La cuarta edición del programa de desarrollo de proyectos Ikusmira Berriak revela los cinco candidatos de este año

La cuarta edición del programa de desarrollo de proyectos del Festival de San Sebastián, Ikusmira Berriak, ha seleccionado obras de Manuel Abramovich, Grigory Kolomytsev, Elena López Riera, Arantza Santesteban y Nele Wohlatz. La incorporación de Elías Querejeta Zine Eskola como socio al programa de residencias permite ampliar de cuatro a cinco el número de propuestas seleccionadas.

Realizadores de Alemania, Argentina, España y Rusia desarrollarán sus proyectos audiovisuales en el marco del programa Ikusmira Berriak, que cumple este año su cuarta edición. El comité de selección, compuesto por miembros del Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera, del Festival de San Sebastián y, por primera vez, de Elías Querejeta Zine Eskola, ha escogido, entre las 155 propuestas recibidas procedentes de 31 países, los siguientes proyectos: en la categoría internacional, ‘El oasis’, del cineasta argentino Manuel Abramovich (Buenos Aires, 1987) y ‘Dormen os peixes de olhos abertos’, de Nele Wohlatz (Hannover, Alemania, 1982); en el apartado de realizadores españoles, ‘El agua’, de Elena López Riera (Orihuela, España, 1982); entre los cineastas residentes en la Comunidad Autónoma Vasca, ‘918 gau’, de Arantza Santesteban (Pamplona, España, 1979); y entre los exalumnos de Nest (Encuentro Internacional de Estudiantes de Cine), ‘Chupacabra’, de Grigory Kolomytsev (Krasnodar, Rusia, 1990).

Proyectos sobre la vida cotidiana en la cárcel, la industria del porno, las leyendas, la infancia o el desarraigo inspiran las cinco propuestas escogidas. El quinto proyecto se ha escogido gracias a la incorporación como socio de Elías Querejeta Zine Eskola a este programa de residencias audiovisuales organizado por el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera y el Festival de San Sebastián.

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Varios de los cineastas escogidos cuentan con una trayectoria considerable en festivales internacionales. Abramovich ha estrenado sus películas en Berlín o Karlovy Vary, donde obtuvo una mención especial, y el año pasado su última película, ‘Soldado’, fue proyectada en Zabaltegi-Tabakalera; López Riera ha presentado dos de sus producciones en la Quincena de Realizadores de Cannes y Locarno; y Nele Wohlatz ganó con ‘El futuro perfecto’ el premio a la mejor ópera prima en Locarno y en Zinebi. Kolomytsev ha sido seleccionado dos años consecutivos (2016 y 2017) en Nest, y el último trabajo de Arantza Santesteban, codirigido con Irati Gorostidi, fue proyectado en el último Festival en el marco de la sección Zinemira, dentro de la sesiones del catálogo Kimuak dirigidas a profesionales.

Los cinco realizadores disfrutarán de seis semanas de residencia en San Sebastián a partir del 20 de agosto. En las cuatro primeras, los realizadores desarrollarán sus proyectos en el Espacio de Creadores de Tabakalera y recibirán clases magistrales y el asesoramiento de los miembros del comité de expertos, formado en esta edición por la productora irlandesa Fodhla Cronin O’Reilly, el cineasta brasileño Sergio Oksman y la directora del TorinoFilmLab, Savina Neirotti, que han asesorado al jurado en la selección de las propuestas.

En la quinta semana de estancia prepararán la sesión de pitching, una presentación del proyecto ante la industria que tiene lugar en la sexta y última semana de residencia, en el marco del Festival de San Sebastián. Los residentes tendrán la oportunidad de concertar citas con los profesionales asistentes interesados en colaborar en sus proyectos y contarán también con una acreditación para acudir a las proyecciones y a las actividades de Industria del Festival.

Ikusmira Berriak proporcionará también una ayuda económica de 25.000 euros, que se repartirá entre los proyectos escogidos. Además, REC Grabaketa Estudioa ofrecerá, en forma de premio, sus servicios de postproducción -valorados en 35.000 euros- para un largometraje.

Ikusmira Berriak es un programa que quiere implicar tanto a nuevos talentos como a las productoras e industrias audiovisuales que apuestan por la innovación y los nuevos lenguajes. Está organizado por Tabakalera, el Festival de San Sebastián y Elías Querejeta Zine Eskola, cuenta con la colaboración de REC Grabaketa Estudioa y la Filmoteca Vasca, y forma parte del legado de Donostia/San Sebastián 2016 Capital Europea de la Cultura.

‘918 gau’, de Arantza Santesteban (España). En la minúscula celda de un furgón policial, una mujer que llevaba muchos años en la cárcel me dijo: para contar que es la cárcel, es necesario haber dormido en ella. Hace casi una década, dormí durante 918 noches en la cárcel. Esta película trata de lo que supone vivir en un mundo aislado y carente de imágenes. «Existen numerosas narrativas cinematográficas sobre la prisión pero, en mi opinión, siempre carecen de algo. Lo que reflejan estas imágenes no son las condiciones cotidianas de la cárcel, sino las formas en las que trabaja el imaginario social que tenemos sobre ellas. Celdas, patios, vallas, crimen organizado, terrorismo o drogas… Son elementos que forman parte de estas caracterizaciones previas. Sin embargo, es prácticamente imposible representar cuestiones que son fundamentales para entender la vida cotidiana en la cárcel: el paso del tiempo, el aislamiento del mundo exterior, las consecuencias físicas y psicológicas del encierro, los espacios opacos de dominación, etc. Está película tratará estos temas» comenta la directora.

‘Chupacabra’, de Grigory Kolomytsev. Andrey, un niño de nueve años, vive en las afueras de un pequeño pueblo cerca del Mar Blanco. Su madre, nerviosa y cansada de la pobreza, abandonada por el padre, mantiene a Andrey en una constante tensión y lo golpea. Ante la más leve conducta inapropiada del niño, amenaza con internarlo en un orfanato. Una vez Andrey encuentra un perro muerto a la orilla del mar durante un día de tormenta y sentencia que se trata de la bestia mística Chupacabra, un vampiro cabra, que salvará a su madre de los problemas de salud e intervendrá para que la familia se reúna. Andrey una vez escuchó en la televisión que una mordedura de Chupacabra en noche de luna llena convertiría a su víctima en la mismísima Chupacabra. Con el colmillo del perro muerto se rasca la mano. Para el director «es muy importante hacer esta ópera prima sobre la infancia: ha transcurrido la distancia necesaria, pero los sentimientos y los recuerdos todavía están vivos. Nací cerca del mar. Allí tuve mi primera experiencia con la muerte. El sonido de las olas y el viento es el sonido de mi infancia, y las lágrimas de mi madre encarnan mi principal sentimiento humano. Andrés, este pequeño niño autista, cree sinceramente que no existe la muerte, que puede encontrar el amor sacrificándose a sí mismo. Esta es una película sobre el calvario de un pequeño niño santo. Es una ‘Vida de San Andrés’».

‘Dormen os peixes de olhos abertos’, de Nele Wohlatz. Tres forasteros en una ciudad tropical, transitando lugares que podrían estar en cualquier parte. Una torre de condominios con habitaciones blancas y vacías, tiendas de baratijas made in China, una playa con ataques de tiburones, el mar. Lixue, Ah y Bo habitan una realidad que a ratos parece ficción y, quizás, una predicción del futuro de las ciudades del mundo. Tres estrofas de una canción incompleta, pero ¿quién habla a través de quién? Los desarraigos de los tres, tan distintos, tan lo mismo. «Recife es una ciudad con mucha historia, pero parece que el desarrollo urbano se orienta a borrar esas huellas y a darle el carácter de un aeropuerto: torres genéricas con seguridad privada rodeadas de altos muros, centros comerciales y autopistas urbanas que conectan a estas locaciones. Quiero hacer una película que podría suceder en cualquier lado porque trata de personas que llegaron por diferentes razones, pero que no pertenecen a su nueva ciudad», explica la directira.

‘El agua’ de Elena López Riera (España). Es verano y la amenaza de un fuerte temporal se cierne sobre un pueblo del Levante español. Ana tiene 17 años y ha crecido bajo la sombra de su madre, que desapareció en la última inundación y que se ha convertido en una leyenda fantasmagórica, en un personaje para las mujeres del pueblo, que repiten que allí el agua está siempre mezclada con la muerte. En esta atmósfera eléctrica previa a la tormenta, Ana conoce a Jose, su primer amor.  «Nací en Orihuela, un pueblo del Levante atravesado por uno de los ríos más contaminados de Europa, el Segura. Me crié junto a mi madre, mi abuela y mis tías, rodeada de mujeres que se dedicaban a contar toda clase de historias para hacer más llevaderas las asfixiantes y larguísimas tardes de calor. Relatos que casi siempre tenían un origen real (basados en sucesos, en secretos que corrían de vecina en vecina o en historias de familia), pero que iban cambiando con cada nueva versión, hasta convertirse en algunos casos en auténticos relatos fantásticos. Seguramente es por esto por lo que un día decidí hacer películas. Para poder participar, a mi manera, de este relato popular y colectivo que no distingue la historia de la poesía», apunta Elena López.

‘El Oasis’ de Manuel Abramovich (Argentina). ¿Por qué? quieres hacer porno?” le preguntan en el casting. “Porque me encanta fingir el placer”. ¿Cómo se convierte el propio placer en un espectáculo? Si un actor porno vuelve su sexualidad un show, ¿dónde encuentra el verdadero placer? Para el director, «‘El Oasis’ es una película sobre la construcción de la intimidad como un show. Esta es, además, la segunda pieza de una trilogía que estoy desarrollando sobre el cuerpo masculino utilizado como negocio, enfocada en la pornografía y el trabajo sexual en tres ciudades (Berlín, Ciudad de México y Buenos Aires). Me interesa la industria del porno como contexto para hablar del sexo en un mundo donde el yo está construido para los otros, donde para existir hay que estar conectado y ser visible. ¿Cómo convertir el propio cuerpo en un espectáculo? ¿Cómo se actúa el placer?»

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