Fallece Alberto de Elzaburu, presidente de la firma de abogados Elzaburu

Alberto de Elzaburu, presidente de la firma de abogados Elzaburu, compañía fundada por sus antepasados hace 155 años, falleció el pasado viernes en Madrid a los 92 años de edad.

Alberto de Elzaburu, abogado y descendiente de una brillante generación de juristas, fue un abogado entregado desde siempre a la defensa de los derechos de propiedad industrial e intelectual. Sucedió a su padre en la firma que habían fundado sus antepasados en 1865 y fue el artífice de profesionalizar el despacho y hacer de él un referente mundial en todo lo relacionado con la protección de activos intangibles.

Alberto Elzaburu

Su talante abierto y su dominio de varios idiomas le procuraron un merecido reconocimiento internacional en el mundo de la propiedad industrial, en el que fue impulsor y activo participante en muchas de las principales asociaciones y organismos que han sido decisivos en la construcción del Derecho de Marcas y de la Propiedad Industrial. Ha sido miembro de la EPI, de los Consejos del Instituto de Ética y Derecho Industrial, Vicepresidente del COAPI, miembro del Panel de Arbitraje y Mediación de la OMPI, Presidente de la FICPI, Miembro de Honor de la AIPPI y de ASIPI, entre otros muchos cargos.

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Alberto de Elzaburu tuvo una activa participación en la creación de instrumentos internacionales de protección, como la patente europea o la marca y el diseño comunitarios. Siempre fue un convencido defensor y promotor de la innovación en la actividad profesional. Fruto de esta visión, la firma que presidía ha ido evolucionando desde su actividad de registro y protección de marcas para transformarse en una firma especializada en la protección y puesta en valor de todo tipo de activos intangibles, con una alta especialización en las nuevas tecnologías, e-commerce, entretenimiento, ciberseguridad, dominios, protección de datos, secretos empresariales, etc.

En 1997 se le otorgó la Cruz Distinguida de 1ª clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort y en 2001 S.M. el Rey le condecoró con la Gran Cruz de Isabel la Católica, en presencia de la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre y del Premio Nobel Camilo, José Cela Alberto. En esta acto volvió a afirmar que las dos pasiones de su vida habían sido su mujer, Lula, y la firma Elzaburu, en la que ha sabido crear un gran equipo de profesionales que sabrán hacer crecer su legado.

Su vocación de servicio a la sociedad le llevó a crear una fundación que lleva su nombre, desde la que se apoya y se promueve la innovación y la investigación científica y académica y se propone una visión europeísta de la propiedad industrial e intelectual, y de los lazos con Iberoamérica dentro de los valores del humanismo cristiano.

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