‘Clandestino’ de David Beriain regresa a DMAX el 6 de febrero

En España, el 13 es el número de la mala suerte y el 18 marca la mayoría de edad. En El Salvador, estas cifras son sinónimo de muerte y violencia.En nuestro país, la cifra 701 no tiene ningún significado especial. En el estado de Sinaloa, en México, este número es un símbolo de apoyo y admiración hacia su «señor» el ‘Chapo’ Guzmán, cuya fortuna ocupa el puesto 701 de la lista Forbes. La guerra entre cárteles de la droga en México deja ya más muertes violentas que las guerras de Irak y Afganistán juntas. En El Salvador, la cifra oficial de homicidios iguala a la de Irak durante los peores lugares del conflicto. El periodista David Beriain regresa a DMAX para descubrirnos qué y, sobre todo, quién se oculta tras estas cifras apabullantes que han convertido a Centroamérica en una de las regiones más peligrosas del planeta.

El próximo lunes 6 de febrero, a las 22.30 horas, DMAX estrena la nueva temporada de ‘Clandestino’, la serie de actualidad producida por 93 Metros y 7yAcción en colaboración con DMAX, en la que David Beriain llega hasta donde nadie más se atreve para introducirnos en el corazón de las organizaciones criminales más violentas de México y El Salvador. Una vez más, el periodista nos muestra desde la pantalla de DMAX los mundos clandestinos a los que sólo él consigue acceder, una habilidad que le ha convertido en uno de los rostros más destacados y galardonados del canal y de la industria del documental periodístico.

Tras impactar a los espectadores con ‘Amazonas Clandestino’ y la primera temporada de ‘Clandestino’, la consolidada producción local del canal retorna con cinco nuevas entregas de una hora, divididas en dos bloques temáticos que giran en torno al cártel de la droga más famoso del mundo y la violencia extrema de las pandillas. Dos realidades que el periodista nos muestra de primera mano a través de una serie de conmovedoras e impactantes historias humanas que nunca antes se habían mostrado en televisión.

“Hacer ‘El cártel de Sinaloa’ fue un reto mayúsculo. Entramos en el cártel en el momento más complicado posible, después de la captura del ‘Chapo’ Guzmán y en medio de la guerra de poder por sucederlo. Fue un desafío generar confianza en un momento en el que ellos mismos se miraban unos a otros con un absoluto recelo» explica el periodista navarro. Respecto a los episodios centrados en la violencia en El Salvador, Beriain asegura que «es una de las historias más impactantes que hemos tenido el privilegio de contar. En un país de gente maravillosa, hemos tratado de contar una historia sobre la justicia y la venganza. Una historia que, creo, no dejará indiferente a nadie”.

- Publicidad -
El cártel de Sinaloa

En la nueva temporada de ‘Clandestino’, David Beriain se introduce por primera vez en el núcleo del cártel de Sinaloa, la organización criminal más poderosa del mundo que hasta el momento de su encarcelamiento lideraba el conocido ‘Chapo’ Guzmán, uno de los hombres más buscados del mundo. Para llegar hasta el corazón del cartel, Beriain se sumergirá en un universo poblado por ejércitos de sicarios, narcos, policías corruptos, mulas humanas, químicos que procesan las drogas en escenas que recuerdan a la serie ‘Breaking Bad’ y fiestas eternas de los hijos de grandes capos que mezclan alcohol, cocaína y armas.

Durante tres episodios, el reportero navarro nos guía en una travesía sin retorno a un mundo regido por códigos de honor mafioso, traiciones, corrupción y muerte. Un viaje único en el que Beriain entrará en las casas en las que el cártel tortura a sus enemigos, comprobará el nivel de connivencia que los narcos tienen con la policía y verá con sus propios ojos cómo la misma vía que hace llegar droga a Estados Unidos sirve para traer armas desde Estados Unidos hasta México. Un tráfico de ida y vuelta que alimenta la guerra.

Una odisea de tres meses que le llevará desde el bastión del cártel en la Sierra, donde tienen su cultivos de opio y marihuana, pasando por los laboratorios de Culiacán, la casas de acopio cercanas a la Tijuana o su destino final en las calles de Los Ángeles. Beriain sigue el rastro de la droga del cartel poniéndose cara a cara con los protagonistas de este mundo clandestino, conociendo sus métodos y sus secretos. Se encontrará con cocineros que elaboran la metanfetamina, policías que cuentan cómo dieron el paso al lado oscuro y empezaron a trabajar para los narcos, hasta sicarios con cientos de muertes a la espalda que nos confiesan cómo quitar la vida a una persona se puede convertir en una adicción.

Una guerra encarnizada

En México se libra desde hace años una batalla a muerte que está asolando el país de Norte a Sur. Entre 2007 y 2014, murió más gente en esta lucha en México que en la guerra de Irak y Afganistán juntas. Los cárteles se enfrentan entre sí y contra el Gobierno peleando por su trozo de pastel en el jugoso negocio que supone ser la puerta de entrada de la droga hacia Estados Unidos. Una guerra que viene de lejos: tras la caída de Pablo Escobar en Colombia, los capos mexicanos decidieron pasar de ser meros intermediarios a controlar el negocio a nivel mundial ampliando las rutas, la exportación y la fabricación de las diferentes drogas. Y todo ello aplicando una violencia que ha superado todos los límites conocidos.

Entre todos los cárteles destaca uno: el cártel de Sinaloa, liderado por el capo de capos, el ‘Chapo’ Guzmán. El cártel tiene presencia en todo México y controla con mano de hierro cinco estados del noroeste del país. Allí impone su autoridad y su ley, y es prácticamente un estado dentro del estado. Opera en más de 50 países, incluido España, controla el mercado en Estados Unidos (sólo en 2009, en el transcurso de una macro redada del FBI fueron detenidas 750 miembros del cártel); envía cargamentos a Canadá, Australia, Europa, África y Asia; y además produce, transporta y distribuye droga por todo el mundo. El cartel controla todas las drogas: metanfetamina, cocaína, marihuana y heroína. La metanfetamina la fabrican en laboratorios a las afuera de Culiacán. De la cocaína controla el paso de los países productores hasta Estados Unidos. Y la marihuana y la heroína se producen en la sierra de Sinaloa.

La frontera entre Estados Unidos y México es la frontera internacional controlada más frecuentemente cruzada en el mundo, con unos 350 millones de cruces legales anuales y unas 500.000 entradas ilegales al año. Un informe de 2013 afirmaba que la US Border Patrol solo intercepta en torno a un 16 % de los individuos que intentan cruzar ilegalmente. En los últimos 20 años han muerto unos 6.000 emigrantes tratando de cruzar a Estados Unidos.

Exterminio a las maras

Tras su periplo por la frontera de México y Estados Unidos siguiendo las pistas del narcotráfico, Beriain nos llevará hasta las calles de El Salvador, un país asolado por la violencia de las maras. Historias de muerte y venganza de autodefensas y grupos de exterminio que Beriain define como una de las historias más impresionantes que ha experimentado en toda su vida profesional. En los dos últimos episodios de la nueva temporada de ‘Clandestino’, Beriain se traslada a este pequeño país centroamericano de 6 millones de habitantes para contar una historia de justicia y venganza. Con 6.000 homicidios declarados al año, El Salvador es el país más violento y peligroso de América Latina. Son las mismas cifras de países que han estado oficialmente en guerra, como Irak. Pero la causa de la violencia aquí es otra: las Maras o pandillas.

Los pandilleros pertenecientes a las maras 18 y Salvatrucha 13 son enemigos mortales que delimitan su territorio mediante pintadas y violentos enfrentamientos callejeros. Pero el periodista pondrá su foco en los grupos de familias y policías que, ante la desesperación, se toman la justicia por su mano. Algunos han perdido familiares y amigos a manos de las pandillas. Otros temen sus amenazas. Son los grupos de auto-defensas y escuadrones de la muerte. David Beriain recorrerá el país con ellos, participará en sus operativos en busca de los pandilleros más buscados y verá de primera mano las huellas de una violencia que es peor que la que experimentó El Salvador durante sus años de Guerra Civil. Una radiografía a ras de suelo de la situación del país, que terminará por llevar a Beriain al encuentro de pandilleros de la pandilla 18 Revolucionaria, la más violenta en una guerra donde la violencia ha alcanzado cuotas de terror.

Justicieros por derecho propio

En contra de lo que se pudiera pensar, las maras no surgieron en Centroamérica sino que son un fenómeno estadounidense. El origen de esta espiral de violencia se remonta a la guerra civil que azotó el país en la década de los 80. Miles de familias, intentando salvar su vida durante la contienda, huyeron a Estados Unidos. Muchos, solo pudieron mandar a sus hijos, que se instalaron en Los Ángeles (California). Pero sus sueños de paz se dieron de bruces con la cruda realidad: les aguardaba una ciudad tremendamente hostil y fragmentada en bandas. La discriminación y la falta de oportunidades propiciaron que muchos salvadoreños encontraran su identidad y amparo en la pandilla. El ya longevo Barrio 18, compuesto por latinos, apadrinó a los salvadoreños que iban llegando y, bajo su auspicio, algunos de éstos constituyeron la Mara Salvatrucha 13. A mediados de los 80, un incidente en una fiesta desató una guerra sin cuartel entre ambas pandillas, convulsionando aún más el panorama angelino.

La década de los 90 arrancaba así para la comunidad salvadoreña exiliada en Los Ángeles: por un lado, con el conflicto entre las pandillas más candente que nunca en Estados Unidos, y por otro, con una guerra civil en El Salvador que llega a su fin. Estados Unidos aprovecha entonces la coyuntura para deportar masivamente a los salvadoreños que habían llegado una década atrás. Cuando llegan a su país, los salvadoreños se encuentran con un Estado devastado por la guerra y vacío de oportunidades. Con las instituciones desintegradas y las fuerzas del orden sobrepasadas, las maras encuentran el caldo de cultivo idóneo para importar su modelo de control territorial. Poco a poco se reparten los barrios y comienza una larga y sangrienta lucha por ampliar sus dominios, a costa de la banda rival y de la población civil.

El resultado de todo ello es lo que vemos hoy: un país dividido en incontables fronteras invisibles, en cada ciudad y en cada barrio, tras las cuales las maras ejercen el control. Así pues, son terriblemente cotidianos los asesinatos de la pandilla 18, que se responden con otros tantos de la 13. Homicidios por parte de ambos bandos que desencadenan un puñado más por parte de la policía. Pero sobre todo; extorsiones, robos, violaciones y asesinatos, que son el pan de cada día de unos vecinos a los que les es indiferente si las paredes de su barrio están marcadas con el 18 o con el 13.

‘Clandestino’, tras la cámara

Durante los meses que ha durado el proceso de investigación, reconocimiento del terreno, contacto con los protagonistas, grabación y producción de la serie, David Beriain y el equipo de ‘Clandestino’ se ha enfrentado a numerosos desafíos que han puesto su vida en peligro real en más de una ocasión. Obtener la confianza de un narco, convencer a un sicario y persuadir a víctimas y verdugos para que abran su corazón ante la cámara de ‘Clandestino’ no ha sido nada fácil. A lo largo del proceso, los miembros del equipo han estado vigilados las 24 horas, algunos de ellos han sido asaltados y encañonados en plena noche y otros han sido amenazados tras ser confundidos con un miembro del bando enemigo.

Un paso en falso, una palabra inapropiada o un simple malentendido pueden provocar un desenlace fatal. Pero la amplia experiencia de David Beriain en este tipo de trabajos periodísticos y el tratamiento que el periodista da a estos mundos clandestinos han sido garantía suficiente para conseguir un pasaporte al corazón del crimen en Iberoamérica. «El trabajo que ustedes hacen es serio y profesional. Está bien, podemos reunirnos con ustedes. Cara a cara. A partir de ahí, ya veremos». Estas fueron las palabras de un miembro del cártel de Sinaloa después de ver cómo se muestra el mundo del narcotráfico en ‘Amazonas clandestino’, la primera serie de DMAX protagonizada por David Beriain.

-Publicidad-

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.