El director del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano, Manuel H. Martín, se acerca al décimo año al frente del certamen satisfecho de haber llegado a un modelo de certamen que se quería con un equilibrio entre una programación de prestigio con vocación popular y, sobre todo, una cercanía humana y profesional que se ha convertido en su seña de identidad. La 51ª edición del certamen concluyó hace unos días y el también guionista, escritor de cómics y socio fundador de la productora La Claqueta ha hablado con Audiovisual451 para hacer un balance de éste y de la década que lo ha dirigido.
“Yo creo que estamos en un momento bonito de festival, estamos en un momento feliz, luminoso, en un certamen en el que a pesar de que llueva, como nos pasó al inicio, el público viene al cine, estamos en un momento importante, de futuro, pero también mirando al pasado. Estamos cerca de lo que fue su primera etapa con José Luis Ruiz al frente y creo que hay calidad cinematográfica, pero sobre todo mucha cercanía humana; aquí tratamos con mucha cercanía y mucha calidez a todos los que vienen, somos una familia, ya son 51 años de festival, iremos por la 52, pero todo el que venga a Huelva tiene que sentirse como en casa”, ha asegurado.
Según Manuel H. Martín, el formato que se tuvo en la edición del 50º aniversario “marcó un punto de inflexión”, y ahora se ha confirmado que esa estructura funciona tanto para la industria como para el público, el presupuesto este año se ha mantenido estable y la respuesta del público ha acompañado, consolidando la línea iniciada.
“A mí me gusta usar mucho el concepto ‘año 1 para la 51’, yo soy comiquero y me acuerdo del Batman año 1, y porque creo que tanto las entidades que nos apoyan, las instituciones y el equipo vimos que este es el modelo de festival que queremos, hay una programación de prestigio, pero también de vocación popular, aunque sean películas con personalidad, con un concepto autoral. El modelo está, ahora, todos los años habrá que pulir y vamos mejorando”, ha apuntado.
Sobre su permanencia en la dirección del certamen, ha manifestado que “yo estoy feliz, ilusionado, en marzo de 2026 haré 10 años como director, entonces te entra un poco de vértigo; me siento arropado por las instituciones, y muy cómodo trabajando con ellos, nos entendemos y también con el equipo, lo que pasa es que son muchos años, y yo entiendo que llegará un momento en que la etapa se acabe, pero no necesariamente tiene que ser el año que viene, ni el otro”.
Un festival notable y bien valorado por el ICAA
Más allá de la percepción interna, Martín sostiene que el éxito de este modelo está avalado por los datos y por la valoración institucional. El festival mantiene un notable en la evaluación del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), un indicador importante en un contexto de fuerte competencia entre certámenes y de creciente profesionalización del sector. Este posicionamiento es, para él, una prueba de que el trabajo de programación, gestión y servicio público está dando resultados.
A esta valoración se suman los logros de las películas presentadas en las últimas ediciones. “El año pasado dos filmes de nuestra Sección Oficial llegaron a la final de los Goya, y varias producciones seleccionadas han triunfado en los Ariel y en otros premios internacionales”, recuerda. Para Manuel H. Martín, estos resultados muestran que Huelva se ha convertido en un espacio relevante para la visibilidad del cine iberoamericano, capaz de situar títulos en la conversación crítica y en la temporada de premios.
La respuesta del público también confirma esta línea ascendente. La asistencia se mantiene estable e incluso al alza en determinadas franjas, consolidando la relación entre la ciudadanía y el certamen. El director destaca que incluso en días de lluvia o cambios de programación, la afluencia demuestra la fidelidad de un público que ha recuperado el hábito de acudir al festival como evento cultural de referencia.
Sobre lo que hoy quizás falta, es impulsar aún más que la propia ciudadanía, el público local, disfruten el cine en pantalla grande, y que aquellos que critican el evento sin conocerlo vengan, que lo critiquen desde dentro. “Aquí se aceptan las críticas, incluso en sala nos las pueden hacer, hablamos con todo el mundo, aquí se le abren las puertas a todo el mundo, pero también se acepta que la gente vea las bondades que tiene el festival, que son muchas, es un festival cercano a nivel logístico, a nivel humano y a nivel cinematográfico”, ha reiterado.
Un modelo industrial basado en la utilidad, no en la ostentación
Uno de los ejes centrales del discurso del director del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano es su visión sobre la industria. A diferencia de otros certámenes que centran su actividad industrial en grandes foros o en encuentros multitudinarios, Huelva apuesta por un modelo pragmático y adaptado a sus recursos. “No queremos actividades de industria que prometen más de lo que cumplen, preferimos acciones concretas, útiles y medibles”, afirma.
En este sentido, ha destacado la actividad con la Residencia de Extremadura, que ha permitido que proyectos en desarrollo reciban asesoramiento real, así como la Residencia de Guionistas impulsada junto a la Agencia de Instituciones Culturales y la UNIA, centrada en narrativas con vinculación andaluza. Estas iniciativas —explica— generan un impacto directo y verificable en los creadores, algo que él considera esencial para no diluir recursos en actividades de mera imagen.
Ha insistido además en la importancia de trabajar en la formación de audiencias, recordando que “la industria sin espectadores no existe”. El festival moviliza a miles de escolares de Huelva y su provincia, integrándolos en una programación educativa que incluye sesiones presenciales y la plataforma Ventana Cinéfila a través de Filmin. Esta estrategia, explica, vincula el futuro de la industria con la experiencia temprana del cine en pantalla grande, especialmente en municipios sin acceso a salas.
Asimismo, el director ha defendido una política de viajes institucionales más contenida, concentrando los recursos en que los equipos de las películas seleccionadas puedan venir a Huelva. “Para mí lo más importante para dar proyección al festival en Iberoamérica y en otras partes del mundo es que las películas estén aquí con parte del equipo, yo tengo una política de viaje más austera porque yo creo que no hace falta viajar tanto, creo que hay que viajar dependiendo del volumen que se tenga y en un festival que está cercano al millón de euros, no es necesario salir tanto; mi perfil es de gestión, nuestros asesores de programación sí viajan y nos retroalimentan, tenemos una programación de prestigio”, ha comentado.
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La oficina de rodajes Huelva Film debe ser un aliado del festival para promocionar nuestro cine y atraer más rodajes
Sobre el relanzamiento de la oficina de rodajes Huelva Film, Manuel H. Martín ha subrayado que debe convertirse en un aliado estratégico del certamen. “Para nosotros, tiene que ser una entidad colaboradora más del festival”, asegura, recordando que desde su reactivación “estamos abiertos a colaborar” y ha añadido que esta alianza requiere dedicación y cuidado: “Hay que darle todo el cariño, toda la atención que sea posible para que entre todos hagamos eventos en Huelva y atraigamos más rodajes y más promoción a Huelva”.
Como ejemplo concreto de esta sinergia, destaca la acción promocional organizada en torno a ‘Los Tigres’, la película de Alberto Rodríguez en el marco del festival. “Nos hemos montado en un barco con periodistas nacionales e internacionales, con el cineasta andaluz para dar promoción a la película y ver dónde se ha rodado la película, que es fundamental”, ha explicado.
Para él, este tipo de iniciativas deben multiplicarse porque “todos estamos en el mismo barco” y el objetivo común es aumentar la visibilidad tanto del cine que se produce como de los lugares donde se filma. “Aquí tenemos que trabajar todos para que tengamos más promoción de la cultura que se hace aquí”, ha insistido.
Martín también reivindica el valor diferencial que Huelva aporta como ciudad y como festival, una característica que considera insustituible. “Huelva tiene tal potencial… hemos demostrado que tenemos un componente propio que no encuentras en otro sitio, que es el cariño y la cercanía y esa atmósfera se convierte en una marca identitaria”.
