Para terminar el año, hemos querido dedicar la última entrega de este 2025 de nuestra serie sobre mujeres “Jóvenes Aunque Sobradamente Preparadas” (JASP) del audiovisual español, a una temática que nunca antes habíamos abordado: el subsector del cortometraje, porque como bien sabemos, ¡el corto también es cine! Hemos reunido a cinco protagonistas que se están abriendo camino en nuestra industria como guionistas, directoras, productoras o animadoras, y cuyos trabajos ya gozan de reconocimiento por parte de crítica y público.
Pero no son ni mucho menos las únicas: otras cortometrajistas han acaparado titulares estas pasadas semanas por los premios que han obtenido sus películas, como por ejemplo Gala Hernández, quien recogió el Primer Diamante en el Certamen Nacional de Cortometrajes de la 54ª edición de ALCINE por ‘+10K’; o Ruth Flores y María Izquierdo, cuya obra ‘Por huevos’ obtuvo el Premio del Público en la Sección Pantalla Huelva del Festival de Huelva.
Siguiendo con otros palmarés de Festivales dedicados ya al largometraje, no podemos olvidar las triples victorias que han conseguido dos cintas nacionales: ‘La buena hija’, segunda película de la catalana Júlia de Paz (y basada a su vez en el corto ‘Harta’), arrasó en el Festival de Cine Black Nights de Tallin trayéndose a casa el Gran Premio del jurado a Mejor Película en Selección Oficial, el de Mejor Actriz para su protagonista, Kiara Arancibia, y el Premio del Público. Y la coproducción española ‘Calle Málaga’, de Maryam Touzani, repitió la misma hazaña en el Festival de Mar del Plata tras conseguir los Premios Astor Piazzolla al Mejor Largometraje y a la Mejor Interpretación Femenina (para la incombustible Carmen Maura), además del premio del público.
La Asociación de Montadores Audiovisuales de España también ha reconocido el talento femenino en sus primeros Premios AMAE, que recayeron en Victoria Lammers (una de nuestras JASP) en la categoría de Largometraje de Ficción por ‘La infiltrada’; Azucena Baños por ‘Sexo a los 70’ en la categoría de Cortometraje; y Aïda Rodríguez como integrante del equipo de edición de la segunda temporada de ‘Traitors España’, en la categoría de Programa de Entretenimiento. En el plano internacional, la directora Joanna Pardos ha podido levantar por fin el Emmy Internacional al Mejor Documental Deportivo por ‘#SeAcabó: Diario de las campeonas’, mientras que el largo de animación ‘Olivia y el terremoto invisible’, dirigido por Irene Iborra, es uno de los tres títulos españoles que optan al Premio de Cine Europeo como mejor película europea del año.
Antes de colgar el “cerrado por vacaciones” de nuestras Mujeres JASP, os compartimos un dato para reflexionar de cara al 2026: durante su primer año de vida, la Unidad de Prevención y Atención Contra las Violencias Machistas en el Sector Audiovisual y Cultura ha atendido 55 casos, de los que el 60 por ciento provinieron del sector audiovisual.
María Herrera López

Cineasta, Guionista y Productora
Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo
«Mi trabajo varía en función del momento en el que se encuentren mis proyectos. Ahora mismo tengo el privilegio de ser parte de las Residencias de la Academia con mi primer largometraje ‘Desde que tú te has ido’. Compagino el desarrollo, financiación y escritura de mi debut en el largo con el ingente trabajo que implica la distribución y promoción de mis dos cortos: el primero, ‘El cuento de una noche de verano’, se estrenó en 2024 en la Sección Internacional de Seminci y está acabando ahora su recorrido. Estamos nominadas a los Premios Forqué en la categoría de Mejor Corto y también estamos preseleccionadas para los Goya. El segundo, ‘The other woman’, se acaba de estrenar en la Sección Internacional del Festival de Gijón, en el Festival Márgenes y, en breve, en el festival francés Les Arcs.»
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?
«La parte que más me gusta es la creativa, la que implica pensar, profundizar, investigar, cuestionar, ver cine y leer sobre cine. Y lo que menos me gusta es que siento que a esta parte, que es la más importante y la que más disfruto, le acabo dedicando menos tiempo presa de todo el peaje paralelo para hacerte un hueco en esta industria: convocatorias de financiación, becas, festivales, pitchings, etc.»
Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?
«Me pregunto si hay una excesiva proliferación de laboratorios y mercados que están creando un castillo de naipes y una burbuja de proyectos que no se van a financiar o no se van a ver, porque la industria no tiene la capacidad para producir y distribuir todos esos proyectos. Es decir, me preocupa un tema de proporcionalidad y equilibrio. Me quita el sueño, porque procedo de un contexto socioeconómico no privilegiado, cuál es el mejor uso del dinero público para paliar las enormes barreras que tenemos para vivir de hacer cine. Me inquieta cuál es la mejor forma de distribuir los recursos para tener un cine y una televisión más diversos, sin olvidarnos, cuando hablamos de diversidad, de la barrera que implica la clase social.»
Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?
«La precariedad porque, de nuevo, se traduce en quién puede permitirse ser directora o guionista o tener su propia empresa productora. Y esto repercute en que el imaginario colectivo todavía siga siendo miope, porque no es representativo de la sociedad.»
¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?
«Mi sueño sería poder financiar mi primer largometraje en 2026. Es un proyecto muy personal que comencé a escribir en enero de 2022, en el máster de guión que hice en Nueva York gracias a una beca de CaixaBank, y que anhelo poder rodar en 2027.»
Lorea Lyons Andraka y Ane Inés Landeta Urrabaso


Creadoras y Productoras
Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo
Lorea (L): «Tengo un perfil multitasking, así que mi actividad depende bastante del momento en el que me encuentre. Tras hacer una pausa de unos meses para cursar un Máster en Producción, ahora trabajo como filmmaker en el departamento de Inteligencia Artificial de una empresa de publicidad. Además, he trabajado tanto en comunicación como en producción cultural y, desde ‘Azkena’, nos están llegando algunos encargos como directoras de animación.
Ane Inés (AI): «Ahora mismo me muevo entre la producción cultural y cinematográfica, y el mundo creativo. Me gusta cruzar este “puente” laboral de un lado a otro para no terminar saturada de ninguno de los dos. Como creativa, además de dirigir, me dedico a la animación y al desarrollo creativo de los proyectos. Estos trabajos requieren procesos lentos y largos; por eso, alternarlos con la producción, ya sea cultural o cinematográfica, me ayuda a no sentir tanto el desgaste que provocan y a mantener siempre las ganas de empezar un nuevo proyecto.»
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?
L: «Me encanta poder sacar la creatividad por todos lados, incluso en la producción. Es cierto que a veces los procesos se hacen cuesta arriba por la presión y la preocupación de que todo salga, pero cuando hay espacio para experimentar es muy estimulante, sobre todo en equipo. Aun así, lo mejor llega cuando el trabajo conecta con la gente: ver que lo disfrutan hace que todo el esfuerzo valga la pena. Lo que menos me gusta es la parte más tediosa que implica el proceso, y el hecho de tener que depender, la mayoría del tiempo, de recursos externos para poder sacarlo adelante. A veces esa dependencia ralentiza el trabajo o limita la libertad creativa, y puede resultar frustrante cuando tienes una visión clara pero no los medios para ejecutarla. También se suma el miedo a quedarse atrás en la industria o a no cumplir las expectativas (propias y ajenas) de estar constantemente produciendo o generando ideas nuevas. Esto, en ciertos momentos, implica un desgaste emocional que a veces pesa más de lo que parece.»
AI: «Incertidumbre. Esta palabra refleja tanto lo que más como lo que menos me gusta de este trabajo. Por la parte positiva, y romantizando un poco esa idea de crear y disfrutar el momento, es apasionante no saber cómo será tu próximo proyecto o qué necesidades tendrá. Esto hace que cada uno de ellos sea todo un proceso de aprendizaje en el que adquieres nuevas herramientas como creativa y como productora. En cuanto a la parte negativa, esta incertidumbre te bloquea un poco la vida personal. La inestabilidad laboral que implica trabajar por proyectos y esperar una llamada o respuestas a candidaturas, dificulta el desarrollo de tu propio proyecto de vida.»
Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?
L: «Creo que estamos en un momento muy álgido, en el que el cine nacional se ha ido colocando en el mapa a nivel internacional. No sólo porque cada vez se rueda más aquí gracias a los incentivos, sino por la calidad cinematográfica y por las voces tan interesantes que tenemos y que siguen emergiendo. Además, siento que cada vez se tiene una mayor voluntad de generar industria, que aunque pueda tener aspectos negativos como la sobreproducción, genera redes e infraestructura necesarias para evolucionar y crecer todavía con más fuerza. Sin embargo, al mismo tiempo estamos viviendo un cambio de paradigma en la manera de consumir, y creo que este es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la industria audiovisual española en este momento.»
AI: «Creo que vivimos en un momento de disociación. Con el surgimiento de las plataformas y la creación de nuevos mercados, la industria ha dado un giro importante, creando un nuevo sector que tranquilamente podríamos catalogar como “fast cinema”. Esto está generando una separación cada vez más evidente entre el cine y la creación, convirtiendo muchas piezas audiovisuales en simples productos de consumo y diluyendo la presencia y el valor de las manos que hay detrás. Con esto no quiero decir que esta nueva forma de crear y consumir sea del todo mala; de hecho, ha abierto caminos interesantes y ha ampliado el alcance del sector. Pero el problema es que las obras más lentas, artesanales y guiadas por una intención artística más que por la lógica del consumo, se vuelven cada vez más difíciles de sacar adelante.»
Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?
L: «Hay algo muy bonito en el sector que es la importancia de la red, pero también es peligroso. Cuesta mucho entrar y casi siempre implica enfrentarse a la precariedad en el inicio (y no tan al inicio) de tu carrera. Creo que esto pasa con más frecuencia que en otros sectores, y que el tener una familia con recursos, un padrino o un hada madrina, puede ser la diferencia entre permanecer en la industria y arriesgarte, o tener que rendirte y abandonar. También creo que gran parte de los recursos y oportunidades tienden a concentrarse en manos de los mismos, y que si estuvieran más repartidos podríamos disfrutar de mucha más diversidad y riqueza cultural. Todo en esta sociedad es cuestión de clase, pero siento que en el cine lo es aún más.»
AI: «Sin duda alguna, la desigualdad estructural que aún a día de hoy seguimos combatiendo las mujeres. Aunque es innegable que se han producido avances, aún estamos a años luz de conseguir una equidad. Y, aunque suene pesimista, con la experiencia que he acumulado antes incluso de cumplir los 30, dudo que cuando termine mi vida laboral hayamos logrado una igualdad real y justa. Aun así, creo que vamos en la dirección correcta: en los últimos años se han dado pasos agigantados en el sector, y como joven, agradezco haber empezado mi trayectoria profesional en un momento en el que estos cambios ya estaban en marcha.»
¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?
L: «Ahora mismo estamos inmersas en la campaña para los Goya (con el tiempo y recursos que nos quedan) y es algo muy ilusionante. Pase lo que pase, siento que es un camino que tenemos que disfrutar. Después de esto, tengo muchas ganas de seguir dirigiendo, de hacer realidad nuestro siguiente corto y de que nos lleguen más encargos de todo tipo, desde animación a documental.»
AI: «Este 2025 ya se ha hecho realidad mi sueño de que nuestro primer cortometraje tenga una buena distribución. Hemos llegado a festivales de muchas partes del mundo, hemos recogido premios hasta en China y ahora estamos en la shortlist de los Goya. Como joven cineasta, no puedo pedir más. De cara al 2026, y como comentaba anteriormente, sólo espero que esta etapa de incertidumbre laboral sea breve. Tengo muchas ganas de empezar nuevos proyectos y ver hacia dónde me llevan.»
Tessa Aceves Malvido

Directora y productora – Cineminuto
Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo
«Hace un tiempo fundé, junto con mis socios Guille y Bader, la productora creativa Cineminuto, que se obsesiona con contar historias muy cortas. Todo lo que hacemos es ficción: no importa el formato, pero sí que tenga alma. Trabajamos en microcortos originales, fashion films, videoclips y comerciales narrativos. La idea nació de una mezcla entre amor por la narrativa y frustración por la falta de atención del mundo actual. Así que decidimos abrazar el vértigo de contar historias completas en uno, dos o cinco minutos. Es como hacer cine con una bomba de relojería en la mano: tienes que decir algo importante antes de que se acabe el tiempo.»
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?
«Lo que más me gusta es cuando todo encaja. Cuando un plano, una emoción y una idea se alinean y piensas: “Ok, esto funciona”. Es un momento breve, como todo en mi vida aparentemente, pero vale la pena todo el caos anterior.
Lo que menos… probablemente los correos de producción a las tres de la mañana o los presupuestos imposibles. Aunque, siendo sincera, también hay algo de romántico en eso. El cine sin un poco de sufrimiento no sería cine.»
Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?
«Diría que está en una etapa adolescente con mucho talento, energía y ganas, pero aún buscando su lugar. Hay gente joven haciendo cosas muy interesantes, nuevas miradas, más mujeres creando y tomando decisiones. Pero seguimos arrastrando cierta rigidez, cierta dependencia de los mismos esquemas. Lo bonito es que, con pocos medios, están saliendo proyectos muy libres, más personales, y eso me parece una buena señal.»
Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?
«Cambiaría la forma en la que se mide el valor del trabajo creativo. Hay una obsesión con los minutos, los presupuestos… y poco con la intención detrás de las historias. Y por supuesto, reivindicaría el formato corto. No porque sea más fácil, al contrario, sino porque tiene una potencia enorme. Es como un poema visual: no sobra nada, cada segundo importa.»
¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?
«Sí, últimamente he estado escribiendo y dirigiendo algunas de esas microficciones dentro de Cineminuto. Mis amigos cofundadores también han hecho y harán las suyas, cada uno con su propio tono, y la idea es que el proyecto crezca, no sólo con nuestras piezas, sino invitando a más directores, actores y guionistas a sumarse. Queremos producir a otros, darles espacio y luz, y crear una especie de pequeño ecosistema donde lo breve y lo personal tengan cabida.
En paralelo, estoy terminando de escribir una película que espero producir el año que viene. Es un salto más ambicioso y, por supuesto más caótico, pero también inevitable. Siento que después de jugar con historias tan pequeñas, necesito construir un universo más amplio. Si sale bien, será hermoso y si no… bueno, al menos tendré material para otra microficción.»
Verónica Gregory

Actriz y productora – El Destino Producciones
Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo
«En esencia, mi trabajo es contar historias. Como actriz lo hago a través de mi cuerpo y de mi voz, ya sea sobre un escenario, frente a la cámara o en ficciones sonoras, entre otros muchos medios. Pero siempre con el mismo objetivo: conectar con el público.
Y recientemente, junto a mi socio Borja Moreno Martínez, tengo la oportunidad de contar historias desde otro punto de vista como productora. Eso implica estar involucrada desde el origen de un proyecto: elegir por qué historias apostamos, construir equipos, buscar financiación, diseñar el rumbo creativo y resolver problemas que surgen cada día. Es muy exigente y requiere una enorme responsabilidad, pero también me ha dado una libertad creativa enorme, y la posibilidad de impulsar proyectos en los que de verdad creo.»
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?
«Lo que más me gusta es que cada proyecto es un universo completamente diferente. Cada personaje me obliga a descubrir nuevas emociones, investigar, observar a las personas y entender el mundo desde otra perspectiva. Ese proceso de conexión profunda con una historia y un personaje, de darle vida, cuerpo y voz, es apasionante y muy transformador. Siento que crezco con cada papel y con cada equipo creativo del que formo parte.
Lo que menos me gusta es la inestabilidad del sector, ya sea como actriz o como productora. Nunca sabes cuándo llegará el próximo proyecto, y a veces es difícil planear tu vida personal y profesional. También puede ser frustrante que muchos factores ajenos a tu talento o tu trabajo influyan en las oportunidades. Aun así, es una profesión vocacional, y esa misma incertidumbre hace que cada logro se valore muchísimo más.»
Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?
«Creo que vivimos un momento creativo muy estimulante: hay nuevas voces, nuevas narrativas y un talento increíble tanto delante como detrás de cámara. Sin embargo, la industria sigue siendo frágil. Hay poca estabilidad laboral, presupuestos muy ajustados y una dependencia grande de plataformas y ayudas.»
Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?
«Sin duda, apostaría por cuidar más a las personas. Detrás de cada proyecto hay cuerpos y vidas reales, y muchas veces las condiciones no lo reflejan. Me gustaría que hubiera más apoyo a la producción independiente y más estabilidad para los equipos. Creo que un sector sano y humano genera mejores historias.»
¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?
«Este año estoy especialmente ilusionada con El Destino Producciones. Esta nueva etapa como productora me ha brindado una gran libertad creativa y nos está permitiendo sacar adelante proyectos muy personales. Ahora mismo estamos con la postproducción de dos cortos, ‘Press banca’ y ‘Súper actor’; desarrollando tres documentales; y preparando varias obras de teatro que se estrenarán próximamente. Nuestra productora es la excusa perfecta para dar rienda suelta a la creatividad y la imaginación. Gracias a esta plataforma legal y financiera queremos desarrollar no sólo producciones teatrales y audiovisuales, sino también diversas historias que pueden tener cabida a través de la gestión cultural, de la publicación, o incluso de la formación.»



