‘Faisaien Irla (La isla de los faisanes)’, una historia sobre una problemática migratoria en una frontera desconocida para el gran público llega el viernes 25 de abril a los cines de España y de Francia. La coproducción hispano-gala de este thriller constituye el debut en el largometraje de Asier Urbieta, quien también es autor del guion junto a Andoni de Carlos (‘Handia’).
‘La isla de los faisanes’ es una producción de Arcadia Motion Pictures, La Tentación Producciones y Galatea Films, en coproducción con la compañía francesa La Fidèle Production. El filme cuenta además con la financiación del ICAA y el Gobierno Vasco, y la participación de EiTB. Además, BTeam Pictures se encargará de la distribución en cines de España y Latido Films de las ventas internacionales.

Rodada durante aproximadamente seis semanas en euskera y francés, mayoritariamente, la película se ha filmado en diferentes localizaciones naturales de Irún, Hendaya y San Sebastián. ‘La isla de los faisanes’ es el condominio más pequeño del mundo, un islote fluvial en la desembocadura del Bidasoa que dibuja la frontera natural entre España y Francia. La aparición de un cadáver en ese lugar irrumpe en las vidas de Laida y Sambou, una joven pareja que vive en la frontera del río.
La película está protagonizada por la ganadora del Goya Jone Laspiur (‘Ane’) y el debutante Sambou Diaby, con la participación de Ibrahima Kone y la colaboración especial de Itziar Ituño y Josean Bengoetxea.
Sandra Tapia, productora de Arcadia Motion Pictures, ha contado a Audiovisual451 que tuvo conocimiento del proyecto en el Laboratorio Opera Prima de ESCAC. “Fue muy curioso porque yo ya me estaba marchando y Asier y Andoni me hicieron lo que le llaman los americanos un ‘elevator pitch’, un pitch en dos minutos y me quedé alucinada de la temática real que había detrás, yo estaba sorprendida de que estuvieran en un entorno de ópera prima, pero es verdad que para Asier, quien había rodado mucho corto y una serie, era su primera película de ficción; yo les dije que les llamaría al día siguiente y no me creyeron, pero lo hice y conseguimos contar esta historia, porque realmente a nosotros lo que nos gusta es hacer llegar al público, historias y personajes o situaciones como esta que hagan reflexionar o que denuncien, como en este caso, lo que está sucediendo en la frontera del Bidasoa”.

La productora ha resaltado que a Arcadia Motion Pictures le interesa dar luz a problemáticas o a temáticas, “desde el lugar en nosotros lo sabemos hacer, que es la ficción, en este caso inspirada fuertemente por un contexto real que está sucediendo y sobre todo el poder llegar al espectador de una forma más global, somos una productora que pretende buscar el talento y contar historias que remuevan y que te hagan reflexionar como espectador y como ciudadano también”.
Tapia ha asegurado además que le llamó la atención del proyecto que había una problemática migratoria y de frontera actual, desconocida para el gran público, incluso para el público más próximo, el del norte, el del País Vasco, y que la historia estuviera envuelta en una premisa muy de thriller en el sentido de que hace dudar al espectador sobre qué haría si estuviera en determinada situación o cómo reaccionaría delante de su pareja. “La película habla mucho de la identidad, también de la pertenencia, también de lo absurdo de esa frontera y lo hace desde un ambiente de thriller, tiene todos los elementos que puede tener el género: un muerto, una comisaría, una frontera, un desaparecido, contado desde un lugar humano y partiendo de una realidad desconocida para el gran público, todo esto resultó muy atractivo para mí y por eso quise producirla”, ha destacado.
Rodar en localizaciones reales y respetar la identidad
Para Sandra Tapia, el reto mayor de la producción ha sido rodar en las localizaciones reales donde al mismo tiempo se estaba produciendo hechos como los que se cuentan en el filme. “Tristemente, cuando Asier empezó con esta historia hace unos años, confiamos en que en el momento de ir a rodar, los problemas de la frontera ya hubieran terminado, pero no fue así, entonces, tuvimos que hacerlo con mucha delicadeza, con mucho trabajo y con mucha ayuda por parte de las autoridades; rodamos en la Isla de Los Faisanes, que es el condominio más pequeño del mundo, pero también en el Bidasoa, en el mismo puente de Santiago donde hay controles constantes”, ha explicado y agregó que “nosotros hemos visto, mientras rodamos, devoluciones en caliente, lo que nosotros estábamos rodando sucedía de verdad en el siguiente puente, por lo que el mayor reto fue ese, rodar esta historia en localizaciones naturales, en las ocasiones reales donde estaba sucediendo el problema de la frontera”.
La productora ha remarcado que “nosotros queríamos ser muy respetuosos con la historia y con el entorno de verdad, porque la identidad y la pertenencia son temas que también jugaban un papel importante y cuando Asier y Andoni nos presentaron el guion, su voluntad era rodarla en euskera y en francés, para preservar esa convivencia; el tema idiomático es importante en estos lugares de tránsito, también con los chicos, con los migrantes que están intentando cruzar, entonces, el tema de la lengua fue algo ya natural y no forzado desde el inicio, que nosotros también quisimos respetar”.

Tapia ha referido que desde Arcadia Motion Pictures ya se han producido otras películas como ‘As bestas’ o ‘Mediterráneo’, en las que la lengua juega un papel natural, “y estamos muy a favor de contar estas historias a partir del idioma, lo que sería natural cuando se parte de temas o inspiraciones muy reales y con esta película también se ha dado así, de hecho, ‘La isla de los faisanes’ no se ha doblado y se va a estrenar este viernes en versión original en todo el país”.
La elección de los personajes con un gran trabajo de ‘street casting’
Sobre la elección de los intérpretes, Sandra Tapia ha asegurado que el papel protagónico masculino estaba escrito para Sambou Diaby, actor de teatro, porque el director Asier Urbieta y él ya se conocían, pero además era un gran reto encontrar a un actor vasco negro que hablara en euskera; el resto del casting se hizo bajo la premisa de ser muy fieles a la realidad pero que no constituyera un problema legal ni moral por el hecho de trabajar con personas sin documentación.
“El trabajo para el gestor de personajes sí que fue un trabajo de mucho ‘street casting’, hay gente que nunca se había puesto delante de una cámara y otros que sí que habían hecho un trabajo previo, a muchos les resuena la historia que contamos por familiares o por gente conocida, y otros sí que lo han vivido en carne propia, pero la mayoría son actores naturales”, ha manifestado.
También ha explicado que “trabajamos mucho viendo centros de acogida, red de voluntariado, pero nunca quisimos entorpecer el trabajo magnífico que hacen en su día a día para ir a rodar o utilizar sus recursos como figuración o como localización, porque parar un día o dos o tres de un trabajo de una red de acogida implica que las personas que lo necesitan durante esos días no tienen un lugar de acogida, lo que hacíamos era inspirarnos en cómo eran esos lugares y después reproducirlos”.

La productora de Arcadia ha resaltado que ha sido un mérito del director haber construido una relación y un vínculo entre los protagonistas y el resto del elenco también fuera del rodaje. “Yo recuerdo que él hacía cosas que parecían como muy relajadas, pero estaban muy bien pensadas, como proponer que fueran a tomar algo fuera del tiempo de rodaje y contar cada uno de ellos su historia vital, de tal modo que se ponía en evidencia que los problemas de primer mundo que muchas veces nos agobian, son nada con lo que otras personas viven; Asier construyó una relación y logró esa complicidad de los personajes”, ha dicho.
Al hablar del director, ha señalado que es una persona que tiene claro lo que quiere contar y cómo lo quiere contar, es alguien con sensibilidad inteligente, escucha mucho a la gente que tiene alrededor, es un buen compañero y aunque el trabajo en una producción audiovisual sea algo como muy piramidal y el director está arriba de todo, él entiende que esto es un trabajo en equipo “y ha querido contar esta historia desde el mismo lugar que yo la quise contar como productora, porque nos apela como seres humanos y porque se hacía esa pregunta de qué harías si estuvieras en ese río; creo que compartimos esos valores de querer contar historias que nos hagan reflexionar y nos hagan pensar, por lo que seguramente sigamos haciendo proyectos juntos”.
Una película que pone foco a una realidad de micro racismos constantes
Sandra Tapia ha destacado que lamentablemente la película pone foco a una realidad de microracismos constantes que sufre el personaje principal por el color de su piel aunque él haya nacido en Irún y el Euskera sea su lengua de comunicación habitual, hay una canción que es un poco la broma constante “y yo he recordado que en mi pueblo, en Cataluña, también sucedía en que le cambiabas el nombre a los migrantes que se integraban, les catalanizabas”, lo que en el caso del personaje principal se vuelve un conflicto mayor al sumarse los hechos que acontecen en el río.
Agrega que las diversas circunstancias de la historia hacen que al personaje principal se le remuevan cosas como el color de piel, la masculinidad, y también hacen que el espectador se pregunte qué haría si estuviera en el lugar de los protagonistas.

La película tuvo su estreno internacional en el Göteborg International Film Festival y se ha presentado en el Festival de Málaga (Sección Oficial Fuera de Concurso), en el D’A Festival Cinema Barcelona y ha sido la encargada de inaugurar el Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián. Para la productora, ‘La Isla de los Faisanes’ llega a los espectadores principalmente porque no se conoce lo que está sucediendo en esta frontera, en este caso envuelto en un halo de trhiller.
Sandra Tapia ha considerado que el espectador que de forma más natural va a entrar y donde se va a tener más distribución es en el norte, País Vasco, Navarra, La Rioja, “porque les apela de una forma más directa, tanto en historia como en idioma y conocimiento de la problemática, pero en los sitios donde se ha proyectado ha tenido muy buena acogida y en ciudades francesas como San Juan de Luz o Baiona ha tenido ‘sold out’; es una experiencia cinematográfica que a nivel de factura, de puesta en escena y de este ambiente de frontera y de thriller, se puede disfrutar mucho” y añade que tras su llegada a las salas de cine se le acompañará mucho de coloquios y presentaciones.
Asier Urbieta, el director, ha contado sobre el filme que un día, hojeando el periódico, leyó que un domingo unos ciclistas transitaban por la ribera del Bidasoa y escucharon los gritos de auxilio de dos personas que estaban intentando cruzar la frontera nadando pero la corriente se lo impedía. “Me puse en su lugar y una pregunta me empezó a rondar en la cabeza: ¿Qué hubiera hecho yo?, me encantaría responder que me hubiera tirado, pero no lo tengo tan claro y partir de estos acontecimientos reales, desarrollé la historia de la película».



