Los cineastas europeos, preocupados por la inteligencia artificial, la precariedad laboral y el riesgo en el que se encuentra la diversidad cultural de la región

La necesidad de regular la inteligencia artificial, la precariedad laboral y el riesgo en el que se encuentra la diversidad cultural de Europa son los temas que preocupan a los cineastas de la región, de acuerdo con la conclusiones de la Asamblea General de FERA, Federation of European Screen Directors que ha tenido lugar en el marco de la 27ª edición del Festival de Cine de Málaga.

Los directores europeos han manifestado su solidaridad con los españoles, a quienes han ofrecido su apoyo para la creación de una Agencia Nacional del Cine con mayor dotación presupuestaria a semejanza de los organismos que existen en otros países del continente. Por primera vez, España ha sido el país anfitrión a través de ACCIÓN, asociación de directores y directoras de cine, miembro de la Federación. La directora, guionista y productora valenciana Giovanna Ribes será la nueva representante de ACCIÓN en la Junta Directiva de FERA.

FERA asamblea general 2024

Más de 50 directores de cine de 35 países europeos se han dado cita, durante cuatro jornadas, en la Asamblea General de FERA, Federation of European Screen Directors, organismo que tiene como objetivo promover políticas que maximicen el potencial creativo, social y comercial de los directores y de la industria audiovisual de esta región.

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Juan Antonio Vigar, director del festival de Málaga, ha dado, junto con Fernando Méndez Leite, presidente de la Academia de Cine de España, la bienvenida a los cineastas europeos y ha destacado los puntos que la federación considera como importantes para mantener estándares de calidad: fomentar la exhibición, fortalecer las medidas contra la piratería y tener programaciones muy cuidadas, en los cuales pone foco el certamen, además de que ha insistido en la decidida apuesta que éste tiene por la industria.

Antonio Muñoz Vico, socio del despacho legal Garrigues, ha explicado en la conferencia «Inteligencia artificial desde el punto de vista legal», organizada por el ICAA, las dos posiciones distintas que se tienen en Europa y en Estados Unidos para la protección de derechos de autor tras la irrupción de la inteligencia artificial. “En Europa confiamos en el legislador, en Estados Unidos se confía en la judicatura”, ha dicho y ha partido del principio “The right to read is the right to mine”, que quiere decir que tenemos derecho a acceder a la información y a utilizarla de manera creativa, siempre que se respeten los derechos de autor, además de resaltar que solamente las obras realizadas por humanos pueden estar protegidas por derechos de autor.

Ha resaltado que la Unión Europea (UE) está siendo ágil para generar los medios que garanticen esto, y de hecho, en uno meses estará listo el reglamento de la inteligencia artificial, pero ya desde antes, hay una serie de normas y leyes de protección de consumidores. “Ya tenemos un cierto marco normativo que debemos ver cómo se aplica”, ha resaltado para luego insistir que “en Europa confiamos en nuestros legisladores, el marco es más estricto y más proteccionista de los derechos de autor que en Estados Unidos”.

“La situación de derechos morales y económicos para los directores en España” fue otra de las mesas de la asamblea, con la participación de Amparo Arenas de SGAE Andalucía, Ana Arrieta, asesora legal de ACCIÓN, Ricardo Gómez, secretario general y director de servicios legales de DAMA, moderada por Pilar Pérez Solano. Los directores europeos han tenido la oportunidad de conocer de manera muy pormenorizada las particularidades de los derechos de autor y los derechos morales de los directores españoles, así como el sistema de recaudación de las sociedades de gestión de derechos.

“Es importante conjugar el tema de los talentos pero también el del derecho, respetar los temas legales es respetar su permanencia. Hay muchos cineastas que, con tal de rodar, renuncian a sus derechos morales y es necesario que sepan que las entidades de gestión los pueden apoyar”, han coincidido los ponentes, quienes destacan que con la entrada de las plataformas los ámbitos territoriales están cambiando, tema que también merece mucha atención.

La mesa titulada “Reconectando con las audiencias en Europa. El papel de los festivales” ha concluido que estas citas cinematográficas tienen el enorme reto de volver a la época prepandemia y continuar siendo el principal punto de encuentro entre la industria y la audiencia. Además, son un escaparate especialmente interesante y necesario para el talento emergente. En esta mesa, han participado Juan Antonio Vigar, director del Festival de Málaga; Manuel Cristóbal, director del Festival europeo de Sevilla; Enrique Iznaola, director del Festival de Almeria; Eduardo Escudero de A Contracorriente Films, Mattias Nohrborg de TriArt Film, moderados por Elisabet Gustafsson y Pilar Pérez Solano.

También se ha hecho hincapié en que las distribuidoras deben diseñar la estrategia para cada película de manera individualizada, pero el festival sigue siendo extremadamente importante para ellos, no solo para llevar sus películas, sino para encontrar otras que pueden llevar a sus territorios.

Para cerrar las actividades, la mesa de “Directores y Directoras de ACCIÓN” contó con la participación de Salvador Simó, Giovanna Ribes, Antonio Hens, Liz Lobato y César Martínez Herrada. Entre los problemas que se han tratado está el de los tiempos que se tarda en conseguir la financiación de un proyecto en España, siendo este un tiempo no remunerado. “El hecho de que no se remunere el tiempo de promoción o el tiempo entre un proyecto y otro, lleva a que algunos directores y directoras tengan que abandonar sus proyectos personales y trabajen en series de televisión”, han señalado los ponentes y se habló de las diferencias que existen en las ayudas al cine entre las distintas Comunidades Autónomas.

Además, se han compararon los presupuestos españoles para las ayudas al cine frente a los de otros países de la región y en este punto los directores europeos se solidarizaron con los españoles y les dieron su apoyo para la creación de una Agencia Nacional de Cine con mayor dotación presupuestaria a semejanza de los organismos que existen ya en otros países.

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