Burning Blue es una de las productoras más potentes de Colombia. En marcha desde 2010, fue fundada por Diana Bustamante, Jorge Forero, y Paola Pérez. Audiovisual451, presente la pasada semana en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, ha tenido la oportunidad de charlar con Bustamante, productora de películas como ‘Los viajes del viento’, dirigida por Ciro Guerra, y participante en la selección oficial de Una Cierta Mirada del Festival de Cannes; y ‘El vuelco del cangrejo’, ganadora del premio FIPRESSI del Festival de Cine de Berlín. Sus últimas producciones son ‘La sirga’ (William Vega) y ‘La playa’ (Juan Andrés Arango), ambas en coproducción con Francia y proyectadas en Cannes.
Bustamante pisaba España en esta ocasión por ‘Árbol’, nueva película dirigida por Pedro Augusto García, “un profesional colombiano con larga trayectoria en el audiovisual que se pone al frente de un largometraje por primera vez. Casi todas las películas que he producido son operas primas o segundas películas del director”, comenta en exclusiva Bustamante. “Hemos estado en el Foro de Huelva para medir las posibilidades de coproducción. Nuestra idea es producir la mayor parte de la película en Latinoamérica y tener un 30 por ciento de participación europea, no necesariamente española, pensamos también en Alemania y Francia”.
Y es que España es un mercado natural para Latinoamérica por cuestión idiomática, pero “sabemos que el momento en España no es el mejor, aun así sigue siendo un mercado importante para nuestras películas. Siempre hemos tratado de mantener mucho contacto con el país, especialmente con las distribuidoras, es una cuestión de idioma, es mucho más fácil para nosotros mover una película en España que en otro país europeo. Todas mis películas se han estrenado en varios países de Europa, pero en Alemania a lo mejor hemos salido con una copia. Hay una barrera idiomática y creo que con el auge del cine latinoamericano el mercado del cine hispanohablante debería reforzarse. No hay duda de que es tarea de los productores, como dueños de las películas, empujar para que se vean y distribuyan en todos los mercados”, comenta Bustamante en Casa Colón, sede principal del Festival de Huelva y del Foro de Coproducción.
Preguntada por cómo es ‘Árbol’, responde que es “una película bien particular y diferente a las películas que he producido hasta ahora. Puedo decir que hasta el momento me he encargado de películas más locales, enraizadas en minorías, de tono social, y ‘Árbol’ es una película más cotidiana”, una muestra más de que el cine latinoamericano está cambiando de la misma manera que España se ha abierto al cine de terror, suspense o comedia moderna en los últimos años. Bustamante continúa: “’Árbol’ trata sobre Sandrita, una madre cabeza de familia, su marido la abandonó hace siete años y ella tiene que hacerse cargo de sus hijos y vive para trabajar. Limpia pisos y además ayuda en un asilo de ancianos, uno de los lugares más tristes que como humanidad nos hemos podido inventar. Ella sólo trabaja y no se preocupa del amor, hasta que un buen día se enamora del paramédico, que únicamente visita el asilo cuando los viejitos se están muriendo”.
A partir de aquí no cabe duda de que en ‘Árbol’ “se suceden situaciones algo macabras que incluso dan risa. El amor comienza como algo platónico e idealizado, de una manera errática, hay una anciana que se dedica a la brujería, algo bastante común en Latinoamérica, y les hace un sortilegio que ya confunde porque no se puede saber si el amor surge de manera natural o por el hechizo. Es una historia de amor algo trágica, con toques de comedia macabra”, asegura la productora.
La idea del proyecto es dedicar 2014 a la financiación y rodar a comienzos de 2015. “Tenemos una versión sólida del guión después de un año de trabajo y tenemos ideas claras sobre los actores que queremos, tenemos la pareja principal, además sabemos que contaremos con actores colombianos que son viejas glorias de la televisión colombiana para que participen en la película, ahora viven en malas condiciones y queremos darles esta oportunidad”, asegura la productora. “Estamos hablando de una película de unos 700.000 euros de presupuesto, tenemos casi un 20 por ciento cerrado y nos falta el grueso, contaremos con el fondo colombiano y la coproducción”, comenta Bustamante.
Hoy en día, España, y buena parte del mundo, mira a Latinoamérica como la mejor oportunidad para hacer negocios y el audiovisual no es una excepción. En la pasada edición de MIPCOM, Audiovisual451 conoció de primera mano las políticas colombianas de impulso del sector, y ahora ha podido tener la versión de un productor nacional sobre la situación del audiovisual colombiano. Bustamante comenta: “Creo que esto es un momento, al igual que le sucedió al cine argentino, que creció como una ola gigantesca desde ‘Lucrecia’. Creo que son cosas que pasan, no creo que Colombia tenga nada especial ni una ley despampanante. Hay un fondo, que es más bien pequeño, y una serie de incentivos fiscales que ya no funcionan porque el riesgo es muy alto y el beneficio tampoco llega a ser lo que uno espera. Creo que visto desde fuera es mejor de lo que es desde dentro”.
Y es que, según comenta la productora de Burning Blue, el último beneficio tributario lanzado por el gobierno colombiano devuelve el 40 por ciento de la inversión en metálico, “pero personalmente creo que está pensado para los inversores extranjeros, no le veo el beneficio para los productores nacionales. El impacto para la industria nacional me parece perverso, creo que, por ejemplo, subirán los precios, y me resulta contradictorio que el gobierno esté apoyando a las empresas extranjeras”, un debate que se libra en muchos países. “Creo que estamos en un buen momento, pero igual que llegó, se irá.”
“Otro factor que creo que afecta positivamente al momento del cine colombiano es la nueva generación de profesionales. Hace unos años no había donde formarse en Colombia a nivel audiovisual, y hoy en día hay muchísimos más medios, además hay acceso a las películas, tienes ayudas para el guión, desarrollo, producción, postproducción, nos hemos abierto a temáticas más universales y estamos saliendo de historias sobre desigualdad social o narcotráfico… creo que el talento que ya existía ahora está cultivado y puede salir adelante, ¡ahora sólo nos queda que el público vea nuestras películas!”, comenta Bustamante. Así que, la presión de Hollywood no sólo se siente en España o en México, como contaba el director mexicano Rafa Lara, sino en toda Latinoamérica: “Hace tres años las películas colombianas hacían una buena taquilla y hoy en día las cifras son bastante malas. El mercado colombiano tiene un 95 por ciento de cartelera de Hollywood, la invasión es muy clara y es muy difícil para un productor colombiano luchar contra el músculo financiero de las majors para promocionar una película. A duras penas podemos invertir 50.000 dólares en marketing y encima tenemos que estrenar en la sala de al lado y el mismo día que un taquillazo”.
¿Terminará la batalla con una cuota de cine latinoamericano en las carteleras de la misma manera que Europa impuso la suya propia?
