Javier Lafuente, productor de Jonás Trueba: “’Quién lo impide’ se sale de los géneros propios del cine habitual y de lo que tal vez San Sebastián selecciona”

‘Quién lo impide’ es la nueva película de Jonás Trueba tras ‘La virgen de agosto’. Una producción de Los Ilusos Films, la productora del propio Jonás con Javier Lafuente, que compite por la Concha de Oro en la 69ª edición del Festival de San Sebastián.

La película es una llamada a transformar la percepción sobre la adolescencia y la juventud. Aquellos jóvenes que nacieron a principios del siglo XXI y acaban de hacerse mayores de edad. ‘Quién lo impide’ viaja entre el documental, la ficción y el puro registro testimonial, con actores no profesionales, adolescentes que se muestran tal y como son, aprovechando la cámara de cine para mostrar lo mejor de sí mismos y devolver la confianza en el futuro: Candela Recio, Pablo Hoyos, Silvio Aguilar, Rony-Michelle Pinzaru, Pablo Gavira, Claudia Navarro, Marta Casado y Sancho Javiérez.

Quien lo impide

El certamen vasco acogerá el estreno mundial de ‘Quién lo impide’ antes de su desembarco en salas comerciales españolas el 22 de octubre bajo distribución de Atalante. La película, que toma su título de un tema musical de Rafael Berrio, condensa en 220 minutos un rodaje que se ha prolongado durante cinco años. La propuesta de Jonás Trueba se divide en tres partes incluyendo dos intermedios de 5 minutos. El propio director explica que la película “se ha ido transformando a lo largo de estos años y hasta su mismo título se ha resignificado, de forma un tanto irónica, casi cruel. (…) Como un tapiz que se dispara en múltiples direcciones.”

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Javier Lafuente habla con Audiovisual451 sobre la selección de ‘Quien lo impide’ en el Festival de San Sebastián, donde competirá por la Concha de Oro.

Audiovisual451: ¿Cómo afrontáis esta segunda selección en el Festival de San Sebastián tras la del año 2016?

Javier Lafuente: “Estar seleccionados en San Sebastián es un respaldo para el cine que hacemos y para Jonás, más todavía si piensas que volvemos al certamen dos películas después. Es un espaldarazo muy bueno. Nos sentimos muy felices de que un festival español vaya a dar a una película tan especial como esta esa visibilidad y empuje. Para nosotros es maravilloso. También vamos con mucho pudor y alegres de que el proyecto encaje dentro la propuesta que ellos pudieran tener.”

A451: ¿Por qué es especial la película?

J. L.: “Porque se sale de los géneros propios del cine habitual y de lo que tal vez San Sebastián selecciona. No tiene un elenco de actores conocidos, son chicos a los que hemos ido siguiendo y que hacen de sí mismos. ‘Quién lo impide’ es un largometraje de ficción documental en el que las líneas no están claras, no se sabe muy bien dónde está la realidad y dónde empieza la ficción. Por eso creo que es una apuesta bastante singular. También el metraje, la duración de la película, que es elevada y eso la hace especial. La filmación de la película se ha hecho durante muchos años, y se ha tenido que recoger todo eso en un único audiovisual. El paso del tiempo ayuda también a entender esa dimensión de la película porque se han filmado muchas cosas y se quieren abarcar muchas cosas. Tiene un reparto muy coral también, donde hay muchos personajes, aunque siempre hay algunos que destacan más, y eso abre un universo que no está centrado solo en dos o tres actores.”

“‘Quién lo impide’ nació con la vocación de registrar el pulso de la vida adolescente, pero en un momento dado me di cuenta de que era mucho más que eso, y que en realidad lo que estábamos haciendo era una película sobre nosotros, sobre todos nosotros. Esta película es un intento de crear algo que como cineasta y espectador echaba de menos en nuestro panorama cinematográfico y audiovisual” afirma Jonás Trueba.

A451: ¿Cómo se ha se ha llevado a cabo la financiación?

Javier Lafuente
El productor Javier Lafuente. Fotografía de Franck Alix.

J. L.: “El ICAA apostó por este proyecto cuando era la cápsula más pequeña. A medida que se iban ampliando las filmaciones y las posibilidades, y Jonás veía que el proyecto podía crecer, hemos ido teniendo aplazamientos de tener la copia final. Ahora ya hemos cumplido todos los plazos, pero si por Jonás fuese, seguiría la filmación, seguramente dando a luz pequeños o grandes capítulos. Le gustaría hacer una serie de esto, diría yo.

En cuanto a financiación, lo hemos presentado a las grandes y pequeñas ayudas y no lo hemos conseguido. No han confiado en el proyecto, les parecía muy complicado.”

A451: ¿Es posible que gracias a San Sebastián se abra una puerta?

J. L.: “Es posible. Hay proyectos que no puedes volver a presentar una segunda vez, pero estar seleccionados en San Sebastián puede hacer que miren ahora la película de otra manera. El ICAA nos dio una ayuda selectiva, que es la única que hemos tenido, el resto de la financiación ha sido a pulmón. Hemos encontrado un par de inversores que les gusta el cine de Jonás y que lo han apoyado, y eso ha ayudado mucho. Luego también la generosidad de los chicos y la singularidad de un equipo técnico tan reducido, que ha hecho posible que pudiéramos extenderlo en el tiempo, alargando y generando más material. Más allá del dinero está la voluntad de las personas de querer que esto salga adelante y el compromiso. Cuando ya no tienes oxígeno solo dependes de las personas y su voluntad. Además, técnicamente tampoco ha requerido de un material que lo haya hecho complejo. En ese sentido la dificultad era tener a las personas.”

Javier Lafuente: «Jugar o trabajar con la realidad no requiere de un trabajo enorme de vestuario o de arte, sino más bien una mirada.»

A451: Desde el punto de vista del productor, ¿cómo se afronta un proyecto como ‘Quién lo impide’?

J. L.: “Partimos de una idea más pequeña que Jonás ya tenía clara y no sabía cuándo la iba a cerrar. Yo, como productor, voy acompañándole en ese proceso, y como vamos juntos, no me voy encontrando las sorpresas, sino que voy dando pasos con él y en ese sentido es más sencillo. En la organización del proyecto ha sido esencial la cantidad de gente frente a la cámara, porque detrás de cámara hemos contado con un equipo de profesionales pequeño y con muy poca maquinaria. Jonás no solo pensaba, sino que escribía y cogía la cámara, o sea, que al final dentro del equipo técnico éramos cuatro personas y a veces polivalentes. Por ejemplo, yo podía estar produciendo y cogiendo el micrófono al mismo tiempo, o el ayudante de dirección que nos ayudó con el casting también ha hecho labores de producción. En fin, cuatro personas que hemos jugado en diferentes departamentos.

Por otro lado, jugar o trabajar con la realidad no requiere de un trabajo enorme de vestuario o de arte, sino más bien una mirada. Miro hacia lo que me interesa, y lo que no me interesa se evita. Requiere más trabajo de dirección, especialmente, y luego de montaje. Siento que había un metraje fabuloso y que el trabajo de Jonás no solo ha sido la escritura del guion, sino que ha sido también un trabajo de escritura y montaje. Tenía mucho material que podía ir en multitud de direcciones diferentes. Ahí ha habido un trabajo increíble de Jonás y de la montadora Marta Velasco para dar sentido en una única dirección y no en todas las que se podría haber dado al proyecto. Y luego también está el proceso de eliminar, porque hay que seleccionar con que te quedas, y ahí ha habido también mucho trabajo.”

Quien lo impide

A451: A la hora de rodar, ¿cómo ha sido la toma de decisiones?

J. L.: “Jonás iba decidiendo en base a ideas que él tenía en su cabeza y que quería retratar. Iba decidiendo hitos o momentos donde les ocurrían cosas a los personajes, que a veces eran verdaderas y otras las provocaba él. No tenía claro si ese momento que iba capturando iba a salir luego en el montaje o no, pero sentía que eran puntos de la experiencia vital de estos chicos que debía registrar. Su primera votación, por ejemplo, o la representación de lo que es un viaje de fin de curso. Momentos que tuvimos que ficcionar, pero también hay otros que ocurren verdaderamente. Jonás se ha encargado de hacer esa selección de momentos, es parte de su mirada. También hay que tener en cuenta que se cruzó la pandemia y que, mientras pusimos en suspenso el rodaje de ‘Quién lo impide’ para hacer ‘La virgen de agosto’. Estoy seguro de que Jonás en su cabeza seguía haciendo la película, pero físicamente no filmamos durante un tiempo, y esas paradas están también reflejadas en la película de alguna manera.”

Javier Lafuente: “Más allá del dinero está la voluntad de las personas de querer que esto salga adelante y el compromiso (…) Cuando ya no tienes oxígeno solo dependes de las personas y su voluntad.”

A451: ¿Cómo ha afectado la pandemia a todo este proceso?

J. L.: “Los chicos de ‘Quién lo impide’ cumplían 18 años en 2020, así que se nos cruzó la pandemia en este retrato generacional. Nosotros, que seguíamos su actividad y que la estábamos registrando, hemos podido documentar la parada que para ellos ha supuesto la pandemia. No es el tema principal, la película empieza mucho antes y a Jonás le gustaría incluso que se ampliara, pero hemos llegado a un punto donde hay que parar para darle también una unidad. Jonás había hecho unos montajes previos que duraban más de lo que es la película ahora, todo eso había que sacarlo a la luz y este era el momento. Además, San Sebastián ha confiado muy rápidamente en la película y eso da seguridad en lo que estamos haciendo. Merece la pena apostar por la mirada de Jonás, además, estamos en un momento vital y singular para las salas de cine.”

Jonas Trueba
Jonás Trueba durante el rodaje de ‘Quién lo impide’.

A451: ¿Cómo ha sido el proceso de postproducción?

J. L.: “El montaje ha sido muy duro, ha durado meses. En este proceso se suman al proyecto los técnicos de postproducción, que están también poniendo corazón y aceptando un proyecto con unas condiciones determinadas.”

A451: ¿Cuáles son vuestros planes tras San Sebastián?, ¿tenéis previstos otros festivales o el estreno en salas?

J. L.: “Estrenamos en España el 22 de octubre con Atalante. A nivel internacional, te puedo comentar que nos ha ido muy bien en Francia, hemos pasado el verano trabajando en los subtítulos para poder presentar la película a más países.”

‘La virgen de agosto’, anterior película de Jonás Trueba, tuvo una gran acogida en Francia.

A451: ‘La virgen de agosto’ funcionó muy bien en Francia, ¿no?

J. L.: “Sí. Pilló la pandemia de por medio y eso fue un riesgo. En el verano de 2020 no se estrenaron demasiadas películas, ‘La virgen de agosto’ fue una de ellas y eso permitió que, de alguna manera, el espectador tuviera una oportunidad de verla, algo que a lo mejor otro año, con todas las salas llenas hubiera sido distinto. O a lo mejor igual, la verdad que no lo sabemos. Pero ahí hubo una oportunidad y ellos luego lo supieron manejar muy bien y ha permitido que la película llegara hasta los Premios César, un empujón que nos ha puesto en el mapa y eso ha permitido también que ahora esta película tenga más oportunidades. En el caso de ‘Quién lo impide’, la virtud de la película es también su contra, esa dispersión de tantos chicos y el metraje, que tal vez pueda ser un problema para un distribuidor.”

Quien lo impide

Próximos proyectos
Jonás Trueba y Javier Lafuente ya trabajan en dos nuevos largometrajes: ‘Segundo premio’ y ‘Tenéis que venir a verla’.

A451: ¿En qué próximos proyectos estáis trabajando?

J. L.: “Estamos trabajando en un proyecto que se llama ‘Segundo premio’, dirigido también por Jonás, que es una coproducción con La Terraza, Áralan Films y Capricci. Estamos ahora buscando la financiación, armándolo para que se pueda producir. Está muy avanzado, pero todavía falta conseguir algo más de dinero. Luego tenemos también algo más pequeño, dirigido también por Jonás y producida por Los Ilusos, que se llama ‘Tenéis que venir a verla’.”

A451: ¿Son ambas películas más convencionales que ‘Quién lo impide’?

J. L.: “Efectivamente. Son películas donde trabajaremos con un elenco artístico de actores y actrices profesionales. Y será dentro del estándar de la industria, con más o menos presupuesto, pero con narrativas de ficción.”

A451: ¿Algo más que quieras añadir sobre ‘Quién lo impide’?

J. L.: “Si diriges documental la gente piensa que es casi testimonial o de seguimiento, pero no lo es tampoco. Documental es porque recoge de alguna manera experiencias vitales que son reales. Pero hay muchísimo trabajo de ficción y luego hay también muchas partes de participación de los intérpretes donde son ellos mismos, y eso es muy documental porque no les estás marcando el qué decir, sino que es lo que está viviendo y sucediendo. Eso también lo quieres señalar, que se sepa que no es un trabajo de guion en el que le has pasado un texto a ese chico, que lo que hace es aprendérselo y repetirlo. Todo eso que está inhibido es lo que estamos proponiendo.”

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