Desde el 4 al 14 de septiembre, el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) ha mostrado un total de casi 300 películas (incluyendo cortometrajes), ha realizado encuentros de industria y ha tenido incluso sus buenas polémicas, pero en este artículo nos centraremos en el cine español.
El pasado domingo 14 finalizó con la entrega de premios, que en su mayoría otorga el público, algo que lo diferencia de los principales festivales europeos y que, al mismo tiempo, subraya su importante papel como plataforma de pruebas de las películas que habitualmente se estrenarán durante el otoño o invierno de 2025-2026. No obstante, con los años ha incorporado algunos galardones específicos con jurado y uno de ellos es el que otorga FIPRESCI, que este año ha obtenido ‘Forastera’, de la directora española Lucía Aleñar Iglesias.

El cine español en el festival: coproducciones internacionales buscan su público.
El premio FIPRESCI de Toronto es muy distinto del de San Sebastián. Si en el festival español se otorga a la mejor película del año, en el festival canadiense el comité de programación es el que selecciona las películas, que son normalmente óperas primas, sobre las que vota un jurado de esta organización internacional de críticos de cine. Si bien en pasadas ediciones, había dos ganadores (uno por cada sección), este año se ha otorgado solamente uno al mejor debut cinematográfico tanto de la sección Discovery como de Centrepiece.
Antes del estreno mundial en los cines Scotiabank Cineplex de ‘Forastera’, pudimos hablar con la directora y la protagonista (Zoe Stein), que confesó que estaba “tan feliz de estar aquí, que cuando llegué, lloré”.
La película, que estará también en la Seminci, ha pasado por numerosos talleres como Cologne, Poitiers, Next Step de la Semana de la Crítica o la Résidence del Festival de Cannes. En este sentido, Aleñar Iglesias, señaló que el tiempo transcurrido entre el corto (de 2019) y el largo le permitió “trabajar desde otro punto de vista tanto la narrativa, como los personajes, como la puesta en escena”.

Como todas las selecciones españolas de este año en TIFF, se trata de una coproducción internacional y, al igual que la mayoría de ellas, europea, en este caso con Italia y Suecia. En la nota de agradecimiento del premio, Lucía, que vive actualmente en Los Ángeles, ha destacado en primer lugar a la programadora de TIFF Diana Cadavid “por programar nuestra película y darle esta plataforma”.
Seguidamente, ha señalado a Virginie Devesa, codirectora de Alpha Violet, su agente de ventas, “por luchar por esta película, creer en ella y traernos hasta aquí”. Finalmente, también ha agradecido el trabajo de sus productores y de los actores Zoe Stein y Lluis Homar. Recordamos, como ya escribimos aquí el año pasado, que en TIFF programadores como Diana Cadavid se implican en facilitar la distribución de las películas que seleccionan.
‘El cautivo’: Amenábar, ante el reto de la distribución
Otro de los protagonistas del festival a quien pudimos entrevistar fue Alejandro Amenábar, que estrenaba mundialmente ‘El cautivo’. Trabajando con el agente de ventas Film Constellation, la película se ha asegurado el estreno en Francia y algunos territorios europeos, pero al llegar a Toronto todavía quedaba pendiente la distribución en Norteamérica y algunos países más.
Amenábar nos decía que “ese es el reto. A veces tengo la sensación de que esa polarización que se da en las sociedades a todos los niveles ahora mismo en el mundo, polarización religiosa, polarización política, también afecta la polarización cinematográfica. Y yo me muevo realmente entre dos mundos. Es decir, mi cine no pertenece al cine de arte y ensayo, cine críptico, naturalista al extremo o surrealista. […] No reniego del cine industrial en su máxima expresión. Entonces, me encuentro que transito entre dos mundos y tengo la sensación de que proyectos como ‘El cautivo’ quedan en tierra de nadie. Entonces, ese es el reto que ahora nos surge en Toronto. Afortunadamente, Toronto nos ha acogido y yo creo que la respuesta de la gente va a ser muy determinante para aumentar la venta internacional de la película, que, insisto, lo que a mí me permite es poder a lo mejor un día contar la segunda parte de esta historia”.

Respecto a la participación de Netflix en esta coproducción con Italia señaló que “Netflix ha participado en la cofinanciación de la película y yo les estoy muy agradecido, porque sin una sola de esas patas de financiación no habríamos podido levantar este proyecto. Pero el contrato marca muy claramente que esta será una película, ‘película’, es decir, que tendrá su paso por salas. Solo y cuando haya tenido su máxima explotación en salas, insisto, porque creo que es una experiencia que yo defiendo, que es la de gente congregada en las mejores condiciones de visualización a ver una historia, solo cuando haya terminado ese proceso, pasará a la plataforma”.
‘Nomad Shadow’: Una coproducción minoritaria con mayoría de jefas de departamento
Otro caso diferente es el de ‘Nomad Shadow’, película ambientada en el Sáhara (aunque rodada en Argelia), dirigida por la americana de origen japonés Eimi Imanishi y protagonizada por la española Nadhira Mohamed. Además de a la directora y a la protagonista, pudimos entrevistar también a las productoras españolas Belén Sánchez Silvero y Queralt Pons Serra, pues se trata de una coproducción entre Estados Unidos, España y Francia.
“Cuando me dijeron una directora japonesa que ha vivido en el Sáhara va a contar de primera mano cómo se siente una mujer más o menos occidental e independiente viviendo en esa cultura, me dije: esto hay que verlo, esto hay que vivirlo, esto no me lo puedo perder”, confesó Belén, de Un Capricho de Producciones.
Para financiar la película, “conseguimos levantar el fondo de coproducciones minoritarias del ICEC, el regional de Cataluña y también el del ICAA de España”, señaló Queralt, de Peculiar Films, que también comentó que en España hay interés en realizar coproducciones minoritarias.

El apoyo de Sundance Lab y los cortometrajes de Imanishi ayudaron a conseguir la financiación del proyecto, según nos contó Belén, pero además los detalles del guion sobre la cultura saharaui implicaron más a la actriz protagonista, Nadhira, que vio cómo la directora comprendía las bases de su cultura.
En este sentido, Queralt también señaló que la película tiene “19 nacionalidades y muchas líderes de departamento mujeres, lo que para nosotras era algo necesario por el tipo de historia que estábamos contando. […]. Además, nosotras conseguimos que mucha parte del talento fuera español, aunque se tratara de una coproducción minoritaria, y que al tiempo contara con un background migratorio”. En este sentido, Belén señaló que muchos saharauis que viven en Argelia trabajaron en el rodaje y que, pese a las dificultades políticas, su objetivo es proyectarla en la mayor cantidad de lugares posible, incluyendo el Sáhara.
‘Bajo el mismo sol’ y otras producciones
Si ya en el anterior artículo sobre distribución hablábamos con Carlos Gutiérrez, de Cinema Tropical, en el festival pudimos ver dos películas que distribuye su firma: ‘Oca’, de la mexicana Karla Badillo, y ‘Bajo el mismo sol’, del español Ulises Porra. Gutiérrez valoró muy positivamente el festival, destacando que “esta edición presentó la mejor oferta de cine latinoamericano que he visto en el festival en varios años, lo que habla de un momento de gran vitalidad y reconocimiento para nuestro cine en un espacio internacional de tanta visibilidad y TIFF se reafirma como un gran aliado internacional de la región”.
Respecto a las producciones que representaba, destacó que “lo particularmente potente de Toronto es la enorme convocatoria de público, y ambas producciones quedaron muy impresionadas no sólo con la cantidad de personas que asistieron a sus funciones, sino también con la calidad de la comunión que se generó con ese público local”.
Respecto a las demás producciones con participación española, ‘Sirat’, de Oliver Laxe, ha encontrado en Toronto su primer apoyo de cara a buscar la nominación para los Oscar. ‘Tres adioses (Three Goodbyes)’, de Isabel Coixet, coproducción entre Italia y España, se estrenó en Toronto, pero complementa su promoción con su participación en la Seminci antes de su estreno en España en febrero.
‘Magellan’, del prestigioso Lav Díaz y protagonizada por Gael García Bernal, está producida por Portugal, España, Francia, Filipinas y Taiwán, pero antes de su estreno, el prestigio del director es probable que la lleve por numerosos festivales. Por último, ‘Calle Málaga’, de Maryam Touzani, ha sido coproducida entre Marruecos, Francia, España, Alemania y Bélgica, con Carmen Maura de protagonista, consolidando la importancia de las coproducciones internacionales europeas a las que parece que se van sumando también países africanos o asiáticos. Sería importante también que se recuperara el camino de la coproducción con Iberoamérica, que parece haber descendido.

Precisamente, una de las tendencias que hemos visto en este festival ha sido la del crecimiento de la financiación por parte de un país que, hasta hace siete años no parecía contar en el mercado internacional del cine, pero que se presentó de la mano del español Andrés Vicente Gómez.
Tendencias y curiosidades del TIFF: Arabia Saudí, Donosti y entrar en el armario.
En mayo de 2018 pude encontrarme y entrevistar, en el Festival de Cannes, a Andrés Vicente Gómez, que estaba promocionando el estreno de la película ‘Nacido Rey’, que se había previsto inicialmente para abril de ese año, producida con su hijo Marco y rodada en Arabia Saudí. El productor de Carabanchel no solo hablaba de su película, sino también de todas las posibilidades que se iban a abrir en Arabia Saudí, que se presentaba oficialmente al mercado internacional de cine ese año.
En la edición del TIFF de este año se han seleccionado seis películas financiadas en parte por la Red Sea Film Foundation, que también dirige el festival homónimo que se celebra en diciembre. Además, alguna otra, como “Unidentified” de Haifaa Al Mansour, no ha recibido dinero de ese fondo, pero sí de las ayudas públicas saudíes. Con cinco películas también seleccionadas en Venecia, Arabia Saudí ha obtenido un papel muy importante como financiador de cine en muy poco tiempo. Conviene tenerla en cuenta para el futuro.
Y el futuro de la relación de Toronto con San Sebastián parece estar cambiando. Si bien varias películas estrenadas allí van a sección oficial, como ‘Las corrientes’ de Milagros Mumenthaler, ‘Franz’ de Agnieszka Holland o ‘El invierno del cuervo’ de Kasia Adamik, hija de la anterior, ninguna película española de las que se presentan este año en Donosti ha estado en Toronto. Y esto venía ocurriendo con cierta frecuencia desde ‘Noviembre’, de Achero Mañas, hasta ‘Mientras dure la guerra’, de Amenábar, por poner algunos ejemplos. Veremos si esta nueva política se consolida y cuál es la actitud del cine español ante el mercado que abrirá Toronto el año que viene.

Finalmente, un caso de éxito para pensar es el del armario móvil de Criterion. Se trata de una furgoneta dentro de la cual hay una habitación llena con todos los DVDs y Blu-rays del sello de distribución de cine clásico. Además de realizar eventos especiales en algunas ciudades de Estados Unidos, ha recorrido distintos festivales y en Toronto se ubicó muy cerca de los cines del festival, con unas largas vallas para que los que quisieran entrar hicieran cola ordenadamente. Seguramente, fueron las colas más largas del festival.
Una vez dentro del “closet”, tienes tres minutos para decidir qué compras o, si ya sabías lo que ibas a comprar, hablar de tu decisión. En cualquier caso, esos tres minutos serán grabados y a la salida te regalarán una foto Polaroid y una bolsa de tela y un catálogo. Los DVDs que compres, aunque puedan tener descuento, hay que pagarlos. Seguramente, se trata de un ejemplo de idea imaginativa para conseguir la cada vez más difícil atención de unos espectadores que, nadie lo diría, parecen seguir teniendo reproductores de DVD.
