En lo más oculto de los Globos de Oro con Raimundo Hollywood

Mientras Ovedito se hace la turné asiática de la que nos empezará a contar en breve el año no podía empezar sin empaparnos de Globos de Oro y ver lo que los demás no pudieron. La audiencia irá al alza pero el lujo filipino está a la baja. Estas fiestas ya no son lo que eran. No hablamos de los Globos donde Meryl Streep nos emocionó a todos y Jimmy Fallon nos hizo gracia. En los Globos ningún detalle fue pequeño. Por ejemplo Andrew Garfield, alérgico a las avellanas, tuvo su propio postre dado que el que se prepara todos los años, con chocolatito en formas moñonas en referencia a los Globos de Oro tenía avellanas.

También los hubo sobraos que llegaron sin ticket que para algo son estrellas (Mel Gibson, John Travolta o Warren Beatty entre ellos) y otros que se pasaron de humildes como Chris Hemsworth y su Elsa a su lado que por no molestar no pidió entrada para sus padres y estaba preocupado de cómo llegarían a ver la alfombra roja.

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Tuvimos mucha pareja glamorosa como la de Chris y Elsa, Ryan y Blake o Justin y Jessica. Pero nos emocionaron más los abrazos espontáneos entre bambalinas donde todos querían un poco de Meryl y Meryl los quería mucho a todos. Aún sin voz se alegró un montón de la victoria de Emma y sobre todo de la de Isabelle Hupert, otra veterana maravillosa como ella. Lo de Cassey le hizo ilusión pero le habría gustado que hubiera sido Denzel, nos dijo por lo bajines mientras se arreglaba el refajo y se tomaba un ricola que tenía la voz echa polvo tras decir lo que tenía que decir como nadie lo había dicho antes.

 

Ben Affleck no pensaba asistir a los Globos más que para presentar pero quiso quedarse a ver la victoria de su hermano y se sentó con los mortales. A Aaron Taylor Johnson se les escapaban las lagrimillas de emoción necesitando “un momento” para componerse antes de llegar a la sala de prensa mientras que el equipo de ‘La La Land’ lo único que quería era parar a sacarse una foto con su ídolo, Naomi Campbell. Dev Pattel se desmelenó en las fiestas tras pasarse toda la ceremonia de niñera con su compañero en ‘Lion’, que será un encanto pero es un niño. Y Damien Chazelle estaba en las nubes solo pensando en su perrito Colin del que nos enseñó una “afoto”. Cómo sería que hasta dejó a Emma Stone plantada y sin beso cuando dijeron su nombre como el gran ganador de la noche.

 

Pero a lo que íbamos, si seguimos midiendo las fiestas por sus gambas… vamos de culo. Comida de la rica, de esas montañas de marisco, de las bandejas de sushi o de los cortes de carne asada que acostumbrábamos antaño este año brillaron por su ausencia sustituidos por hamburguesitas, pizza y hasta palomitas… muy poco glamuroso. Eso sí, corrió el champagne como nunca y si lo más in de otros años fueron las máquinas expendedoras de zapatillas de ballet para poner fin al dolor de pies de la noche la de este año fue la máquina expendedora de mini botellas de Moet Chandon, para acabar con el dolor pero de otra forma.

 

Copyright de las fotos: R&R Communications.

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