La crisis provocada por el COVID-19 está teniendo enormes efectos también en la industria del juego online. Una de las más evidentes es la potente limitación de la publicidad que ha impulsado el Gobierno español. Estas medidas extraordinarias estarán vigentes tan solo durante la duración del estado de alarma, pero han generado enorme preocupación en el sector.
Las distintas webs de apuestas deportivas y casino están intentando resistir esta crisis, pero las dificultades empiezan a ser evidentes. Vamos a conocer un poco más a fondo la situación en estos momentos.
Nuevos límites durante la alarma
Tras un par de semanas de confinamiento, el Ministerio de Consumo anunció una batería de medidas con las que pone estrictos límites a la publicidad del juego online en todas las plataformas. Durante este periodo, la publicidad del juego quedará restringida al horario de 01:00 a 05:00 horas en radio, televisión y plataformas de video como Youtube u otras.
Cabe recordar que el Gobierno español ya había comenzado a legislar en este aspecto en las últimas semanas, introduciendo ciertas limitaciones en este aspecto que se han visto aumentadas ahora. Esa iniciativa legislativa ya había encontrado fuertes críticas en ciertos sectores, pero queda por ver cómo encaja su entrada en vigor.
Medidas concretas
El ministerio de Consumo decidió el pasado 1 de abril una serie de medidas con las que pretende defender a los sectores de la población más vulnerables y permeables a este tipo de publicidad. El objetivo de estas medidas es evitar que la publicidad anime de manera directa o indirecta al consumo de actividades relacionadas con el juego. Desde el ministerio se pretende evitar que el confinamiento domiciliario acabe provocando un aumento del consumo de los juegos online que puedan acabar en problemas o patologías.
Entre las acciones concretas que prohíbe este decreto están los anuncios de bonos y promociones. Los operadores no pueden captar nuevos clientes o fidelizar a los que tengan a través de ofertas, promociones, bonos o regalos. Además, también se prohíbe por completo la emisión de comunicaciones comerciales a través de correo electrónico o incluso de los perfiles en redes sociales.
Todas estas medidas, no solo afectan a las propias casas de apuestas, sino que son de obligado cumplimiento también para otros negocios como las webs de afiliados. Las limitaciones entraron en vigor desde el mismo momento en el que fueron publicadas en el Boletín Oficial del Estado.
Reacciones a estas medidas
Esta decisión del Gobierno ha sido definida por JDigital, la asociación de las webs de apuestas que operan en España, “como otro duro golpe para un sector que ya se estaba viendo muy afectado por esta crisis”. Cabe recordar que algunas empresas ya han presentado ERTE’s y han tomado otro tipo de decisiones para paliar los efectos de esta crisis, así que la limitación de su publicidad puede ser otro golpe para ellas.
Desde el sector se recuerda también la dramática bajada de su volumen de negocio, debido a la cancelación de la mayor parte de los eventos deportivos a nivel mundial. Las apuestas representan más del 50 por ciento de los ingresos de estas empresas y recuerdan que, desde el inicio de esta crisis, todos los operadores están actuando con enorme responsabilidad.
Por su parte, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha señalado que “hemos detectado un incremento en el consumo de juegos online durante el confinamiento, de ahí que haya sido necesario tomar estas medidas para proteger a los sectores más vulnerables de la población en estos momentos”. JDigital ha recordado que el sector del juego online en España cuenta ya con una legislación muy potente y que todos los operadores trabajan pensando en la protección de esos sectores sociales.
Mientras los datos de las webs caen en picado en deportes, las empresas buscan diversificar sus opciones de casino. Las slots, el blackjack o la ruleta son ahora mismo los productos más potentes y, pese a no poder publicitarlos, las webs siguen contando con un potente menú en estos juegos a disposición de sus usuarios. Queda resolver la incógnita de cuánto tiempo pueden resistir un largo periodo de restricciones a sus actividades.
