Iker de los Mozos: «La animación española necesita más comunicación y menos miedo a escuchar opiniones»

Español de nacimiento, internacional por su trabajo, Iker de los Mozos ha compaginado el trabajo en estudios de animación como The Walt Disney, Illion Animation Studios, Kandor Grafics… en los que ha participado en obras tan reconocidas como ‘Frozen’, ‘Planet 51’ y ‘La dama y la muerte’, con su vocación educativa en escuelas y universidades de varios países. También ha participado en ‘Big Hero 6’, el título de animación de Disney para 2014 y acaba de pasar por AnimayoDe los Mozos ha contado Audiovisual451 su experiencia  en todos estos años en el mundo de animación, como consumado ‘rigger’ y modelador en Disney Studios.

Iker de los Mozos
Iker de los Mozos, con el Oscar de ‘Frozen’

Audiovisual451: Desde hace un par de años trabajas para Disney. ¿Cómo está siendo la experiencia?

Iker de los Mozos: «La experiencia está siendo genial. Además de tener la oportunidad de aprender de compañeros que han trabajado en grandes producciones, en ésta y otras empresas, el estudio cuenta con charlas, talleres, conferencias, proyecciones… para que sigas formándote en tu disciplina y en otras que no tienen por qué influir directamente sobre tu trabajo. Y además, el estudio pone a tu disposición cualquier cosa que necesites para hacer más cómodo y efectivo tu trabajo. Para mí, no sólo esa inversión, sino que además aprenda más cada día… ése es el sueño hecho realidad. Ahora mismo, somos unos trece españoles en el estudio. Por aquí nos llaman ‘la armada española’, porque siempre nos ven tomando café juntos después de comer. Lo curioso es que la mayoría hemos coincidido anteriormente en otras empresas, en España o en el extranjero, así que ya hay cierta camaradería. Para mí es un privilegio poder reencontrarte con viejos compañeros, y más en lugares que no esperabas.

 AV451: ¿Cómo es el ritmo de trabajo?

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I.M: «Dependiendo del momento de la producción, el ritmo es más o menos acelerado. En mi caso concreto, ahora mismo estamos haciendo jornadas de 58 horas semanales. Hay muchas revisiones de tu trabajo: cuantos más ojos lo vean, mejor, porque es la única manera de ‘elevar’ lo que hacemos. Pero te consideran un profesional desde el primero momento en que llegas al estudio, y no hay nadie detrás de ti para que entregues: tú eres responsable de cómo gestionas tu tiempo y de lo que haces con él. Lo único que se exige -aunque más que ‘se exige’ diría ‘se espera de ti’- es, obviamente, cumplir con los objetivos marcados de plazos y calidad.

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 AV451: Ha debido de ser abrumador para ti que ‘Frozen’, tu primera participación en Disney, haya sido un éxito de tales dimensiones… ¿cuáles crees que han sido las claves para que funcione tan bien?

I.M: «‘Frozen’ ha trascendido los límites de la pantalla y se ha convertido en todo un fenómeno social. Creo que nadie en el estudio se imaginaba que fuera a tener tanto éxito, ni tampoco tan buen recorrido. Para mí, esa ‘modernización’ de los cuentos de hadas clásicos ha conectado muy bien con el público. Escuchas historias de padres llevando al cine a sus hijos, de hijos llevando al cine a sus padres… pero también historias de adolescentes, y de adultos, y de ancianos, que han disfrutado de la historia. Chris y Jennifer, los directores, han sabido dirigir muy bien el proyecto y el equipo. La campaña de ‘marketing’ también ha sido espectacular, y gran parte de la responsabilidad del éxito de la película recae sobre este departamento. Han conseguido hacer llegar la película a muchísimos rincones, y ése es, para mí, un paso fundamental: a la gente puede gustarle la película o no, pero es importante que primero sepan que está ahí. A nivel personal, mi mayor satisfacción viene del hecho que mis padres, mis hermanos, mis amigos… hayan podido disfrutar de la película en la que he participado».

«‘Frozen’ ha trascendido los límites de la pantalla y se ha convertido en todo un fenómeno social. Creo que nadie en el estudio se imaginaba que fuera a tener tanto éxito, ni tampoco tan buen recorrido. Para mí, esa ‘modernización’ de los cuentos de hadas clásicos ha conectado muy bien con el público. A nivel personal, mi mayor satisfacción viene del hecho que mis padres, mis hermanos, mis amigos… hayan podido disfrutar de la película en la que he participado».

 AV451: ¿En qué estás trabajando ahora?

I.M: «He estado varios meses trabajando con el supervisor técnico de personajes en ‘Big Hero 6’, que es la película que Disney Animation estrenará en 2014. Desarrollo un sistema para poblar escenas con personajes diferentes, pero todos dentro del mismo estilo de la película. Junto con él, me he encargado de que todo estuviera atado y bien atado para que San Fransokyo, que es la ciudad en donde se desarrolla la historia, parezca una urbe poblada y no un pueblecillo desierto. Después de trabajar también con algún personaje secundario de la película, empecé hace un par de semanas a trabajar en el departamento de ‘Tech Anim’, en donde nos encargamos de simular telas y pelo plano por plano, y de hacer que éstos luzcan acordes a los criterios artísticos de la producción. Está siendo todo un reto, porque es la primera vez que participio en este departamento, pero la experiencia está contribuyendo a que adquiera una visión más global del proceso, puesto que esto ocurre una vez el plano ha pasado por las manos del animador. Estar sometido a revisiones con compañeros, supervisores y directores ayuda a entrenar el ojo».

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Iker de los Mozos es su clase magistral en Animayo 2014

AV451: Todas las majors se están interesando ahora por la animación. ¿Qué futuro auguras para el sector? ¿Crees que ya hay demasiados títulos al año?

i.M: «No soy mucho de mirar los números, pero creo que es patente que el sector está en alza: cada vez hay más proyectos, más estudios que abren (también alguno que otro que cierra), y eso significa más puestos de trabajo. Así que por ese lado, genial. Pero muchas de esas películas están siendo producidas -en parte y en ocasiones en su totalidad- en países con mano de obra más barata (India, China), o en países en donde existen exenciones fiscales notables (Canadá, Reino Unido) para las ‘majors’. Está pasando desde hace unos años con las empresas de efectos especiales, y está empezando a llegar al terreno de las películas animadas. A lo mejor sería la manera en que España consiguiera enganchar algún proyecto de animación norteamericano… Sobre si hay muchos títulos al año, tengo la sensación de que la animación está de moda, y las compañías intentan aprovechar ese viento a favor creando historias para atraer al público. Al haber más oferta, creo que los espectadores no se reparten mejor sino que la situación se polariza mucho más: hay películas que son taquillazos, y otras que pasan desapercibidas. Quiero creer que, a consecuencia de eso, la industria se autorregula por inercia, que si algo no funciona porque el público no muestra interés acaba siendo olvidado -a veces injustamente. Y también creo que poco a poco la animación se va desprendiendo de esa etiqueta que tiene de género. No es un género, es una técnica, y poco a poco creo que tiene más aceptación entre el público adulto».

'Frozen'
‘Frozen’

 AV451: ¿Crees que la estereoscopía ha perdido fuelle en los últimos años?

I.M: «Sí ha perdido fuelle, será porque ya no es novedad, y también porque puedes disfrutar de la experiencia en tu propia casa. Es decir, si vamos al cine es porque podemos ver películas que, en principio, no están disponibles en otro formato. Y porque tenemos una calidad de imagen y de sonido algo superior a lo que podemos tener en casa. También es un poco una experiencia social, pero cada vez menos. Pero más que perder fuelle, diría que ha evolucionado, que también se va dejando de usar esa etiqueta ‘¡HEY, ES EN 3D!’ para vender espectacularidad, y que a lo mejor empieza a tener algo que ver con cómo se cuenta la historia. Es como si hubiera habido un período de adaptación de los estudios, pero también del espectador ‘Vale, ya sé que podéis ponerme un plano de una montaña rusa para hacerme sentir ahí. Ahora, dadme algo más’. Recientemente volví a ver ‘Buscando a Nemo’, en 3D, y ver esos fondos marinos… era una pasada. Hacer que el espectador no sólo ‘lea’ tu historia, sino que se sienta parte de ella es, creo, un recurso muy poderoso. Y la estereoscopía contribuye a esa inmersión».

«He estado varios meses trabajando con el supervisor técnico de personajes en ‘Big Hero 6’, que es la película que Disney Animation estrenará en 2014. Desarrollo un sistema para poblar escenas con personajes diferentes, pero todos dentro del mismo estilo de la película. Junto con él, me he encargado de que todo estuviera atado y bien atado para que San Fransokyo, que es la ciudad en donde se desarrolla la historia, parezca una urbe poblada y no un pueblecillo desierto. Después de trabajar también con algún personaje secundario de la película, empecé hace un par de semanas a trabajar en el departamento de ‘Tech Anim’, en donde nos encargamos de simular telas y pelo plano por plano, y de hacer que éstos luzcan acordes a los criterios artísticos de la producción». 

 AV451: Has participado en producciones españolas como ‘Planet 51’ o ‘Justin y la espada del valor’. ¿Qué destacarías de cómo se trabaja en España en animación?

I.M: «Para mí es muy valiente arriesgar a lanzar una producción en España, sobre todo en los tiempos que corren. Una de las características en España es que los estudios que hacen películas, salvo alguna excepción, no suelen tener inercia. Se arma un estudio para lanzar una producción, y casi se juega todo a una carta. Me alegro un montón de que ‘Tadeo Jones’, por citar un caso de éxito reciente, haya funcionado tan bien en su primer proyecto. No sólo demuestra que sabemos y podemos hacer cine animado de entretenimiento, y que atraiga público a las salas, sino que asegura que posibles inversores se fijen en la animación como lugar a invertir. 

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‘Planet 51

AV451. ¿Qué necesita el sector de la animación en España?

I.M: «No creo que tenga una respuesta a eso. Puedo tener pistas u opiniones, pero no respuestas. Gente con mucha más experiencia, con más conocimiento sobre el tema y durante más tiempo lleva planteándose esa duda. Sin darle muchas vueltas, cualquiera te dirá ‘hace falta inversión, hace falta dinero’. Pero yo tengo mis reservas, porque una gran inversión no implica una buena gestión. Y ejemplos de historias con un final no tan feliz… en España hay demasiadas. Y sin recurrir al tópico de ‘productor mangante’… Los estudios españoles, al menos los que yo conozco de primera mano, han intentado medirse cara a cara con las producciones norteamericanas. Es como si fuera la única manera de vendernos: por comparación. ‘¿Los americanos se gastan 100 millones en una película? Va, dame 4 y te hago algo parecido’. Y por muy espectaculares que queden esos titulares de ‘La Pixar europea’ en prensa, al final están vacíos de contenido. Vacíos porque de Estados Unidos no sólo tendríamos que evaluar el producto, sino también pensar en por qué tienen un producto que funciona, en qué hay detrás de ello. ¿Y qué hay? Gente echando la vida delante un ordenador. Lo primero que nos dice John (Lasseter) cada vez que tiene oportunidad es que la película es nuestra, que sólo ha sido posible gracias a nosotros, y nos implora que pidamos disculpas de su parte a nuestras familias por el sacrificio que supone pasarnos tantas horas trabajando en el estudio. Lo primero que nos piden cada vez que hacen una proyección del proyecto en proceso (para todos los implicados en el proyecto, independientemente de su responsabilidad en el mismo o puesto en la empresa) es que mandemos notas, comentando cualquier cosa que nos haya llamado la atención. ¿Funciona esta parte? Perfecto, dilo. ¿No te gusta esto, esto otro o aquello? Lo mismo, eres libre de comunicarlo. La historia, la película, se va depurando también con lo que la gente que participa tiene que decir. La comunicación es muy importante, y si a lo mejor pecamos de algo en España, desde mi experiencia, es de ese miedo a saber qué opinan los demás de nuestro trabajo, cuando son esas mismas personas las que hacen posible la construcción del proyecto. Así que ésta es mi carta a los Reyes Magos: dejar de compararnos, más reconocimiento a los que hacen la película (y no sólo a los que ponen el dinero para ello), más comunicación y menos miedo a escuchar opiniones que no nos convengan.

«La estereoscopía ha perdido fuelle, será porque ya no es novedad, y también porque puedes disfrutar de la experiencia en tu propia casa. Es decir, si vamos al cine es porque podemos ver películas que, en principio, no están disponibles en otro formato. Y porque tenemos una calidad de imagen y de sonido algo superior a lo que podemos tener en casa. También es un poco una experiencia social, pero cada vez menos. Pero más que perder fuelle, diría que ha evolucionado, que también se va dejando de usar esa etiqueta ‘¡HEY, ES EN 3D!’ para vender espectacularidad, y que a lo mejor empieza a tener algo que ver con cómo se cuenta la historia».

 AV451: La formación es una de tus vocaciones. ¿Qué actividades desarrollas en este sentido?

I.M: «Llevo varios años colaborando en los cursos de ‘rig’ on-line de ANIMUM, una escuela que tiene su sede física en Málaga. Además de diseñar y grabar un curso de ‘rig’ completo, participé durante varios años como tutor on-line de los estudiantes. También estoy vinculado con el Master de Animación que se imparte en la facultad donde cursé mis estudios en Bellas Artes, la Universidad Politécnica de Valencia. Tengo la suerte de estar rodeado de profesionales de la animación, tanto en mi trabajo en Disney como en ambas iniciativas, así que me parece que enseñar todo lo que voy aprendiendo es una manera de hacer que el aprendizaje de otras personas sea más completo en la medida en que yo voy aprendiendo cosas nuevas también».

 AV451: ¿Cómo está España a nivel de formación en animación?

La dama y la muerte
‘La dama y la muerte’.

I.M.: «Cada vez hay más cantidad, más variedad y, en mi opinión, más calidad. Está saliendo gente con mucho talento de las escuelas. Es decir, el talento estaba ya ahí, pero recogerlo, moldearlo y proyectarlo de nuevo gracias a los medios humanos y técnicos que estas escuelas ofrecen hace que cada vez los chavales que quieran dedicarse a la animación lo tengan más fácil. Incluso hay iniciativas para aprender de profesionales sin salir de casa. Ésos son los recursos con los que se cuenta ahora, pero el hincar los codos, el trabajar por cuenta propia, no se puede ahorrar. No creo que haya atajos, ni en esta disciplina ni en cualquier otra. Yo creo que es sano que haya competencia, porque al final el estudiante es el más beneficiado.

«Los estudios españoles, al menos los que yo conozco de primera mano, han intentado medirse cara a cara con las producciones norteamericanas. Es como si fuera la única manera de vendernos: por comparación. ‘¿Los americanos se gastan 100 millones en una película? Va, dame 4 y te hago algo parecido’. Y por muy espectaculares que queden esos titulares de ‘La Pixar europea’ en prensa, al final están vacíos de contenido. Vacíos porque de Estados Unidos no sólo tendríamos que evaluar el producto, sino también pensar en por qué tienen un producto que funciona, en qué hay detrás de ello. a comunicación es muy importante, y si a lo mejor pecamos de algo en España, desde mi experiencia, es de ese miedo a saber qué opinan los demás de nuestro trabajo, cuando son esas mismas personas las que hacen posible la construcción del proyecto. Así que ésta es mi carta a los Reyes Magos: dejar de compararnos, más reconocimiento a los que hacen la película (y no sólo a los que ponen el dinero para ello), más comunicación y menos miedo a escuchar opiniones que no nos convengan».

 AV451: ¿Cómo ha sido tu participación en Animayo 2014?

I.M: «En Animayo he contado en qué consiste la figura del ‘rigger’ dentro de una producción, y qué perfil necesita alguien para dedicarse a ello, pero eso es sólo el principio. He compartido mi experiencia laboral con el público, y he hablado de lo mucho que aprendí y de cómo viví cada etapa, con la única intención de que a alguien le pueda servir esa información. También he hablado de ‘Frozen’, de cómo se hizo, repasando cada parte del proceso de una manera muy visual, el día a día en el estudio y las distintas maneras que un estudiante puede acceder a un puesto en Disney Animation»

AV451: ¿Qué le dirías a los jóvenes que se están introduciendo en el sector de la animación?

I.M: ·Si tuviera que resumirlo, serían dos cosas: la primera, que disfruten con lo que hacen, y que no tengan prisa. Si disfrutan aprendiendo, creo que desarrollan una actitud que les será muy útil cuando trabajen. Vivir de lo que a uno le gusta es complicado (sea lo que sea), pero se puede hacer. El segundo punto, aunque parezca sentido común, no está de más recalcarlo: no descuidar el inglés. No se trata de que nos vaya a abrir puertas, sino de que si decidimos irnos al extranjero no nos las va a cerrar. No se necesita tener una dicción perfecta; lo que se necesita es poder mantener una conversación: entender qué te están pidiendo que hagas, y ser capaz de presentar los resultados de tu trabajo. En un entorno de producción la comunicación es fundamental, y si carecemos de la herramienta básica para ello, lo vamos a tener muy difícil».

 AV451: ¿Cómo ves tu futuro en los próximos años?

I.M: «Nunca hago planes ni pienso demasiado en el futuro. Mi único objetivo es seguir aprendiendo y seguir viendo mi trabajo como una afición, para seguir motivado y no olvidar lo que llevo recorrido. Y si de paso puedo encontrarme con gente que merezca la pena por el camino, y reencontrarme con viejos colegas, ¿qué mas puedo pedir?»

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