El Observatorio Audiovisual Europeo junto a las consultoras Nevafilm Research, Universe Consulting presentan en la 95 edición del Festival Internacional de Cine de Moscú el cuarto estudio sobre la industria cinematográfica rusa. El informe describe de manera detallada el marco institucional en el que opera la industria y analiza los resultados de la colaboración internacional.
El estudio incluye en esta ocasión un capítulo dedicado a la producción y distribución de películas regionales, así como una visión general de distribución de televisión en Rusia. Desde el año 2012, Rusia ha introducido cambios en las políticas de apoyo al cine, donde por un lado se encuentra el ministerio de Cultura, que se encarga de las ayudas a operas primas, películas infantiles, experimentales y documentales y por otro el Fondo de Cine para las producciones más comerciales y el cine de animación.
Ambas instituciones determinan ahora de una forma transparente las obras que deben ser apoyadas por el Estado a través de sesiones de pitching de sus responsables. Una hechos más relevanets de los últimos años es que el Fondo de Cine ha estado emitiendo más financiación en forma de préstamos. En 2013, el 63 por ciento del presupuesto del Fondo fue para subvenciones directas y sólo el 12 por ciento se dedicó a préstamos reembolsables. Ya en 2014, un 39 por ciento fueron ayudas directas y el 40 por ciento del fondo se destinó a préstamos.
Una de las características de la industria cinematográfica rusa en los últimos años es el crecimiento de la producción regional debido sobre todo a la inversión privada y al apoyo de los gobiernos regionales. Estas producciones a menudo son filmadas en los idiomas de cada república donde además se estrenan y son capaces de recuperar la inversión. Por ejemplo, las Repúblicas de Saja (Yakutia) y Buriatia cuentan con una industria de producción y distribución local muy desarrollada, como demuestra el hecho de que las películas de estos territorios fueron capaces de atraer 132.000 espectadores y conseguir 27 millones de rublos en taquilla en 2013.
Por otro lado, la digitalización delas salas de cine rusas va camino de completarse. A mediados de 2014 el 75 por ciento de los cines contaban con proyección digital en cada pantalla y solo el 7 por ciento de los cines no tenían al menos una sala digitalizada. De hecho solo el 9 por ciento de las copias estrenadas fuera distribuidas únicamente en soporte fotoquímico, por lo que la gran mayoría de los estrenos se realizaron tanto con copias analógicas como digitales.
Po último, los servicios de Video on Demand continúan creciendo rápidamente. IKS Consulting estima que en 2012 el volumen de ventas de Vídeo Bajo Demanda en Rusia ascendió a 1.130 millones de rublos y en 2013 esa cifra había aumentado hasta los 2.790 millones de rublos, una cantidad que se verá de nuevo superada este año ya que en los primeros seis meses de 2014 las plataformas VoD ya han facturado 2.320 millones de rublos. El cuarto estudio completo sobre el mercado cinematográfico ruso puede adquirirse en formato PDF al precio de 30 euros (pedidos a través del mail: markus.booms@coe.int)
