En un mundo cada vez más interconectado, las series españolas han dejado de ser un producto local para convertirse en un fenómeno global. Durante South Series de Cádiz, este ha sido el eje central de la mesa redonda ‘Series sin fronteras: el poder global de la ficción española’, que ha reunido a tres voces del sector: Clara Ruipérez de Azcárate, Directora de Estrategia Jurídica de Contenidos y Gestión de la Propiedad Intelectual de Telefónica/Movistar Plus+; y los actores Fran Perea y Eva Isanta; con la moderación de Javier Márquez.
El peso del idioma y los datos del mercado
Ruipérez abrió la conversación con un marco claro: el español es hoy una de las principales herramientas de expansión de las series nacionales. Según datos del Instituto Cervantes, existen 600 millones de hablantes de español en el mundo, 500 millones de ellos nativos. Solo en Estados Unidos residen más de 42 millones de hispanohablantes, cifra que seguirá creciendo en los próximos años.

Esa realidad lingüística se traduce en impacto audiovisual. Aunque México produce el doble de ficción televisiva que España, son los títulos españoles los que lideran el consumo global en plataformas. En los últimos cinco años, los contenidos en español han representado el 8,9 % de los ingresos mundiales de series no anglófonas, situando a España como el cuarto país en relevancia, solo por detrás de Japón, Corea del Sur e India, según datos de Parrot Analytics revelados durante MIPCOM 2024.
“Los datos son claros: cuando una serie española llega a una plataforma internacional, funciona. El reto ahora es cómo aprovechar esa atención para consolidar nuestro lugar en el mapa global”, señaló Ruipérez.
Experiencias de exportación inesperadas
Eva Isanta aportó la mirada del intérprete que ha vivido en primera persona la internacionalización de la ficción española. La actriz recordó cómo durante un viaje a Cuba, antes incluso de la era del streaming, descubrió que era una auténtica estrella local gracias a la difusión “pirata” de ‘La que se avecina’. “Fue impactante. La gente me reconocía por la calle, me abrazaban. Aquella serie se distribuía de manera informal, pero generaba un fenómeno cultural enorme”, relató.
Otro caso diferente, es el éxito del actor y cantante Fran Perea que su popularidad en ‘Los Serrano’ le abrió las puertas en Finlandia, donde llegó a rodar durante cinco años una serie de ficción (‘Paradise’, producida por The Mediapro Studio para YLE), o en Serbia, donde participó en actividades culturales impulsadas por el Instituto Cervantes.
Más allá del anecdotario, su experiencia ilustra cómo la ficción española conecta con públicos diversos, y cómo puede ser vehículo no solo de entretenimiento, sino también de acercamiento al idioma y la cultura.
El papel de las plataformas
Tanto Perea como Ruipérez coincidieron en que la irrupción de las plataformas internacionales han acelerado un proceso que antes era lento y fragmentado. “Antes una serie española podía tardar años en llegar a otro país. Ahora, un estreno puede estar disponible simultáneamente en 180 territorios”, explicó Ruipérez.
Sin embargo, los datos reflejan una paradoja: entre los 200 títulos más vistos en Europa en los últimos años, diez son españoles, pero nueve de ellos forman parte del catálogo de plataformas estadounidenses. Es decir, la marca es española, pero la ventana de exhibición suele estar controlada desde fuera.
En palabras de Clara Ruipérez: “El interés por nuestras series siempre ha existido. Lo que faltaba era la estructura para enseñárselas al mundo. Ahora la tenemos. Y el viaje no ha hecho más que empezar”.



