos de ‘El efecto deseado’, una novela de Guillermo Alonso publicada el pasado 17 de septiembre en Seix Barral. La obra es una delicia: divertidísima, entretenida y profunda. Un gran relato de ficción pura que está al servicio del deleite del lector. Una de esas historias a las te entregas para vivir otras vidas que no son la tuya. Con personajes extravagantes, un humor irónico y valiente, y una manera de narrar la vida que te lleva del drama profundo a la carcajada sincera.»



