Las claves de un buen pitching… según David Matamoros

Aunque licenciado en derecho y marketing, para luego formarse en cine en Estados Unidos, David Matamoros es ante todo productor, ahora como responsable de la productora Zentropa Interntational Spain (‘Menú Degustación’, ‘De tu ventana a la mía’). Sin embargo, entre sus múltiples facetas dentro del sector audiovisual destaca la de moderador y coach de pitching en foros de coproducción europeos dedicados a la animación como Cartoon Movie y Cartoon Forum.

David Matamoros d
David Matamoros, el primero por la derecha, en un pitching de Cartoon Forum 2012 como coach.

Acostumbrado tanto a ser sujeto paciente como sujeto agente en los pitching, Matamoros cree que una de las claves fundamentales de una buena presentación es acometer una exhaustiva preparación: “Un pitching nunca se improvisa. En segundo lugar hay que tener muy clara la estructura de lo que se va a decir… cómo se inicia, cómo se desarrolla y cómo se cierra. En tercer lugar, es fundamental repetir la esencia de lo que quieres comunicar varias veces durante el discurso. No se trata de ‘sobreexplicar’ todo, sino de intentar plantar una semilla de la esencia del proyecto en el cerebro de la persona que te está escuchando. Esto es muy importante, porque los latinos tendemos a ‘sobreexplicar’ todo y al final no queda muy claro lo que queremos decir. Por último, creo que es fundamental buscar la proactividad de nuestro interlocutor, no debemos escupir un proyecto por escupirlo, sino que tratamos de influir en nuestro interlocutor para que pase de ser un ente pasivo a un ente activo”, explica Matamoros.

David Matamoros Sumario 1Para el responsable de Zentropa en España, el tiempo no debe ser un inconveniente ya que para hacer un buen pitching bastaría con siete minutos: “Depende mucho del pitching y de la situación, puede haber pitching de un minuto y otros de media hora pero en mi opinión con siete minutos deberías ser capaz de explicar quién eres, qué tienes y qué buscas. Un buen pitching tiene que provocar la curiosidad de tu interlocutor, dejarle con ganas de más”.

David Matamoros piensa que un pitching siempre hay que evitar hablar de sexo, política, religión y de fútbol, a no ser que conozcas mucho a la persona a la que te diriges: “Tampoco se debe vender humo, eso es esencial, nunca debes echar ningún farol porque seguro que jugará en tu contra. Todo lo que se dice en un pitch debe ser justificado y si no lo está no se debe mencionar. Intentar dar la vuelta a una situación de desconfianza es muy complicado”.

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Lo que está claro es que en este gran mercado del mundo, los anglosajones parten con doble ventaja, con un sistema educativo que desde niños anima y enseña a practicar las artes de la oratoria y el idioma de los negocios como lengua materna. “El sistema educativo nuestro se basa en aprender y recitar, y en otros muchos casos en improvisar, mientras que en sistema anglosajón busca siempre el debate y la exposición. No es que nosotros seamos malos, es que nuestro sistema educativo nos ha preparado para otra cosa, ellos tienen una preparación desde la infancia que les anima a defender sus ideas en público y además realizan el pitching en su propia lengua. Yo no creo que ahora haya una generación de productores españoles que lo sepa hacer mejor, lo que pasa es que si sales fuera te das cuenta de cómo hay que hacerlo, de cómo hay que encarar las situaciones. Siempre lo hemos hecho y lo hemos hecho de la mejor manera posible, ahora y antes”, reconoce Matamoros.

David Matamoros Sumario 2

Para mostrar lo que tiene que tener un buen pitching David Matamoros pone como ejemplo la película ‘Origen’ (Inception), dirigida por Christopher Nolan en 2010: “La película ‘Inception’ básicamente lo que te está diciendo es que si eres capaz de colocar una génesis de idea en el cerebro de alguien vas a conseguir influir en él de tal manera que sus actos cambiarán. Esto es básicamente un pitching, meterte en la mente de tu interlocutor para que la semilla que plantas en él pueda germinar en una influencia positiva hacia tu proyecto. Uno no se puede presentar a un pitching sin tener claro lo que realmente busca, hay que tener muy claro que es lo que se quiere. Una vez que sabes lo que quieres hay que trazar una estrategia para influir en la persona a la que te diriges”.

Origen Inception PITCHING
La película ‘Origen’ es un buen ejemplo de cómo entrar en el cerebro de alguien, asegura Matamoros.

Para el productor, el pitching es una herramienta que utilizamos todos en nuestra vida cotidiana, no es tan distinto a como nos enfrentamos a los quehaceres del día a día, es muy importante conocer sus mecanismos pero también es necesario practicar para adquirir las destrezas necesarias: “Creo que en España hay muy buenos profesores de pitching, como por ejemplo Paco Rodríguez, y escuelas que enseñan perfectamente las técnicas del pitching como la Media Business School, ESCAC, la Universidad Pompeu Fabra… pero creo que ese no es el problema. Mi sensación es que aquí se deja todo para el último momento y no se lleva bien preparado. Creo que es un proceso que debería cuidarse desde el principio para poder basar tu estrategia de comunicación en un objetivo muy concreto. Una oportunidad de pitching surge en la situación menos esperada, no necesariamente en un evento programado o un foro de coproducción. Al final, el proceso no es tan diferente al de cuando vamos a comprar el pan, un mueble o tratamos de ligar con alguien en una discoteca, eliges y te marcas una estrategia para conseguir lo que quieres, el discurso será más o menos elaborado, pero es lo mismo. En el mundo latinoamericano estamos muy acostumbrados a improvisar y eso a veces juega en nuestra contra. Insisto, yo creo que debemos conocer muy bien nuestro proyecto para que en el caso de que surja algo inesperado estemos preparados para afrontarlo. En este sector hay que estar siempre alerta para ser capaz de presentar a alguien tu proyecto, independiente del marco, en un mercado cinematográfico, en el parque, en un ascensor, en un aeropuerto… Nunca sabes dónde va a estar la oportunidad”, concluye David Matamoros.

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