El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se ha reunido con representantes del sector audiovisual español para analizar las implicaciones que tendría la decisión de imponer un arancel del cien por cien a las películas producidas fuera de Estados Unidos, tal como anunció el presidente norteamericano Donald Trump esta misma semana, en su red social Truth.
«La industria cinematográfica estadounidense está muriendo rápidamente. Otros países ofrecen todo tipo de incentivos para alejar a nuestros cineastas y estudios de Estados Unidos. Hollywood, y muchas otras zonas de Estados Unidos, están siendo devastadas. Este es un esfuerzo conjunto de otras naciones y, por lo tanto, una amenaza para la seguridad nacional ¡Es, además, propaganda! Por lo tanto, autorizo al Departamento de Comercio y al Representante Comercial de Estados Unidos a iniciar de inmediato el proceso para instaurar un arancel del cien por cien sobre todas las películas que lleguen a nuestro país producidas en el extranjero», anunciaba el presidente Trump, aunque posteriormente aseguraba que quería escuchar primero a la industria audiovisual estadounidense antes de tomar cualquier decisión definitiva.

Por eso, pese a que las medidas arancelarias no se han concretado todavía, el ministro de Cultura ha pedido prudencia hasta conocer qué camino toma el gobierno de los Estados Unidos: “Tengo dos mensajes principales, el primero es un mensaje de tranquilidad, porque más allá de lo dicho por el presidente de Estados Unidos en redes sociales, no tenemos de momento ninguna medida concreta y tenemos que esperar. No es la primera vez que el presidente estadounidense lanza un mensaje y después se concreta de manera muy distinta a lo dicho inicialmente. El segundo mensaje que he querido trasladar al sector audiovisual es que el Gobierno de España está preparado para responder ante cualquier ataque que se produzca para un sector estratégico de nuestro país como es el cine, que va a seguir contando con nuestra protección. El Gobierno va a estar al lado del sector audiovisual y vamos a seguir esta situación muy de cerca”, ha comentado el ministro.
Si bien el mercado estadounidense no es uno de los fundamentales del cine español a nivel económico, porque cada año solo se estrenan en las salas allí alrededor de 15 títulos, que suponen unos seis millones de euros, según ha contado Urtasun, sí es considerado sin embargo un mercado importante para la industria audiovisual nacional. Sobre todo la mayor preocupación se percibe entre las empresas españolas que dan servicio a las producciones de Estados Unidos que vienen a rodar a España. “Quizá no es mucho seis millones de euros, pero sí es un mercado importante y, por tanto, es fundamental que podamos proteger a los actores económicos del audiovisual español que tienen actividad en el mercado norteamericano”, ha asegurado el titular de Cultura.
En la reunión celebrada en la sede del Ministerio de Cultura, donde se ha abordado cómo afectaría esta medida arancelaria al sector audiovisual español, han participado asociaciones de productores, distribuidores, empresas de servicios, film commissions y plataformas.
Según ha podido saber Audiovisual451 han acudido a la llamada del ministro las asociaciones de productores: AECINE, la Asociación Estatal de Cine, que agrupa a las principales productoras de cine independiente; ANCINE, Asociación Andaluza de Productoras de Cine; PATE, Asociación de Productores Audiovisuales Independientes; PROA, Federación de Productoras Audiovisuales, que agrupa principalmente a empresas afincadas en Cataluña, y PROFILM, Asociación de productoras españolas de audiovisual internacional, que son las que ofrecen sus servicios a las producciones extranjeras que vienen a rodar a territorio español.
Las asociaciones de distribuidores presentes han sido ADICINE, Asociación de distribuidores independientes cinematográficos, y FEDICINE, Federación de Distribuidores Cinematográficos. También ha acudido ALÍA, Alianza de la Industria Audiovisual, en representación de las empresas técnicas y de servicios de la industria audiovisual española. La reunión se ha completado con representantes de de AEVOD, Asociación Española de Video On Demand, y de la plataforma Netflix, así como de la entidad que agrupa a las oficinas de rodaje de todo el territorio español: Spain Film Commission.
“En los últimos años, España se ha convertido en un gran centro de producción audiovisual, somos unos de los primeros países del mundo, no solo debido a las políticas públicas, sino también a los excelentes profesionales que tenemos. Proteger esa potencia española en materia de rodajes y producciones es necesario. También quiero manifestar que los europeos tenemos todo un acervo normativo de protección de nuestra diversidad cultural que es fundamental proteger. Creo que debemos mantenernos firmes en la defensa de las leyes que construyen nuestra diversidad cultural”, ha recalcado Urtasun.
En este sentido, además de defender el cine español con las medidas nacionales que sean necesarias, el ministro de Cultura ha señalado que promoverá en Bruselas una respuesta común que proteja al sector audiovisual europeo. El próximo martes, 13 de mayo, se celebrará una reunión de los ministros de Cultura de la Unión Europea en Bruselas, y a petición del ministro de Cultura español, se abordará la cuestión de los aranceles estadounidenses.
“El martes se va a celebrar en Bruselas una reunión de ministros de cultura de la Unión Europea y yo he pedido que se introduzca un punto en el orden del día para que también podamos debatir entre los ministros de cultura, posibles medidas para responder a Estados Unidos en caso de que fuera necesario. Creo que los europeos debemos estar coordinados en defender nuestra cultura nunidos. Hay principios fundamentales en las que Europa está de acuerdo, como son proteger nuestros sectores estratégicos y la protección de nuestra diversidad. Desde Europa hemos pedido siempre que la Cultura quede fuera de cualquier guerra comercial”, ha manifestado el titular de Cultura, que también ha querido sumar a esa reunión del martes la cuestión del código de buenas prácticas que desarrolla el reglamento de inteligencia artificial.
«Hace unos días me dirigí por carta a la Comisión Europea para anunciarles que no compartíamos este código de buenas prácticas porque desvirtúa la protección a la cultura y los creadores, por eso he pedido también discutirlo en la reunión. A esta carta se han ido sumando otros agentes europeos. Vamos a ser muy exigentes para el que el reglamento de Inteligencia Artificial se cumpla”, ha concluido.



