Tono Folguera: “Estamos bajo el yugo de la dichosa media por copia, que me parece absurda para el cine independiente»

⇒ Productor de ‘Los días que vendrán’

En 2014, Carlos Marques-Marcet arrasaba con su ópera prima ‘10.000 km’, en el Festival de Málaga, cinco años después lo ha vuelto a hacer con ‘Los días que vendrán’ que consiguió o hacerse con cuatro premios, incluyendo la Biznaga de Oro a mejor película española en la 22ª edición del certamen‘Els dies que vindran’ (Los días que vendrán) es una producción de Lastor Media, Avalon PC, con el apoyo del ICAA, ICEC, y la participación de Movistar+, TVE  y TVC.

Tono Folguera

Con le título provisional de ‘La bona espera’ la película recibió sendas ayudas de 104.055 euros y 156.083 euros; en la convocatoria de Ayudas selectivas del año 2017. La película, que se presentó en enero en el pasado Festival de Rotterdam en el apartado Tiger Competition, está producida por Sergi Moreno, María Zamora, Tono Folguera y Stefan Schmitz.

Carlos Marques-Marcet también es autor del guión junto a Clara Roquet y Coral Cruz. La fotografía corre a cargo de Álex García, mientras que María Arnal y Marcel Bagés se han encargado de la música y Óscar de Gispert Zegrí, Ana Pfaff y el propio Carlos Marques-Marcet del montaje. Anna Pons-Formosa se ocupa de la dirección de arte y Diego Casares, Jonathan Darch y Dani Zacarias son los responsables del sonido. Film Factory se encarga de las ventas internacionales y Avalon estrena el filme el 28 de junio.

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El largometraje, protagonizado por David Verdaguer y María Rodríguez Soto, presenta un relato minucioso de los nueve meses utilizando el embarazo real de la pareja de actores protagonistas. La película explora la dificultad de compartir con el otro la experiencia profundamente transformadora de este proceso. La Vir (María Rodríguez) y Luis (David Verdaguer) hace sólo un año que salen juntos, cuando descubren que están “embarazados”. Durante nueve meses se seguirá la aventura de esta joven pareja barcelonesa, el giro enorme que hará su vida, los miedos y alegrías, sus expectativas y realidades, que durante el embarazo crecen. El productor Tono Folguera (Lastor Media) ha profundizado en el diseño de producción de una película tan especial como ‘Los días que vendrán’.

Audiovisual451: ¿Cómo se ruedan nueves meses de embarazo real sin pasarse en el presupuesto?

Tono Folguera: “No podemos olvidar que ‘Los días que vendrán’ es una película de ficción y no un documental, el embarazo dura nueve meses y el rodaje ha transcurrido a lo largo de un año y medio. Evidentemente no hemos rodado cada día, pero tuvimos más de 50 jornadas de rodaje, no hay muchas películas en España que puedan rodar 50 días”.

A451: ¿Y Cómo se diseña una producción así, tan poco convencional?

T.F: “Es cierto que es una película un tanto especial, que no puede ser modelo de nada. A veces pasa, que te encuentras con películas en las que hay que hacer un diseño de producción que se aleja de todos los estándares. ‘Los días que vendrán’ nació así”.

A451: ¿Cuándo y cómo se toma la decisión de hacer la película?

T.F: “Carlos Marques-Marcet estaba rodando su anterior película con nosotros, ‘Tierra firme’, y en pleno rodaje llega la noticia que David Verdaguer iba a ser padre. Le dimos un par de días de fiesta, no más (ríe), para que pudiera ir a celebrarlo con su mujer, la actriz María Rodríguez Soto, y al regresar de nuevo. Carlos ya empezó a barruntar la posibilidad de hacer algo. David se lo comentó a María, estaban un poco sorprendidos”.

A451: ¿Cómo se involucra a un equipo durante un año y medio en una película independiente?

T.F: “Evidentemente, una película así solo puede hacerse desde la confianza de un equipo muy trabajado. Carlos y David ya llevan tres películas juntos, nosotros con ellos como productores también… Nos sentamos y decidimos probar de nuevo pero con el compromiso de todas las partes de que no se iba a forzar la situación en ningún momento. Si había película, tiraríamos hacia delante, pero si no estaba claro, existía la posibilidad de parar en cualquier momento. Así organizamos el rodaje”.

A451: ¿Cuáles fueron las decisiones fundamentales de este modelo de producción?

T.F: “Nosotros confiamos mucho en Carlos, en sus habilidades tanto de guionista como de director. Organizamos el modelo de producción que pensamos que era ideal para hacer una cosa así. Por eso decidimos comprar el equipo técnico necesario, una cámara, un equipo de sonido y algo de iluminación, para que Carlos y el director de fotografía, Álex García, pudieran ser autónomos y no tener que estar pendientes de alquilar material. Empezamos a rodar y enseguida vimos que había una película, notamos que habían encontrado algo”.

“La siguiente gran idea, fue alquilar el piso de enfrente donde viven realmente David y María. Surgió la oportunidad y enseguida dijimos que sí. Pudimos rodar allí casi toda la película, menos el principio que se hizo en el propio piso de la pareja. Esto facilitó mucho las cosas, sobre todo cuando María estaba ya en avanzado estado de gestación. El lado negativo para los actores era tener al director a cinco metros de distancia de su casa todo el día, pero era parte del juego”.

A451: ¿Y cómo se financia una película así con tantas incertidumbres?

T.F: “Sin la confianza del equipo es imposible rodar una película así, pero es que además nos han ido pasando cosas muy a favor. El equipo entró en el juego, era muy reducido y todos se apuntaron a la aventura sin saber si habría película y alguien cobraría un salario. Nos propusimos hacer unos días de ensayo para ver qué pasaba. Todos quisimos jugar, hicimos como una cooperativa, algo por desgracia tan habitual en el cine español, para mí un modelo a erradicar, pero que reivindico en determinados casos, como óperas primas, películas pequeñas o casos raros como éste. En ‘Los días que vendrán’ no había otra manera, porque si hubiéremos aplicado el modelo tradicional, con un guión previo… se habría pasado el embarazo real y no tendríamos margen de maniobra”.

A451: ¿Y cómo afecta la faceta como productores de documental?

T.F: “Fue muy importante. Tanto Lastor Meida como Avalon, que enseguida creyó también en el proyecto, hacemos documentales y los productores de documental estamos más acostumbrados a improvisar. Si alguien te dice que la semana que viene ha y que ir a rodar una determinada escena, lo aceptas y no te sorprende, es nuestro día a día, buscamos la manera de rodar la semana que viene. Los que únicamente hacen ficción lo tienen más difícil e imagino que les cuesta más enfrentarse a estas situaciones”.

A451: Está claro que el documental está presente…

T.F: “Efectivamente, la película tenía este punto de documental, si no hacíamos algo ya no lo íbamos a hacer, esta vez no sería al menos. Al final todo ha ido con el tempo adecuado, también a nivel de financiación, pasando cuando tenía que pasar”.

A451: ¿Cómo ha sido la colaboración con Avalon?

T.F: “Es la primera vez que trabajábamos con Avalon a nivel de producción, ya habíamos colaborado en distribución, donde empezamos con ellos con ’10.000 km’. Este es nuestro primer proyecto de producción con María Zamora. La verdad es que llevábamos tiempo buscando la manera de hacer algo juntos porque la conexión siempre ha sido muy buena. Enseguida se apuntaron y una aventura así entre dos es más llevadera, la verdad. Tanto es así que ahora estamos rodando también nuestra siguiente aventura con ellos que es ‘Libertad’ de Clara Roquet, hasta en esto ha salido bien”.

A451: Al final, cuando ves las empresas e instituciones que han participado, la financiación no es tan extraña…

T.F: “Es cierto, la financiación luego ha sido un poco al uso, es lo que te decía, todo ha ido sucediendo en su momento. Volvemos un poco al modelo un poco del documental, donde es habitual empezar a rodar, cuando ya tienes algo bueno que mostrar, empieza a entrar la financiación… Es un modelo que a nivel de calendario de financiación ha sido similar al de un documental”.

A451: ¿Y para el equipo humano, cómo se estructuró el trabajo?

T.F: “Se tuvo muy claro que se iban a crear dos personajes ficticios alejados de la vida real de David y María, eso les permitía abrir mucho más su intimidad, los que salen en la película no son David y María, lo único cierto es el embarazo que va evolucionando. Una vez que vimos que la cosa funcionaba e iba para adelante, nos planteamos tener un guión más convencional. Entonces ahí se incorporaron Clara Roquet y Coral Cruz que, junto a Carlos Marques-Marcet, acabaron de estructurar un guión que nos sirvió también para presentarlo con el fin de conseguir financiación. Es muy gratificante comprobar como Movistar+ creyó en el proyecto desde una fase muy previa, nos dio un apoyo que fue fundamental. También las aportaciones de TV3 y TVE fueron muy importantes para hacer crecer la película y que tengamos ahora un estreno como se merece. Con las ayudas del ICAA y el ICEC hubo también mucha suerte. Armamos una financiación ideal, es de las pocas películas que puedo decir esto, era lo que necesitábamos”.

A451: ¿Cuántas personas participaban en el rodaje?

T.F: “En rodaje no habría más de diez personas, dependía de los días. Lo que sí es cierto es que ha pasado mucha gente por el equipo y ha habido partes más complicadas como el rodaje en hospitales. Pero el núcleo duro no serían más de diez personas”.

A451: ¿No hubo deserciones por el camino en un periodo tan largo?

T.F: “La clave es contar con un equipo que se conoce y que podía adaptase a esos horarios. Por suerte el director lo que estaba haciendo era el montaje de ‘Tierra firme’, que era una película nuestra, por eso era más fácil ponernos de acuerdo. El director de fotografía, la otra pieza clave del equipo técnico, tenía su margen de maniobra. La actriz principal estaba embarazada y todos sabemos lo que sufren las actrices embarazadas”.

A451. ¿Y David Verdaguer que se ha convertido en un actor de moda que no para?

T.F: “Realmente, David Verdaguer no para, ahora también como actor de taquillazos y con muchísimos registros. Se va de un extremo al otro. David era más complicado pero tenía que ir a su casa y en el rellano de delante tenía al director, no tenía escapatoria (ríe)”.

A451: Y llega el Festival de Málaga ¿qué ha supuesto para la película?

T.F: “Nunca habrá suficientes palabras de agradecimiento para el Festival de Málaga. Los productores teníamos claro que queríamos ir a un festival internacional primero (Rotterdam) y después a Málaga, ese era nuestro calendario perfecto. Nadie podía imaginar ganar por mucho que tuvieras una película con posibilidades, nunca puedes ir pensando en ganar, pero podíamos intuir que iba a funcionar bien de cara a la prensa, eso sí. Los cuatro productores Sergi Moreno, María Zamora, Stefan Schmitz y yo teníamos muy claro que era una película ideal para Málaga. Algún día se reconocerá el papel que está teniendo Málaga en el descubrimiento del nuevo talento del cine español, es una ventana que ningún otro festival está cubriendo. Da una oportunidad a un montón de películas de todo tipo, más arriesgadas, menos, más autorales, más comerciales… El sitio de ‘Los días que vendrán’ era Málaga, sin duda”

A451: Y después llegan los premios ¿cómo se gestiona ese éxito de cara al estreno?

T.F: “Ganar no era lo de menos, pero veíamos muy difícil ganar dos veces, estábamos muy mentalizados. Cuando ocurrió, la alegría fue inmensa y aún lo estamos disfrutando. De hech,  estamos disfrutando como nunca con la acogida de la película a todos los niveles. Es de las pocas veces que hay discusiones entre el distribuidor y el productor para elevar el número de copias, porque hay una demanda  de los cines muy superior a la que nos habíamos planteado al inicio, para que esto ocurra creo que ha sido fundamental el papel del Festival de Málaga”.

A451. ¿Con cuántas pantallas se estrenará?

T.F: “Creo que estaremos sobre las 40 copias, pienso que para una película como ésta está muy bien”.

A451: Esta película necesita su tiempo en los cines…

T.F: “Estamos bajo el yugo de la dichosa media por copia, a mí me parece una cifra totalmente absurda sobre todo para el cine más independiente. A mí me trae sin cuidado. En este caso habrá 20 salas en las que la película funcionará bien, pero si tienes la oportunidad de ir a 30 salas más para ver si funciona, que a lo mejor no va la cosa bien, pero si lo suficiente para cubrir gastos ¿por qué no vas a estrenar la película en esas salas de otros lugares de España? ¿Para no fastidiar la media por pantalla?, no tiene ningún sentido. Me da igual, lo que quiero es que la película se vea, quiero espectadores. Mientras cubras gastos yo quiero que se ve lo más posible, sin tener en cuenta la media por copia”.

A451: Tras el éxito en Málaga ¿no se pensó en estrenar inmediatamente después?

T.F: “Como buen productor siempre tengo miedo y dejo trabajar a la distribuidora. Yo como productor hubiera salido justo después de Málaga, pero es verdad que últimamente Avalon y otros están demostrando que el verano no es mala época para el cine español. Ojalá sea así. Quizá en abril no hubiera sido posible salir con las mismas pantallas que ahora y ya no te cuento si te vas a septiembre u octubre, en mi vida estreno en esas fechas. Lo he vivido y no repito, a no ser que tengas una película en el Festival de San Sebastián, esa sería la excepción. Estrenar en septiembre o en octubre una película independiente española no tiene sentido, por buena que sea la película, con todo a lo que te enfrentas. Junio no es un mal mes, Avalon lo demostró ya con ‘Verano  1993’. Vamos a probar, los que saben los distribuidores”.

A451: Está claro que es una película independiente pero que no está hecha de espaldas al gran público…

T.F: “Exacto. Lo que me gusta de trabajar con Carlos es que hace un cine independiente pero que no rehúye del espectador, prueba cosas, busca diferentes narrativas pero siempre pensando en el público, esto no debe estar reñido. Se nota que se ha formado en Estados Unidos donde el cine independiente no tiene miedo a esa conexión con el público. Reivindico este tipo de cine de autores con su mirada pero que piensan en el espectador”.

A451: ¿Cómo se vive como productor el momento actual en las Administraciones públicas?

T.F: “Como productor catalán nuestro problema es doble, tenemos el cielo tapado. Si la situación con las ayudas del ICAA es complicada lo de Cataluña qué te voy a contar. Se había conseguido tener un par de convocatorias del ICAA al año que creo que hay que recuperar porque se crean embudos para todos, rodando en la misma época… Nuestra próxima película, ‘Libertad’, se financió el año pasado, también relativamente fácil, con televisiones, ayudas públicas… sí que es verdad, que en el caso de primeras obras, si accedes a todo, logras reunir un presupuesto que parece que no está mal, pero está mal, está fatal… pero nos hemos acostumbrado a bajar tanto el listón que acabas con un millón y medio de euros y te parece que vas bien. Pero fríamente, analiza, ponte a rodar seis o siete semanas que es lo que necesita una película, porque menos es no hacer bien las cosas. Si ruedas seis o siete semanas ya no te salen los números, entonces reduces a cinco y eso no es bueno para la película. Al final, con ‘Libertad’ no nos quejamos, porque la financiación ha ido bien”.

A451: ¿Cómo se presenta el futuro cercano?

T.F: “El panorama que tenemos por delante… bueno, lo que necesitamos es cierta estabilidad política, con un Gobierno con cuatro años por delante para poder sentarnos de nuevo con el ICAA para intentar corregir las cosas necesarias del sistema de ayudas. Creo que el sistema no es tan malo, en las selectivas la clave es acertar con el comité, aunque las generales se han convertido en un drama”.

A451: ¿Qué han convertido las ayudas generales en un drama?

T.F: “Caímos en la trampa de sentarnos a la mesa con el Ministerio de Cultura para sentar una bases sin haber pactado antes un presupuesto. Este fue el error que cometimos, asumo mi parte de culpa como parte de esas negociaciones. No me volverá a pasar, nunca volveré a sentarme con cualquier administración para hablar de bases sin saber antes el presupuesto. Lo bestia de este sistema con poco dinero es que productores que han hecho bien su trabajo, que el mercado ha dado el visto bueno al proyecto de repente se quedan fuera de la ayuda del ICAA que es una pata fundamental de la financiación. Hay que resolverlo, pero es sencillo, con dinero y unos ligeros retoques, las ayudas generales no son malas, el problema es cuando necesitas prácticamente todos los puntos para acceder a ellas, no estaban pensadas así. Espero que esto cambie, creo que habrá un nuevo Gobierno y podremos sentarnos de nuevo, pero si el fondo no crece no hay nada que hacer. Mientras el fondo no esté acorde a un país del tamaño de España, con una cultura tan importante, con su diversidad… Es complicado”

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