‘La inocencia’, una ópera prima construida desde el montaje, el diseño de sonido y el etalonaje

Lina Badenes (Turanga Films) y Belén Sánchez (Un Capricho de Producciones), productoras de ‘La inocencia’

‘La inocencia’, ópera prima de Lucía Alemany, conforma junto a ‘Las letras de Jordi’, de Maider Fernández Iriarte la participación española este año en la sección New Directors del Festival de San Sebastián. Protagonizada por Laia Marull, Sergi López, Joel Bosqued y Carmen Arrufat, ‘La inocencia’, es la historia personal de su directora, que vuelve a su pueblo natal (Traiguera) a contar su propia vivencia de adolescente.

‘La inocencia’, que se rodó hace un año en diversas localidades de Valencia y Cataluña, es una producción de Turanga Films, Un Capricho de Producciones y Lagarto Films. Lina Badenes, Belén Sánchez y Juan Gordon son los productores ejecutivos del filme, que cuenta además con el apoyo del Institut Valencià de Cultura (IVC), del Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC), de los canales À Punt, TV3 y Movistar+ y de La Incubadora The Screen/ECAM.

El equipo técnico ha estado formado en su mayoría por mujeres, tanto en las jefaturas de distintos departamentos como en la composición de los mismos. El guion de es de Laia Soler Aragonés y Lucía Alemany; Lina Badenes y Belén Sánchez han estado al frente de la producción, Joan Bordera en dirección de fotografía, Juliana Montañés en el montaje, Carlos Lidon en sonido, Asier Musitu en arte, Giovanna Ribes en vestuario, Natalia Montoya en peluquería y maquillaje, Rafa Carmona como primero de dirección y Sergio Gil como director de producción.

Lina Badenes (Turanga Films) y Belén Sánchez (Un Capricho de Producciones)

En la película, Lis es una adolescente que sueña con convertirse en artista de circo y salir de su pueblo, aunque sabe que para conseguirlo tendrá que pelearlo duramente con sus padres. Es verano y Lis se pasa el día jugando en la calle con sus amigas y tonteando con su novio, unos años mayor que ella. La falta de intimidad y el chismorreo constante de los vecinos obligan a Lis a llevar esa relación en secreto para que sus padres no se enteren. Pero ese verano idílico llega a su fin y con el inicio del otoño Lis descubre que está embarazada. Audiovisual451 ha hablado en San Sebastián con las productoras Lina Badenes y Belén Sánchez.

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Audiovisual451: ¿Cómo entráis en la producción del filme?

Lina Badenes: “Lucía Alemany había hecho un cortometraje titulado ’14 años y u día’ que nos pareció que tenía mucha fuerza y tenía una autoría bastante marcada. Vemos la primera versión de guión de ‘La inocencia’, que hablaba de algo muy personal de su adolescencia y nos pareció muy interesante y que apuntaba en buena dirección”.

A451: ¿Y cómo continúa la aventura de financiar el filme?

L.B: “Siendo ella valenciana como yo, empezamos a buscar fondos en la Comunidad y cuando conseguimos los primeros apoyos, llamamos a Belén Sánchez porque la historia tenía un vínculo cultural importante con Cataluña. El rodaje transcurría parte en Cataluña, habría actores catalanes, se hablaba parte en catalán… Tenía todo el sentido y con Belén solicitamos ayudas allí, entró el ICEC, entró la Televisión Catalana y À Punt. Más tarde entrarían TVE y Movistar+ y también la oportunidad en la ECAM”.

A451: ¿Cuándo surge la posibilidad de participar en La Incubadora de la ECAM?

Belén Sánchez: “Mi entrada en el proyecto es a través de Lina. Cuando ya teníamos montada la parte de financiación valenciana y catalana, ya veíamos clara la película que queríamos hacer. Solo nos faltaba el empujón final, estábamos ajustando la dimensión del proyecto. En ese momento llega la posibilidad de entrar en La Incubadora de la ECAM que nos ayuda a dar forma definitiva al proyecto para tratar de convencer tanto a Movistar+ como a Televisión Española, por ejemplo”.

L.B: “La experiencia en la ECAM fue el sprint final después de dos años trabajando en el proyecto. Fue el último aire”.

B.S: “Es que el feedback era muy bueno y todas las fichas iban encajando, la historia acababa de cobrar sentido. El hecho de que en la ECAM mantuviésemos reuniones periódicas con el equipo y unos asesores de gran nivel que van marcando cómo se puede reforzar cada punto de la producción, el guión, la financiación, el marketing… fue el broche”.

A451: ¿Cómo influyó entonces La Incubadora de la ECAM en el proyectó?

L.B: “Creo que el gran valor de la experiencia en la ECAM fue el acompañamiento, La Incubadora te pone un equipo de gente que te asesora, te ayuda, te apoya en distintos frentes”.

L.B: “Reforzó nuestra idea, nos hizo cuestionarnos cosas del guión…”

B.S: “Y también nos sirvió mucho para afianzar el trabajo en equipo. Porque al ser una coproducción entre dos comunidades, estar en la ECAM era un punto de encuentro a todos los niveles. En el tiempo que pasamos en la ECAM creo que hicimos tres nuevas versiones de guión y en paralelo al diseño de producción que fuimos marcando. Durante La Incubadora entró Televisión de Cataluña, justo al final Movistar+ y después TVE”.

A451: Al final os quedó un esquema de producción estándar, solo faltarían las ayudas del ICAA…

B.S: “Sí, es cierto ha sido una producción un tanto estándar, es cierto que no tenemos ayudas del ICAA pero es que consideramos que no eran necesarias y no aplicamos”.

L.B: “Sí, podíamos haberlas solicitado, pero en ese momento creíamos que teníamos suficiente, que la película había alcanzado su dimensión justa”.

A451: ¿Cuándo comenzó el rodaje?

B.S: “La preproducción fue en junio del año pasado y rodamos en agosto. Rodamos durante seis semanas en Valencia y Cataluña. La película se rueda fundamentalmente en el pueblo valenciano de Lucía: Traiguera, que está muy cerca de Cataluña, a unos 10 minutos. Es un lugar muy festivo, un pueblo de 1.000 habitantes donde las fiestas tradicionales, los toros, la música y las procesiones se mezclan con la cultura más urbana ‘bacala’. Es un contraste increíble. Queríamos contarlo con naturalidad, tal y como se vive allí y ¿cómo se hace eso?…”

L.B: “…Pues metiéndonos en esa realidad, nos sumergimos con la cámara en las fiestas, como si fuera un documental. Las dos venimos de ese mundo del documental y nos atrae mucho esa manera de filmar”.

A451: Imagino que en esas condiciones el equipo de rodaje se redujo a la mínima expresión…

B.S: “Bueno, no creas, empezó siendo un equipo reducido y luego cada vez más amplio en medio de los toros, con todo el pueblo, horas y horas, con los pasodobles, la música bacalao…”

L.B: “Era como coger a tus actores y los metieses en un campo de batalla real, no rodábamos en una calle normal, rodábamos en la procesión, en los toros, con la banda de música, con las señoras bailando…”

A451: ¿Como convencisteis al reparto para involucrarse en esa locura?

L.B: “Yo creo que tuvimos la suerte de contar con un guión muy potente y con una directora que había un corto que había gustado mucho. Esto, sumado a que dos productoras jóvenes nos lanzábamos a hacer ficción con un proyecto arriesgado donde queríamos jugar con la improvisación y la realidad, creo que resultó atractivo a actores como Laia Marull, Sergi López y Joel Bosqued. Eso sí, tanto ellos como todo el equipo arrimó el hombro para sacar la película adelante”.

B.S: “Nos reunimos en casa para firmar el contrato con las guionistas y empezamos a darle vueltas al reparto. Pensamos en actores como Sergi López y nos reíamos porque nos parecía imposible. Se lo propusimos y se sumaron rápidamente, creo que les gustó la propuesta de sumergirse en esa realidad, improvisar… Empezamos el rodaje en las fiestas”.

A451: ¿Y la joven protagonista?

B.S: “La actriz protagonista, Carmen Arrufat, tenía 15 años cuando empezamos a rodar. En un verano se convirtió en actriz y se ha hecho mayor en todo el proceso de la película. Está fantástica, no creas que se achicaba antes figuras como Sergi López o Laia Marull”.

A451: Con un rodaje así, no creo que la postproducción fuera sencilla…

B.S: “Es cierto, un rodaje así implica unos procesos posteriores largos y muy complejos. Empezamos a montar mientras rodábamos, lo que nos sirvió para ver que íbamos bien, que la historia se iba armando. El montaje se alargó muchos meses, lo cerramos en febrero pasado con la intención de poder llegar a la Berlinale”.

L.B: “Es cierto que la película se ha construido mucho desde el montaje, el diseño de sonido y el etalonaje. Cuando, por ejemplo, ruedas con una banda de música tocando al lado o en los toros con la gente incontrolable y chillando, se construye todo en sala”.

A451: ¿Cuánto tiempo llevó el montaje exactamente?

B.S: “Creo que fueron como unos siete meses de montaje y varios meses también de corrección de color. Cada plano está cuidado al detalle. Pasamos por muchas fases hasta concluir en Deluxe en Barcelona”.

L.B: “En sonido también estuvieron trabajando como dos meses, en las mezclas, la edición de diálogos… La edición de diálogos fue un trabajo muy fino”.

 

A451: ¿Y que supone la selección en San Sebastián?

L.B: “En San Sebastián estamos recogiendo los frutos de ese esfuerzo, esas dudas… Esto hace que valga la pena todo el esfuerzo, ver al equipo tan contento aquí. Para ellos estar en San Sebastián es increíble, muy emocionante. Es muy gratificante estar en San Sebastián justo un año después de acabar de rodar”.

A451: ¿Habrá más festivales después?

L.B: “Ese es otro motivo de satisfacción increíble, ya que la película está siendo solicitada para más festivales internacionales importantes. Creo que vamos a tener una carrera importante por festivales, porque ya hay unas cuantas selecciones más para los próximos meses”.

B.S: “Tenemos muchas expectativas para el estreno internacional en otro festival casi de la altura de San Sebastián, queremos estrenar a finales de este año”.

A451. ¿Y qué será lo próximo?

L.B: “Estamos trabajando, en una etapa muy inicial, en la próxima película de Lucía. Repetiríamos el mismo equipo de producción y gran parte del equipo técnico de ‘La inocencia’”.

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