La Colegiata de Sant Vicenç de Cardona, primer tesoro español de la cultura cinematográfica europea

El próximo 22 de octubre, la Colegiata de Sant Vicenç de Cardona recibirá el título de «Treasure of European Film Culture» (Tesoro de la Cultura Cinematográfica Europea) por haber sido uno de los escenarios del rodaje de ‘Campanadas a medianoche’, dirigida e interpretada por Orson Welles. Se trata de un lugar lleno de historia, en excelente estado de conservación, que puede ser visitado por los amantes del cine, los fans y los estudiosos de Orson Welles.

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‘Campanadas a medianoche’

Cincuenta años después de su estreno en el Festival de Cannes, donde recibió el gran Premio Técnico y el premio del 20º Aniversario del Festival, la Academia del Cine Europeo descubrirá una placa conmemorativa en la Colegiata de Sant Vicenç de Cardona para dejar constancia permanente de su valor simbólico y patrimonial para la historia del cine europeo. Se trata del primer espacio emblemático para la cinematografía europea situado en España

Con motivo de esta designación, 25 cineastas europeos, miembros de la Junta directiva de la EFA, presidida por la directora polaca Agnieszka Holland, acudirán a la ciudad para participar en los diferentes actos que tendrán lugar y celebrar su reunión de Junta directiva anual en el Parador de Cardona.

La comitiva cinematográfica llegará el viernes 21 de octubre y será recibida por sus homólogos de la Academia del Cine Catalán, el alcalde de Cardona, el director de la Filmoteca de Cataluña y el director de la Agencia Catalana del Patrimonio Cultural, entidades promotoras de la candidatura, que también cuenta con una carta de apoyo del actor Keith Baxter, intérprete del príncipe Hal y único superviviente del equipo artístico, y otra de la hija de Orson Welles, Chris Welles Feder. La voluntad de las instituciones catalanas es convertir la Colegiata de Cardona en símbolo de homenaje permanente a Orson Welles.

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Colegiata-de-Sant-Vicenç-deEl objetivo de esta distinción, concebida en 2015 por los académicos europeos Naum Kleiman y Urich y Erika Gregor, es señalar espacios y localizaciones cinematográficas de naturaleza simbólica de gran valor histórico, preservarlos y protegerlos no sólo para las actuales sino también para las futuras generaciones, tal y como hace la UNESCO con el patrimonio natural y cultural mundial.

A día de hoy, las placas conmemorativas se han instalado en siete espacios: el Centro Bergman en Fårö, lugar consagrado a la vida y obra del legendario director sueco Ingmar Bergman; el Centro Memorial Eisenstein en Moscú, creado para custodiar las pertenencias y difundir la producción del director soviético; la casa de los hermanos Lumière en Lyon, sede del instituto dedicado a la promoción y preservación de la cinematografía de Auguste y Louis Lumière, inventores del cinematógrafo y padres del cine; el museo El mundo de Tonino Guerra, espacio dedicado a la obra del poeta situado en las catacumbas de Santa María della Misericordia de Pennabilli, en la región de Emilia-Romaña; las escaleras de Odessa, localización emblemática de la ciudad ucraniana inmortalizada por Sergei Eisenstein en ‘El acorazado Potemkin’; la Noria gigante de Viena, el Riesenrad del Prater, escenario de otra película inolvidable interpretada por Orson Welles y el Museo Sergei Paradjanov de Yerevan, dedicado a uno de los más fascinantes cineastas europeos.

La Colegiata de Sant Vicenç de Cardona será la octava localización europea en recibir la distinción y la primera en España. El listado de Tesoros de la Cultura Cinematográfica Europea irá aumentando a largo de los años para poner en el mapa estos lugares especiales para la historia del séptimo arte que se tienen que preservar y se pueden visitar.

La relación de Orson Welles con Cataluña se puso de manifiesto por vez primera en el inicio de ‘Mr. Arkadin’ («El 25 de diciembre, un avión volaba sobre las costas de Barcelona. La cabina estaba vacía. La investigación de este incidente estuvo a punto de derribar a más de un Gobierno europeo)», rodando en 1954 algunas escenas en Barcelona y en la finca La Senya Blanca propiedad de José Encesa en S’Agaró. Allí tuvo lugar el histórico encuentro con Josep Pla, quien a pesar de despreciar ostentosamente el cine, reconoció irónicamente ante Welles que «éste es un hombre que pesa mucho». Diez años más tarde, Welles buscaba un castillo medieval para el rodaje de ‘Campanadas a medianoche’, en el que ambientar la Inglaterra de la Guerra de los Cien Años. La elección recayó en la Colegiata de Sant Vicenç de Cardona, una joya del románico catalán situada en el castillo de la villa. El equipo llegó procedente de Colmenar Viejo y en apenas dos semanas, a mediados de octubre de 1964, se filmaron las escenas correspondientes a media hora de película útil, una cuarta parte del metraje del rodaje que se prolongó durante nueve meses en otras localizaciones españolas, según recoge el especialista en la obra wellesiana, Esteve Riambau. ‘Campanadas a media noche’, producida por Emiliano Piedra, es una síntesis de textos shakesperianos alrededor de Falstaff, el personaje con quien Welles se identificó toda su vida, compañero de aventuras del príncipe Hal.

Los ciudadanos de Cardona se volcaron en el rodaje. En la villa, que en los años 60 no contaba ni con siete mil habitantes, son aún muchos los que recuerdan aquellas escasas dos semanas de 1964 que trajeron a las calles de la pequeña localidad minera actores como John Gielgud, Keith Baxter, Marina Vlady, Norman Rodway, Fernando Rey y el mismo Welles, compaginando la interpretación con su trabajo al otro lado de la cámara.

Con motivo del centenario de Orson Welles, organizado por la Filmoteca de Cataluña en 2015, la Colegiata de Cardona acogió una proyección de ‘Campanadas a Medianoche’ con la presencia de Chris Welles, Keith Baxter y reconocidos especialistas en la obra del cineasta. La fotógrafa Colita testimonió el rodaje cardonense en unas bellas fotografías y retratos de Orson Welles que forman parte del patrimonio de la Filmoteca de Cataluña y, que fueron objeto de una exposición tanto en la sala de exposiciones de la Filmoteca como en Cardona en el marco de los actos conmemorativos del centenario Welles. El montaje de la película lo firman la catalana Elena Jaumandreu, una joven montadora de cine de 29 años que vivía en Madrid cuando trabajó en el equipo de filmación de la película en 1965 y Fred Muller, que casualmente también tiene residencia en Cataluña.

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