‘Desafío Champions Sendokai’ suena a BanjoMusic Studio

ESPECIAL ANIMACIÓN Y VIDEOJUEGOS.

La simpatía es una de las características de Iván Llopis, pero a la hora de ponerse a trabajar el CEO de BanjoMusic Studio se olvida de lo accesorio y va al grano. Criado en una familia de músicos, las melodías invaden la cabeza de este compositor que ha puesto música a series de animación como ‘Desafío Champions Sendokai’ y a campañas publicitarias de marcas como Freixenet, Audi, Coca-Cola y Chanel. Una carrera fulgurante con tan sólo 33 años.

Banjo equipo trabajando

Llopis es el artífice de BanjoMusic Studio, empresa con sede en Barcelona que hoy en día está formada por Anna Segura, Dani Trujillo, Damián Sánchez, Marc Solá y Carles Delgado, todos con diferentes roles en el estudio pero todos con formación musical. “Quería que la sensibilidad musical estuviera presente en todo el equipo de Banjo, no me gusta la idea de trabajar con simples ejecutores, el criterio personal nutre al grupo”, cuenta Iván a Audiovisual451. El compositor rememora cómo hace once años comenzó a trabajar como freelance en Barcelona: “me dedicaba a componer música para publicidad, poco a poco quería ofrecer mejor calidad, mejores acabados. Coincidía con que había varios proyectos y puse en marcha el estudio, con más compositores, técnicos de sonido… Formamos un gran equipo”.

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The end Hampa Studio
El cortometraje ‘The end’ de Hampa Studio lleva la música de Banjo.

Banjo empezó poco a poco, pero con proyectos sólidos entre los que destaca el anuncio de Freixenet de 2008, aquel que encandiló a los espectadores protagonizado por las nadadoras españolas de natación sincronizada. “Fue el primer proyecto que más nos obligó a aumentar nuestra capacidad. Mi idea era que todos los sonidos fueran reproducidos por un zapateado flamenco, no sólo la música, sino también el sound design, así que montamos un estudio de grabación completo en un tablao flamenco, hicimos muchísimas pruebas y le dedicamos horas, días y semanas… en definitiva, teníamos un set de grabación que se acercaba mucho al rodaje de una película, ¡teníamos hasta catering! Un lugar donde probar, crear, proponer, convivir con el sonido…”.

Banjo está internacionalizándose a través de Nueva York y su última incorporación: Carles Delgado.

Antes de llegar a ‘Desafío Champions Sedonkai’, serie de animación producida por Kotoc para TVE que ya ha sido vendida a Latinoamérica, buena parte de Europa, Oriente Medio, Norte de África y Sudeste Asiático, entre otros territorios, Banjo trabajó en varios proyectos de animación. “Entro en el mundo de la animación como hobby y de manera altruista trabajando para cortometrajes. Sí puedo decir que desde muy pequeño soy consumidor de contenidos animados, pero todo llega cuando, por coincidencia, conozco a Álex Cervantes de Hampa Studio en Valencia, él empezó a plantearme sus proyectos como el que se los plantea a un amigo, y poco a poco empecé a trabajar en ello y cuando me quise dar cuenta, Banjo tenía un buen portfolio en animación”. La compañía empezó con ‘Fluvi’ de Hampa Studio, ‘Saari’ de Stor Fisk, de la que asegura “lo siento como algo muy personal, tuve una libertad creativa para todo el audio que me llevó a crear un lenguaje no sólo músical, si no sonoro para la serie. Creada por Verónica Lassenius, Producida por Storfisk, contaba con Txesco Montalt como director de animación. De estilo muy sencillo y orgánico, nos hizo tomar decisiones respecto a la discriminación sonora. Es decir, cuándo asignar un efecto o una nota musical a una acción, muy pocas veces suenan los dos simultáneamente, tanto por el público al que iba destinada como por su sencillez estética, el audio debía ser escueto, elocuente y expresivo. A partir de ahí empezamos a pensar en música y sound design como un todo, realmente los dos son sonido, son expresivos y pueden intelectualizarse con una acción. Aquí nos parece del pleistoceno separarlos y concebirlos como tareas independientes”. Después llegaron ‘Fungi’, también de Stor Fisk, cortometrajes como ‘Margarita’, ‘The End’ o ‘Usa el coco’ de Hampa Studio, la serie ‘Socks’ de Keytoon, trabajos para piezas de Motion Graphics para Atresmedia, Canal+ France, o TVE, y por fin la que podría considerarse su mayor obra hasta la fecha: ‘Desafío Champions Sendokai’.

“Hemos sido un equipo de seis personas que ha trabajado durante unos tres años para las dos temporadas de ‘Desafío Champions Sendokai’, es decir, 52 capítulos. Producíamos media hora de audio mensual. En la serie un minuto se traduce en decenas de efectos y músicas”, comenta Llopis a la vez exhausto y satisfecho por el trabajo realizado.

No niega que “es muy entrañable saber que niños de casi todo el mundo están viendo ‘Desafío Champions Sendokai’ y están escuchando nuestras creaciones. Uno da por hecho que los chavales lo escuchan cuando lo ven, pero lo más sorprendente es entrar en YouTube y encontrar decenas de vídeos de chicos y chicas que se dedican a reproducir escenas de la serie, a grabar la cabecera cuando se emite en televisión, ¡y luego lo comentan! Incluso algunos tocan la melodía con la guitarra o el teclado… imagínate que vas por el parque y ves a unos niños canturreando el tema principal de la serie… recuerdo que desde Banjo apostábamos por un tema instrumental para la cabecera, esto trajo sus más y sus menos, pero pensábamos que le aportaba más seriedad, transmitía confianza en el público. No nos gusta darlo todo mascado, creemos que hoy en día el espectador audiovisual es culto y experimentado. Evitamos repetir melodías una y otra vez para conseguir memorabilidad. Si una melodía es buena en sí, eso la hace notoria y además facilitaría la internacionalización de la serie. Sin duda, el feedback de la gente es algo que buscamos en Banjo, al fin y al cabo nos dirigimos a seres humanos y ver que a tocado a la gente es muy gratificante”.

“Entre nuestros retos está componer la música y el sound design de un largometraje de animación”

Pero nada es gratuito: sólo la primera temporada de ‘Desafío Champions Sendokai’ equivalió a 1.500 pistas de música y efectos. “Nosotros nunca reutilizamos músicas, nos basamos en melodías para crear un guión musical, pero nunca hemos hecho copy-paste de un track completo para utilizar varias veces. Así que salían horas y horas de música. Y en cuanto a efectos de sonido… cada vez se ha complicado más el guión, las magias, las texturas de los objetos que aparecen en plano… Si no se oye no se ve, así que cada item lleva su sonido, tenemos que encontrar el equilibrio entre los efectos y la música, el director quiere mantener la épica, introducir trompetas, violines, y a veces tenemos que limpiar. Soy incapaz de decirte el número de horas de música y efectos de las dos temporadas de la serie”.

Banjo Ivan Llopis

“En Banjo creemos en la espontaneidad, en lo genuino, en la creatividad y en el traje a medida… pensamos que todavía hay mucho que hacer”

saari
‘Saari’ de Stor Fisk.

Iván, que es multi-instrumentista, compone música sinfónica y electrónica, además de tener formación en Comunicación Audiovisual , analiza el eslogan de Banjo: “Producimos audio (música y efectos de sonido) exquisito, porque nos gusta el detalle y la elocuencia; inconformista, porque no nos casamos con las primeras ideas que nos vienen, de hecho siempre las descarto, las guardo por si acaso, pero siempre se puede buscar más; y creativo, porque siempre intentamos generar algo de la nada, parece que “creativo” es un calificativo con un significado un poco diluido, pero nosotros buscamos sorprender”.

Llopis vive y trabaja para la música. “Escucho toda clase de música, soy una licuadora musical, en mis listas de Spotify tengo desde Radiohead a Conchita Piquer, pasando por Miles Davis, Stravinsky, Bach, música electrónica, cosas más comerciales… “. Además, acepta que un cliente le dé referencias sobre el tipo de música que busca pero nunca lo toma como base para sus composiciones, “no hay necesidad de ir por caminos tortuosos que te lleven al plagio. Cada obra es algo único. Creo que la función de la referencia es aprender de la incursión de otros artistas para crear la nuestra propia. Hacer lo contrario es como cuando en un examen nos sentábamos al lado del empollón simplemente para copiar. Lo interesante es sentarse a su lado durante el curso y aprender”.

Banjo Ivan Piano 2“Mi obsesión particular es generar algo que sea fiel a mi concepción de la música, algo que genere emociones y que, obviamente, pueda satisfacer las necesidades de nuestro cliente. Es un triángulo complejo. Hay que saber cuándo se puede hacer lo que te dé la gana como músico y cuándo tienes que resolver la petición de un cliente. A ser posible, intento que le guste al público, de hecho recibimos muchos correos electrónicos y llamadas pidiéndonos la música y eso para mí es lo más. ¡Ya no sólo se queda en el anuncio! A lo mejor, además de conseguir más ventas en el caso de las composiciones para spots, hemos conseguido que el público se moleste en investigar quién es el compositor de la música… no voy a negar que esta conjunción de algo que satisfaga al cliente y además cale entre el público da bastantes quebraderos de cabeza, son variables a menudo enfrentadas, pero bueno, estoy satisfecho porque creo que lo hemos conseguido la mayoría de las veces”.

Banjo foto controlActualmente, el equipo de Banjo trabaja en un nuevo proyectos de serie de animación y en varios spots publicitarios. “En Banjo no paramos. Entre nuestros retos de futuro está componer el sonido de un largometraje de animación, es nuestra próxima meta, nuestro bagaje ya nos permite asumirlo”. A Iván le gusta estar al día en el sector de la animación, visita foros como 3D Wire, AnimaT o Cartoon Forum, y está en vías de internacionalizar la empresa a través de Nueva York. “Hemos incorporado al equipo a Carles Delgado, en Nueva York, él es parte activa de la producción y la composición, es un gran músico que no sólo ejerce de representante de Banjo. En Europa hemos establecido algunos contactos. Tenemos oficina en Valencia y en Barcelona, pero eso no nos impide trabajar para cualquier parte del mundo. Nos hemos consolidado como equipo y no vemos la necesidad de estar localizados en un punto geográfico, cuando contratas a Banjo, contratas su talento, su puntualidad con los deadlines. Así que podemos estar donde queramos, lo importante es que estemos cómodos y que nuestro talento fluya”, asegura Llopis.

Banjo guitarristaAnte la pregunta de cómo se consigue tener un estilo propio, Iván se muestra sincero: “No lo sé. Tener un estilo, hay quien cree que Banjo ya lo tiene, viene porque tienes una metodología de trabajo, unos tics que repites sin darte cuenta y quizá eso es lo que genera un estilo propio. Cuando me pongo a componer, empiezo pensando, pero llega un momento en que finalmente sale sin poder explicar cómo. ¡Mejor que no se pueda explicar para que no se pierda el romanticismo!”

Y es que, por mucho que Iván Llopis y su equipo vivan de la música, seguimos hablando de un arte. “Intento normalizar las jornadas de trabajo, pero las ideas no ocurren en horario de oficina, así que es probable que me despierte en mitad de la noche con una cosa en la cabeza. Busco que todo lo que hago sea inspirado y eso es irregular, aleatorio… busco la inspiración, en ese aspecto soy un romántico, la música tiene algo misterioso para mí y las piezas de las que estoy más orgulloso, no las identifico como algo mío, por ejemplo, recuerdo un spot de Siemens que tuve hacer en cuatro horas porque estaban insatisfechos con el trabajo de otro compositor. Querían algo corto y muy íntimo, empecé con un ritmo de vals y te aseguro que no sé cómo mis manos empezaron a tocar lo que finalmente entró en el anuncio. Ha sido uno de nuestros éxitos, Siemens la utilizó durante mucho tiempo y la gente nos pedía la música”.

Banjo macPor último, comenta que “quizá trabajar para publicidad y animación no te da el prestigio que te puede dar participar en producciones de cine de imagen real. Hay muchos compositores buenos en España y no entiendo por qué hay que americanizar todo lo que se produce, no estoy en absoluto en contra de Hollywood, de hecho me encanta, pero no hace falta irse a Berkeley o a Nueva York para estudiar, es probable que allí enseñen su forma de hacer música y no fomenten del todo el talento personal. Me gustaría que hubiera más Ennios Morricone en la música para obras audiovisuales, pero cada vez hay menos, cuando escuchas las bandas sonoras, todos queremos parecer americanos tomando prestada su concepción sonora y no tenemos por qué perder la identidad, a este paso podrían inventar un software que compusiera”. Los algoritmos están cada día más presentes en la vida cotidiana y son utilizados en varias industrias para sacar a la luz nuevos productos, por increíble que parezca la música no es ajena a esta tendencia. “Sabemos que hay software diseñado para componer música basándose en algoritmos para asegurar el éxito ante un brief concreto. Incluso librerías musicales muy accesibles, económicas que suenan decentes. Pero en Banjo creemos en la espontaneidad, en lo genuino, en la creatividad y en el traje a medida… pensamos que todavía hay mucho que hacer, no todo está inventado y nos negamos a rendirnos a los estándares. Los Banjos intentamos hacer la vida imposible a los algoritmos que emulan creatividad”, concluye Llopis.

Fotos del equipo: disonyando

EL FIN (THE END) (english subtitles) from HAMPA STUDIO on Vimeo.

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