‘La mujer de negro. El ángel de la muerte’ – estreno en cines 27 de febrero

La segunda parte de la saga de terror.

Un grupo de ocho escolares, acompañados por la directora Jean Hogg (Helen McCrory) y la joven profesora Eve Parkins (Phoebe Fox), se ven evacuados de Londres durante la Segunda Guerra Mundial y trasladados a la casi desierta aldea de Crythin Gifford. Allí conocen a Harry Burnstow (Jeremy Irvine), un piloto de la RAF que tiene el mismo destino que ellos, la ruinosa casa Eel Marsh, situada en una isla conectada a tierra firme únicamente por la carretera de las Nueve Vidas, una calzada que desaparece con las mareas.

LA MUJER DE NEGRO 2 angel de la muerteEn busca de refugio de los horrores de la guerra, su presencia no tarda sin embargo en despertar una fuerza malévola que surge de la oscuridad y lleva décadas rondando esta imponente y aislada edificación: La mujer de negro.

‘La mujer de negro’ ya era un libro superventas y una obra de teatro que había batido récords cuando se convirtió en una película de gran éxito de taquilla en 2012 al llegar a la gran pantalla de la mano de Talisman y Hammer. Simon Oakes, consejero delegado y presidente de Hammer, declara: “Para Hammer, ‘La mujer de negro’ supuso una emocionante posibilidad, porque nos interesaba explorar distintos tipos de terror y vimos en ella una excelente oportunidad de combinar en la gran pantalla la historia gótica de fantasmas de Susan Hill con una sensibilidad moderna”.

Hammer es famoso por ofrecer terror de calidad y ‘La mujer de negro’ fue su primera historia de fantasmas para la gran pantalla. Fundado originalmente en 1934, el legendario estudio cinematográfico británico de terror ha ofrecido una larga serie de películas de enorme éxito a lo largo de los años, entre las que figuran ‘Drácula’, ‘Frankenstein creó a la mujer’, ‘Hace un millón de años’ o ‘Las amantes del vampiro’. Más recientemente, Hammer produjo en 2010 la cinta de gran éxito de crítica ‘Déjame entrar (Let Me In)’, adaptación de la alabada película sueca ‘Déjame entrar (Let The Right One In)’. El filme estaba escrito y dirigido por Matt Reeves (‘Monstruoso (Cloverfield)’) y protagonizado por Chloë Grace Moretz y Kodi Smit-McPhee. Entre sus restantes títulos recientes también figuran “La víctima perfecta”, del director Antti Jokinen, protagonizado por la ganadora del Óscar en dos ocasiones Hilary Swank, el alabado ‘Wake Wood’, dirigido por David Keating, y ‘El estigma del mal’, protagonizado por Jared Harris y Sam Claflin.

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‘La mujer de negro’ era un clásico relato de fantasmas escrito por Susan Hill, ambientado a finales del siglo XIX y protagonizado por Daniel Radcliffe, que trataba sobre un abogado llamado Arthur Kipps y sus aterradoras experiencias en la mansión encantada de Eel Marsh. La historia se adaptó a la perfección a la gran pantalla y consiguió recaudar unos 127 millones de dólares en todo el mundo. Sólo en el Reino Unido, ya consiguió acumular 21,5 millones de libras esterlinas.

Tras fichar al director de fotografía George Steel, con el que ya había trabajado en “Peaky Blinders”, Tom Harper tenía sumo interés por emular la atmósfera que evocaba la novela original de Susan Hill. “El paisaje y la geografía de la historia son muy importantes en cuanto a la isla en la que se encuentra la casa Eel Marsh. La marea los deja aislados y se encuentran al borde mismo del país. Y ese entorno resulta tan visceral, contribuye en tal medida a transmitir esa sensación inquietante, que me interesaba mucho centrarme en eso y asegurarme de que no se perdiera”.

Aunque ‘La mujer de negro. El ángel de la muerte’ regresa a la casa Eel Marsh, escenario de la primera película, el equipo de rodaje aprovechó la oportunidad para ampliar las localizaciones empleadas en la entrega original de James Watkins de 2012. “Tenemos unas localizaciones extraordinarias”, asegura Holden. “Tom identificó muy pronto el aspecto que quería que tuviera el paisaje. Quería que fuera ligeramente distinto en cierto modo al de la primera entrega, porque ha permanecido en letargo, tanto el pueblo como la casa, durante algo más de cuarenta años. Eso nos dio algo de margen para reinventar el entorno”.

Los exteriores originales de la casa Eel Marsh se filmaron en Cotterstock Home, cerca de Oundle, una población con mercado de Northamptonshire. Harper se planteó por un tiempo volver allí, pero el edificio, que es una residencia privada, está tan cuidado que los ángulos de cámara posibles estaban limitados. “La verdad es que no se puede hacer nada más que filmar la fachada delantera de la casa, y me interesaba mucho explorar la geografía del lugar, ver la parte trasera, hasta el mar, y permitir a los espectadores visualizar cómo está conectado todo”.

En un primer momento, el equipo de producción se dedicó a buscar edificios junto al mar. “Muchas de las casas que encontramos estaban al norte, en el mismo extremo, fuera de nuestro alcance. Así que empezamos a pensar que tendríamos o bien que construir parte de la casa y crear el resto por infografía o volver a la mansión original”. Entonces, Harper y su equipo se toparon con Nocton Hall, en Lincolnshire, que en sus tiempos fue un hospital militar. Irónico, dado que una de las primeras ideas de Hill antes de “reabrir” la casa Eel Marsh como escuela para evacuados fue reconvertirla en un refugio para los heridos que aún pueden caminar por sí mismos.

Jackson agrega: “Ver Nocton Hall por primera vez fue una experiencia verdaderamente espeluznante. Estaba vacío y en ruinas, pero era asombrosamente similar a la primera mansión que usamos, rodeado de vegetación salvaje, exactamente lo que queríamos. Pese a todos los problemas de salud y seguridad, sabíamos que era el lugar perfecto. El mayor inconveniente fue tratar de evitar que Tom se dedicara a explorar el interior del edificio”.

El equipo también volvió a Osea Island, cerca de Maldon, en Essex, para filmar las escenas de la carretera de las Nueve Vidas, que conduce hasta la remota casa Eel Marsh. “Esta vez pasamos más tiempo allí y filmamos en distintas partes de la zona para conseguir esa sensación de desolación y cielo interminable”, explica Holden, “y sacarle todo el partido posible a las marismas. Es un lugar muy llano, hermoso y aislado, se siente de verdad la soledad a la que se ven expuestos estos personajes… si te imaginas encontrarte allí solo, de noche, es absolutamente aterrador”.

A menos que seas Jeremy Irvine, vamos. Al actor le encantó rodar allí. “Tuve la oportunidad de montar en una moto del ejército de los años 40, que se había quedado guardada tras su fabricación en alguna base del ejército y la habían descubierto hacía un par de años. ¡Así que no tenía más que unos 30 km en el cuentakilómetros cuando la probé! De modo que pude montar en esa flamante moto nueva de un lado a otro de la calzada durante una semana, ¡me lo pasé bomba! Me encantaría poder decir que fue un trabajo muy estresante, pero la verdad es que me lo pasé muy bien”.

Al contar con la diseñadora de producción Jacqueline Abrahams (‘La mirada del amor’), Holden estima que los espectadores seguirán sintiéndose plenamente inmersos en el mundo creado por el primer filme. “Hemos recuperado diversos elementos de atrezo”, comenta. “No va a parecer un sitio distinto. En ese aspecto, no va a desentonar. Habrá una continuidad total en ese sentido, pero también resultará refrescantemente distinto, que es lo adecuado para conseguir que todo esto siga resultando dinámico e interesante para los espectadores”.

Para el final, cuando Edward, Eve y Harry acaban en las marismas, las escenas submarinas se rodaron en Pinewood Studios, en un gigantesco depósito de agua. Una vez más, Irvine estaba encantado. “El depósito es del tamaño de una casa, te encuentras allí, con la máscara de oxígeno puesta, y es un momento en el que tienes ocasión de hacer algo que en circunstancias normales jamás podrías hacer. Nunca en mi vida había hecho submarinismo. Fue genial poder ir a trabajar cada día y saber que eso es lo que me pasaría el día haciendo”. Fox se muestra menos entusiasta con la secuencia acuática. “Creo que me ha quedado claro que soy definitivamente una persona de tierra firme”, comenta riendo.

Como la película se rodó entre noviembre y diciembre de 2013, a temperaturas bajo cero, Irvine reconoce que le sorprendió el esfuerzo que le costó actuar como que estaba asustado. “El miedo es una de las emociones más agotadoras de interpretar. La pobre Phoebe es la que se llevó la peor parte. ¡Yo lo tuve bastante fácil! Yo servía de ligero alivio, era el personaje que aparece para tranquilizar a todos. Mientras que Phoebe tenía que estar en un estado exacerbado, de máxima tensión, durante toda la película… creo que acabó un poco machacada”.

No ayudó el hecho de que Harper, al que le encanta gastar bromas, estuviera más que dispuesto a aprovecharse de su carácter nervioso. Fox recuerda un ensayo ante las cámaras: “Era una escena bastante tranquila, yo tenía que abrir una maleta, mientras las cámaras rodaban. Estaba contemplando algo triste, supongo, mientras Tom andaba escondido tras el umbral de una puerta, justo delante de mí, y, en mitad de la toma, apareció de un salto y me dio un susto que te cagas. ¡Está todo grabado! Y además todos sabían que lo iba a hacer… Seguro que acaba en el DVD”.

Dirección: Tom Harper.

Año: 2015, Reino Unido.

Reparto: Phoebe Fox,Jeremy Irvine, Helen McCrory, Ned Dennehy.

Producción: Tobin Armbrust, Ben Holden, Richard Jackson, Simon Oakes.

Distribución: eOne Films Spain.

Estreno: 27 de febrero de 2015.

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