Después de ganar el Goya a Mejor Dirección Novel por ‘Cinco lobitos’ y de hacer una serie, ‘Querer’, reconocida más allá de las fronteras españolas, Alauda Ruiz de Azúa (Barakaldo, 1978) competirá por la Concha de Oro en la 73ª edición del Festival de San Sebastián.
Su nuevo largometraje, ‘Los domingos’, ha llegado por los pelos al único certamen de clase A que se celebra en España después de unos meses de trabajo frenético. La directora y guionista plantea ahora una historia protagonizada por una joven brillante e idealista que siente una inesperada atracción por la vida contemplativa del convento de clausura. La cineasta arriesga, una vez más, al elegir a una actriz debutante para el papel principal, Blanca Soroa.
Acompañan a Ruiz de Azúa algunos de sus socios habituales, como Movistar Plus+, de hecho, es una producción original del servicio de pago de Telefónica. También quienes la lanzaron desde La Incubadora de ECAM con ‘Cinco lobitos’: Buenapinta Media, la productora de Marisa Fernández Armenteros, y Encanta Films, de Manu Calvo. De nuevo BTeam Pictures llevará la película a las salas españolas, será el 24 de octubre. Se suman a ‘Los domingos’ como productoras Sayaka Producciones, Think Studio, Colosé Producciones y Los Desencuentros Película AIE. Le Pacte gestionará las ventas internacionales.
Rodada en Bilbao este mismo año, ‘Los domingos’ completa su reparto con Patricia López Arnaiz, Miguel Garcés, Juan Minujín, Mabel Rivera y Nagore Aranburu. El filme, según Guillermo Farré, director del área de Cine Original y Cine Español de Movistar Plus+, “uno de los mejores guiones que hemos leído en mucho tiempo”, habría tenido un presupuesto de unos 4,7 millones de euros.
El de 2025 ha sido un verano caliente para Marisa Fernández Armenteros, quien hace casi cinco años puso en marcha “mi proyecto de vida”, Buenapinta Media. Y es que la productora ha dedicado las últimas semanas a la postproducción de ‘Los domingos’ y de ‘Tre Ciotole’, lo nuevo de Isabel Coixet, estrenado en Toronto. En paralelo, ultima el estreno de ‘Ciudad sin sueño’, primer largo de ficción de Guillermo Galoe, y sigue con ‘Altas capacidades’, largometraje de Víctor García León. Entre tantos y tan variados proyectos, Fernández Armenteros ha comentado con Audiovisual451 cómo ha sido volver a trabajar con Alauda Ruiz de Azúa y qué propone ‘Los domingos’.
Audiovisual451: Marisa, el rodaje de ‘Los domingos’ comenzó en abril de este mismo año. Y la película se va a estrenar a mediados de septiembre en San Sebastián. Esto es mucho correr, ¿no?
Marisa Fdez. Armenteros: “Efectivamente, tú lo has dicho, estábamos finalizando el rodaje el 11 o 12 de abril, y es verdad que ha sido una postproducción absolutamente… ni siquiera se puede decir rápida, ha sido espídica, pero es cierto que, en esta película, Alauda vuelve a trabajar con su montador de confianza, Andrés Gil [‘Cinco lobitos’, ‘Querer’], y el proceso de montaje ha sido muy gustoso. Creo que nos ha malacostumbrado, porque todas las semanas recibíamos premontajes de todo aquello que se iba rodando, y claro, eso a los productores nos facilita muchísimo el trabajo porque nos permite ver por dónde va la película, cuál es el tono, hemos podido identificar muy rápido los logros de lo que Alauda quería contar, y la claridad con la que había apostado por esta historia. Ha sido un proceso de montaje de los más bonitos que he tenido. No tendremos nunca suficiente dinero para agradecerle a Andrés, y a la propia Alauda, este trabajo extra, cada día después del rodaje, los fines de semana, ahí estaban los dos trabajando codo con codo.
En definitiva, hemos llegado al montaje, por supuesto, acelerados, pero con una gran base de trabajo, y sobre todo sintiéndonos muy cómodos porque no iba a haber sorpresas, el material que se iba a montar era muy bueno.”
A451: ¿Y cómo se lleva eso de ser una de las productoras de cabecera de Alauda? Parece que ya vuestros caminos son inseparables, ¿no?
M.F.A.: “A mí me encantaría que eso siguiera ocurriendo. ¿Qué voy a decir? Trabajar con Alauda para mí es una lección, es una lección de cómo una directora tiene esta capacidad de trabajo, de perfección, este sacrificio por apostar por historias tan distintas y, sobre todo, tiene para mí el gran don, que es escuchar, escucha a sus productores, dialoga con sus productores. Es una suerte poder trabajar con gente como Alauda, a la que no hay que perseguir con nada, que está encima de todo, que realmente tiene la ambición en el buen sentido, y lo ve como una oportunidad, y como ella siempre habla de los viajes, para ella esta película era un viaje, y un viaje muy deseado. Yo aprendo todos los días con Alauda, y de verdad que no suena tópico, es que hemos pasado, como en todas las películas, por decisiones más o menos fáciles, por retos, por cosas que no te las esperabas, y tiene un sosiego a la hora de encarar los problemas que para mí es admirable, y sobre todo tiene una capacidad de trabajo que yo pocas veces he visto, no se rinde, no se rinde, no se rinde nunca. Y en el cine eso es impagable.
Alauda no se conforma, al mismo tiempo no se deja llevar por corrientes ni modas, tiene muy claro desde dónde quiere hacer la película, cómo quiere contar la historia, por qué quiere apostar por esos actores, por qué esta propuesta de arte, ha trabajado mucho antes de llegar a sus primeros largometrajes, y ves cómo te presenta un dossier en el que incluye cómo quiere abordar el trabajo del arte y el diseño de producción de la película, por qué elige los colores en unos decorados y no otros… ahí es donde ves el perfeccionismo, o por qué apuesta y dice ‘no quiero música original en esta película y voy a apostar por estas músicas’, Alauda siempre hace un trabajo previo muy fino, muy conciso.
En el caso de ‘Los domingos’, estamos ante una historia que requería muchísima investigación, y es impresionante todo lo que ha investigado en los dos últimos años. Los productores y ella tenemos un grupo de WhatsApp que se llama ‘Lobitos por sorpresa’, vamos arrastrándolo desde ‘Cinco lobitos’, y cuando lo repasas, te das cuenta de su capacidad de trabajo y de la finura a la hora de trabajar.”
A451: Comentas que ‘Los domingos’ es más ambiciosa, ¿por qué?
M.F.A.: “‘Los domingos’ tiene muchas más localizaciones, pisos interiores, una localización que es un reto porque es un convento y que en ningún caso queríamos que fuera un decorado, tenía que ser una localización natural. Es una película con muchísimos más actores y con el gran reto de ser una película muy colectiva. Hay bastantes secuencias familiares, con bastantes personajes, y lógicamente está todo el reto de meterte en el mundo de un convento y trabajar con mucha verosimilitud lo que ocurre dentro. Eso, lógicamente, pasa por más semanas de rodaje, claro, frente a ‘Cinco lobitos’, que fueron aquellas cinco semanas justitas, aquí ha habido siete semanas y media de rodaje.
La historia requería que hubiese este diseño de producción, y ya sabes que nunca es suficiente tiempo ni suficiente dinero. Es una película protagonizada por una chica de 16 años completamente ajena al cine. Pasamos fácilmente siete meses trabajando en el casting, tenía que ser una actriz muy fina y ha sido un regalo. Creo que la llegada de Blanca Soroa marcará un antes y un después, porque es impresionante lo que ha hecho esta chica en esta película y de la manera en la que llegó. Pero, claro, son tiempos, y esos tiempos siempre requieren más dinero.”
A451: Claro, pero habéis repetido prácticamente el mismo esquema, estáis los mismos prácticamente que en ‘Cinco lobitos’…
M.F.A.: “Sí, yo creo que eso es lo bonito. Después de conocernos en La Incubadora, Manu Calvo, Alauda y yo, nos dijimos ‘¿cómo nos vamos a abandonar los unos a los otros?’. Para ‘Los domingos’ se han unido Sandra Hermida y Nahikari Ipiña, desarrollamos juntos el guion y mientras tanto entró Movistar Plus+, aún en fase de desarrollo, su aportación ha sido enriquecedora, además de que desde Movistar Plus+ respetan muchísimo la creatividad de Alauda. Repite BTeam Pictures para la distribución en España, y sumamos a Le Pacte para las ventas internacionales. También repiten Comunidad de Madrid, Gobierno vasco e ICAA. En definitiva, creo que la lealtad siempre es un elemento a tener en cuenta, yo siempre valoro a aquellos que apuestan por una ópera prima, cuando no hay nombres y no se sabe cuánto se puede ganar. Eso es hacer una apuesta por el talento.
Después, en cuanto al equipo detrás de las cámaras, Alauda repite con, por ejemplo, Martín Bustos como ayudante de dirección, Andrés Gil en montaje, Zaloa Ziluaga en la dirección de arte, Ana Martínez Fesser en vestuario, Andrea Sáenz Pereiro en sonido, Ainhoa Eskisabel en maquillaje… Además, trabajan por primera vez con Alauda otras profesionales, como la directora de fotografía, Beth Rourits, con quien trabajé en ‘Un amor’, de Isabel Coixet, me encantan esas conversaciones vivas entre unas películas y otras. Y, por cierto, de nuevo un equipo muy femenino en un título de Alauda, además, fraguado de una manera natural, no atendiendo a los requisitos de las ayudas. Por ejemplo, Itziar García Zubiri en la dirección de producción, otra persona con la que estoy absolutamente encantada, no habíamos trabajado con ella, pero había estado en la serie ‘Querer’, y qué voluntad, qué aplomo, qué trato con el equipo, que al final necesitas que desde la dirección de producción se cuide al equipo durante el rodaje, y más en este caso que ha sido tan exigente.”
A451: ¿En qué sentido ha sido exigente el rodaje?
M.F.A.: “Las localizaciones siempre son el quebradero de cabeza que nunca ves venir en ninguna película, cuando crees que lo tienes todo muy atado, pueden caer. Y aquí teníamos muchísimas localizaciones interiores, en pisos naturales de Bilbao, y teníamos un convento, y en ningún caso Alauda quería que ese convento fuese un escenario recreado, quería una localización natural. Justo cuando necesitábamos ese convento, la Iglesia estaba traspasándolo al Gobierno vasco, así que nos vimos rodeados de protocolos burocráticos ajenos a nosotros, de manera que, si empezábamos el rodaje el 24 de febrero, un mes antes aún no sabíamos si íbamos a tener esa localización. Eso afecta, lógicamente, a que no puedes preparar una preproducción con dirección de arte, no puedes planificar todo ese escenario, y después tienen que trabajar muy rápido.
Total, que el departamento de arte y el ayudante de dirección entraron a trabajar en la localización del convento en pleno rodaje. Esto significa tener que jugar también con la improvisación y con que esos días de rodaje la directora tiene que tener muy claro qué puede y qué no puede hacer. Teniendo en cuenta que, además, aquí hay otro reto, es una película, como te decía, donde hay actores no profesionales y, sobre todo, mucha gente delante de cámara, con acting que requiere ensayo, preparación. No tienes unas puestas en escena sencillas y ejecutables con tres actores, no, hay mucha secuencia familiar que a Alauda le fascinan, como bien sabemos, es una delicia verlo, pero puede llegar a haber hasta doce personajes. Por la manera que tiene Alauda de exigir, de pulir cada una de esas secuencias, eso requiere tiempo, y ha sido un rodaje, insisto, muy exigente, no tanto por la climatología porque hemos rodado sobre todo en interiores, sino porque a menos de un mes no teníamos confirmada la localización. Ahora lo pienso y veo que los productores estábamos completamente locos…”
A451: Otro reto habrá sido la integración de la actriz protagonista, que es debutante, con el resto del reparto, conseguir un equilibrio, ¿no?
M.F.A.: “Alauda acudió a Eva Leira y Yolanda Serrano, la película tenía que gravitar en torno a la protagonista, en torno al motor de la película, que es Blanca Soroa. Ese trabajo tenía que ser muy fino, fue un trabajo de varios meses, recorriendo colegios e institutos en País Vasco. De repente, apareció esta niña, y, lógicamente, hubo que pasar muchas pruebas, pero Alauda lo vio clarísimo, y todos lo vimos clarísimo.
Sobre el resto del casting, Patricia López Arnaiz estaba presente en la mente de Alauda desde hace mucho tiempo, decidimos cambiarle el look a Patricia, y ella, como siempre, ha hecho un trabajo excepcional, realmente magistral. La vamos a ver en un rol muy diferente. Miguel Garcés es otra apuesta clarísima de Alauda, nos habló de él porque había estado en un papel muy pequeñito en ‘Querer’, y la verdad es que ha sido una lección de actitud. Juan Minujín, este argentino soberbio y maravilloso, le conocimos en un festival en Palm Spring durante una comida, en un momento en el que no se encontraba el candidato ideal, Alauda dijo ‘¿os acordáis de aquel argentino?’ El tono, la frescura que le ha dado Juan a su papel… otro prodigio. Mabel Rivera, con esa dulzura fantástica, las hermanas de la niña, que son dos criaturas maravillosas… a Alauda le gusta apostar también por caras nuevas, y va a haber sorpresas realmente muy bonitas en ‘Los domingos’.”
A451: El hecho de rodar en País Vasco también ha sido por el incentivo fiscal, ¿no?
M.F.A.: “En este caso, Alauda siempre quiso que la historia sucediera en País Vasco, porque ella lo que maneja son sus familias y aquel mundo, coincidencia que País Vasco tiene estos incentivos fiscales, pero aquí surgió de una manera natural, el propio guion ya venía así. Alauda maneja muy bien esos tonos, esos silencios, ese sentido del humor yo diría norteño, al final es universal, pero sí, es un microcosmo suyo y creo que es marca de la casa.”
A451: Y se cierra un poco el círculo llegando a San Sebastián y a competir por la Cocha de Oro, que eso me imagino que ha sido un subidón también.
M.F.A.: “Rebordinos, que sabemos que es el entusiasmo, la perseverancia, la cabezonería, a partes iguales, nos llamaba prácticamente todas las semanas para preguntar cómo iba Alauda, y todo el rato le decíamos, recuerdo antes de Cannes, ‘José Luis, que estamos montando, o sea que nosotros no vamos a poder llegar’, y él decía ‘yo os espero, yo os espero y os vamos a esperar.’
Y esa espera ha sido una dulce espera, vieron la película y fue una llamada tan bonita, lo primero que nos dijo José Luis fue ‘llevamos dos horas hablando de la película’, lo cual es fascinante, porque significa que la película tiene vida, la película importa y la película interpela a ese comité, que además de comité son también espectadores. Y a mí eso me hizo mucha ilusión y lógicamente te da fuerzas para trabajar esta película con la ambición de llegar a ese festival, de que a la prensa le guste, pero también de que al público le emocione y que suscite conversación.
He de añadir que el día que se anunció la selección en San Sebastián recibimos muchísimos mensajes de la profesión diciendo ‘qué bonito que Alauda llegue’.”
Lo próximo de Buenapinta Media
A451: ¿Cómo serán los próximos meses para ti, Marisa?
M.F.A.: “Empiezo el curso con Isabel Coixet y ‘Tre Ciotole’ en Toronto, iremos después a otro festival y prepararemos el estreno en salas para 2026. Estrenaremos este otoño ‘Los domingos’ y ‘Ciudad sin suelo’, y seguimos con ‘Altas capacidades’, comedia dirigida por Víctor García León, coescrita con Borja Cobeaga, me siento orgullosa de este trabajo porque plantea temas incómodos relacionados con los estatus sociales.
En paralelo, estoy con varios proyectos en desarrollo, en fase embrionaria. Para mí, es muy importante no estar en muchos proyectos a la vez porque me gusta estar muy atenta a cada paso de cada proyecto, sí puedo decir que son proyectos radicalmente distintos entre sí, mismamente como las películas que mencionaba, me gusta apostar por la variedad y no dejarme llevar por las tendencias, aunque eso suponga tener más dificultades para financiarlas. Buenapinta Media es mi proyecto de vida y voy por corazonadas, me gusta hacer las cosas con tiempo y cuidado.”
