‘Calvary’ – estreno en cines 6 de marzo

Humor negro anglosajón.

‘Calvary’, el drama siniestramente cómico de John Michael McDonagh, comienza con una audaz amenaza.

En una pequeña parroquia irlandesa, en mitad de su confesión, un hombre le dice al padre James, el cura del pueblo –que goza de merecida fama de persona de buen corazón–, que debería poner en orden todos sus asuntos ya que el mismo penitente planea asesinarlo el domingo siguiente: así comienza un misterio previo a un asesinato. A lo largo de los siete días siguientes, el sacerdote marcado recorrerá su feligresía –cuyos miembros están devorados por las dudas– desagraviando y reuniéndose con los distintos sospechosos hostiles que parecen estar en todos los rincones de la aldea: desde un cáustico, agnóstico y dogmático doctor, pasando por un especulador financiero corroído por la culpa, que tiene una “propuesta comercial” para el sacerdote, hasta un esposo celoso y un novio infiel que no desea ser juzgado.

Calvary_PosterA medida que va entrando en contacto con una amplia representación de sus feligreses, cada uno de los cuales puede tener motivos –justificados o no– para querer vengarse de él, un ambiente cada vez más siniestro parece ir cerrándose en torno al padre James. Sin embargo, con el enfrentamiento dominical aproximándose rápidamente, el sacerdote se encuentra no sólo haciendo frente a los desconcertantes límites de la fe moderna y a su propia e inminente mortalidad, sino también dándose cuenta de la fortaleza que halla en la práctica, perdida, de la gracia, el perdón y la humildad.

La película es la segunda que ha escrito y dirigido John Michael McDonagh después de la aplaudida ‘El irlandés’, y en ella recurre al mismo elenco de consumados actores que cosechó una candidatura al Globo de Oro para la estrella de ‘Calvary’, Brendan Gleeson.

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‘El irlandés’ era una áspera comedia policiaca, una película de amigos dominada por la tirantez existente entre un corrupto policía irlandés (Gleeson) y un íntegro agente del FBI (Don Cheadle). ‘Calvary’, aun siendo extremadamente ingeniosa, se adentra en un territorio más emocionalmente complejo e indudablemente moral. El resultado es un retrato siniestramente gracioso de un miembro del clero acuciado por los problemas (Gleeson), que, al tiempo que mantiene viva su fe, se ve obligado a enfrentarse a la mezcla volátil de la vida moderna compuesta de deseo y pecado, corrupción y compasión.

Tal y como recuerda Gleeson: “¿Cómo debe ser el sufrir vilipendio por los pecados de los demás, formando parte de una organización a la que uno se ha incorporado aunque con diferentes aspiraciones? Lo que nos intrigaba era la idea de la dificultad que debe entrañar el mantener el sentido de la verdad y de la bondad cuando uno está siendo objeto de difamación. John me dijo: ‘Si yo creara el personaje de un buen sacerdote, ¿lo interpretarías tú?’ Yo contesté sin dudarlo: ‘Sí que lo haría’”.

El argumento sigue las líneas de un thriller tradicional, pero más que preguntar “¿quién lo ha hecho?”, McDonagh escribió un relato sobre “¿quién va a hacerlo?”, en el que nuestro inquisitivo sacerdote intenta aceptar que uno de sus feligreses se sienta atraído hacia las profundidades del crimen, al tiempo que aprende a vivir con las directrices de su vida que permanecen sin resolver, con su ministerio y con su personal búsqueda de comprensión e influencia. El problema es que sólo dispone de siete días para hacerlo.

“El tic-tac del reloj de la trama es, a la vez, una referencia al ‘Yo confieso’ de Hitchcock y a las cinco etapas de la aflicción”, comenta McDonagh. (Las etapas de la aflicción, basadas en el modelo de la psiquiatra Elizabeth Kübler-Ross, incluyen la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación, cada una de las cuales se manifiesta en medio del misterio criminal del relato).

Y, sin embargo, el estilo de ‘Calvary’ queda señaladamente fuera de los límites normales del género del crimen ya que su personaje principal es impulsado muy de veras por la virtud. “Es mucho más difícil escribir para conseguir un buen personaje, porque el impulso narrativo de un thriller proviene habitualmente más de los antihéroes o villanos del relato, por lo que fue un tanto peliagudo”, reconoce McDonagh.

Aunque la eternamente cruda belleza y las actuales dificultades económicas de Irlanda podrían tener su eco en los temas del relato, McDonagh siempre concibió ‘Calvary’ como un reflejo de lo que está sucediendo en todo el mundo, rebasando los encantos del escenario. “No se trata de una película sobre Irlanda ni sobre sus problemas, sino que gira en torno a los problemas de todos”, afirma el guionista-director.

El guión hizo que se incorporaran al grupo los productores de Reprisal Films, Chris Clark y Flora Fernández-Marengo, que también habían producido ‘El irlandés’. Quedaron enganchados desde las primeras palabras del guión, una espeluznante confesión de horrendos malos tratos durante la infancia, seguida del inmisericorde intento de asesinar a un hombre inocente, que no es otro que el sacerdote.

“Comenzamos con un sacerdote amenazado durante la confesión”, explica Clark; “y luego, es la víctima la que tiene que lidiar con sus demonios, deliberando si va a enfrentarse con quien desea asesinarlo y cómo lo va a hacer. Existe, de principio a fin, una creciente sensación de suspense, casi igual a la de una película del Oeste… en la que se vislumbra la proximidad de un momento propio de ‘Solo ante el peligro’”.

A Clark y a Fernández-Marengo también los emocionaba volver a trabajar con McDonagh. “John es un director y guionista lleno de confianza”, afirma Fernández-Marengo. “Sabe lo que quiere. Lo planifica de forma tan detallada como minuciosa. Los borradores de sus guiones ya están muy desarrollados. En el caso de ‘Calvary’, teníamos un borrador con el que podíamos proceder inmediatamente a la confección del reparto”.

Al ponerse en marcha la producción, James Flynn, de Octagon Films (productor ejecutivo de los éxitos televisivos de gran calidad ‘Los Borgia’ y ‘Los Tudor’), se incorporó al proyecto. También él fue atraído por el guión. “La película está brillantemente ensamblada”, asegura Flynn. “Hay un componente de thriller, pero también un relato muy conmovedor sobre la familia, la edad, la disfunción y el amor. Es un argumento amplio que cubre muchos temas y espectros”.

‘Calvary’ enlazó un gran repertorio de hilos literarios, artísticos y cinematográficos para crear un relato profundamente estructurado en el que la comedia macabra se disuelve constantemente en la oscuridad existencial y viceversa. “El humor es anárquico, siniestro e hiriente, al estilo de Buñuel; la puesta en escena se inspira en Andrew Wyeth; la filosofía, en Jean Améry; y el estilo transcendental, en Robert Bresson”, observa McDonagh.

Ese remolino de temas y estados de ánimo emergería en un rodaje de 29 días llevado a cabo en la crudamente lírica aldea de pescadores de Easkey, sita en el condado de Sligo (Irlanda). Allí, el recio paisaje, azotado por los elementos, permanece en gran medida sin cambio, aunque es el lugar donde el mundo de un sacerdote como el padre James ha sufrido un cambio sísmico.

Dirección: John Michael McDonagh.

Año: 2014, Irlanda, Reino Unido.

Reparto: Brendan Gleeson, Chris O’Dowd, Kelly Reilly, Aidan Gillen, Dylan Moran, Isaach De Bankolé, M. Emmet Walsh.

Producción: Chris Clark, Flora Fernández Marengo y James Flynn

Distribución: Hispano Fox Films.

Estreno: 6 de marzo de 2015.

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