Las mujeres JASP de la industria española (entrega 14)

Al igual que hicimos el año pasado, hemos querido dedicar la entrega de mayo de nuestra serie sobre mujeres “Jóvenes Aunque Sobradamente Preparadas” (JASP) del audiovisual español, a las profesionales de la industria animada, sumándonos así a la celebración durante los próximos días de los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana en Tenerife y el festival internacional Animayo en Gran Canaria.

Gracias al trabajo continuo que realizan entidades como MIA, Mujeres en la Industria de la Animación, o CIMA, la animación española se está acercando a una distribución de género paritaria, con una participación de la mujer que alcanza el 42,10 por ciento según la nueva edición del Libro Blanco de la Animación y VFX presentada el mes pasado por DIBOOS.

A pesar de estos indicios positivos, el Libro Blanco señala igualmente otros escollos sistémicos que continúan dificultando la equidad total, entre los que destacan la brecha salarial, la conciliación, la igualdad de trato y oportunidades, o la subrepresentación de las mujeres en posiciones de liderazgo y departamentos técnicos. Como ejemplos de esta realidad, el estudio de DIBOOS estima que sólo el 40 por ciento de las personas que trabajan en cortos profesionales son mujeres, o que la participación femenina en departamentos como composición musical o dirección técnica se encuentra entre el cero y el 15 por ciento.

Por eso es un placer compartir noticias como la recién anunciada selección de ‘Olivia y el terremoto invisible’, largometraje escrito y dirigido por Irene Iborra, como una de las 21 obras elegidas para competir en la Sección Oficial del prestigioso Festival de Annecy el próximo junio; o dar voz a las cuatro protagonistas de esta edición JASP, que personifican algunos ejemplos del talento que nutre a la animación española a través de su trabajo.

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Con perfiles que abarcan distintas fases y técnicas animadas, como la creación del storyboard, animación stop motion, dirección de arte o final layout, las JASP de este mes han trabajado en multipremiadas producciones nacionales e internacionales como ‘Robot Dreams, ‘Mariposas negras’, ‘Wallace and Gromit’ o ‘Spellbound’.

María Ribas Vicens

María Ribas

Animadora Stop Motion – Aardman Animations

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, esta animadora de origen ibicenco empezó su carrera en un pequeño estudio valenciano llamado Clay Animation (Inspira Animation en la actualidad). Allí entró en contacto y se enamoró de la técnica del Stop Motion. Tras la universidad, se mudó a Bristol para hacer el curso de la NFTS Character Animation en colaboración con Aardman Animations, donde continúa su carrera hasta ahora. María ha trabajo en series como ‘La oveja Shaun’, ‘Morph’ o ‘Very small creatures’; y en películas como ‘Shaun the sheep movie: Farmageddon’; ‘Chicken run: Dawn of the nuggets’ o, la recientemente ganadora de dos Bafta y nominada al Óscar, ‘Wallace and Gromit: Vengeance most fowl’. También colabora como mentora para las nuevas generaciones de animadores Stop Motion en Aardman Academy.

Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo

«Doy vida a personajes comúnmente hechos de plastilina y silicona, con un esqueleto de acero, sobre un decorado en miniatura. Modelo sus expresiones y posiciono sus cuerpos fotograma a fotograma, 24 fotogramas por segundo, para que cuando se reproduzca la secuencia de imágenes, se cree la ilusión de movimiento. Es un trabajo de análisis, descomposición y reinterpretación de movimientos y gestos para crear una actuación clara y característica. En pocas palabras: actúo a través de un muñeco de plastilina, aunque no sea actriz y nunca se vea mi cara en pantalla.»

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?

«Me gusta mucho trabajar con un equipo al que le encanta lo que hace. Animar es un trabajo bastante solitario, ya que estás sola con uno o varios muñecos durante muchas horas. Pero para que mi trabajo sea posible, hay un gran equipo detrás: cada pequeño detalle del escenario ha sido meticulosamente diseñado y modelado para esa escena; toda la luz es artificial, controlada cuidadosamente y adaptada al plano; los muñecos se modelan y se fabrican de manera artesanal; para que los personajes puedan hacer piruetas o los objetos vuelen o salten, necesitan rigs minúsculos que luego se editan… Es un mundo tan particular que hay que ser un auténtico entusiasta para llegar hasta ahí, así que es precioso ver cómo todos se dejan la piel para que todo quede bien.

Y lo que menos me gusta es la inestabilidad. Es cierto que yo he tenido suerte estos últimos años con trabajo continuo en la empresa en la me he establecido, pero a veces se acaba una producción y no hay nada en el horizonte. Puede pasar que el siguiente proyecto acabe no realizándose, por falta de financiación o porque no se han llegado a acuerdos para realizarla. Muchas veces te ves obligado a moverte de país en país, y cuesta mucho establecerse en un sitio.»

Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?

«Creo que la industria española está en auge, tenemos grandes profesionales que se reconocen por todo el mundo, así como muchas producciones de estudios grandes y pequeños que se cuelan en el podio de los grandes festivales a fuerza de originalidad y calidad.

Aunque me da la sensación que esa alegría que se vive en los festivales no se representa de igual manera en las salas de cine y en los hogares, puesto que muchas obras se enfrentan a problemas de distribución y a la inmensa cantidad de producciones internacionales que inundan nuestros catálogos. A pesar de la adversidad, me alegra ver que el audiovisual español no flaquea, se mantiene y crece, ganándose a la gente con historias personales, con pasión, con drama, con ficción, con realidad y con todo lo que haga falta.»

Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?

«Como ya he mencionado, hay mucho talento en España y, lamentablemente, muchas veces se encuentra con un muro a la hora de llevar sus producciones a término. Muchos proyectos nunca llegan a ver la luz. Se apuesta por temáticas e historias más seguras, por directores y artistas experimentados, y por géneros más fáciles de vender. Por lo que muchos profesionales tienen que dejar el país en busca de mejores oportunidades y condiciones. Sin duda, esto supone una gran pérdida para el sector que experimenta una fuga de talento.»

¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?

«Después de ‘Chicken run’ y ‘Wallace y Gromit’ ya he cumplido mis dos grandes sueños de la infancia. Ahora mismo me encuentro entre producciones, pero dentro de poco empiezo en un nuevo proyecto en Aardman colaborando con un tercero del que no puedo hablar mucho. Pero es una oportunidad apasionante de trabajar con nuevos personajes, un nuevo estilo y de introducir nuevas ideas en el estudio. ¡Tengo muchas ganas de empezar!

Por otra parte, estoy colaborando con Aardman Academy como tutora de algunos estudiantes en los cursos online, y me gustaría meterme más en formación. Siempre he rechazado enseñar, más que nada porque, a pesar de los años que llevo trabajando, siento que todavía tengo mucho que aprender. Pero hablar con estudiantes de todas las partes del mundo y de todas las edades es de las cosas que más motivada me mantienen. La manera en la que afrontan cada reto y las nuevas ideas que aportan a sus proyectos son muy inspiradoras, y espero poder animar a las nuevas generaciones a superarse a sí mismas tanto como ellas me inspiran a mí a superarme cada día.»

Maca Gil

Maca Gil

Storyboardista y artista de cómic

Maca trabaja habitualmente para películas y series de animación como artista de storyboard. Nominada a los premios Annie 2024 por su labor en ‘Robot Dreams’, posee una década de experiencia trabajando para empresas de animación como Cartoon Saloon, DNEG, Netflix, Wildbrain o Uniko. También es autora de cómics para las editoriales DC (‘Anti/Hero’) y Marvel (‘Gwen’s Big Break: a Ghost-Spider Story’). Actualmente continúa como artista de cómic para Marvel y head of story para una película de animación dirigida por Octavio Rodríguez en el estudio madrileño Able&Baker.

Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo

«Trabajo haciendo storyboards, que sirven para pasar el guión (un medio escrito) a viñetas (un medio visual). Es una herramienta muy útil para la dirección, porque permite ver a modo de boceto todo lo que ocurre en el guión, desde qué perspectiva y en qué tipo de plano va a ocurrir cada acción. La animática (esas viñetas del storyboard en formato de vídeo) también te permite ver un primer pase del montaje de la película, y previsualizar si la emoción, el humor o la acción funcionan.

El storyboard siempre se hace en producciones de animación, ya que hay que crear las imágenes desde cero. Pero cada vez se está normalizando más el uso de storyboards en rodajes de acción real, por los beneficios de planificación narrativa que ofrecen. ‘Parásitos’ de Bong Joon Ho es un ejemplo de una película en la que se hizo el storyboard de todo el guión antes de rodar (además, lo elaboró el propio director).

Actualmente estoy trabajando como Head of Story en una película de animación, que implica liderar el equipo de storyboardistas, darles feedback y hacer que se cumpla una línea editorial narrativa a lo largo del trabajo de todos que encaje con las intenciones de la dirección. Es la primera vez que estoy en este puesto y está siendo divertido.»

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?

«Me gusta estar tan cerca de la narrativa. Muchas veces las cosas que funcionan escritas no funcionan tan bien en pantalla. Por ejemplo: los diálogos muy largos son entretenidos de leer en una novela, pero pueden perder la atención del espectador si hay una persona en pantalla hablando sin parar. Nuestro trabajo es exprimir todo el jugo emocional posible del guión, elegir los planos que más impacto vayan a tener y cortar o cambiar las cosas que sean superfluas para la historia, guiados por la dirección. Contar historias siempre es emocionante.

Algo que no me gusta es que muchas veces, aunque sabemos que la mejor versión de la película es una, no controlamos intereses externos como qué elementos hay que meter obligatoriamente para mercantilizar la película a posteriori. Pero esto pasa en todos los trabajos y al final del día, hacen que sea posible que se estrenen y que se hagan más películas.»

Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?

«Parece que está en un pequeño impás, no sólo la española sino la industria de la animación en general. Hay mucha gente buscando trabajo y parece que hay menos que otros años. Aun así, siempre va por rachas y seguro que remonta. Siguen saliendo proyectos de animación súper interesantes, tanto de majors como de estudios independientes, e incluso de animación para adultos. Uno a destacar que se estrenó hace poco en Max es la serie ‘Efectos secundarios’ de Adult Swim. Es buenísima.»

Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?

«Creo que debería ser más común la negociación de royalties para los artistas. Gracias a ellos existen estas historias, por lo que parece injusto que no vean nada de los beneficios. La directora de arte de ‘Bluey’ habla de esto en unos cómics autobiográficos que me marcaron mucho: la franquicia ha generado billones en beneficios, pero todo ha ido para los inversores y ejecutivos, nada para el equipo que trabajó creando la serie, decidiendo el lenguaje visual, diseñando y animando los personajes. La primera película de ‘Shrek’ es la única en la que los animadores que trabajaron en ella recibieron royalties por su trabajo. Era un porcentaje muy bajo pero, ¡imagínate todo lo que ha generado ‘Shrek’ a lo largo de los años! Dreamworks quitó esa cláusula inmediatamente de los siguientes contratos, pero a mí me parece bonita la idea de compartir los beneficios con todos los que han hecho una película lo que es. No debería ser utópico.»

¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?

«La película en la que estoy ahora me hace mucha ilusión. Estoy trabajando con amigos talentosos y siempre es emocionante crear algo juntos, esa sensación de estar en el mismo barco remando. El director Octavio Rodríguez es muy bueno y hay muchísimo talento en el equipo. No sé cuánto puedo decir por ahora, pero espero que la anuncien próximamente.»

María Pulido Aguza

María Pulido Aguza

Directora de Arte

De la palabra a la imagen, María empuja adelante sus proyectos dando un aspecto plástico a la vez que fresco. Actualmente está inmersa en ‘Tsunami’, cortometraje de animación que escribe y dirige. Su trabajos anteriores incluyen la supervisión de arte para environments and props de la última entrega de la saga ‘Tadeo Jones’, o la dirección artística del largo ‘Mariposas negras’ (Ikiru y Tinglado Films), reconocida este año como mejor película de animación por los premios Goya, Forqué y Gaudí. María también ha trabajado en producciones como la serie animada ‘Los Wawies’ (Imagic TV para Clan-RTVE), ‘Soy una tumba’ (Khris Cembe), ‘Antonio Machado. Los días azules’ (Laura Hojman), ‘Las palabras’ (Enrique Bunbury), ‘Patchwork’ (María Manero) o ‘Nacer’ (Auntie Films) entre otras. En 2017 fue la ganadora de la primera edición de Desafío Buñuel con la película ‘Ámome’, que combina imagen real y animación.

Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo

«Mi responsabilidad principal es definir y supervisar todo el universo visual de una producción. Esto incluye desde el diseño de personajes, escenarios, iluminación o guión de color, hasta la textura emocional que queremos transmitir en cada punto de la película. Trabajo muy de cerca con el director, el equipo de diseño, color, y muchas veces también con guionistas, para asegurar que el arte esté completamente alineado con la historia y su tono. El reto está en convertir palabras en imágenes que no sólo sean estéticamente atractivas, sino que también sean el vehículo de la historia, transmitan emoción y refuercen la narrativa.»

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?

«Lo que más disfruto es la creación de mundos: la posibilidad de construir un universo desde cero, establecer sus reglas visuales y ver cómo otros artistas lo interpretan y lo enriquecen con su talento. Es un proceso mágico.

La vitamina que mantiene la chispa del día a día es el trabajo en equipo: rodearte de personas creativas, aprender de ellas y ver cómo entre todos se construye algo que uno solo no podría lograr. No lo puedo evitar, soy creativa social.

Lo que menos me gusta es, probablemente, el ritmo tan exigente que a veces impone la industria, que puede asfixiar la creatividad y seguido de esto, mi impaciencia vital: la animación es una maquinaria lenta y requiere cuidados. Yo vengo del mundo de la acuarela y la pintura, donde los ritmos y los plazos son más cortos.»

¿Cómo ves la industria audiovisual española actualmente?

«Creo que nuestra industria está rompiendo fronteras. Estamos viendo un crecimiento importante en términos de calidad, proyección internacional y diversidad de voces. Producciones como ‘Robot Dreams’, ‘Klaus’, ‘El sueño de la Sultana’ o ‘Mariposas negras’ demuestran que tenemos talento de sobra y una sensibilidad muy particular.

Sin embargo, seguimos enfrentándonos a retos estructurales: presupuestos limitados, falta de inversión privada para no depender de ayudas, poca continuidad entre proyectos y falta de apoyo sostenido a largo plazo. Por otro lado, siento que la sociedad española, demanda producciones de animación y no sólo destinadas a público familiar.»

Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?

«Me encantaría ver una mejora real en la estabilidad laboral del sector; hay demasiada temporalidad y precariedad. Con continuidad y formación, tendríamos una industria mucho más sólida.»

¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?

«Estoy desarrollando un cortometraje de animación muy personal, que mezcla técnicas tradicionales de ilustración con animación 2D experimental. Es una historia que habla sobre la memoria y cómo reinterpretamos el pasado a través de nuestras emociones y de aprender a cerrar etapas. El proyecto se titula ‘Tsunami’ y está coproducido por Tinglado Films y Uniko. Esperamos que vea la luz este año.»

Elena Albert García

Elena Albert García

Environment Set Dressing Artist – Skydance Animation

Graduada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Valencia y especializada en Animación 3D por la Escuela de Arte y Diseño Barreira, Elena comenzó su trayectoria profesional en producciones de imagen real antes de especializarse en animación, participando en numerosos proyectos nacionales e internacionales, y cofundando en 2012 la distribuidora Films on the Road. En la actualidad trabaja en Skydance Animation, donde ha participado en los largometrajes ‘Spellbound’ (2024) y ‘Pookoo’ (2025). Anteriormente formó parte del equipo de Hampa Studio como Layout y Set Dressing Artist en series infantiles como ‘Cry babies’. También ha sido directora de producción del cortometraje de animación ‘Todo bien’, con dirección de Diana Acién Manzorro y producido por Saltarinas, que estuvo nominado al Goya 2024.

Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo

«El trabajo de Environment Set Dressing Artist puede variar según las particularidades de cada proyecto. Actualmente mi labor consiste en proponer y desarrollar el aspecto visual de los entornos, asegurando que cada espacio refleje el contexto emocional y narrativo de la historia. Como departamento, nos encargamos de vestir los sets y cada plano, organizando y colocando los elementos que nos proporciona el departamento de modelado para crear atmósferas creíbles, ricas en detalles y visualmente atractivas.

Desde el departamento de set dressing trabajamos para reforzar la composición definida por los equipos de layout y arte, aportando realismo y belleza a cada escena. Dependiendo de las necesidades de cada plano, situamos los elementos manualmente o los generamos de manera procedimental. Por eso nuestro trabajo requiere un equilibrio entre habilidades técnicas y cierta sensibilidad artística. En definitiva, podría decirse que nuestra labor es similar a la de un decorador de sets en imagen real, pero en un entorno totalmente digital.»

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?

«Tengo la suerte de trabajar en algo que me encanta, donde lo que más disfruto es todo lo relacionado con el aspecto artístico y manual. Hacer propuestas de los environments, combinar elementos para que se vean realistas y a la vez favorezcan a la composición del encuadre. Apoyar el storytelling creando composiciones que busquen una intención y que los elementos que coloco guíen la mirada del espectador a dónde queremos centrar su atención. En definitiva, trabajar en el plano para que quien lo vea piense: “qué bonito”. Otro aspecto que me encanta es trabajar con mis compañeros y ver el resultado final de la película tras pasar por todos los departamentos, esta sensación me resulta increíblemente inspiradora.

Quizás una de las partes más desafiantes es afrontar los problemas técnicos que surgen en el proceso. Aunque forman parte natural del día a día y son una oportunidad para aprender, a veces suponen un reto añadido frente a la parte más artística que es donde me siento más cómoda.»

Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?

La industria audiovisual española, y en concreto la animación, está viviendo un buen momento en términos de talento, visibilidad, producción y reconocimiento internacional. Así lo demuestran proyectos como ‘Robot Dreams’. Y gracias al impulso de plataformas como Netflix, que han invertido en series y películas españolas, ayudan a consolidar la industria. Pero creo que nos tenemos que enfrentar aún a retos estructurales como la precariedad laboral, la falta de financiación para proyectos independientes y sobre todo, lo más importante para mí, que el talento se retenga aquí y no nos veamos obligados en cierta medida a trabajar para el extranjero porque las condiciones sean mejores.»

Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?

«Una de las cosas que me gustaría cambiar es la centralización de la industria, ya que la mayoría de los recursos, compañías y rodajes siguen concentrándose en Madrid y Barcelona, y esto en muchos casos dificulta la conciliación familiar y favorece el desarraigo.»

¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?

«Este 2025 acabamos el proyecto que llevamos desarrollando varios años y que se publicará en Netflix pronto. Tras todo el esfuerzo del equipo, estoy deseando verlo finalizado y compartirlo. Además, tengo varios proyectos personales guardados en el cajón que me encantaría poder realizar algún día.»

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