Ovedito ha cogido las maletas este fin de semana y se nos ha ido a Richmond, en el sureño estado de Virginia, para visitar el museo de Edgar Allan Poe y ya de paso asistir al primer festival de películas basadas en la obra del genial escritor.
Durante tres días el Poe Film Festival aunó una muestra de lo más destacado de las últimas adaptaciones al cine de la obra de Poe, además de organizar proyecciones especiales en el homenaje que brindó al gran Vincent Price. Su hija, Victoria Price, fue la invitada especial del festival y por supuesto ahora buena amiga de nuestro oso mitómano contándole anécdotas de su padre. Como cuando Victoria perdió su primer diente y el ratoncito Pérez (aconsejado por el gran Vincent Price, por supuesto) le dejó una dentadura postiza toda podrida en lugar de la tradicional moneda.
Para estar a tono con el evento, el cine en el que se realizó el festival era una de esas joyas perdidas de los años 20 y tenía hasta un grandioso órgano para acompañar filmes como en los viejos tiempos.
El programa oficial incluyó la proyección ‘Extraordinary Tales’, de Raúl García; ‘The Fall of the House of Usher’, de Roger Corman; ‘The Tell Tale Heart’, dirigida por John Le Tier; ‘The Raven’, de Thad Ciechanowski, y ‘Stonehearst Asylum’, de Brad Anderson.
Ovedito tuvo la oportunidad de visitar la ciudad e incluso localizó la estatua de Poe que preside el centro de la Richmond. Y entre película y película saboreó la cerveza Raven con un toque del autor de ‘El Pozo y el Pendulo’.
En el museo de Poe, Ovedito se codeó con el famoso cuervo del poema y pudo admirar documentos originales del escritor y hasta los últimos calcetines que usó y al final se fue con la tristeza de no haberse acercado a Baltimore a visitar la tumba del poeta. Otra vez será.
Copyright de las fotos: R&R Communications.
