Fernando de Miguel y Fernando Orteso son Wandermoon, una asesoría especializada en gestión de AIEs para financiación de largometrajes que lleva tres años funcionando en España. Sumando títulos cada año y recogiendo cada vez más frutos de la evangelización que han tenido que llevar a cabo entre productores e inversores, comentan con Audiovisual451 las ventajas de una AIE e insisten en su idoneidad dentro del modelo actual de la industria cinematográfica en España.
Audiovisual451: ¿Cómo os conocéis y cómo decidís poner en marcha este modelo de negocio?
Fernando Orteso: “Fernando de Miguel y yo nos conocimos mientras él estaba al frente de Zinkia y yo en Banesto, justo cuando la productora planificaba su salida a bolsa. Nos reencontramos dos años después, cuando ya ninguno de nosotros trabajaba en esas compañías y fue entonces cuando valoramos unirnos para lanzar un servicio nuevo. Yo estuve en Banesto Bolsa como consejero delegado durante trece años, allí hacíamos muchas operaciones de financiación de cine, sobre todo en Canarias y para majors. Por su parte, Fernando de Miguel acumulaba una buena experiencia en producción audiovisual. Así que, la idea que empezó a tomar forma era la de realizar operaciones de financiación e inversión en cine pero para películas españolas de entre 2 y 3 millones de euros.
Al principio hicimos muchas visitas, dedicamos mucho tiempo a evangelizar tanto entre los inversores como entre los productores. Fueron llegando las películas y hoy en día podemos hablar de una marca y de que ya tenemos cierto peso en el mercado.
Nuestro fin último es la creación de un fondo para financiar cine. Esa es nuestra máxima aspiración. Hasta que lleguemos a entonces estamos en el punto intermedio de la creación de AIEs.”
AV451: ¿Cuál ha sido la evolución desde que comenzasteis en 2013 en cuestión de números?
De Miguel: “En 2015, según el Anuario de Cine Español, se habían estrenado 32 películas con AIE, de las que 4 se hicieron directamente desde Wandermoon y dos de ellas desde nuestros socios canarios, que son Assap.
Así que podemos decir que nuestra estructura actual alcanza el 20 por ciento de las películas que se hicieron en España con AIE.
Si nos remontamos a 2014, se habían estrenado 9 películas con AIE, por lo que el mercado está evolucionando hacia este modelo, claramente cada vez cunde más el concepto de AIE. Cuando Wandermoon arrancó, las productoras medianas y grandes de España, en su mayoría, no se habían planteado la fórmula de la AIE porque pensaban que no era un producto para ellas. Por eso tuvimos que difundir mucho entre productores la idea de la AIE, lo veían como algo ajeno a su realidad, algo caro y sin sentido y nosotros nos encargamos de demostrar que eso no era así.
Nuestro modelo quedó, de alguna manera, validado con la reforma de la Ley del Impuesto de Sociedades, limitando a 3 millones de euros por película la posibilidad de deducción fiscal por inversiones en cine. De esta manera, películas con más de 15 millones de euros de presupuesto no podían seguir beneficiándose. Con esto, confirmamos nuestra idea de que el incentivo fiscal se había creado principalmente para las productoras españolas con presupuestos medios, y no tanto para que compañías extranjeras crearan estructuras con el fin de producir en España.”
AV451: ¿Cuál es vuestra filosofía de trabajo?
Orteso: “Nos presentamos como unos asesores que acompañan tanto al inversor como al productor en todo el proceso de la AIE, desde la constitución hasta la desinversión final cuando la operación ha terminado. Esto puede suponer tres años de trabajo asesorando sobre la estructura financiera, mercantil y fiscal de la operación, y acompañando en toda la gestión de contratos y relaciones entre las productoras, la AIE y sus inversores.
Wandermoon cobra a éxito. Pasamos cerca de un año trabajando en una operación hasta que la película está terminada, primero analizando la viabilidad de la AIE, el tamaño de la inversión, la posibilidad de considerar fiscalidades especiales (País Vasco, Canarias o Navarra), asesorando en los aspectos contractuales que afectan a la operación, relaciones entre coproductores y AIE, cuestiones financieras y fiscales… Luego llega la incorporación de los inversores. Y a partir de ahí el trabajo de asesoramiento continúa dos años más, con los cierres fiscales, certificaciones, actas societarias, y demás trámites hasta la salida del inversor de la AIE.
Nos gusta participar desde el inicio en la película, nos permite implementar nuestro modelo y hacer un asesoramiento adecuado.
Hay un matiz importante en el servicio que ofrece Wandermoon: lo habitual en el mercado del cine es que alguien trabaje ad hoc por petición para financiar una película concreta. La diferencia de ese perfil con Wandermoon es que nosotros estamos buscando inversores continuamente y buscando películas continuamente. Coordinamos la demanda de cada lado, vendemos todos los días la AIE como un producto financiero fiscalmente eficiente. Por otro lado, buscamos productores que necesitan financiación. Cada vez afinamos más el procedimiento, somos más eficientes, más seguros, estamos en disposición de ofrecer más garantías. La experiencia del día a día y la eficiencia del procedimiento son dos fortalezas de Wandermoon.”
De Miguel: “Por otro lado, nosotros cubrimos toda la relación con inversores y con productores, es decir, toda la gestión financiera de la operación, pero para los aspectos fiscales y mercantiles siempre pensamos que la mejor manera era contar con una firma de abogados relevante en estos campos. Por eso, Wandermoon trabaja con Bufete Barrilero y Asociados, se trata de un despacho con una estructura geográfica y de personal muy amplia. Gracias a este acuerdo podemos dar un servicio de primer nivel incorporado en nuestra estructura de asesoramiento, y esto no redunda en un coste adicional en la operación.”
AV451: Además en este 2016 habéis firmado un acuerdo para operar en Canarias, ¿no es así?
De Miguel: “Cuando cerramos el acuerdo con Bufete Barrilero Asociados, vimos que era importante el hecho de que fueran originarios de País Vasco y que cubrieran también Navarra, se trata de territorios con unos incentivos para el cine especialmente atractivos. Ellos ya tienen una base de clientes establecida y eso nos parecía muy positivo para los productores.
Siempre habíamos tenido el interrogante de Canarias, es un territorio especialmente atractivo sobre el papel pero desde Wandermoon no terminábamos de sentirnos cómodos en la comunidad inversora canaria y no explotábamos las posibilidades en condiciones. Sabíamos que teníamos que resolver este asunto y después de varios meses, hemos llegado a un acuerdo con Assap, una empresa de asesoramiento financiero y fiscal originaria de Canarias llevamos desde principios de año trabajando con ellos en exclusividad: lo que Assap hace de cine en Canarias cuenta con el asesoramiento de Wandermoon, y toda la relación con inversores nos lo proveen ellos. Esperamos en este mismo año 2016 empezar a trabajar en algún proyecto juntos y en 2017 ya sabemos que tendremos varios proyectos.
En los últimos años han entrado en inversión cinematográfica, han asesorado ya varias producciones nacionales, incluso a las internacionales que vienen a Canarias por los incentivos al rodaje. Nos gusta ser conservadores, preferimos asumir el crédito fiscal o producción de proyecto que sabemos vamos a poder colocar entre nuestros inversores. Por eso hemos buscado unos socios en Canarias, ahora ya contamos con una base de inversores a la que acudir y a la que ofrecerles proyectos.”
AV451: ¿En qué medida influye la territorialidad a la hora de hacer una película y de plantearse la AIE?
De Miguel: “Pensamos que no se debe forzar nada para beneficiarse de la fiscalidad de algunos territorios. La película se tendrá que rodar donde lo permita la historia. Y hay que pensar que los incentivos fiscales de algunos territorios conllevan el cumplimiento de unos requisitos muy estrictos. Tanto Navarra como Canarias son exigentes a la hora de permitir que una película se considere de esos territorios y pueda beneficiarse de la fiscalidad de su territorio.”
AV451: Un productor se reúne con vosotros, os presenta su proyecto y…
Orteso: “En las primeras reuniones terminamos de explicar la operativa de una AIE, hacemos un esbozo de números, escuchamos los planes del productor y estudiamos si la AIE tiene cabida o no. Creemos que siempre tiene sentido considerar la posibilidad de la AIE para financiar una película. Los productores se dejan muchas horas y mucho esfuerzo en solicitar subvenciones, por ejemplo, y con una AIE se puede conseguir entre un 10 y un 20 por ciento del presupuesto de una película.
Desde Wandermoon le exponemos al productor las diferentes opciones y es el productor el que decide qué riesgos quiere asumir y hasta dónde puede llegar. Le explicamos, por ejemplo, las obligaciones extra que deberá asumir de cara al inversor, como una posible auditoría, una total transparencia incluso con nosotros, etc.”
Orteso: “Por otro lado, no entramos a valorar la temática de las películas, pero sí ponemos en antecedentes a los inversores por si hubiera algún conflicto. Esta decisión es del inversor, nosotros no censuramos.”
AV451: ¿Se podría decir que hay un perfil de productor muy marcado que acude a la AIE?
De Miguel: “Realmente, no, tenemos relación con diferentes tipos de productores, grandes y medianos. Ahora, con el cambio de modelo en las ayudas públicas y la dotación actual del ICAA, están cundiendo más los proyectos que rondan el millón y medio de euros de presupuesto. Estos productores son también nuestros clientes y desde Wandermoon somos defensores de que ese segmento se debe beneficiar en el esquema de las ayudas fiscales.”
AV451: ¿El nuevo modelo de ayudas ha introducido alguna novedad en el terreno de las AIEs?
De Miguel: “Sí, el mayor consejo que podemos dar hoy en día a los productores españoles que vayan a solicitar una ayuda del nuevo modelo es que incluyan la AIE en la documentación. Si no incluyes la AIE en la solicitud de la ayuda y después recibes la subvención, no vas a poder incluir en tus planes la AIE a posteriori.
La idea que queremos transmitir a los productores es que la AIE es una fuente de financiación adicional a la que no se debe renunciar a priori, y no es un dolor de cabeza, constituir una AIE cuesta tanto como poner en marcha una S.L. y además no requiere de aportación de capital mínimo. Cuando solicitas la ayuda, la AIE te acompaña y el camino está hecho, pero a posteriori no se puede hacer.”
AV451: ¿Se puede hablar de unos mínimos para establecer una AIE?
De Miguel: “En Wandermoon tenemos establecido un estándar El escenario más razonable para todas las partes implicadas parte del millón y medio de presupuesto, teniendo en cuenta que habrá que minorar las ayudas y subvenciones recibidas. Pero también estudiamos casos por debajo de esta cifra. En cualquier caso insistimos en que es el productor el que tiene la última palabra.
Cada día tenemos más interiorizado el proceso y somos capaces de detectar más fácilmente los beneficios para una película, vemos aspectos que el productor no ha contemplado, además de que seguimos todo el proceso desde el inicio hasta que la película ha agotado su vida comercial. Wandermoon se ocupa de que todas las partes se sientan atendidas, hace de filtro para los inversores con el mundo de la producción, que es desconocido para ellos, nos preocupamos de que se cumplan las expectativas… Nuestra mayor preocupación es que el productor no salga mal por haber contado con un inversor privado en su película, el productor es el que más riesgo asume y debemos mirar para que obtenga el mayor beneficio posible.”
AV451: ¿Cuál es el sentimiento de los inversores frente al cine?
Ortesso: “Cuando empezamos, libramos la batalla de explicar a los productores qué es una AIE. Explicárselo a un inversor era seguramente más difícil, pero ahora cada vez hay más conocimiento. Afortunadamente, tanto productores como inversores están cada día más empapados sobre las AIEs, el boca a boca también está funcionando, podemos decir que los inversores con los que trabajamos repiten todos los años y también tenemos productores que vuelven para su siguiente película.”
De Miguel: “Creemos que la fiscalidad vinculada a la inversión en cine a través de AIEs está acorde con el cine español: es muy difícil que un inversor entre asumiendo niveles mayores de riesgo financiero en una película, al contrario de lo que sucede en países como México o Colombia, pero estamos en España y sabemos que hay mucha desafección por el cine en el mundo empresarial y financiero, tenemos que asumir esta realidad y creemos que el sistema de la AIE está consiguiendo que inversores privados estén entrando en el sector audiovisual. Creo que ya podemos hablar de una comunidad inversora en cine y la evolución debería ir hacia un fondo de financiación para el cine.”
